33. Doncaster Rovers

Daba vueltas en mi habitación en busca del maldito par de jeans que parecía haber desaparecido de la tierra. Mi cuarto era ahora un desastre -aún más que antes- y había ropa tirada por todos lados.

La puerta se abrió de par en par y mi mejor amiga entró con una sonrisa más grande que la de costumbre.

—Oh, hola Mer. Alguien está feliz... —canturreé provocando que su sonrisa creciera incluso más.

— ¡Chad me invitó a salir!

— ¡Me alegro por ti! ¿Ahora dejarás de ir todos los benditos días a la tienda de libros, verdad? —Me burlé recordando cómo mi amiga al comenzar esa semana había planeado acosar a un chico que trabajaba en una pequeña librería ubicada cerca de su casa. Por muy increíble que pareciera, había resultado y logró llamar su atención. Después de todo, era Mer de quien estábamos hablando. Me sacó la lengua y se tiró en mi cama, la sonrisa todavía plasmada en su rostro— ¡Meredith! ¿¡Esos son mis jeans?!

Me acerqué a ella y la empujé hacia un costado para poder ver la etiqueta del pantalón. Tenían "DK" bordado en el bolsillo. Indiscutiblemente, eran míos. Mis favoritos. Los que había estado buscando desde las diez de la mañana de ese sábado.

—Perdón —me miró divertida y revoleé los ojos. Probablemente estaban sucios, así que tomé el primer par que encontré entre todo el desastre para reemplazarlos— Así que... ¿Hablaste con Daisy en toda esta semana?

Daisy.

Desde el lunes después de la discusión no hablábamos. Sabía que las cosas entre nosotras no estaban tan mal gracias a la conversación que Harry había tenido con ella, pero así y todo no me había atrevido a volver en toda la semana a trabajar en el showroom. Lo único que había recibido de su parte era un mensaje de texto en el que me comentaba que podía volver cuando quisiera. No había sido cariñoso ni nada por el estilo, a decir verdad, era más que cortante y seco, pero algo era algo.

—No. Volveré en cuanto termine la locura de la semana de la moda —dije encogiéndome de hombros y ella bufó.

— ¿Y tus papás cómo están?

—Bien. Papá está mucho mejor, el miércoles vinieron a visitarme —sonreí de oreja a oreja al recordar el buen momento que pasamos y lo feliz que me sentí ese día— Mamá casi me asesina cuando le conté que había usado la extensión de su tarjeta para comprar un reloj, pero cuando le dije que se lo regalé a Harry cambió completamente de parecer... Creo que lo ama.

—Woooo —festejó alzando los brazos— el primer chico que tu mamá aprueba, Harry debe sentirse halagado. Hablando de Roma...

Me sonrojé instantáneamente al ver a Mer acusándome con el dedo índice. Sabía que no podría ocultarlo ni por un segundo estando enfrente de ella.

— ¡Oh por dios, es lo que sospechaba! Cuéntame detalles, ya mismo. Te lo ordeno. ¡Por dios, Ronnie! ¡Harry Styles! ¿¡Quién lo hubiese pensado dos meses atrás?!

— ¡No te contaré detalles, Meredith! —dije sentándome a su lado y hundiendo mi cara en una almohada.

—Ok, sólo uno... Tamaño.

— ¿Estás bromeando? ¡Eso es un gran detalle!

— ¿Acabas de decir gran detalle? —Alzó sus cejas repetidamente. Tuve que golpear su brazo para que dejara de reír— hey, te culpo a ti por contagiarme la pequeña sucia mente que tienes ahí arriba.

—Eres increíble —sacudí mi cabeza y las dos estallamos en risas.

—Lo sé. ¿Qué harán hoy?

Harry y Louis me habían invitado a presenciar un partido de beneficencia del equipo favorito de Tommo, los Rovers de Doncaster. Viajaríamos con Styles unas tres horas antes del juego, a eso de las tres de la tarde para llegar a tiempo a la ciudad natal de Louis. Tenía entendido que él mismo jugaría y me podía imaginar lo emocionado que estaría, aunque según Harry, no era la primera vez que participaba en uno de esos eventos.

Con Mer pasamos unas dos horas mirando cosas en internet, riéndonos de la mayoría de ellas sin poder creer cuán lejos podían llegar los medios mintiendo, con tal de tener miles de comentarios en ridículos artículos basados en especulaciones sobre mi "relación" con Harry.

En el transcurso de esa semana en la que no trabajé, había comenzado a prestar mas atención a Twitter y, por mucho que cueste creerlo, me había familiarizado con el asunto. Louise insistió en que creara una cuenta en instagram, y así lo había hecho, aunque no seguía a más de veinte personas. A pesar de no haber publicado ninguna foto, tenía más de veinte mil seguidores. ¡Y todo por Harry y los chicos! De no haber sido por ellos, ni una mínima parte de esa cantidad de gente se hubiese interesado en seguirme.

—Creo que me iré a preparar —dijo Meredith desperezándose. La miré confundida y después miré la hora. Eran las dos de la tarde y yo ni si quiera me había bañado— mi cita es en un par de horas y siento que me volveré loca esperando. ¿Sabes hace cuánto no tengo una cita?

—Sí, yo tampoco... —suspiré y Mer me golpeó— ¿Qué? Nunca tuvimos una real cita, sólo la primera y tampoco fue de las citas citas, ¿sabes lo que digo?.

—Entonces deberías invitarlo tú. No puedo creer que encuentren tiempo para tener sexo y no para ir a cenar a un fino restaurante.

— ¡¡¡¡Meredith!!!! —La empujé por los hombros y me miró inocentemente, como si no hubiera dicho nada fuera de lugar.

Se fue de mi casa casi dando saltitos de lo alegre que estaba. Me sentía increíblemente feliz por ella y esperaba que el tal Chad fuese un buen tipo y la tratara tan bien (o mejor) de lo que se merecía.

Me duché rápidamente y me vestí simple: un par de jeans claros, converse blancas, una polera blanca y encima de ésta la camiseta roja y blanca de los Rovers que Louis me había regalado hacía unos días, que tenía mi apellido estampado en la parte de atrás. Pensé en hacerle un nudo a la altura de la cadera al ver que me quedaba algo suelta y grande, pero quedaba mejor de esa manera y opté por dejarla como estaba.

"Estoy abajo. Xx -H "

Al leer el mensaje de texto tomé mi campera gris, la billetera, el celular y las llaves, puse todo en los distintos bolsillos de mi ropa y me perfumé. No quería llevar cartera ya que lo único que iba a hacer era molestarme. Bajé las escaleras emocionada por verlo, ya que desde el jueves no lo veía.

Pase unos buenos minutos buscando su auto. No encontraba su range rover y una ruidosa bocina no sólo me sorprendió si no que hizo que saltara del susto. Literalmente.

Su típica risa burlona me sacó del trance y lo vi sentado en el asiento de piloto de un Audi, vaya a saber quién qué modelo. Era pésima con los autos.

—Deberías haberme avisado que venías con otro auto —dije al subirme al vehículo y abroché el cinturón de seguridad.

—Hola amor, yo también te extrañé. —Se cruzó de brazos, ofendido. Solté una carcajada y volví a desabrocharme para abalanzarme sobre él y besar una y otra vez su mejilla y labios— Así está mejor. ¿Estás lista para estar tres horas seguidas conmigo? —Preguntó con voz de niño pequeño y encendió la radio.

—Harry, estuvimos muchísimo más tiempo juntos otras veces...

Amaba verlo revolear sus ojos cuando no le contestaba con la misma emoción que él tenía. Entrelazó nuestras manos y las apoyó en su regazo, encendiendo el motor para iniciar nuestro viaje.

Llevaba puesta una bandana de color azul, verde agua y roja, que sujetaba sus cada vez más largos rulos. Tenía la misma camiseta que yo y no dudé en mostrársela, sabiendo que se emocionaría porque "combinábamos".

En cuanto estuvimos en la carretera perdimos la señal del radio y conecté mi celular. Sorprendentemente Harry y yo teníamos gustos musicales casi iguales y eso era una de las tantas cosas que me encantaba de nosotros. Sí, tenía alguna que otra canción avergonzante, pero la mayoría del viaje cantamos juntos a todo volumen, mi voz siendo obviamente opacada por lo angelical que era la suya.

—Espera —dijo buscando algo en su bolsillo. Finalmente logró sacar el celular y me lo pasó— quiero una foto de nuestro primer viaje de ruta.

— ¿Primer? Agh, ¿habrá más? —Pregunté falsamente frustrada y reí.

— ¡Estás mala hoy! —Me acusó sin quitar los ojos del camino e hizo puchero con el labio inferior.

—Estoy bromeando, tonto —acaricié su pierna— sabes que te quiero.

Cámara lenta. Así sentía que estábamos conduciendo. Todo se me nubló y sentía que habíamos empezado a dar vueltas sin parar, sin poder creer que había dicho... ¿O confesado? Semejante asunto así, de esa idiota manera.

— ¿Que me qué? —Tosió después de ahogarse con su propia saliva. Estaba igual de confundido que yo, podía notarlo por el tono en el que me habló.

—No, nada... —Respondí tímida.

—Dilo.

—Que estaba bromean-

—Yo también te quiero.

Sentí mis mejillas totalmente acaloradas, probablemente se habían vuelto rojo carmesí al haber escuchado esas palabras salir de su boca. Sonreí más de lo que mi rostro permitía (porque ya me dolía de tanto que estaba haciéndolo) y sin decir nada más, coloqué el celular a un costado para tomarnos la foto. Los dos sonreímos sin necesidad de fingirlo y me la envié a mi celular.

"Viaje de ruta. El primero"  Esas cinco palabras fueron las que utilicé para mi primer imagen en Instagram, y las que desataron una locura en mi celular, que no paraba de sonar desde el segundo en que la había publicado. Eventualmente lo silencié, pero la vibración era tan o más molesta como el constante sonido de notificaciones.

— ¡Hazlo parar! —Grité cubriendo mis oídos y balanceándome de adelante hacia atrás como una loca desquiciada. Harry no podía dejar de reír y decidí parar, lo último que quería era que chocara por mi culpa.

—En unos minutos llegamos y te ayudo a desactivarlas —dijo completamente serio y sacudió su cabeza— aquí estamos.

Podía ver el gigantesco estadio pintado mitad rojo y mitad blanco. Muchísima gente estaba alrededor de él, junto con paparazzis y cientos de fans que ya habían reconocido a Harry desde la parte delantera del auto.

Descendí y di la vuelta rápidamente hasta llegar al lado de Styles, que aferró nuestras manos para intentar protegerme de la multitud. La gente nos abría el paso y sentía que me iba a quedar sorda si seguían gritándole y preguntándole tantas cosas a Harry. Lo único que él hizo fue sonreir y tirar besos a sus fans, que no podían creer que estuviésemos tomados de las manos.

Detenerse hubiese creado algo parecido a un terremoto y agradecí completamente que no lo hubiese hecho, aunque me sentía mal por las fans que habían estado esperando casi todo el día para verlo y no habían obtenido más que un simple gesto con la mano de parte suya. ¡Y para qué mencionar la desilusión que habrían sentido al verlo conmigo!

Llegamos a una de las puertas y un guardia de seguridad nos guió por lo que parecieron interminables pasillos y escaleras hasta llegar a un sector donde nos esperaban Niall, uno de los amigos que me había presentado en la fiesta de Harry (del que no recordaba el nombre), la novia de Louis, y un hombre mayor, su esposa y dos chicas probablemente adolescentes, quienes supuse eran familiares de Louis.

Imité a Harry, que saludó uno por uno a todos, y el silbato sonó indicando que el partido comenzaba. Ubiqué a Louis entre los jugadores. Tenía el número 18 y en cuanto pude conectar miradas con él le lancé un beso, ganándome una extraña mirada por parte de Eleanor.

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Holaa! Perdón por no haber subido estos tres días, espero que no hayan notado mi ausencia :) Para remediarlo les traigo este cap larguísimo (a diferencia de los otros).
Podrán notar que está todo bastante implícito (de lo que hablan Mer y Ronnie) pero es porque me estoy guardando la escena para otro cap más especial :D
Si, saben que me gusta complicarme la vida, había escrito este cap contando la primera vez de Harry y Ronnie pero decidí cambiarlo y adelantar un par de cosas... Bueno, yo me entiendo.
De todas maneras espero que les guste y que no se decepcionen porque no relaté esa parte... Más tarde lo van a entender. Espero. Jajajaja.
Les mando besooootes y no se olviden de comentar qué les pareció ♡♡♡♥♥♡♡♡

Las quiero! 

MAR.☆

PD: PORFIIII CON UNA CERECITA ARRIBA, PASEN POR MI NUEVA FIC: OBSESSED. YA HAY DOS CAPS Y ESPERO QUE LES GUSTE!!

PD2: la bandana que tiene puesta Harry en este cap es la que usó en el show de Argentina. Sorry, tuve que hacerlo ♡♡♡

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