Punto de vista de Ronnie

Me levanté en cuanto reuní la energía suficiente después de estar más de veinte minutos concentrada en un punto inexistente y evité cruzarme con alguno de los tantos espejos que había en el cuarto de Meredith. No tenía que ver mi imagen reflejada para comprobar que mis ojos estaban hinchados debido al llanto previo a mi siesta.

Busqué entre las repisas un par de gafas de sol y me las puse antes de ir hacia el living room. No podía creer que Meredith había aceptado que Harry fuese a buscarme en el estado en que me encontraba, estaba hecha un asco.

—Él me ordenó que le diera mi dirección —me señaló al verme entrar a la sala con una cara no muy amigable y se encogió de hombros.

—Dudo que Harry Styles te haya ordenado algo, lo dudo seriamente. —Me crucé de brazos mirándola incrédulamente y ella rió.

—Pudo haberlo sugerido... —continuó riendo y la secundé, ya que después de todo necesitaba verlo. ¡Y habían pasado horas desde que lo había visto! Ese chico me tenía tan mal que comenzaba a sorprenderme.

El timbre sonó y automáticamente recogí mis cosas mientras que mi amiga se ponía pantuflas y se abrigaba. Inhalé profundamente imaginando cómo iba a ser la conversación con Harry. Temía hacerlo sentir culpable por mi pelea con Daisy, lo último que quería era que por su cabeza pase la loca idea de que la solución era alejarse de mí.

Bajamos los dos pisos por escaleras —no porque Mer quisiera, si no porque su edificio no tenía elevadores— y al llegar al hall de entrada vimos a Harry a través del portón de vidrio. Llevaba un tapado verde agua, jeans negros con un tajo en la rodilla derecha y zapatos marrones. Estaba dándonos la espalda y Meredith me pegó un codazo, sin poder evitar admirar lo bien que se veía incluso estando de espaldas.

— ¡Styles! —chilló Meredith al abrir la puerta.

—No otra loca fan, no ahora —rió y sacudió su cabeza mientras envolvía a mi amiga con sus brazos. Besó su cabeza y se separó para mirarme a mí. Lo abracé tan fuerte que probablemente le costó respirar— Hola, amor.

—Bueeeeno, mejor me voy. Creo que ya tuve suficientes demostraciones de amor como para unos cuantos meses más.

Harry puso los ojos en blanco y antes de que se fuera me besó en las mejillas, la frente, la nariz, el mentón y finalmente depositó rápidos y cortos besos en mis labios. Sonrió malvadamente al ver a mi amiga sacudir la cabeza y correr hacia las escaleras.

Tomé su mano y caminamos juntos hacia mi auto, que estaba a unos cuantos metros de la entrada. Saludó con la mano hacia el fornido hombre que esperaba apoyado contra su auto y éste asintió antes de subirse y marcharse.

—Nunca me acostumbraré a eso —sonreí y él apretó mi mano para acercarme y besar mi sien— fuimos al centro comercial con Louis y él fue con su guardaespaldas. ¡Al centro comercial! Es raro.

—Tiene sentido, es un lugar público. A veces, no lo sé, twittean dónde estamos y bastan simples minutos para que nos rodeen cientos de chicas. No es que nos moleste firmar autógrafos y eso, pero los problemas son cuando empiezan a empujarse o a abalanzarse a nosotros. Es por seguridad. —Explicó con su característica calma y ronca voz. Asentí y le di las llaves de mi auto para que él condujera otra vez— Manejarás algún día, ¿lo sabes, verdad?

—Estoy cansada y no veo —me defendí mostrándole mis gafas y rodeé el vehículo para subirme.

—Sobre eso... Yo... —aclaró su garganta y se abrochó el cinturón de seguridad.

— ¿Cómo sabes qué pasó? —Pregunté un tanto curiosa y él alborotó su cabello antes de configurar el gps. Inevitablemente supuse que estaba nervioso.

—Me crucé con Collins y ella me contó que te había visto...

—Sí, pero no le dije nada a ella —alcé una ceja y pensé lo peor. ¿Acaso todo el mundo sabía de mi discusión con Daisy? ¿Sabrían la razón?— Déjalo. Seguro todo el staff sabe y se corrió la voz.

Él asintió y no volvió a hablar en todo el recorrido hacia mi casa. Sentía que él sabía algo que yo no, es decir, ¿quién sabe qué cosas podrían haber agregado a la historia oficial? Esperaba que Daisy no supiera que todos hablaban de eso, la volvería más histérica de lo que se encontraba esa mañana. ¿Qué le habría dicho Collins a Harry? Esa era la gran pregunta del millón.

Estacionó el auto y aún con su boca cerrada se bajó y abrió mi puerta. Antes de que pudiera empezar a caminar a la entrada de mi edificio, lo tomé por el rostro y lo besé sin poder aguantar tenerlo lejos un segundo más. Antes de corresponderme esbozó una gran sonrisa y me apoyó contra el auto para apegarse a mí y aumentar la intensidad del beso.

—Arreglaré las cosas, ¿sí? —dije al separarnos y él empezó a caminar haciendo caso omiso a mis palabras.

Suspiré ante su silencio y decidí dejar de hablar para dejar de sentirme ignorada.

Me pregunté si se sentía aburrido de mí, de las cosas monótonas que hacíamos, como estar en el auto escuchando música o en mi casa con la televisión de fondo. Quizás se daba cuenta en lo que se había metido y que no estaba preparado para una no-tan-oculta ¿relación?, muchísimo menos con una sensible joven que se hacía problema por cualquier insignificante cosa.

—Ronnie, yo... —susurró al entrar al departamento y lo interrumpió el sonido de mi celular que estaba en mi bolsillo. Levanté mi mano para ordenarle que retuviera sus palabras (por más dolorosas que creía que serían) y vi la llamada entrante de mi mamá.

— ¡Ron! ¡Hasta que atiendes! Necesito que vengas urgente. —Dijo y tuve que separar el móvil unos centímetros de mi oreja al escucharla.

—Ma, cálmate. ¿Qué pasó? ¿Dónde estás?

—En casa. Tu papá te necesita, no quiero decirlo por teléfono.

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Hello! Estoy contenta porque mi tortura (estudiar tanto) está dando frutos y creo que me está yendo bien en los parciales... Queda uno más y ya termino, espero poder subir más seguido :)

Mmmhmmm, Harry no le dijo a Ronnie que habló con Daisy... ¿Y qué habrá pasado con el papá? ¡Espero que les guste el cap! No se olviden de comentar :3

Besooos para todas!

MAR ♡