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Tanto Xiaoyu como Lan Qiren alzaron una ceja en sincronización al oír el grito desesperado de Nie Huaisang, Wei Wuxian y, para sorpresa del Maestro Lan, de Lan Xichen.

—¡Xichen!

—Tío.— llamó preocupado y sintiéndose atrapado pero inmediatamente se levantó de su lugar y defendió a la mujer que los había salvado.— Por favor, la Maestra Chen es una gran cultivadora con un gran conocimiento. Además, ella nos salvó del abismo acuático, nosotros no podríamos haber hecho algo contra el demonio.

—Por favor, Joven Lan.— interrumpió  Xiaoyu.— No interrumpamos más la clase de su tío.— hizo una reverencia.— Ya saben donde encontrarme.

Xiaoyu como toda dramática y orgullosa, algo que había aprendido de CangSen y de BaoShan, agitó sus mangas y salió del salón siendo seguida por su discípulo.

—Mi Jiejie no solamente debió afeitar esa estúpida barba de chivo sino que tenía que haberlo arrastrado por todo el suelo y luego, afeitarlo.— masculló en susurros molesta, caminando con rapidez. Hasta que se detuvo abruptamente y miró sobre su hombro teniendo la mirada de su lindo y tierno discípulo sobre ella. Giró sobre sus talones y agarró sus mejillas de bebé, algo que se dio cuenta que la relajaba, y le miró fijamente.— A-Ming tu no seas así en el futuro. ¿Entendido?

》No debes menospreciar ni hacerlos sentir inferior a los demás, porque no cumplen con las expectativas que tu deseas o los demás esperan de ti.— sus dedos gordos restregaron la fría y suave piel de su discípulo logrando calmarse ante la mirada amanecer del menor.— Cada uno aprende lento, no todos tienen la misma capacidad para aprender. A ti te puede ser fácil el manejo de la espada pero a otros no, o a ti te puede dificultar el aprender sobre la cultura de una secta y eso no te tiene que hacer sentir mal porque los demás lograron comprenderlo mas rápido que tu. ¿Lo entiendes?《

—Lo entiendo maestra.

—Bien.— susurró sonriendo suavemente.— Y tampoco tienes que recibir un castigo tan exagerado como azotes por no entender algo o por no prestar atención. Es normal que eso suceda, ni siquiera estamos en una guerra para que estén educando de esa manera a esos chicos, ni siquiera considero que se deba hacer así aún si se viene una guerra.

》Dime, A-Ming, se sincero con tu maestra.— apretó sus mejillas.— Antes de que nos cruzáramos, ¿Hubo algún maestro o alguien que te haya golpeado o azotado porque no comprendieras algo? ¿Hubo alguien que te haya intimidado? Si es así, dime donde están las heridas que esta Maestra te curará. Y de paso después lo buscaré y le haré lo mismo que te hizo a ti.《

—Este discípulo no se merece tanto cuidado por su Maestra.— habló con una sonrisa suave en sus labios, apartando con cuidado las manos cálidas de la castaña.— pero me hace feliz saber que se preocupa por mi. Por eso, debo decirle que este discípulo no tuvo ningún maestro antes. Todo lo aprendí por mi mismo y por los libros sobre la cultivación.

Xiaoyu suspiró algo aliviada para luego sonreír de oreja a oreja y volver a tironear con gusto las mejillas de su discípulo.

—Ayaa, que lindo e inteligente discípulo que tengo.— comentó apretando los mofletes del menor causando que adquirieran un tono carmín e ignoraba la mirada irritada del jovencito.— Tan guapo, inteligente y gentil, si es mi discípulo.

》Serás un gran cultivador, si que si.《

—Shizun...

—Ya, ya, dejaré tus mejillas en paz.— sonrió dulcemente ya obligándose así misma a dejar la suave piel de su discípulo y cruzó sus manos, ambos volviendo a caminar, disfrutando del hermoso paisaje de la secta.— A-Ming, tu sabes más sobre las sectas de estos territorios, ¿No es así?

—Al igual que usted, vivo demasiado lejos.— respondió el menor, estando a un paso atrás de la mujer.— pero, algo se. Antes y durante el viaje me he estado informando sobre las sectas que predominan en estas tierras.

—¿Me harías el favor de enseñarle a esta Maestra de esos clanes?— le preguntó mirándolo sobre su hombro.

Xue Ming se inclinó y respondió.

—Será un placer.

Caminando lentamente, y lado a lado por insistencia de la mayor. Ming le comenzó a explicar sobre cómo se dividía los territorios y cuantos clanes poderosos predominaban en el lugar. Xiaoyu, debido a que había bajado de la montaña apenas recuperó la consciencia, mas su cuerpo, núcleo y almas se estabilizó más había sido informada sobre cuantos años había logrado solamente retroceder, no preguntó más y salió de su hogar sin saber nada del mundo exterior. Además que, en el tiempo anterior y al igual en esta, ella estaba en una gran depresion por la muerte de CangSen que solamente salía de su cabaña para ayudar a los menores con sus deberes y en cocinar. Luego, volvía a encerrarse en su hogar y no quería escuchar ni saber nada del mundo afuera de la montaña, apenas sabía sobre su hermano Xingchen que fue uno más que había decidido dejarla allí y seguir los pasos de su hermana mayor. Por eso, se le era demasiado difícil estar allí sin conocer nada ni a nadie pero en su interior cree que le fue bastante bien. Claro, sino fuera por Jingtin que le decía para donde ir, no sabría que sería de ella sin su avecilla. Ya que le era bastante fácil perderse (además que era bastante torpe en entender los mapas) y no sabía nada de las sectas.

Las únicas que conocía bien, pero solamente desde su creación, eran el Clan Wen y el Clan Lan debido a su Maestra, luego las demás sectas lo sabía gracias a su hermana mayor CangSen que le informaba en sus aventuras con cuales sectas se quedaba y aprendía de ellos. Aunque claramente esa información se desactualizó cuando su Jiejie murió y su hermano, Xingchen no era tan social como la mayor, el prefería seguir sus caminos, pueblo en pueblo y ayudar a las pequeñas sectas.

—Y eso es lo que se con la información que he escuchado durante mi viaje, Maestra.

—Comprendo.— murmuró con una mano en su mentón.— Así que hay algunos pueblos y pequeñas sectas que fueron atacados por el clan Wen.

—Así es.— respondió.— en uno de los pueblos que me he quedado, el dueño de la posada me informó que dos días antes el clan Wen llegó y comenzó a dar órdenes como si fuera  los dueños del lugar.

》Los pocos que se han enfrentado murieron y quedaron bajo el mandato del clan del Sol, de hecho cuando llegué vi su bandera.《

—Mmm... es algo que no me sorprende.— susurró para si misma.— Si ya han comenzando a invadir esas sectas, pronto comenzarán a atacar a las grandes. Incluidas Gusu Lan, Yunmeng Jiang, QinGhe Nie y Lanling Jin.

—No me sorprendería que pronto haya una guerra.— comentó el menor. Y de hecho, Xiaoyu recordó por un momento las palabras de su Maestra en su vida anterior.

》—¿Qué le sucede, Shizun?— preguntó una mujer de cabellos castaños atados en un moño desordenado mientras le servía el té.— La noto preocupada.

—LinYu, me ha informado que hay una guerra.— comentó la Inmortal tomando de su taza, con su mirada perdida en el paisaje.— El Clan Wen ha comenzado a mover sus grandes fichas sobre el tablero.

—Y... ¿Eso le preocupa porque?

—Xiaoyu.— regañó la mayor ante la indiferencia de su alumna.— Se perderán muchas vidas inocentes, piensa en todas esas familias, niños que no tienen nada que ver en la guerra.

—El hombre busca su propia muerte.— bufó.— ¿Por qué me debería interesar lo que suceda allí afuera?

—Xiaoyu.— la regañó con más fuerza.— Se que odias al mundo exterior y a los hombres, pero eso no significa que debas meter a todos en una misma bolsa.

—Lo siento Maestra.— susurró inclinándose, molesta e inconforme.— esta discípula irá a reflexionar sus palabras.《

Ahora recordando ese momento una mueca en sus labios nació y se sintió tan avergonzada al haber sido de aquella manera.

Tan... egoísta.

Y hasta había parecido en cierto sentido, malcriada. Aunque nunca su Maestra lo hizo, solamente la había salvado de su muerte cuando era una niña.

Negó con la cabeza decidida a que este evento, que parecía ser el mismo que en su pasado anterior, no sea la misma. Evitaría todas las muertes posibles, salvaría a todas las personas que pudiera. Pero para eso... necesitaría a una persona más, una persona que realmente supiera lo que pasaría, alguien que realmente había viajado al pasado junto con ella.

Ella necesitaba a Wei Wuxian.

Ella necesitaba saber los acontecimientos del futuro.

Y sabía que la odiaba.

No sabía como debía acercarse, el saber, el entender que la vida anterior de su sobrino fue un gran dolor y sufrimiento en su corazón, donde ella ni su Maestra interfirieron provocaba que se odiara aún más.

Odiaba haber sido una cobarde.

Odiaba no haber bajado la montaña antes.

Odiaba haber abandonado a sus hermanos.

Odiaba haber dejado a Wei Ying con esa familia.

Odiaba con todo su corazón, como era ella.

Se odiaba demasiado.

Y estaba segura que su hermana mayor estaría muy decepcionada de ella.

Haber dejado que su hijo sufriera tanto... que lo peor de todo es que no sabía nada. No sabía que le había ocurrido a Wei Wuxian en su vida anterior, aunque con lo poco que le dijo, entendió mucho.

No.

También evitaría que su sobrino sufriera, él se merece una vida tranquila, por eso también interferiría en su destino aunque seguro que no la querría cerca. Si Wei Ying es como su madre, que se guarda varios rencores y no te perdona por años, entonces estaba segura que el menor no querría verla ni a un metro de distancia.

Si, CangSen era muy sonriente y divertida pero si la traicionabas o la hacías enojar te haría la ley del hielo por bastante tiempo o mejor dicho no te hablaría de vuelta, jamás.

Serías una simple pared.

Entonces, en un hipotético caso que en ese sentido Wei Ying haya salido a su madre, tendría que cuidarlo desde las sombras. No quería que la odiara más de lo que seguro ya la odiaba.

Suspiró cansada y amargada consigo misma. Se merecía el desprecio y el dolor de Wei Ying sobre ella.

¿Que estaba pensando realmente cuando se lo encontró? ¿Qué se pondría feliz y la abrazaría como su 》Ayí《?

Que patética que era.

Tan encerrada en su mundo, en su propio dolor, en su seguridad en la montaña, que ni siquiera se había puesto a pensar en lo que vivió su sobrino ni el dolor que estaba sintiendo. Tenía que darle su espacio, tenía que darle tiempo y ella se encargaría de cuidarlo desde las sombras.

Eso es lo que haría.

—Shizun.— llamó el menor, causando que despertara de sus pensamientos donde agradeció que su discípulo la llamara, dándose cuenta que habían dejado de caminar. Ambos parados en un lugar alto y lejos de la ubicación de la secta.— Creo que... nos hemos alejado mucho.

—¿Eh?

Xiaoyu se sorprendió más al notar las hermosas flores que rodeaba el lugar, notando claramente que se habían alejado bastante de la secta. Aunque frunció el ceño al apreciar el paisaje que rodeaba la zona era hermosa, entendió que el ambiente no era tan así.

—Cuánta... soledad hay aquí.— murmuró Xiaoyu, notando en frente suyo, dos cabañas separadas por bastante metros.— pero no es una soledad buena, es una soledad de tristeza, es parecido... a lo que yo sentí.

》¿Damos un vistazo?《

—Maestra eso no es correcto.— regañó el menor, que rodó los ojos al verla hacer un puchero.— Este lugar está bastante alejado de los edificios de la secta. Debe ser un lugar importante y prohibido.

—Esta bien, está...

Y Xiaoyu no pudo terminar de hablar al sentir una presencia tenue. El lamento de un alma que estaba luchando por mantenerse allí hasta que alguien la sintiera, que alguien la viera y para suerte de esa criatura ella era sensible ante los espíritus y almas.

Sus pies se movieron solos hacia la puerta de la primera cabaña. Pero no entró. Por alguna rara razón, se arrodilló y esperó.

Esperó.

Esperó.

Y esperó.

Xiaoyu cerró sus ojos y se concentró en la tenue, muy poca presencia, de aquella alma que ahora la rodeaba, intentando comprender el mensaje.

—¿Qué es lo que me quieres decir?

Abrió los ojos, encontrándose con una mariposa de tonos cálidos, entre naranja y amarillo, volando a su alrededor para luego pasar en frente suyo, para seguir su camino, rodeando la cabaña. Su instinto se activó y rápidamente la siguió, encontrándose con la segunda cabaña viendo como la mariposa se acercaba a la puerta y quedó allí.

Allí por bastante tiempo.

Y lo entendió.

Entendió que era lo que quería que hiciera.

—A-Ming.

—¿Si, Maestra?

—Será mejor que vuelvas.— le respondió mirándolo sobre su hombro.— Si te encuentras con alguien diles que bajé a la ciudad, que  antes de las nueve estaré allí.

—Mentir está prohibido en los Recesos de la Nubes.

Una voz grave y masculina los interrumpió. Xiaoyu sonrió y miró hacia la entrada de la cabaña, encontrándose a un hombre alto, de ojos dorados más oscuros y serios, de piel blanca y firme, muy parecido a dos jóvenes que conoció hace unos días.

—Pero no creo que sigamos estando en terrenos de la secta.— sonrió, mirando de reojo como la mariposa se mantenía a un lado.— Estamos... bastante lejos, ¿No lo cree Líder de secta?

—Mhn.— el hombre entrecerró sus ojos y examinó a la mujer de arriba a abajo. Parecía ser una cultivadora errante, raro que su hermano haya dejado entrar a un extraño y más después de aquel accidente con cierta mujer y también de su caso.— Usted sabe quién soy pero yo no, Madam.

》Debo disculparme pero no se me ha informado.《

—Soy Chen Xiaoyu.— hizo una reverencia.— y él es mi discípulo Xue Ming.

》Es un placer conocerlo, QingHeng-Jun. Mi hermana realmente no se equivocó al decir que el líder de la secta Lan podría ser confundido por un Dios.《

—Maestra.— masculló con la mandíbula tensa el menor y más al verla soltar una risita divertida en sus labios y sacaba su característico abanico.

El hombre carraspeó avergonzado por primera vez, después de mucho tiempo sin tener una visita femenina, sintiendo sus orejas calientes. Volvió a su postura fría y miró a la mujer, procesando las palabras de la cultivadora e ignorando la mirada furiosa del menor sobre el.

—¿Hermana?

—Hace unos años, cuando estaba en el frente de la secta,  usted con gusto recibió a una cultivadora errante de nombre CangSen SanRen.— explicó con una sonrisa en sus labios y más al ver cómo los orbes del hombre comprendía rápidamente sus palabras.— Sí, también soy discípula de la Inmortal.

—La recuerdo.— respondió, soltando una sonrisa amable, donde supo inmediatamente de quién había sacado esa sonrisa el mayor Jade.— Fue un huracán durante su estadía en la secta e hizo sufrir mucho a mi hermano menor.

》Me gustaría invitarla a usted y a su discípulo una taza de té, pero...— hizo una mueca con sus labios.— La cabaña se encuentra rodeada de varios sellos que no puedo en mi situación romper.《

—Una barrera.— examinó Xiaoyu viéndola con claridad.— Si la rompo, habrá un aviso ¿Verdad?

—Así es.

—Entonces no será necesario.— respondió, agarrando la mano de su discípulo, los dos dando un paso, traspasando la barrera dejando sin habla al mayor.— La barrera no se rompió, no sonará nada.

》Ahora... me gustaría tomar esa taza de té.《

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¡Hola! ¡Nuevo capítulo!

¿Que les pareció?

¿Les gustó?

De a poco van sabiendo más sobre la vida anterior de Xiaoyu, créanme que tengo planeado su pasado en la infancia y van a llorar y querer matar a todos cuando lo lean (?

También van a saber un poco más sobre qué fue lo que pasó con Wei Wuxian, Baoshan y Xiaoyu.

¡Espero que les haya gustado!

¡Voten y comenten!

Muchísimas gracias por su apoyo, por sus votos y comentarios. ¡Ya casi llegamos a las 7 mil lecturas! Me pone muy feliz ver que les gusta.

Cuídense.

Besitos.

~M.