23. Nosotros
El gran portón vibró ruidosamente, indicándome que podía ingresar al gran complejo en el que Harry vivía. Jamás me hubiese imaginado que tuviera semejante vivienda como la que tenía frente a mis ojos, y todo era para él solo.
Y mucho menos me hubiera imaginado que yo estaría ahí un sábado por la tarde, visitándolo por su cumpleaños.
Acomodé mi campera de jean y comencé a caminar dando pasos largos por el sendero que supuse era el que llegaba hacia la enorme puerta principal de la casa.
Bastaron unos simples segundos para que él abriera la puerta, tan sonriente como siempre. Me tomé el tiempo necesario para analizar lo perfecto que se veía con una bandana sosteniendo sus rulos, un jean negro como el mío y una camisa azul y verde cuadriculada. Probablemente era ese brillo especial de las personas cuando están contentas, pero estaba más hermoso que nunca.
¿En verdad, de alguna manera, ese chico era mío? Tenía que ser una ilusión.
Di un saltito para abrazar su cuello y él carcajeó tan cerca de mi oído que me causó piel de gallina.
—Feliz cumpleaños —sonreí y busqué sus labios con la mirada al sentir la insoportable urgencia de besarlo. Se veían especialmente rosas debido al frío y no tardé en unirlos con los míos. Él me correspondió unos instantes después, abrazándome por la cintura y disminuyendo toda distancia posible entre nosotros. Supuse que lo había sorprendido, ya que era la primera vez que yo, por mi propia cuenta, daba el primer paso y lo besaba.
—Eso fue inesperado —dijo con su grave tono de voz después de separarnos— te extrañé.
—También te extrañé. ¡Tengo algo para ti! Pero me estoy congelando. —Titirité acariciando su brazo y el besó mi nariz juguetonamente, haciéndome sonreír como una tonta.
Me hizo un rápido tour por los pasillos, hasta que llegamos al salón de estar, donde se encontraban Gemma y quienes parecían ser los padres. El sólo verlos hizo que me paralizara y quedara estática en el momento en el que entramos. ¿Por qué no me había avisado que conocería a su familia? ¡Me hubiese vestido mejor! ¡O hubiera llevado algo para darles!
¿¡Por qué no podía mover ni un músculo de mi cuerpo?!
Harry me dio un pequeño empujoncito por la espalda obligándome a avanzar hacia ellos, que estaban sentados en un larguísimo sofá de color café que combinaba perfectamente con toda la decoración del gigantesco living room.
La hermana me saludó tan o más cariñosamente que la primera vez, dándome un gran abrazo y varias palabras que no pude entender debido a cuán asustada estaba. Me limité a sonreírle.
—Mamá, Robin, ella es mi amiga Ronnie. —les informó Harry tomándome por la cintura, haciendo que me sentara en el sillón.
—Ronnie Baldwin, gusto en conocerlos —tendí mi mano para que alguno de los dos la sacudiera, pero la mamá (que tengo que admitir, era increíblemente bella) me sorprendió con un caluroso abrazo.
—Escuché muchísimo sobre ti —me dijo, y al parecer se arrepintió de haberlo hecho— bueno, algo... Ya sabes, lo normal.
Escuché a Gemma carcajear y casi pude sentir cómo revoleaba los ojos. Me reí nerviosamente y saludé a Robin, quien fue presentado como el esposo de la mamá de Styles. Más tarde supe que se llamaba Anne y tuve el privilegio de ver cuán nene de mami era Harry.
"Más tarde se las verá con mis bromas" pensé.
— ¡Casi lo olvido! —Me paré bruscamente del sofá y tomé la pequeña bolsa que había dejado en la mesa ratona— esto es para ti.
—No tenías... —Comenzó a decir al agarrarla, pero lo shusheé y me miró con el ceño fruncido, como ofendido. Sacó el estuche de la bolsa y sus ojos se abrieron como platos— ¿Vas a proponerme matrimonio?
—Ya quisieras, Styles. ¡Ábrelo! —me burlé y todos reímos, incluyéndolo a él.
Vi cómo se cayó su mandíbula al abrir el estuche y encontrarse con el perfecto reloj que tanto me había costado elegir.
Gemma lucía una sonrisa de oreja a oreja al mirar la expresión de su hermano, mientras que Robin y Anne nos miraban con ternura.
Harry comenzó a negar con la cabeza y sin siquiera probárselo, volvió a guardarlo y meterlo en la bolsa.
—No puedo aceptarlo —dijo dándomelo devuelta. Me crucé de brazos y lo miré incrédula— en serio, no puedo, Ronnie. Es demasiado.
— ¿Demasiado qué? Es un regalo, no puedes devolvérmelo. Si no te gusta y no lo quieres simplemente tíralo o guárdalo —Bufé con un tono más agresivo de lo que esperaba.
Anne aclaró su garganta y les indicó con la mirada a su esposo e hija que los tres se fueran a otro lugar. Me sentí culpable por estar creando una escena en su cumpleaños, en su casa y probablemente una de las únicas veces que podía estar con su familia, pero a la vez me sentía ofendida por no haber obtenido ni un "gracias" de su parte.
Fue ahí cuando recordé las palabras de Louis. Él sabía que eso pasaría.
—Perdón, amor. No quise menospreciarlo ni mucho menos a ti. Es hermoso. —Acarició mi mejilla y volvió a quitarlo del estuche. Lo miré con el ceño fruncido intentando seguir enojada, pero su mirada me ganó y tuve que sonreír. Rozó nuestros labios y sonrió una vez más antes de colocarse el reloj en la muñeca— Gracias, Ronnie.
Volvimos a encontrarnos con los demás en la cocina, donde Anne preparaba una gran cantidad de panqueques para la hora del té. Harry estaba sentado a mi izquierda, Gemma del otro lado y Robin en frente.
Me sentía como en mi propia casa y a la vez como una extraña, simplemente por el hecho de que mi familia nunca hacía cosas así y mucho menos pasábamos tiempo juntos. No había conocido familia que se pudiera llevar tan bien como ellos se llevaban. Sabían incluírme, la conversación no se cortaba nunca y podían evitar hablar de temas incómodos: algo que no pasaba con mis padres.
"¿Tus padres? Tu madre, querrás decir" acotó mi conciencia.
— ¿Amo One Direction y Louis es mi favorito? —Preguntó Gemma riéndose tras haber sacado una foto de todos nosotros y haberla publicado. La miré confundida y me mostró la pantalla de su celular, que mostraba mi perfil de Twitter.
—Fue el tonto de Louis. Ni si quiera lo habia visto. —Reí y Harry revoleó los ojos, como si estuviera celoso— creo que sabes quién es mi favorito —susurré disimuladamente en su oído y él acarició mi muslo pícaramente, causando una descarga eléctrica a lo largo de todo mi cuerpo. Otra vez.
No, definitivamente nunca me acostumbraría a él y a la manera en que me hacía sentir.
El resto de la tarde pasó rápidamente y no quería despedirme de Harry, incluso sabiendo que lo vería al día siguiente. ¿A caso empezaba a sentir cosas por él?
Me asustaba pensar que quizás el no sentía lo mismo. ¿Estábamos yendo a algún lado?
Nos conocíamos hacía apenas un mes, incluso menos, y ya estaba enganchada con él —más de lo necesario—.
Y para ser sincera, no es algo que me pasaba seguido, así que sí, para mí era importante y necesitaba respuestas, pero no me animaba a hacer las preguntas. No podría resistir enterarme que esto, nosotros, no iba en serio.
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Holaaa! Si esto va como lo planeado, el cap se debería publicar con un gif. Y QUÉ GIF. Me vuelvo loca. ¡Harry, no tenes derecho a hacer algo así, por el amor de dios! Estos chicos están cada vez más sucios y me encanta, ¿vieron el pasito de better than words? Nonono, increíble.
Bueeeeno, volviendo al cap. Espero que les gusteee! Harry es un bebé.
No se olviden de comentar qué les pareció! Love youuu♡♥
-6 días para WWAT♡
MAR ☆
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