31. Quizás...
Finalicé la llamada y aparté los anteojos de sol de mi rostro. Al levantar la mirada noté a Harry observarme expectante. No estaba segura de querer explicarle a dónde iría y por qué me aterraba ir, pero mi expresión aterrorizada —valga la redundancia— debió haberle informado que era un terreno que no debíamos pisar. Al menos no hasta que supiese qué era lo que había pasado con mi padre.
—Amor, tengo que ir a lo de mis padres... Algo pasó y me necesitan.
—Oh, está bien. Supongo que iré a casa, llamaré un taxi o algo —me sonrió y besó mi frente— seguro no es nada grave.
— ¿Puedes venir conmigo? De verdad no quiero ir sola. Si llegó a pasarle algo a mi papá... —balbuceé y él sacudió la cabeza
—Claro que sí, Ronnie.
Tomó suavemente mi mano y besó cada uno de mis nudillos para después soltarla y unirnos en un cálido abrazo, en el que me embriagué con su masculina y perfecta fragancia. Hundí mi rostro en su cuello y dejé un rastro de mordidas de amor hasta llegar a sus labios, que estaban más rosas de lo normal seguramente debido al frío. Lo besé de una manera lenta intentando apartar las hormonas a un lado y besarlo con el corazón, queriendo demostrar lo bien que me hacía que estuviese ahí conmigo a pesar de mi complicada forma de ser.
Acarició mi cintura por debajo de mi enorme tapado y me aferró a su figura sin separar nuestros labios, que parecían estar unidos magnéticamente, como si hubiesen estado destinados desde un principio. Alboroté su cabello y me separé por completo de él.
—Tengo que decirte algo —dijimos al mismo tiempo y carcajeamos.
—Tú primero —hizo una especie de reverencia y caminé hacia la puerta principal.
—Tengo miedo. Miedo por mi papá. Porque si le pasó algo y yo... yo... No hablamos hace meses, Harry. Totalmente incomunicados. Sabes... No quiero ni pensarlo, pero me siento culpable. Si le pasó algo, mis últimas palabras fueron insultos, su última imagen mía un portazo en la cara... Yo... —cubrí mi cara intentando no tropezarme mientras bajaba los últimos escalones para llegar a la planta baja.
—Todas las familias tienen sus altibajos, Ron. Y no pienses lo peor, piensa en esto como una oportunidad para arreglar las cosas.
—No lo sé, realmente espero que esté bien. ¿Qué querías decirme? —dije y lo vi desviarse hacia el estacionamiento— Oh, ¡espera! Es a unas 10 cuadras, caminemos. Nos hará bien.
—No, no es nada. No es el momento.
¿Momento para qué?
Caminamos uno al lado del otro procurando no tener ningún tipo de contacto corporal al ver cuánta gente caminaba por las calles de Londres sorprendiéndose de ver al mismísimo Harry Styles. Debo admitir que quise golpear a más de una adolescente que me barrió con la mirada sin intentar disimularlo ni un poco. ¿Qué tenían contra mí? No había pruebas sólidas de que estuviésemos saliendo como para dedicarme tales miradas de odio. Aunque, como me dijo Meredith una vez, "las fans notamos todo". Sí, incluyéndose a ella misma.
—Siempre hacen eso, no te preocupes —habló Harry en mi oído. Asentí avergonzada por haber sido descubierta devolviéndole el mismo tipo de mirada a una de ellas.
—No es que me desagraden, sólo me agradan muchísimo menos que las Hannie shippers...
— ¿¡Lo sabes?! —Carcajeó agarrándose el estómago y reí junto a él— alguien estuvo en Twitter...
—No pude evitarlo después de lo del artículo de hoy —reí y saqué mi celular— oh, no sabes lo del artículo, ¿verdad? No te dije.
Negó con la cabeza y cuando estaba a punto de contarle el por qué de mi pelea con Daisy, me arrastró hacia la vidriera de una tienda de ropa y me señaló un lindo vestido de fiesta en el que, en sus propias palabras, me vería ardiente. Tonteamos por un par de cuadras más hasta llegar a casa de mis padres, la de mi infancia y adolescencia.
Al ver la fachada y subir los tres pequeños escalones recordé por qué estábamos ahí. Durante todo el camino había logrado dejar de pensar en eso para no sentirme mal, pero todos los malos presentimientos volvieron a hacer doler mi pecho en cuanto toqué el timbre.
Harry notó mi malestar y acarició mi espalda de arriba abajo, pero por razones que desconozco, en vez relajarme me preocupó aún más.
— ¡Veronica! —exclamó mi mamá al verme y miró extrañada a mi acompañante— Oh... Tu debes ser Harry
—Gusto en conocerla, señora Baldwin —dijo y tendió su mano. Ella lo miró confundida y con un gesto divertido se acercó a él y lo abrazó.
—Soy Deb, señora Baldwin es muy formal. —lo apuntó con su dedo índice y él se sonrojó.
Nos invitó a pasar y le hizo una mini recorrida turística a Harry antes de invitarlo a sentarse en el sofá.
— ¿Dónde está papá? —pregunté alarmada al no verlo en la sala.
—En su despacho, no sale más de dos veces al día. Recibió malas noticias de su hermano, el tío Marc, ¿lo recuerdas? Está más deprimido que nunca. Tiene constantes pesadillas y siempre dice algo sobre ti, Ron.
—Gracias a Dios —tomé una bocanada de aire y miré a Harry, que sonreía al estilo "lo sabía"— ¿Y qué le pasó al tío Marc?
—Bueno, no me dijo mucho, pero le diagnosticaron un tumor que podría llegar a ser terminal... Y sabes, por más de no ser tan cercanos como cuando eran niños, le afectó y mucho.
—Sí, lo entiendo. Si dijera que en toda mi vida lo vi cinco veces estaría exagerando. ¿Qué está mal con esta familia? —Sacudí mi cabeza y ahogué un sollozo.
La familia de parte de mi papá era el polo opuesto a la de mi madre, con ellos compartí muchísimos momentos de mi vida y, de hecho, el hermano de mi mamá, Ryan, fue el que me consiguió el contacto dentro de la agencia de publicidad de One Direction.
—Hacemos lo que podemos, Veronica. —Me reprochó y revoleé los ojos— ¿Vas a hablar con él o qué? Perdón por esto —dijo refiriéndose a Harry. Él movió sus manos restándole importancia y le sonrió. Me costaba creer que Styles fuese real, ¿quién podía tolerar así a mi madre?
Negué con la cabeza y ella bufó frustrada. Se excusó para ir a buscarnos algo de tomar y quedamos los dos solos en el enorme living room.
— ¿No hablarás con él? —preguntó en un tono juzgón y lo miré alzando una ceja— Perdón, eso sonó mal. A lo que voy es que hace media hora pensabas lo peor y temías nunca haber hecho las paces con él, y ahora que sabes que está bien ¿no quieres? Es su hermano de quien hablamos, ¿tú no tienes hermanos, verdad? —negué y él suspiró pensativo— piensa en Meredith, entonces...
—No digo que no tengas razón, Harry. Pero estar aquí trajo todos los recuerdos y es más difícil de lo que pensé. Hablaré con él, pero no hoy.
Las palabras del de rulos se reproducían una y otra vez en mi cabeza. ¿Debía hablar con él en ese mismo instante o hacerlo cuando supiese qué decirle? ¿Qué le diría?
—Quizás no tengas que decirle nada sobre ustedes, quizá puedas sólo darle tu apoyo en esta pésima situación.
—Quizás. —dije y acaricié su pierna. Él pasó su brazo por mis hombros y se apoyó contra el respaldo del sillón haciendo que yo me apoyara en su pecho.
Mi mamá volvió sosteniendo una bandeja con tazas de té y una tetera. Miró la escena con una sonrisa de madre orgullosa y la shusheé antes de que dijera algo que me avergonzara. Simuló cerrar la inexistente cremallera de sus labios y Harry rió sacudiendo la cabeza, probablemente sin poder creer que fuésemos tan infantiles.
Mientras mamá y Styles hablaban animadamente, decidí tomar valor y me excusé para ir al baño, pero a donde en realidad iría era al despacho de mi padre.
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Holaa! Cómo están? Lo prometido es deuda y subo otro cap seguidito.
No se olviden de comentar qué les pareció y qué creen que va a pasar! Besooos xx
MAR♡
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