P R E V I O U S L Y

In the last chapter, Spîdowagon-san and Voyka-dono chit chatted about Maroon 5's lore. After that, they took separate ways and our lovely blondie (ASR referencia) got a mental crisis about his hope in death. Now, going against that hope in death itself, he's searching that one cigar from Joaquin's briefcase, located somewhere in the prison.

And you are surely thinking why i'm writting this in english? The answer is obvious.

This is Maiden England - Part II, and . . .

TWO PIECES ARE THREAD

—Dumbass —Answered Alvaro after he sigh and leave—.

Alvaro didn't know why all his thoughts were in english so he stop his walk to think for but a moment. When he rearranged his mind . . . continuó dirigiéndose al gimnasio.

Al llegar, los típicos gymbros hacían lo que hacían los gymbros, ¿Qué es eso a lo que me refiero? No sé, nunca he ido a un gimnasio. Habían sujetos fornidos con distintos colores de cabello y labios pintados. A saber de dónde habrían sacado el maquillaje pero eso era lo de menos, de entre ellos el que más resaltaba era el que literalmente parecía un NPC. Hombre blanco cishetero y probablemente maschista, aunque no me hagan mucho caso.

Y, naturalmente, Álvaro se acercó a dicho NPC. Al hacerlo, una caja de texto negra apareció en su HUD.

Dios santo, no debí tomar ese café.

Pero la cámara POV de Álvaro giró erráticamente hacia otro NPC, uno de los gymbros se interpuso entre él y el otro. Era pelirrojo y por muy poco más alto que Álvaro, tenía unos labios rojos y carnosos.

—¿Se te perdió algo?

—Algo así —Respondió Álvaro—. ¿Conoces a un tal Jerry?

—Imposible no hacerlo. Soy ese.

—Ah, eso es . . .

—¿Qué? ¿Muy conveniente? —Respondió cruzando los brazos con una sonrisa—.

—Tal vez un poco, aunque ya me he acostumbrado, siento que he vivido muchas conveniencias recientemente —Álvaro se hundió de hombros—. Pensé que podrías ser el que tienes detrás.

—¿Hablas de Jeremy? A decir verdad, nadie sabe porqué está aquí, más allá de que solo dice cosas machistas.

—Las mujeres no saben manejar.

—Wow —Dijo Álvaro—.

—Lo único bueno para lo que sirven las mujeres es cocinar —Tanto Álvaro y Jerry voltearon a verle directamente—. Hay que educar a las mujeres a golpes, de otra forma no aprenden.

Álvaro se llevó una mano a la cabeza, negando con esta.

—En fin, ¿Qué querías de mí? —Retomó Jerry—.

—Alguien me contó que tenías algo que me pertenece.

La mirada de Jerry se oscureció aún observando a Álvaro. Antes de que pudiera decir algo más, un hombre exactamente igual pero con pelo y labios azules se le acercó a Jerry.

—Bro, los Tacos Chinos otra vez quieren tema.

—¿En serio, Jeffrey? Que pesados son esos malditos . . .

—«¿Jerry, Jeremy, Jeffrey? Solo faltaría Jesse para completar la fiesta» —Pensó Álvaro—.

—Llama a Jesse —Jeffrey le miró dubitativo—.

—Pero, sigue recuperándose haber consumido esa basura . . . —Jerry mordió su labio en señal de frustración—.

—La formación Omega relámpago no puede completarse —Volteó a ver a Álvaro quien se encontraba con una expresión completamente vacía de cualquier expresión—. Creo que sé qué es lo que buscas y no te lo daré. Esa mierda es muy fuerte, casi mata a Jesse, no ha dejado de balbucear cosas sobre un barco, una niña y dos sujetos.

—«Suena igual a lo que pasó con Joaquín en el hotel. Debe ser eso y, si aún lo tiene, es que él no ha venido aquí aún. Tengo . . . Tiempo» —Pensó—. ¿Y por qué no me lo das entonces? Jesse lo habrá hecho por lo que sea, pero tú, no creo que lo vayas a usar, con lo mucho que te cuidas.

—Si, en eso tienes razón. Es más, pensaba en tirarlo ahora mismo pero, ahora contigo tengo algo mejor, una posición de poder —Álvaro entrecerró los ojos—.

—¿Qué quieres? —Se cruzó de brazos, aunque segundos después, su expresión se deterioró—.

Un rato después, se encontraban en una esquina del patio de la prisión, Álvaro veía a un guardia muy a lo lejos aguantando la risa. Algo normal, las poses que Jerry le estaba obligando a hacer eran horribles.

—¿Las poses son necesarias?

—¡Absolutamente! ¿No has escuchado de la yoga y la meditación? Ciertas posturas ayudan a la respiración y con ella, a la sangre que corre por tus venas. Esto sigue el mismo principio.

—Sinceramente, no te creo.

Sin embargo, la mirada severa y sin atisbo de engaño por parte de Jerry, le decía que esto no era un juego. Era la de un maestro, un entrenador, un sargento viendo a su recluta.

Luego de un rato, Álvaro se encontraba cubierto de sudor. Jerry se le acercó ofreciendo una botella de agua.

—La formación Omega relámpago no es cosa de principiantes pero con tal de que salgas vivo, lo veo como una victoria total.

—Que agradable —Tomó la botella y bebió—.

—Es lo menos que podemos hacer, desde que ese tal Voyka se unió a los Tacos Chinos, debemos estar al pie del cañón. Ese malnacido apareció de la nada y nos ha vencido más veces de las que me gustaría.

Álvaro se quedó viendo la botella de agua y finalmente miró hacia adelante.

—Entonces, ¿Esto no es una pelea?

—¿Qué? Por supuesto que no, los guardias nos detendrían e incluso, The Trooper vendría si alguno se le ocurriera activar su Stand, ¿Apenas te diste cuenta de ello?

—Si, porque siguen con vida —Se levantó—. Entonces, ¿Cómo va esto? ¿Literalmente es hacer poses hasta que uno de los muera de vergüenza?

—No, pero si. Iremos uno a uno haciendo poses y el poder desprendido de ellas hará flaquear la voluntad de nuestros enemigos y si flaquean lo suficiente, quedará eliminado y ganaremos. Cuando es tu turno, puedes moverte libremente pero no puedes hacer nada contra el equipo rival, eso sería antideportivo.

—Me gustaría creer que hay algo de sarcasmo o ironía o que simplemente me estás tomando el pelo —Jerry negó—. Aunque ahora que lo pienso, ¿Por qué hacen esto?

—¿No es obvio? Moriremos aquí, una vez dentro de Maroon 5, no tienes la oportunidad de irte jamás. Así que bueno, mejor disfrutar lo que te queda de vida, ¿No crees?

Álvaro apretó la botella de agua con la mano.

—Es suficiente, enséñame como esa formación Omega relámpago.

—Hey, ¿Y esa determinación tan oportuna?

—Solo quiero —Algo a lo que aferrarme—. El cigarro. Si superamos a Voyka me lo darás.

—Ja, claro —Álvaro le vio fijamente, pero antes de poder comentar algo, Jeffrey llegó corriendo. Estaba nervioso—.

—Jerry, ya están aquí . . .

—Oh, crap —Murmuró Jerry—.

Álvaro era la persona más confundida del mundo.

Confundido sobre de dónde habían sacado el escenario enorme y el ring encima suyo.

Confundido de dónde habían sacado las sillas para todos los reos que estaban de público.

Confundido de porque Jerry y Jeffrey se estaban echando aceite.

Y confundido de porqué él también tenía que hacerlo.

Al fondo, del otro lado del escenario y ring estaba Voyka sentado en una silla leyendo un libro mientras los que se supondrían que eran los miembros de los Tacos Chinos le daban un masaje en los hombros mientras otros le estaban echando aire con unas palmeras, Álvaro también estaba confundido de dónde las habían sacado.

—No entiendo nada, ¿Cómo llegamos a esto?

—No te preocupes, solo concéntrate en hacer las poses que te enseñé.

—¿Y qué hay de la formación Omega relámpago?

—Cuando Voyka suba, la usaremos. Es lo único que puede garantizar una probabilidad de ganar —Respondió Jerry—. Y échate aceite, está en las reglas.

—¿Esto tiene reglas y, está explícitamente en ellas que debemos echarnos aceite?

—Si —Respondieron Jeffrey y Jerry—.

Álvaro resopló profundamente y procedió a romper el pecho del overol con sus propias manos revelando sus pectorales al aire, luego de eso, le arrebató el aceite de las manos a Jeffrey y se lo untó por el cuerpo hasta que finalmente se echó el cabello para atrás.

—Bien hecho, hijo —Dijo Jerry con una lágrima saliendo por uno de sus ojos completamente orgulloso—. Te enseñé bien.

Álvaro prefirió ahorrarse el comentario y saltó al ring junto a Jerry y Jeffrey.

—Putos maricones —Se escuchó en la primera fila. Era el mismísimo Jeremy soltando una faltada completamente loco e impredecible—.

Al otro lado del ring, Voyka alzó la vista a los hombres sobre el ring y miró a su muñeca como si viera la hora. Cabe aclarar que no tenía ningún reloj.

Se levantó con energía y se untó aceite por el cuerpo, fue hasta el ring y subió de un solo salto.

—Subió primero —Murmuró Álvaro—.

—¡Mejor aún, es un peso que nos quitamos de encima!

—Ricardo —Llamó Voyka a uno de los Tacos Chinos. Iba semidesnudo con solo una tanga y bandana en la cabeza—. Ven conmigo, ellos planean hacer la formación Omega relámpago. Nosotros haremos la Sigma trueno.

Ricardo obedeció y subió con Voyka.

—¡¿S-SIGMA TRUENO?! —Exclamó Jerry—. ¡¿Cómo sabes de esa clase de pose?! ¡Solo la hermandad de Jersey posee esa clase de conocimiento! Aparte, ¡Esa es mucho más peligrosa que la formación Omega relámpago!

—Por supuesto que si —Voyka asintió comprensivamente—. Y sin embargo, solo consta de que alguien cambie su lealtad de lado para que las tornas se alteren —Extendió su mano hacia el grupo de la hermandad de Jersey—.

Álvaro era un ciego entre sordos. Más aún cuando Jeffrey dio un paso adelante y Voyka sonrió bastante divertido.

—¿Jefferson? —Jeffrey no pudo verle la cara a Jerry—. Jefferson, ¿Qué mierda haces?

—¿No es obvio? Me uno al lado ganador. Él es Voyka, jamás podríamos hacer nada contra él . . .

—Jerry —Álvaro le susurró—. ¿Qué hacemos?

Sin embargo, Álvaro apenas pudo notar el vacío que los ojos de Jerry poseían. Su espíritu se había roto al sentir como su amigo le había dado la espalda. En otra vida, en otra historia, esto podría llamarse NTR.

—Morir —Álvaro frunció el ceño—. No podemos hacer nada más que esperar la muerte en este sitio. Sin mi bro, ¿Qué más se puede hacer?

Álvaro puso su mano en el cuello de Jerry haciendo que lo voltee a ver directamente a los ojos.

—Que molesto, déjate de esa basura autocompasiva —Le miró bastante molesto—. Créeme que no me importa ni lo más mínimo toda esta mierda, ni a mí y seguramente a todos ustedes sin vida que ven esto porque no tienen nada más que hacer —Se dirigió al público—. Pero tienes algo que me pertenece, y si para obtener eso tengo que hacer el ridículo, da esto por hecho. Contigo o sin ti. Aparte, ¿No habías sido tú quien dijo que había que disfrutar lo que te queda de vida?

Álvaro le dio la espalda a Jerry pero quedándose frente suyo viendo al equipo de Voyka, Jeffrey y Ricardo.

Voyka empezó a asentir con una sonrisa satisfecha mientras aplaudía lentamente.

—Te aferras a algo, Speedwagon, muy bien. Es mucho mejor cuando el oponente está vivo y no es una carcasa.

Álvaro respiró hondo y apuntó con su dedo mientras ponía una mano sobre su cintura, al mismo tiempo, puso sus pies de puntillas.

Una ráfaga de viento salió disparada hacia Voyka, Ricardo y Jeffrey.

—Mediocre —Dijo Ricardo—.

Empezó con un pequeño baile donde al final hizo un giro con su cabeza quedando en una pose como si estuviese apunto de correr pero seguía plantado en el sitio.

Pose de Álvaro tembló ante la ráfaga de aire frío que lo golpeó. Ahora entendía el aceite, era para que las ráfagas de viento fuesen más eficaces.

Sin embargo, Álvaro no se echó atrás y redobló la potencia de su pose dando un giro bastante suave con sus pies hasta que quedaron cruzaron y apuntó con ambas manos a sus oponentes.

La ráfaga resultante fue igual o más fuerte que la de Ricardo. Esto lo hizo temblar, haciendo que flexione sus músculos en el lugar y apenas pudiendo quedarse en el lugar.

Jeffrey chasqueó su labio y dio un paso enfrente. Hizo una potente y firme pose clásica flexionando sus bíceps, la ráfaga de viento heló a Álvaro y casi lo hace caer pero, resistió y, con ello, una mano tocó su hombro.

—Permíteme.

La luz del atardecer hacía brillar el cabello de Jerry como si estuviese en llamas.

Jerry se puso enfrente de Álvaro y ejecutó una pose flexionando al máximo uno de sus brazos, haciendo resaltar sus músculos y venas que recorrían todo su cuerpo.

La ráfaga de viento fue increíble, haciendo que tanto Ricardo y Jeffrey sacarán fuerzas hasta de dónde ya no las tenían para resistir. Siendo así que finalmente, Voyka avanzó.

Solo la propia acción de calentar su hombro para lo que iba a ser la formación Sigma trueno formaba ondas de aire a su alrededor.

Jerry se quedó frente a Álvaro.

—Voyka te llamo Speedwagon, pero aún así me gustaría saber, ¿Cuál es tu nombre? —Le dijo sin mirarlo, centrando toda su atención a Voyka que lo observaba solamente a él, casi como si un león estuviese saboreando a su presa—.

—Álvaro, mi nombre es Álvaro, Jerry.

—Bien Álvaro, observa bien. Si no sobrevivo a esto, observa bien lo que está apunto de pasar. Intentaré aguantar con todo lo que tengo pero, si no lo hago, repito, observa muy bien . . . Las formaciones dependen de tres personas, sin una de ellas, están fuera del juego. Si utilizas lo que Voyka está apunto de hacer, puede que no nos vayamos completamente humillados.

Voyka hizo un movimiento surrealista. Casi rozando el contorsionismo. Dobló su tronco hacia atrás haciendo que termine pasando por sus piernas, pero solo un hombro del tronco pasó, el otro quedó antes de pasar por sus piernas y, aún así, juntó sus manos en esa posición que lo hacía ver cómo un cangrejo humano.

Lo siguiente que pasó solo era equiparable a intentar luchar contra la naturaleza.

Aún cuando Jerry lo cubría, el frío le hizo un gran daño que le pudo haber provocado un resfriado, pero continúo aguantando segundo con segundo.

Al final, cuando la ráfaga se acabó, miró a Jerry frente suyo completamente estático.

Jerry soltó un gruñido y cayó de lado como un bloque de hielo. Terminó boca arriba.

Álvaro se arrodilló a su lado y Jerry hizo que apretaran sus manos.

—Él . . . Es muy fuerte. Llévate al menos a uno, Álvaro. Pero si no, lo hiciste bien, aún cuando eres un novato, aguantaste muy y, perfeccionaste esas poses en tiempo récord. Me recordaste . . . Lo divertido que es esto, gracias. Ahora acércate, Álvaro —Álvaro acercó su oído a la boca de Jerry. Cuando terminó de decirle lo que sea que le haya dicho, Álvaro asintió decidido y se levantó—.

—¡Vamos Speedwagon! ¡Demuéstrame tu resolución!

—«Siempre he sido alguien que deja que los sueños de los demás lo influencien» —Álvaro empezó a doblar su tronco haciendo un sonido gutural de dolor en el proceso—. «Me volví el sueño de mi familia y lo eché a perder. El sueño de ese sujeto era proteger a esa niña y lo a eché perder. No seguí tu sueño y lo eché a perder. Y aquí me encuentro de nuevo, siguiendo un sueño que no me pertenece y aún así me estoy rompiendo por él, ¿Eso en qué me vuelve? ¿Volverás por mí aunque siga siendo esta amalgama de sueños robados, Joaquín?» —Las manos de Álvaro se estaban rozando y el aire de sus pulmones se escapaba—. «Sea cuál sea la respuesta, no importa. Porque iré por ti y te haré entrar en razón, estoy cansado de esperarte, estúpido JoJo. Consideraré este mi sueño» —Las manos de Álvaro lograron estrecharse con una palmada—.

Los ojos de Álvaro estaban completamente blancos del esfuerzo que estaba realizando hasta que finalmente terminó flexionando sus músculos junto a un grito primal que terminó haciendo un huracán justo en el lugar.

Tras unos segundos, varios cuerpos cayeron al piso.

Ricardo por un lado.

Jeffrey por otro.

Y Álvaro también.

Solo Voyka era el último en pie, teniendo la piel de gallina y los dientes haciendo "clac clac". Dejó la pose de cangrejo que estaba haciendo y terminó haciendo una reverencia ante el público que se encontraba incrédulo.

Álvaro se encontraba en el suelo respirando muy fuertemente pero con una sensación de satisfacción que ni la victoria de Voyka le iba a borrar.

Una vez acabado el evento y el día, un bote conducido por un hombre de negro se acercaba a la prisión, no se habría podido ver en la noche si no fuera por la luna y su máscara de ojo en blanco y negro. Un grupo de guardias listos con armas esperaban.

Al desembarcar, el hombre de negro abrió la puerta del camarote haciendo una reverencia, dejando salir a un niña vestida de negro y con capucha, abrazaba un grupo de notas tamaño carta contra su cuerpo.

Al alzar un poco la vista, tenía un parche en uno de sus ojos acompañando una expresión sumamente triste.

Alzó la primera nota al lado de su expresión acomplejada.

"Matsubara Miki me envía."

Continuará en "Kiyoko" . . .