Capítulo 17. Gusu escandaloso
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Había pasado una semana y Wei Wuxian ni Jiang Cheng, ni ninguno de los discípulos invitado había visto a Cloud Recesses tan escandoloso como podría ser.
El loto mayor de cinta roja frunció el ceño, confundido, al ver a los discípulos Lan tan emocionados y hablando fuertemente entre ellos, ni mucho menos podía creer ver cómo algunos realmente rompían las reglas viendo alguno que otro correr hacia el comedor para desayunar.
¿Que estaba pasando?
Estaba seguro que algo como esto no había pasado en su línea de tiempo anterior. Procesó las caras emocionadas y otras sorprendidas de los discípulos notando que no había ningún rastro de preocupación o temor, así que, la idea fugaz de que estuvieran siendo atacados por el Clan Wen no estaba sucediendo.
Entonces, ¿Qué?
—¿Nos estamos perdiendo de algo?— preguntó Jiang Cheng mirando a su hermano mayor que lo notaba más pálido que antes.— ¿Wei Wuxian?
—No se...— susurró preocupado, teniendo un poco de miedo ante este cambio que estaba sucediendo en frente de sus ojos.— pero, vamos a desayunar, todos se dirigen allí.
—¡Wei-Xiong! ¡Jiang-Xiong!— chilló emocionado agitando su abanico el Nie, cruzándose en sus caminos.— ¿Vieron lo que está pasando? ¡Nunca creí ver a los Recesos de las Nubes tan alborotados!
—¿Sabes lo que está pasando?
—No lo sé.— ocultó su rostro detrás de su abanico.— pero dicen que esta involucrado con la Maestra Chen.
Wei Wuxian se tensó como la cuerda de un arco y frunció el ceño molesto al oír eso.
¿Por qué seguía aquí?
¿Por qué seguía cruzándose en su camino?
Le había dejado en claro que no quería saber nada de ella ni necesitaba su ayuda para afrontar lo que se venía. No era un niño, no tenía la mentalidad de un adolescente, no. Ahora era un adulto atrapado en su cuerpo de quince años que se ha estado fortaleciendo para poder enfrentarse bien para la guerra. Ha estado planeando, formando estrategias, haciendo matrices y sellos él solo, como en el pasado. No necesitaba a nadie.
No quería que nadie se acercara a él.
Todas las personas que se acercaron a el... murieron.
No quería que esas dos personas también sufran el mismo camino.
Él, podía hacerlo solo.
El solo, podía salvar a todos.
—¿Esa mujer sigue aquí?— cuestionó sorprendido y molesto el Jiang.— Creí que se había marchado.
—¿Eh? ¿Qué estás diciendo Jiang-Xiong?— preguntó frunciendo el ceño el Nie.— Por supuesto que no se fue.
》El Primer Jade le pidió que se quedara un tiempo más. De paso también se disculpó de parte de su tío por lo que pasó el otro día.《
—Yo realmente creí que se había ido.— murmuró Wei Wuxian, teniendo la atención de esos dos.— No la he visto en ningún momento.
—Cierto.— concordó Jiang Cheng.
—Bueno...— comentó con un tono dudoso Huaisang abanicando su rostro.— Digamos que la Maestra Chen y su discípulo se mantiene alejado de ustedes dos... o por lo menos de ti, Wei-Xiong.
—¡¿Eh?!
Wei Wuxian parpadeó varias veces y frunció el ceño, mirando confundido a su amigo.
—¿A que te refieres?
—La Maestra Chen cada vez que te ve... se va hacia otro lado.— comentó.— Te mira desde lejos... preocupada pero se mantiene alejada de ti al igual que su discípulo.
—Es... ridículo.— escupió en desagrado Jiang Cheng, sintiendo esa sensación de molestia en su pecho.— ¿Por qué haría eso? ¿Y más por ti?
—Parece ser que la Maestra Chen conoce o quiere conocer a Wei-Xiong.
—¿Qué?— cuestionaron los dos.
—¡Oh vamos! ¿Me van a negar lo obvio?— hizo un puchero apoyando su abanico en su mentón.— Wei-Xiong, desde que nos cruzamos con la Maestra Chen te mira con un cariño... maternal.
》¡Apenas te vio, te abrazó! ¡Te abrazó como si fueran cercanos!— chilló en un refufuño, aún con un puchero en sus labios.— ¡Te salvó del abismo! Y te ha cuidado bastante mientras estuviste durmiendo, Jiang-Xiong lo puede confirmar.《
El de túnicas moradas bufó molesto, siendo una confirmación.
—¡Y hasta te salvó del castigo de azotes!— insistió el Nie ante el silencio de los dos.— Xichen mismo me lo dijo.
》Wei-Xiong, realmente tengo celos de ti.《
—Bueno... ella se preocupa por todos, no solo por mi.— intentó excusarse Wei Ying, riendo incómodo.— Te dio un abanico y te aconsejó sobre cómo cultivar y entrenar ¿No?
—¡Así es!— sonrió de oreja a oreja el Nie, sorprendiendo a los dos por la emoción del menor, jamás creyendo ver así a su amigo con respecto a entrenar y a cultivar.— He estado hablando con la Maestra Chen y dijo que pidió permiso al Maestro Lan para entrenarme aquí durante los estudios de Gusu.
》¡También ya le he enviado un mensaje a Da-ge para que envíe una invitación para nuestra secta a la Maestra Chen!《
Jiang Cheng y Wei Wuxian se miraron sorprendidos para luego mirar al Nie que parecía tener una nube de brillos a su alrededor. Algo en el pecho del de cinta rojas apareció, un sentimiento amargo que no entendía que era y el porqué, pero al final decidió ignorar al entrar al comedor encontrándose ya la mayoría sentados a punto de desayunar.
—Ya entraron.— susurró Ming, observando la taza de té en frente suyo.
—¿Cómo está?— preguntó preocupada la castaña, sacando de sus mangas un pequeño frasco de azúcar para ponerle a su té, ignorando por completo la mirada de regaño de algunos discípulos Lan que la vieron.
—Se ve pálido y delgado.— comentó volviendo su atención a su Maestra que estaba a punto de llevarse su taza a los labios que lo impidió tapando la taza con su mano.— los jóvenes Maestros y Lan Qiren no han llegado, Maestra.
Xiaoyu hizo un puchero y dejó de mala gana la taza en su mesita.
—Pero tengo hambre.— se quejó como una niña pequeña.— y éste insípido té... ¿No quieres azúcar?
—No.
La castaña miró a su discípulo con un puchero y pellizco la mejilla suave del menor para distraerse del aburrimiento y del hambre que la estaba devorando. Mientras que Xue Ming les dirigía una mirada de muerte a los discípulos Lan que cuchicheaban entre ellos mandándole miradas feas hacia ellos dos.
—Hipócritas.— pensó el menor, lleno de odio.— No han cambiado en nada a pesar de los años.
—A-Ming.— llamó suave la castaña, teniendo la atención del menor. Xiaoyu le sonrió dulcemente dirigiendo su mano hacia el medio de las cejas de su discípulo y susurró.— Deja de fruncir el ceño, te saldrán arrugas.
》Además, te vuelves viejo y feo así.— acarició esa zona hasta ver cómo el menor se relajaba.— Mejor, así estas más guapo y llamarás la atención de varias doncellas o...— sonrió divertida.— también de algunos caballeros.《
—Maestra.— la llamó con un TIC en su ojo, agradeciendo que no estaba tomando el té porque sino lo habría escupido.— Por favor, no hablemos de esto.
—¿Eh? ¿Y eso por qué?
—Porque no me interesa.— respondió con obviedad e irritación.
—Bueno, pero algún día te interesará.
—Usted misma lo dijo.— le sonrió con burla el menor.— algún día.
Xiaoyu estuvo a punto de refutar cuando la llegada de los jóvenes Maestros Lan apareció y detrás de ellos Lan Qiren. Todo el mundo se dio cuenta que había un ambiente agridulce y hasta de sorpresa. Lan Xichen parecía tener un aura de malestar, confusión y hasta podría decirse en cierto sentido de felicidad, pero que lograba ocultarlo con su característica sonrisa mientras que Lan Wangji a pesar de tener un rostro de piedra, Xiaoyu notó que los orbes dorados del menor brillaban de enojo y confusión, al igual que su hermano mayor.
—No me gusta verlos así.— susurró Chen sacando su abanico de su manga y comenzó a abanicarse.
—Porqué será.— respondió en murmullos Xue Ming.
La castaña solamente soltó una risita pero no respondió, sintiéndose un poco culpable.
—Buenos días, jóvenes Maestros.— saludaron en coro los discípulos Lan, haciendo una reverencia al igual que los invitados.— y buenos días Maestro Qiren.
Los invitados Nie, Jiang, Wei y Jin fruncieron el ceño al oír aquel saludo, donde claramente faltó el saludo hacia...
—Buenos días Líder de secta.
Jiang Cheng y Wei Wuxian, más el último, se sorprendieron al escuchar el saludo hacia el líder donde inmediatamente levantaron la cabeza al estar en reverencia y vieron hacia la entrada del comedor, encontrándose a un hombre alto, de cabellos negros, largos y lacios, de orbes dorados, piel blanca como la luna y la característica cinta del clan.
Wei Wuxian tuvo que parpadear varias veces ya que estaba alucinando a un Lan Zhan adulto, aunque su mirada era igual al segundo Jade la sonrisa en los labios era característica de Lan Xichen.
¿Qué demonio?
¿Cómo es posible que lo estuviera viendo y conociendo?
¿Por qué salió de su reclusión?
En su línea anterior jamás lo había visto ni conocido, solamente había escuchado que en el momento de la quema a Cloud Recesses, el líder salió de reclusión para salvar su hogar resultando gravemente herido que luego de días peleando contra esa herida mortal, no logró sobrevivir. El dolor que habrá sentido Lan Zhan... el no poder velar a su padre ya que estaban encerrados en aquella cueva, todo los momentos trágicos que ocurrieron rápido y uno atrás del otro... Wei Wuxian no quería que volviera a pasar, no quería que el segundo Jade volviera a pasar por aquel dolor y esos momentos.
Y aunque todavía no tenía una idea clara de que podía hacer con el padre de Lan Zhan, jamás esperó que el mismo líder de secta saliera de reclusión.
¿Que estaba pasando?
El no había hecho nada para que los acontecimientos cambiaran.
—Ya veo porqué todos estaban alborotados.— susurró Jiang Cheng.— y... es una buena razón de estar así, ¿No lo crees?
Wei Wuxian solo asintió con la cabeza, viendo como el líder de secta sonreía y asentía con la cabeza hacia la Maestra Chen y su discípulo. El de cinta roja frunció el ceño al ver aquello, donde rápidamente las palabras de su amigo que vinculaba a su "Ayí" resonaron en su cabeza, entendiendo rápidamente que esa mujer tuvo algo que ver.
No sabia como sentirse.
Esa mujer y el chico no debían estar aquí, no debían meterse en su camino, no debían cambiar las cosas... y aún así... lo están haciendo. Pero, ellos tampoco saben lo que ocurrirá, la Maestra Chen le dejó bien en claro que nunca se enteró de su vida, de lo que había vivido y sufrido. La mujer que dice ser hermana de su madre, solamente hizo una matriz para viajar al pasado y salvar a su madre de su muerte pero no lo logró y ahora se encontró en un tiempo y momento que no conoce ya que según las palabras de ella, no le gustaba escuchar lo que sucedía en el mundo de la cultivación cuando vivía en esa montaña con la Inmortal. Y él no tenía pensado en mostrarle ni decirle lo que ocurrirá.
¿Para qué?
¿Para arrastrarla a su desdicha? Porque estaba seguro que ella se quedaría por él, lo ayudaría, lo acompañaría hasta el momento en que todas las sectas le dieran la espalda, pero no.
No podía.
No quería su ayuda.
Sus orbes grises se cruzaron con la mirada de la mujer, notando como esos orbes se llenaban de preocupación. Rápidamente lo apartó y miró hacia el líder que se encontraba en el centro de la mesa, al lado Lan Xichen que al lado de éste estaba Lan Zhan y del otro lado del líder estaba Lan Qiren.
—Disculpen por nuestra demora.— habló, una voz grave pero suave, sonriendo suavemente a todos.— Ya pueden desayunar.
—¡Al fin!
—Shizun.
—¡Silencio!
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¡Hey! Tanto tiempo <3
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Cuídense.
Besitos.
~M.
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