XX: Kiyoko.
A N T E R I O R M E N T E
Finalmente capítulo 20, después de 3 años (A este paso termino la carrera de Física antes de terminar el libro). Pero bueno, finalmente ha llegado el momento de pasar a otra etapa de la historia (Ellos no saben que apenas es el primer arco de del final del planteamiento). Pero bueno, luego del capítulo tan libre y Joy Boy que fue el anterior que debería haber sido el final pero no lo fue porque no sé, soy autista.
Ahora llega, Kiyoko, finalmente.
¿Quién es esa? Una china, no sé. ¿Qué pasará? Se acabará este arco y no sé que más pasará después (Si sé) ¿Quién soy yo, quién eres tú? Bazinga. Espero que esto salga antes de Navidad y el examen (GIGA COPIUM, EL STAR RAIL Y LA UNI ME CONSUMEN LA VIDA).
TWO PIECES ARE THREAD
Álvaro volvía a despertar, aunque su cuerpo dolía por el concurso de ayer. Pero se sentía diferente.
Realizado, sería la palabra. Su celda se abrió y él volteó a ver, un guardia estaba pasando.
—Tremendo circo fue el de ayer, no creas que te darán otra camisa —Álvaro volteó abajo, era cierto. Había roto la camisa de preso y tenía el pecho al aire—.
—Me lo imaginaba —Dio un paso—. Pero aún así, no creo que importe si paso a la lavandería por una nueva.
—Entonces alguien más querría otra camisa y así empieza un ciclo sin fin.
—Eso no suena como mi problema —Álvaro se hundió de hombros—.
—Suena justo, vete a comer y luego haz horas de servicio ahí.
Y eso mismo hizo. En el comedor varios se le quedaban mirando, ya sea por lo de ayer o porque iba con el pecho al aire, era un poco lo mismo.
Cuando iba pasando, un sujeto lo iba a nalguear, era el mismo que lo había nalgueado y se había limpiado los mocos con la manga de su overol el día pasado. Álvaro parecía no haberse dado cuenta y seguía caminando con su comida en la bandeja, acercándose más al agresor sexual este.
En el instante que iba a nalguear a Álvaro, una mano grande y robusta detrás suya le detuvo. El tipo se dio la vuelta y observó a Jerry, mirándola fijamente desde arriba. Jerry le dio un par de bofetadas que dejaron sin aliento al agresor, que cayó sobre su puré de desayuno.
Álvaro se sentó junto a Jerry y Jeremy, el cual tenía cinta adhesiva en la boca.
—¿Y esa mordaza? —Preguntó Álvaro—.
—No me mires a mí, lo encontré así.
—Yo lo hice —Decía Voyka al tiempo que se sentaba frente a Álvaro y Jerry—. Era un poco desagradable andar de machito, ¿No creen?
—Si bien, eso es verdad, esa es su personalidad. Está un poco feo, ¿No crees? —Le respondió Jerry mientras Álvaro empezaba a comer el desayuno—.
Voyka puso su puño en la mejilla viendo a Jeremy.
—Si . . . Puede que tengas razó-
—Estoy con Voyka en esto —Declaró Álvaro—.
Voyka rio.
—¿Cómo te ves Speedwagon? —Empezó a hacer círculos con su dedo en la mesa—. ¿Has pensado en la propuesta? Ayer sentí un cambio en tu voluntad.
Álvaro movió la cuchara entre la masa gris que había de comida.
—Hay algo que debo hacer antes.
—¿De qué están hablando? —Se metió Jerry en la conversación—.
—Irse de aquí, pero vamos Jerry, tú sabes más que nadie que aquí es donde perteneces —Voyka alargó su brazo a través de la mesa y le dio unas palmadas en el hombro—.
—¿Y eso? —Preguntó Álvaro tras tragar un poco de papilla—.
—¿No lo sabías? —Voyka alzó una ceja con sorpresa—. Jerry se comió el bebé de un gobernador de Costa Rica —Álvaro volteó a ver a Jerry, este no se veía orgulloso, pero era verdad, nadie aquí estaba limpio—. Es una historia de origen brutal, ¿No?
—Eh . . . Si —Respondió—.
—Pero bueno Álvaro, lo que sea que tengas que hacer, será mejor que lo hagas en menos de . . . —Miró su muñeca, donde no había ningún reloj—. 3 horas, puede que menos, pero apresúrate.
Álvaro asintió.
Unos minutos más tarde, a Álvaro le entregaban junto a un grupo de randoms la llave de la lavandería. No tardaron mucho en llegar hasta allá, yendo por una de las zonas oscuras y sucias de Maroon 5.
Las manos de Adam Valentine temblaba mientras servía té en una tacita.
El flujo del té marrón reflejaba a la misma niña que había llegado. Era rubia y de ojo color lavanda, seguía llevando una capa negra que la cubría casi al completo.
Adam Valentine hacía tiempo de relleno para no entrar en seria, pero cuando la taza estuvo llena, tuvo que detenerse para que no se desbordara.
"Libera al Voyka". Decía la nota de la invitada.
Si, sabía que en algún momento tenía que pasar, ya habían sido varios meses. Pero siempre cabía esa posibilidad de que se olvidaran de él.
Pero no había sido así.
Y eso solo le llevaba a hacer lo que tenía que hacer.
La niña sin nombre no le miraba en ese momento, parecía embobada viendo el tapete de oso en el centro de la habitación.
Y entonces le volteó a ver.
—No esperaba que Matsubara enviara a alguien diferente esta vez, normalmente viene el otro.
"El Sr. Pavarotti está ocupado". Mostró luego de rebuscar entre las notas.
—Cierto cierto, ser el jefe de Potere debe ser cansado —Mencionó sentándose. En otro contexto, esto podría verse como 2 niños jugando a la casita, si obviaras el bigote y calvicie de Adam Valentine, claro—.
La niña asintió, luego mostró: "Entonces".
Adam Valentine sintió sus oídos calentarse, luego tomó de su té.
—Te contaré la situación, ahora mismo las aguas en Maroon 5 están muy agitadas. Hubo un gran alboroto ayer durante tu llegada y, bueno, sacar a Voyka ahora mismo no es del todo fácil.
"Hoy".
Adam Valentine suspiró.
—Mira niña, es complicado. ¿No podría ser mañana?
Ella negó y sacudió la nota.
"Hoy". Adam Valentine intentó volver a hablar pero la niña resaltó la nota.
—No entiendo porque usas esos papeles en vez de hablar, pero bueno, no creía que tendría que llegar a este extremo . . . —Mencionaba para paso seguido, sacar una revolver y apuntarle, ante la sorpresa de la niña—.
Adam Valentine disparó a quemarropa, el cuerpo de la niña cayó de espaldas junto a la sillita donde estaba sentada mientras todas las notas que traía salían volando por los aires cayendo sobre ella. La mano de Adam temblaba tras lo que había hecho, se dio la vuelta en dirección hacia su escritorio, donde dejó el revolver.
En el grupo de la lavandería no había nadie conocido salvo Jeremy, quien seguía silenciado por la cienta adhesiva. Al llegar, abrió la puerta y entró primero para robarse un uniforme limpio, se fue a una esquina y se cambió.
Al voltear a ver, Jeremy le observaba.
—¿Qué? —Jeremy se dio la vuelta y se fue a trabajar con la ropa—. «Pues nada, supongo»
Álvaro también se les unió un rato, pero discretamente se iba acercando a una lavadora. Tras meter una ropa vio al frente, por encima de la lavadora, a la pared de ladrillos.
En uno de los ladrillos parecía haber una L tallada. Uno, dos, tres ladrillos a la izquierda y el que quedaba abajo. Un, dos, tres a la derecha, un dos, tres, cuatro a la izquierda, probablemente hubiera sido más rápido decir izquierda de una sola vez, pero si Jerry le dijo que era así habrá sido por algo, total, quitó ese ladrillo de la pared.
Quedó un hueco oscuro, volteó atrás, nadie le veía. Alargó el brazo y dentro sintió algo cilíndrico y lo agarró. Al arrastrarlo y verlo era el cigarro que había venido en el lote en que Joaquín se había gastado unos cuantos millones.
Marcoh Damnwell
Álvaro se veía determinado, sin embargo, por detrás, un líquido llegó hasta sus pies luego de un susurro.
Rápidamente, un par de guardias entraron apuntando con armas a quien quiera que haya disparado. Al ver a la niña en el suelo sin moverse y a Adam Valentine observándoles de reojo, bajaron las armas. Adam Valentine les hizo una seña para que se deshicieran del cuerpo de la niña.
El primer guardia que se acercó, se agachó. Grande fue su sorpresa al verla con los ojos abiertos y sin ningún agujero en el rostro. Tenía una expresión abrumada de lo que pasó, o tal vez, por lo que estaba por suceder.
"Que bonito debe de ser tener nombre"
"¿Cuál es el tuyo?"
Este guardia sintió el tacto de la palma de una mano en su cara y un mensaje apareció en su mente, casi como si se hubiera grabado luego de quemarse las retinas con una luz.
—Jak . . . —Adam Valentine volteó a ver al guardia, así como a todos los demás que le acompañaban. Todos ellos parecían igual de hipnotizados—.
Jake Mitchell
El interior de su boca se iluminó y sin honores previos, su cabeza explotó hacia arriba, dejando su rostro intacto en una mueca inexpresiva pero derramando toda su materia gris por el suelo.
Hamish Walker
La niña sin nombre se empezaba a reincorporar ante la vista horrorizada de Adam Valentine. Tomó el revólver del escritorio y dispara 2 veces más, sin embargo, la balas son detenidas en el aire y arrojadas al otro lado de la habitación, hacia un espejo.
Frank Phillips
La niña da un paso hacia atrás, su expresión era de molestia. Pero no iba dirigida a Adam, sino a algo invisible al lado suyo. Rozaba el odio.
Edward Hughes
Adam Valentine disparó 3 balas más, las restantes en la pistola pero al final, ninguna de ellas terminó por llegar hasta la niña frente suya.
Harrison Brown
Invisible desde el pasillo para Adam Valentine, "The Trooper" derrapó hasta el umbral de la puerta y se lanzó extendiendo su brazo hasta la cabeza de la niña. Sin embargo, jamás llegó a tocarla.
Se trataba de una criatura humanoide y rosada, pero no tenía rasgos completamente humanos, sino felinos y más en específico eran del gato esfinge, solo que sin arrugas. No medía mucho, probablemente un poco más que su Usuaria, su cabello era de igual forma rosado con dos coletas a los lados, en su rostro, un par de ojos rasgados que reflejaban diversión. Tenía puesto un cubrebocas negro y lo que eran arnéses por todo el cuerpo con trozos de látex cubriéndola, en la hebilla de la correa en su falda había un medallón con una calavera, como en sus guantes y tacones. Sus ojos y cejas remarcaban un constante sentido de jugueteo.
—Vaya vaya, eres tan rápido como dice Voyki, "The Trooper". O más bien, debería llamarte, Maiden England —Había cierto desliz de socarronería en su tono, casi rozando la mofa—.
Este Stand había levantado el brazo de "The Trooper" o, como se llamaba realmente, Maiden England con su pierna. Cuando el Stand guardián de la prisión quiso ir por la niña Usuaria de Stand con su otro brazo libre, la gata le dejó y se dirigió hacia Adam Valentine con paso liviano.
Maiden England tocó con su palma la cabeza de la niña, sin embargo, el Stand que se dirigía a Adam Valentine no desapareció.
—Es curioso, ¿No es así, querido DaMa dE iNgLaTeRrA? —Balbuceó su nombre mientras veía fijamente a Adam Valentine recargando su arma con las manos temblando, Maiden England arrancó en carrera tras ella, podía suponerse que sonreía debajo del cubrebocas. Le dio un manotazo al revolver en manos de Adam Valentine y paso seguido lo agarró del rostro—.
Se escuchó un susurro provenir de Adam Valentine.
Adam Valentine
—"Es capaz de desactivar cualquier Stand" suena a una habilidad bastante fuerte. Sin embargo, ¿Por qué? ¿Cuál es el secreto detrás de su truco de magia? Supongo que ahora ambos lo sabemos, es lo que precisamente le falta a mi Usuaria —Se tapó la boca mientras sus ojos se achicaban por la sonrisa ocultaba el cubrebocas—.
Maiden England cargó hacia ella y con su robusto puño de metal intentó dar en su rostro pero terminó dando en la pared detrás suya, la cual estaba manchada de la sangre del difunto Adam Valentine. La Stand se deslizó por un costado pero fue atrapada por Maiden England quien la sujetó por la espalda con una mataleones.
—Y también eres más fuerte de lo que pareces . . .
—¡PRRUR! —Maiden England hizo más presión en el cuello del otro Stand—.
Presión que no parecía ser sentida por la niña. En ese momento, una chispa de esperanza apareció en ella al notar una escopeta de los guardias que había entrado antes y muerto por su culpa. Al agarrarla no dudó ni un segundo en meter el cañón dentro de su boca con uno de sus dedos en el gatillo.
Desafortunadamente para ella, una de las mismas manos de su Stand salió disparada desde el cadáver de ese guardia y desvió la escopeta haciéndole mucho daño al haber disparado en el oído de la niña. Esta niña no podía hacer nada más que agarrarse la cabeza y hacer el intento falido de gritar, más ni una sola sílaba salía de su boca.
—Pobre niña tonta, ¿No ves que si tú murieras, yo también lo haría? —No solo la que la había detenido apareció, si no que de los demás cadáveres salieron más copias del Stand—.
Maiden England al ver esto, hizo estallar chispas dentro de su casco mientras rompía el cuello de la Stand que ya tenía atrapada. Al tiempo de esto, uno de los Stands agarró a su Usuaria y la cargó por encima de su hombro mientras salía disparada fuera del lugar con una niña que odiaba con toda su alma lo que la hacía especial.
Maiden England se vio forzado a perseguir a este objetivo para acabar con este Stand, dejando a las demás irse.
—¡La teoría del jefe era cierta! ¡Maiden England es totalmente inútil contra nosotras! —Una de los Stands aplaudió emocionada mientras todas seguían corriendo hasta que llegaron a una intersección—. ¡Y mejor aún, solo vino uno porque somos un mismo Stand! Hagan tantas como puedan, no podrá contra toda la prisión!
Dicho esto, se dividieron.
Alargó el brazo y dentro sintió algo cilíndrico y lo agarró. Al arrastrarlo y verlo era el cigarro que había venido en el lote en que Joaquín se había gastado unos cuantos millones.
Marcoh Damnwell
Álvaro se veía determinado, sin embargo, por detrás, un líquido llegó hasta sus pies.
Al voltear a ver, uno del grupo que venía con él, estaba muerto con la cabeza explotada y, al lado suyo, un Stand. El Stand de la niña. Claro que Álvaro no sabía de esto.
Aaron Murray
Instintivamente metió el cigarro en su bolsillo, esto haciendo que no pueda reaccionar al momento en que su rostro fue tocado . . .
Curiosamente, estaba en una casa bien amueblada y, con una altura muy muy por debajo de la que estaba seguro que tenía. Estaba en un pasillo muy largo que se acortaba a gran velocidad hasta una puerta que se abrió. Dónde se encontró con otro niño. Un niño con ojos color esmeralda revisando unos papeles en la oficina de su padre.
Theodore Graham
—¿Quién eres?
Era Joaquín, un Joaquín muy niño. La primera vez que él y Joaquín se conocieron. Álvaro parpadeó un par de veces viendo los papeles y finalmente le vio a los ojos.
—Soy . . .
Álvaro Eduardo Rober-
Un fuerte impacto le detuvo de seguir. La Stand se encontraba iracunda observando como Jeremy había interrumpido a Álvaro quien, aturdido por el impacto, rápido se dio cuenta de la situación y rodó hacia un lado para huir por la puerta, era seguido por Jeremy y 3 Stands que al ver que parecía haber más reos sin enterarse de lo que pasaba, desistieron de seguirlos.
Álvaro se detuvo un momento junto con Jeremy en el jardín-cementario a observar como el silencio hacía que sus latidos se sincronizacen poco a poco con los fuegos artificiales a lo largo de toda Maroon 5, Jeremy se escabulló hacia donde deberían estar la hermandad de Jersey.
Agosto 13, 2004
La habilidad de la niña enviada por Miki Matsubara fue activada a las 01:22:38 P.M. asesinando a un par de guardias.
Maiden England apareció para reestablecer la paz 7.8 segundos después.
Sin embargo, no le fue posible y 6.2 segundos después, Adam Valentine muere por la habilidad Stand.
2.3 segundos después, el Stand toma a su Usuario y huye mientras copias suyas desatan una masacre por toda la prisión.
Lo siguiente son las bajas totales de este Stand luego de 17 minutos.
Albu, Sergiu
Baker, Aaron
Barbier, Benjamin
Barbu, Igor
Bell, Harrison
Bergmann, Finn
Blanc, Marceau
Blanchard, Amaury
Braun, Robert
Brown, Harrison
Chabot, Noé
Clarke, Elijah
Clement, Mathys
Constantinescu, Valentin
Coolen, Maxence
Costas, Roberto
Damnwell, Marcoh
Davidson, Larian
Davies, Sonny
Derambure, Julien
Diaconu, Dorian
Dufour, Léonard
Dumitrescu, Paul
Dumont, Mathys
Dupuis, Thomas
Dupuy, Alexandre
Feroix, Moriarty
Fretigny, Marcel
Giraud, Marcel
Graham, Theodore
Günther, Leonhard
Hartmann, Finn
Herrmann, Phillip
Hofmann, Hans
Huart, Hector
Hughes, James
Iancu, Cosmin
Jackson, Ryder
Jacquet, Cesar
Jean, Emile
Jersey, Jefferon
Jersey, Jerome
Johnson, Jack
King, Darcy
König, Marvin
Krause, Christopher
Lambert, Henri
Lange, Adelbert
Lange, Adolf
Lee, Jayden
Lee, Ryan
Lefebvre, Benjamin
Martin, Lilian
Mauvieux, Noé
Meier, Phillip
Midarioia, Sondi
Miller, Patrick
Milos, Richard
Mitchell, Jake
Moisescu, Lucian
Morin, Paul
Moulin, Edourard
Möller, Gustav
Muller, Alexis
Murphy, Joshua
Murray, Aaron
Nguyen, Benjamin
Nguyen, Matther
Otto, Leon
O'Brien, Sonny
Petrescu, Lucian
Philippe, Benjamin
Phillips, Frank
Pohl, Luis
Puscasu, Codrut
Relorel, Yoel
Ruiz, Esteban
Saligny, Baptiste
Sauer, Ruben
Sayola, Sayo
Scholz, Björn
Schubert, Louis
Schulte, Jacob
Schulz, Andreas
Schulze, Oliver
Schuster, Paul
Schwarz, Ben
Seidel, Eric
Shumacher, Matthias
Stein, Robert
Stoica, Horia
Taylor, Lachlan
Thompson, Isaac
Valentine, Adam
Vidal, Basile
Walker, Hamish
Walker, Harvey
Walter, Leonhard
Weber, Lukas
White, Nate
Ziegler, Bernard
Zimmermann, Henri
Un total de 102 copias del Stand de la niña se amontonaban alrededor de Maiden England.
A las 01:39:54 P.M. Maiden England es inmovilizado.
A las 01:40:02 P.M. Maiden England es agarrado por sus extremedidades bajo un coro de celebración.
A las 01:40:43 P.M. una de sus piernas es arrancada y empieza a ser golpeado con esta misma.
A las 01:43:07 P.M. Maiden England es partido por la mitad por 51 copias por un lado y otras 51 por otro.
Álvaro jugaba con el cigarro entre sus dedos, apoyado sobre una lápida. Detrás suyo, escuchó unos pasos junto con un suspiro.
—Mentiría si digo que me siento triste porque este lugar se vaya al carajo —Mencionó Álvaro recomponiéndose ante la vista de un Voyka serio—.
—Esto no era lo que debía pasar —Se sobó la nuca tras chasquear la lengua—. Y, es bastante interesante . . . Que sobreviviste —Una sonrisa se dibujó en su rostro al tiempo que se acercaba más a Álvaro—.
—Supongo que hablas de la gata.
—Si, Shin debería haberte asesinado en el acto pero, bueno, supongo que alguien estuvo ahí para ti.
—Fue Jeremy —Comentó Álvaro—.
—Eso tiene sentido, si no puedes hablar, poco puede hacer Shin para matarte. Pero bueno, una lástima lo de Jeremy, me lo encontré por el camino y parece que no pudo soportar lo de Jerry y Jefferson, es una pena. Me caía bien.
—¿Aún cuando le tapaste la boca con cinta?
—Era una bromita.
A Álvaro le parecía le parecía más coherente del mundo.
—Suena justo.
Voyka le dio una palmada en la espalda a Álvaro y le hizo una seña para que lo siguiera.
—Entonces, todo . . . Esto —Mencionó pasando por al lado de la cabeza de un reo con los sesos por el suelo, Voyka le volteó a ver—. No pasa normalmente, ¿Cierto?
—Nunca —Voyka pateó la cabeza de alguien que estaba en su camino—. Normalmente es Luciano quien viene.
—¿"Luciano"? ¿Luciano Pavarotti? ¿La actual cabeza de Potere?
Voyka sonrió de lado mostrando los dientes.
—¿Qué puedo decir? El señor Matsubara tiene buenos contactos.
—Eso veo, si —Resopló Álvaro—. A todo esto, ¿A dónde vamos?
—Vamos a donde se escuche como una fiesta.
Al cabo de unos minutos llegaron hasta la oficina de Adam Valentine. Dentro de esta todo estaba patas arriba y un montón de copias del Stand "Shin" haciendo aún más revuelo. Unas cuantas estaban sentadas en la mesita donde Adam y la niña habían estado hace tiempo atrás bebiendo té, otras jugaban cartas en una esquina, otra comía unas notas de papel, otras saltaban en la cama de Adam Valentine, otra en una esquina hacía breakdance mientras unas cuantas más la animaban y, sobre toda esta vista frívolamente alegre, había una niña esposada en una de las patas de la cama de Adam Valentine con su ojo tan rojo porque se había secado de lágrimas.
A la niña le habían quitado su capa, revelando su atuendo. Una camisa morada fajada de manga ancha y una falda que llegaba hasta sus rodillas del mismo color.
—¡Bueno damas! El show aquí ya se terminó, se les agradece por haber participado pero ya es hora de irse! —Dijo Voyka entrando—.
En ese instante, un buen grupo de copias Stand se abalanzaron sobre Voyka, pero no para hacerle ningún daño al contrario, lo abrazaron y se trepaban como podían en él, todas ellas hablando al unísono con Voyka haciendo que no se le entendiera a ninguna. Álvaro, viendo como toda la atención se ponía sobre él, notó a la niña.
La niña parecía que ni advertió cuando Álvaro estuvo cerca de ella.
—Hey —Ella volteó a verle—. ¿Fuiste tú quien hizo todo esto?
No hubo respuesta por su lado. O algo así, ella movió sus manos de forma extraña pero se rindió al final, ella le miró frustrada y volvió a agachar la cabeza.
Álvaro vio detrás suyo, a la mesa donde antes las Shin estaban jugando a la casita de té, debajo de la mesa habían notas, como las que una Shin había estado comiendo hace rato. Recordó que había visto esa clase de gestos de cierta clase de personas. Se acercó a ver las notas y en ellas habían escritas diferentes frases, palabras. Preguntas, solicitudes, respuestas a preguntas y en una a medio comer encontró escrito "Kiyoko".
Justo entonces, cayó una llave frente a Álvaro, llave que fue lanzada por Voyka luego de que se la acabase de quitar a una de las Stand que estaban con él. Álvaro tomó tanto las notas como la llave y fue de vuelta con la niña.
—Supongo que esto es tuyo —Le entregó las notas al tiempo que usaba la llave para abrir las esposas—.
La niña le vio a los ojos y aceptó las notas con una pequeña reverencia. Álvaro se levantó y vio a Voyka rodeado de todas las Stand, luego miró a la niña.
—¿Tú hiciste esto, cierto? —La niña no respondió en absoluto—.
Voyka da unos aplausos llamando la atención de las Shin.
—Ya estuvo bueno, chicas. Habrá más tiempo con el tío Voyka una vez regresemos a casa, ¡Buen trabajo!
Las Shin se alborotaron aún más alrededor de Voyka, peleándose sobre a quien había sido dirigido el elogio y terminaron por quedarse ahí dejando libre a Voyka, pocos segundos después, desaparecieron.
Voyka finalmente pudo ir con Álvaro y la niña.
—Mentiría si dijese que estoy feliz de verte, Kiyoko.
Ella bajó la cabeza y sacó una nota.
"Matsubara Miki me envía".
—Si, supongo yo que lo hace pero aún así . . . Hablaré con él.
Álvaro le miró, sin duda, Voyka no estaba nada feliz con la conclusión de todo esto, de lo que era todo esto. Maroon 5, lo que se suponía que era un baluarte para lo peor de lo peor, desapareció en un parpadeo. Casi de la noche a la mañana por ese hombre y sin siquiera estando presente, como si moviera los hilos de unas marionetas o jugase un especie de juego de ajedrez contra el mundo.
Probablemente, Voyka era el hombre más fuerte que había, el que había visto como el cazador se volvía presa hasta que llegó él y hasta el día de hoy, seguía siendo el cazador. Y sin embargo, que él sea solo una pieza, una variable, una ecuación más en la palma de la mano de otro hombre era aterrador, porque no sabía lo que había en la cabeza de tan taimado ser.
"El barco espera" Señaló Kiyoko. Haciendo que Voyka regrese a la realidad.
—Se me olvidaba, Speedwagon, esta de aquí es Kira Yoshiko —Presentó—. Y él es Álvaro Roberto Eduardo Olachea Speedwagon, Kiyoko.
Hubo un extraño intercambio de miradas entre Kiyoko y Álvaro.
—Su Stand casi me mata —Dijo Álvaro viendo a Voyka—.
—Suele pasar, ella no lo controla.
Álvaro vio a Kiyoko, quien no estaba nada cómoda.
"El barco espera" Volvió a señalar.
—Te lo cuento en el camino Speedwagon —Dijo Voyka al tiempo que salía del despacho de Adam Valentine—.
Álvaro y Kiyoko, obviamente le siguieron. Siendo Kiyoko y Voyka quienes guiaban la marcha.
—"Shinitai-Chan" es el nombre que recibe el Stand que tiene Kiyoko.
—¿Y eso qué significa? —Preguntó Álvaro—.
—No lo sé, según me contó el señor Matsubara, ella solo lo escribió y él llamó así a lo quien vivía dentro de ella.
—¿Quieres decir que ella no eligió el nombre de su Stand? —Alzó una ceja—.
—Correcto, ella no puede hablar y, de igual forma, su Stand actúa de forma independiente a ella, su habilidad, como te abrás podido imaginar es que te mata al decir tu propio nombre. Ahora que lo pienso, tiene sentido que hayas podido sobrevivir, con Jeremy presente y tú con un nombre tan largo, claro que pudiste ser salvado. Eres asquerosamente suertudo, Speedwagon —Le dio un manotazo amistoso en la espada—.
—Si, eso creo . . . —Álvaro se sobó donde Voyka le había golpeado—. Y de cada víctima, sale una "chinita" más, ¿Cierto? Así es como se expandió por toda Maroon 5 como un maldito virus.
—Lo entendiste todo.
—Bueno, si, salvo el porqué Matsubara Miki enviaría un arma tan letal aquí.
Voyka asintió un poco.
—Si, eso también me lo pregunto yo.
Al final, ya se encontraban en el puerto, donde el barco en el que había llegado Kiyoko los estaba esperando. El hombre enmascarado hace una reverencia al ver a Kiyoko y Voyka. Todos subieron a bordo, aunque cuando Álvaro pasó por el lado del enmascarado, este se le quedó mirando.
Álvaro le ignoró.
Mucho más tarde, en la noche cuando el bote era solamente conducido por el enmascarado y todo el mundo dormía. El enmascarado preparó unas cosas.
Pronto, la luz del sol golpeando su rostro de Álvaro, lo despertó.
Despertó a un Álvaro en una balsa con suministros, pero solo. Sin rastro del bote donde había dejado a Maroon 5 atrás, ahora era él a quien habían dejado atrás.
Con esta realización, Álvaro miró en sus bolsillos dándose cuenta de que aún tenía ese preciado cigarro.
Aunque.
¿Para qué?
Si en la situación en la que se encontraba ahora mismo, solo la . . . Suerte, lo podría salvar. Parecía que lo que Voyka había dicho era cierto, tenía suerte, pero no ese tipo de suerte que te hacía ganar la lotería. Era ese tipo de suerte donde la vida lo reclamaba para seguir hacia adelante. Como si el mundo le aguardase un destino, un propósito mucho mayor que él que se podría imaginar.
Con un grito al cielo, se encontraba de nuevo como en aquella noche.
Continuará en "Potere" . . .
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