Capítulo 19. Entrenamiento
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El desastre del escape de los ghouls se había calmado y un nuevo día con el sol iluminando desde el punto más alto, acariciaba cada cabeza de los discípulos que se encontraban en la zona de entrenamiento.
Las quejas de la mayoría no se esperaron e incrementaba con los segundos, y como no si estaban allí ya por varios minutos y la mujer que iba a estar encargada de ese día del entrenamiento, pedido por el Líder de la secta, no aparecía.
—¡Oye tú!
El llamado tosco de uno perteneciente de la secta Lanling Jin llamó la atención de los presentes, incluido de Wei Wuxian, Jiang Cheng y Lan Wangji, encontrándose que ese discípulo que pertenecía a la secta Jin señalaba al joven de cabellos negros y cinta azul, que solamente estaba meditando en posición de loto.
—¡Te estoy hablando, insolente!— gritó furioso al ser ignorado por alguien menor que él y que ni siquiera pertenecía a una secta de renombre como el suyo.
—Gritar esta prohibido.— solamente fue lo que dijo el de cinta azul.— y molestar a una persona que está meditando es irrespetuoso.
》¿Eso no te enseñan en tu secta?《
—¡T-Tu!
—Solo cierra la boca y lárgate de mi vista.— exclamó con seriedad aun con sus orbes cerrados.— Y deja de perder cara, a tu futuro líder no le está gustando tu actitud.
El joven discípulo de la secta Langlin Jin se tensó y miró detrás suyo, encontrándose con la mirada fulminante del hijo del líder de su clan. Rojo hasta las orejas sin saber si era por la vergüenza o por el enojo se alejó el de cintas azules y fue con sus compañeros, un pequeño grupo que fue a estudiar a Gusu para también cuidar del joven maestro Jin.
—Joven Xue.— llamó nervioso el menor Nie detrás de su abanico volviendo la atención de los presentes. El de cinta azul suspiró resignado y abrió los ojos levantándose del lugar y miró seriamente al Nie que temblaba como una hoja de un árbol.— Y-Yo... Yo que-quería saber...
—La Maestra Chen tuvo problemas anoche para descansar.— le respondió el menor acomodando sus perfectas mangas.— No quise molestarla, por eso le he avisado al Líder de Secta sobre el tema, tómenlo como un descanso ante el infierno que mi Shizun hará con ustedes apenas llegue.
—A-Ah gra-gracias joven Xue.— susurró entre nervioso y asustado por aquellas palabras.
Al oír aquello no faltó los comentarios burlescos y muecas divertidas y fanfarronas entre los discípulos invitados y hasta algún que otro Lan, como si una mujer de su categoría pudiera asustarlos con su entrenamiento.
¿Quién se creía esa mujer?
¿Por qué le daban tanta importancia?
Y hasta la mayoría, y más los discípulos de la Secta Lan, no podía creer como el Líder cayó bajo los encantos de una mujerzuela rara como ella. Hasta habían pensado que los había hechizado como una bruja al haber notado como Lan Xichen también había caído por esa mujer.
No entendían que le veían, era una simple cultivadora errante que anda saber quién fue su maestro. No era importante ni siquiera significante. Y eso de que "exorcizó" al abismo seguro que los Ancianos Lan podrían haber hecho lo mismo o hasta seguro lo habrían hecho más rápido.
—Se dicen ser "rectos" y lo único que están haciendo es insultar a una mujer que no les hizo nada.— masculló con la mandíbula tensa Wei Wuxian, que aunque la situación con la mujer era tensa e incómoda, eso no significaba que dejara que unos niños que están en una secta justa insulte a una dama por llegar tarde. Sonrió con burla al recordar también como lo habían abandonado a él y a los remanentes Wen, donde claramente cuando atacaron vieron que eran solamente personas inocentes pero a pesar de eso no les importó.
—No hablar sobre otras personas a sus espaldas es una de las tantas reglas que se encuentra en el muro.— habló en voz alta Jiang Cheng, llamando la atención de los presentes y tensando a cada uno.— ¿No es así Segundo Maestro Lan?
—Castigados.— fue la primer palabra que salió de los labios de Lan, provocando que el joven de túnicas negras sonriera con sinceridad.— Copiar la regla... 300 veces.
—¡Llegué!— saludó con felicidad la castaña mientras intentaba peinar sus cabellos notando las caras largas y lo pálidos que estaban algunos, donde parpadeó confundida.— ¿Sucedió algo?
—Shizun.— llamó Ming, reverenciando.— Buenos días.
—Buenos días Ming.— saludó Xiaoyu, mirando a cada uno de los discípulos que se encontraban esparcidos y mirándola con desagrado y hasta algunos molestos. Sonrió igual y los saludó.— Buenos días a ustedes también jóvenes alumnos.
—Buenos días.— saludaron los futuros líderes Jiang y Jin, Wei, Nie y Lan y algunos discípulos que respetaban a la mujer.
Cada uno miraba a la mujer esperando a que dijera algo pero solamente ésta los miraba con una sonrisa en sus labios.
Hasta que...
—¡¿Que están esperando?! ¡¿Una invitación?!— gritó furiosa, asustando y sorprendiendo a la mayoría.— ¡La carroza por acá no pasa! ¡Vamos, corran! ¡Calienten bien ese cuerpo que después no quiero verlos quejarse como bebés recién nacidos!
—A-Ah.. Ma-Maestra Chen.— llamó temeroso el Nie, arrepintiéndose inmediatamente sobre la propuesta de que la castaña le enseñara. Porque claramente él, no corre, no a menos que su vida esté en riesgo claro está.— ¿Cu-Cuántas vu-vueltas?
—Hasta que a mí se me apetezca.— respondió sonriendo dulcemente.— ¡Rápido Nie! ¡¿No querías demostrar a tu Da-Ge que no querías usar el sable?! ¡Mueve esos pies!
—¡S-Si!
Wei Wuxian por un momento se congeló en su lugar ante las órdenes de la mujer que sino fuera por su Shidi, que lo empujó, no habría reaccionado. La primer persona que ya estaba corriendo obviamente era el discípulo de esta y luego comenzó Lan Wangji y les siguió el Jiang junto con Wei y después todos los demás. No sabían cuanto había pasado ni cuantas vueltas hicieron pero las piernas y los pies ya les estaban doliendo, significado que han estado corriendo bajo el sol por mucho tiempo.
—¿Solamente eso nos va a enseñar?— preguntó con la mandíbula tensa uno de la secta Jin.— esto es inaceptable, hemos estado corriendo por horas y no nos ha dejado descansar.
—Si, mira el Segundo Maestro Nie.— comentó otro, que miraron al nombrado que se encontraba atrás de todos.— Apenas corre.
—Se está arrastrando como una lombriz.— se burló uno.
—Si el líder Nie se entera del estado de su hermano menor.— comentó otro en susurros.— esa mujer desaparecerá.
Los cuchicheos pararon al escuchar un golpe seco donde todos pararon y miraron detrás suyo, encontrándose al menor Nie tirado en el suelo. La castaña se acercó a pasos lentos y miró seriamente al menor que buscaba aire para sus pobres pulmones y temblaba ante la mirada seria de la mujer que consideraba como una Deidad.
Pero ahora la veía como un Demonio.
—Lo hiciste bastante bien, joven Nie.— felicitó la castaña, acuclillándose a un lado y ayudándolo a levantarse.— Puedes descansar cinco minutos... De hecho.— se apartó del menor y les habló a los demás.— ¡Todos descansen cinco minutos! ¡Estiren sus piernas para que nos le de calambre!
Xue Ming bebió un poco de agua y sentado abrió sus piernas en V y estiró los gemelos mientras también descansaba un poco que el Segundo Lan como Jiang y Wei hicieron lo mismo. Los cinco minutos pasaron y la castaña volvió a ordenar.
—¡Arriba!— aplaudió.— Fila uno al lado del otro.— a duras penas pudieron levantarse y se ubicaron como dijo la castaña, donde Wangji y Wuxian quedaron lado a lado.— Al suelo boca abajo, ahora.
Algunos rodaron los ojos e hicieron lo que dijo, todos acostándose boca abajo.
—Bien... harán largatijas.— ordenó la castaña cuando uno de la secta Jin, siendo el futuro líder, se levantó indignado.
—No seguiré con esto.— interrumpió Jin Zixuan, cruzándose de brazos siendo seguido por algunos de su clan y otros discípulos de otras sectas menores.— es ridículo... ¿Por qué hace esto? ¿Acaso sabe lo que es un entrenamiento? Esto ya lo hacemos en nuestras sectas, es ridículo hacerlo de vuelta cuando usted ni siquiera pertenece al clan Lan.
Xiaoyu parpadeó varias veces mirando inocentemente al menor Jin. Tan prepotente, arrogante, llorando por un simple pre-calentamiento... como un pavo real.
Un mini pavito.
—Bien.— respondió encogiéndose de hombros que con un movimiento de manos les ordenó a los otros que descansaran, a los que todavía seguían con las órdenes que mencionó.— Si tanto alardeas de tu entrenamiento... ¿Por qué se encuentra aquí?
—¿Có-Cómo?
—Claro, por lo que entiendo la secta Lan no solo les enseña a ustedes la teoría sino también la práctica.— habló caminando alrededor del Jin con sus manos detrás de su espalda, intimidando al menor.— Antes de que el Líder Lan me asignara el entrenamiento, los veía entrenar a gusto con uno de los mayores de la secta y no lo veía quejándose como ahora.
》¿Cuál es el problema que yo les enseñe?《
—Es por-porque...— tartamudeó el Jin.— Porque es una cultivadora ne... errante.
—Soy una cultivadora errante y... ¿Nefasta?
Silencio.
—Ya veo... después de tantos años de la muerte de CangSen, siguen viendo a los cultivadores errantes como nefastos y traidores.— pensó Xiaoyu al entender mejor las palabras de su hermana mayor.
Debido a que en una de sus tantas cartas de aventuras fuera de la montaña, le dedicó tres hojas quejándose de que nadie quería de su ayuda al verla como una falsa cultivadora. Ni mucho menos ayudaba el decir que fue la discípula de la Inmortal Baoshan SanRen, varias personas se le rieron en la cara.
Claro... nadie le creía.
Bueno... hasta que una noche, en una cacería se encontró con un grupo de personas que de ahí, solamente uno le creyó y le dio la mano.
Sí... Wei Changze.
Xiaoyu supuso que en ese mismo momento su hermana se enamoró. Debido a que después de esa carta que explicaba lo que pasó esa noche, que conoció al Wei junto con Jiang Fengmian, le dedicó todas sus cartas hablando del sirviente/mejor amigo del futuro líder.
Hizo una mueca al recordar lo empalagosa que era su hermana, estando enamorada.
Fue una época de terror para Xiaoyu.
Mientras tanto, su hermano Xicheng siguió el consejo de CangSen (cuando todavía estaba en la montaña con A-Yu) de no mencionar en ningún momento a la Inmortal e inventar que viene de una secta pero que decidió tomar el rumbo de un cultivador errante para transmitir sus enseñanzas.
En ese aspecto... le fue un poco mejor que a su hermana mayor.
En cambio, Xiaoyu no veía necesario mencionar a la Inmortal (solamente lo hizo al presentarse con el líder ya que era una persona importante) y que también sabía que conocía a su hermana y le creería ya que CangSen estudió unos meses en la Secta Lan, junto con Wei Changze y el líder actual de la Secta Jiang.
Sin embargo, ella no salió de la montaña por la misma razón que sus hermanos.
El ayudar a los demás.
No.
Principalmente bajo de la montaña por el motivo de salvar a su hermano mayor y a A-Long, a la vez de encontrar a Wei Wuxian. Pero no esperaba encontrarse en la situación de que lo había arrastrado también al pasado.
Esperaba que el tampoco estuviera sufriendo las consecuencias de haber desobedecido a los cielos y al Dao.
—Debo hablar con él... en ese aspecto.— pensó preocupada la castaña, mirando al menor Wei que la miró confundido.
—¡Yo no quise decir eso!— gritó alarmado el Jin, provocando que vuelva su atención a él.
—Pero si lo pensaste.— sonrió inocentemente la castaña.
—¡¿Sa-Sabe?! Mi-Mi gente tomará su clase si... su discípulo gana ante mi.— y señaló al pelinegro que éste solo alzó una ceja estando de brazos cruzados.
—Es decir... ¿Quieres enfrentarte a mi discípulo a un duelo?
—Exacto.— sonrió arrogante.— Si yo gano, mi gente no entrenará con usted y si, su discípulo me gana... entrenaremos.
—A-Ming...— lo llamó preocupada.— ¿Estás de acuerdo?
—Si puedo cerrar su boca arrogante, será un placer Maestra.
—¡T-Tu!— estallaron indignados los discípulos de la secta Jin mientras que Zixuan estaba rojo hasta las orejas que Wei Wuxian y Jiang Cheng se controlaban en no reírse a carcajadas.
Wei Wuxian por un momento se sintió como un adolescente una vez más.
Se sentó con tranquilidad observando o mejor dicho analizando al discípulo de esa mujer. Aún había algo raro en él, no sabía como explicarlo pero ese sentimiento de desconfianza lo tenía bastante profundo en sus huesos y ver cómo peleaba, ya que ya habían visto lo bueno que era enfrentándose a cadáveres feroces y ghouls acuáticos, querría ver como se enfrentaba hacia otro individuo.
—Bloquearé sus puntos de qi.— habló Xiaoyu sacándolo de sus pensamientos al de cintas rojas, viendo como hacia lo que había dicho primero con su discípulo que no puso resistencia.— Será solamente un enfrentamiento cuerpo a cuerpo, nada energía espiritual.— explicó frunciendo el ceño al haber notado algo raro en su discípulo que éste la miraba inocentemente.
No podía evitar estar preocupada por su discípulo. Sólo se conocían por una semanas, podía ver lo habilidoso e inteligente que era, pero nunca lo vio enfrentarse a otra persona, no sabía que técnicas de pelea sabía.
Debía hablar con él respecto a ese tema.
Sin embargo... había algo raro en su interior... sus meridianos...
—¿Sucede algo, Shizun?
—No.— lo miró con firmeza, buscando algo que ni siquiera ella sabía pero decidió dejarlo a un lado.— No sucede nada.— le sonrió y le acarició la cabeza.— Ten cuidado ¿Si?
—Lo tendré.
Xiaoyu soltó una risita divertida y decidió acercarse al joven Jin que éste estaba furioso, cruzado de brazos y mirándola con el mentón en alto.
—¿Puedo?
El Jin bufó y asintió con la cabeza. La castaña lo hizo con cuidado que cuando estuvo listo, se alejó de ambos donde los dos se pusieron en cada punta.
—¿Cómo va el entrenamiento?
—¡Xichen!— saludó feliz la castaña.— Va haber un duelo, sin energía espiritual.
》Verás... aquí el joven Maestro critica lo que quiero enseñar, que a decir verdad... ni siquiera le pude mostrar lo que realmente enseño pero ahora mi discípulo le mostrará para que quiero que fortalezcan su cuerpo.《
—Ya... veo...— dudó Xichen aún sonriendo.— Pero... ¿Debe ser el Joven Maestro Jin?
—Él propuso el duelo.— respondió con una sonrisa divertida en sus labios, ignorando los cuchicheos de los demás discípulos y de las miradas intrigada de algunos Lan, de Jiang, Nie y Wei.— ¿Que? ¿Hay algún problema?
Xichen no respondió.
—Oh.. ya veo...— sonrió divertida.— Cierto que es hijo de papi, y tienes miedo que el niño mimado sea capaz de ir a quejarse con su papá que es el líder de una "gran" y "prominente" secta por lo que pasará aquí.
—No es eso.
—¡¿Hijo de papi?!— chilló indignado Jin Zixuan, rojo hasta las orejas.— ¡No soy ningún niño mimado!
—Woow que mentira.— susurró Jiang Cheng hacia su hermano que éste hizo una mueca en sus labios.
—Entonces, no habrá ningún problema de que este enfrentamiento se haga.
—Por supuesto que no.— bufó el joven Jin.— Demostraré cómo se entrena en nuestra secta y no dejaré que un don nadie y su Maestra errante nos falte el respeto.
—Joven Maestro Jin.— intervino Xichen.— No creo que la Maestra Chen...
—Entonces, demuestra lo que tienes.— interrumpió Xiaoyu.— y enorgullece a tu secta.
》El primero que toque el suelo, o el caso que no se pueda levantar o pierda la consciencia.— enumeró.— es el que pierde.《
—Maestra Chen...
—Joven Xichen... ¿Me harías los honores?
El primer Jade suspiró sabiendo que no podría parar ese duelo por lo tanto, ordenó.
—Comiencen.
Jin Zixuan fue el primero en atacar, con un puño listo y en lo alto lo estiró hacia el frente donde el pelinegro lo esquivó sin problemas. Cada golpe que daba el Jin, Xue Ming, lo esquivaba con maestría hasta parecía que bailara.
—¿Que está haciendo?— preguntó Jiang Cheng, llamando la atención de Wei Wuxian y del Nie, los dos a los lados del de túnicas violetas.— Está esquivando los golpes y hasta bloqueandolos como si nada pero...
—Se está burlando del Pavo Real.— respondió Wei Wuxian observando con mucha curiosidad los movimientos de pies del pelinegro que ni siquiera se oyen sus pasos, es como si volara.— Pronto... dará un golpe y podría ser el final.
Y como Wei Wuxian lo había dicho, Xue Ming, contraatacó.
Jin Zixuan corrió hacia el de túnicas azules y al estar a unos pasos cerca de él, alzó su pierna derecha para darle una patada cuando se congela en el lugar al ver cómo una mano fría sostiene su tobillo con tan fuerza que no puede apartar su extremidad ni alejarse de él. Cuando sin previo aviso tira de su pierna provocando que vaya hacia adelante sintiendo, de repente, un gran golpe en su rostro que lo dejó mareado.
Cuando quiso darse cuenta, su mejilla estaba sobre el duro y frío suelo del clan Lan y había un peso encima suyo, inmovilizandolo.
Silencio.
Jiang Cheng sonreía divertido al ver al Pavo Real por fin mordiendo el polvo que Nie Huaisang estaba igual pero se tapaba con el abanico. Lan Wangji entrecerró los ojos y examinó con cuidado los movimientos del discípulo de esa mujer cuando sin saber porqué, apretó los puños con fuerzas al ver de reojo la sonrisa ladina de Wei Wuxian y más al notar como también miraba al joven de cinta azul.
No le gustaba lo que estaba viendo.
Lan Xichen carraspeó, llamando la atención de todos después del gran silencio que los rodeó y dijo.
—Bueno, el joven Xue gana.— sonrió suavemente.— Ya puedes soltarlo joven maestro.
Xue Ming dirigió una mirada hacia su Maestra que ésta asintió con la cabeza y lo hizo.
— Entonces.. terminamos con la clase.— sonrió de oreja a oreja, viendo como los discípulos de la Secta Jin estaban pálidos al ver a su joven futuro líder de esa manera a la vez que lo ayudaban a levantarse mientras que Jiang Cheng aun se burlaba de éste al ver el rostro rojo del Pavo Real.— ¿Hay alguna queja?
Silencio.
—El entrenamiento que les daré seguirá por toda la semana.— continuó, observando a cada adolescente.— Así que prepárense porque esto recién empieza.
{Estoy feliz porque al fin tengo un referente de Xiaoyu :) ¿No es hermosa?}
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¡Hola! Tanto tiempo.
Se que por ahí es un poco aburrido y la historia va bastante lento pero de a poco se va poniendo interesante.
¡Espero que les guste!
¡Voten y comenten!
Gracias por su apoyo, pronto actualizaré Choque de mundos paralelos y el 1ro de abril publicaré una nueva historia de MDZS.
Besos.
~M.
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