veinte.

Primero que nada...

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Por no actualizar en varios días, simplemente no tenia al inspiración para escribir, por que quiero darles el mejor de los finales, pero lo bueno es que la inspiración ha llegado a mi.

No los hago esperar mas aquí tienen el  capitulo final de Two Ghosts


  🇬🇧 🇬🇧🇬🇧 🇬🇧

Veinte

"Un Final"

Danie

Uno como persona debe estar preparado para enfrentar todo tipo de situaciones y eso me está pasando ahora, nunca estuve capacitada emocionalmente para poder enfrentar esto que estoy viviendo ahora, ver a la persona que quieres en un estado tan crítico como lo es ahora es tan inquietante.

Horas antes...

No pude emitir ninguna palabra durante todo el camino, no sé cómo logramos salir de mi casa sin realizar el mínimo de sonido, entre lo asustada que me encuentro, pero a la vez la valentía que creo tener hace que una mezcla de emociones se genere en mí, ella me regala una mirada frívola que hace que me dé un poco de miedo.

— ¿Nunca pensaste que iba a regresar por venganza? - pregunto sin perder la vista en la carretera, honestamente no se en que lugar exacto nos encontrábamos, aunque estaba segura de que nos dirigíamos al norte de Londres, hacia uno de los lugares más alejado de la ciudad.

— Pensé que estabas internada - dije nerviosa.

Hailey rio fuertemente lo que provocó que me causara escalofríos. - Nos conocemos hace más de diecinueve años primita, creo que tú debes saber que yo siempre obtengo lo que quiero, y fíjate que hoy especialmente amanecí con hambre de venganza, ¿Y sabes que haré? - me pregunto mirándome.

— ¿Vengarte? - digo removiéndome de mi asiento incomoda.

— ¡Acertaste! - chillo. - Esperaremos a que llegue mi amado Harry y el será testigo de todo el sufrimiento que te haré pasar, ¿entendido? - yo solo asentí en silencio, preferí aguantarme todo lo que quería mencionarle.

Ella siguió conduciendo por cuarenta y cinco minutos más, donde un tenso silencio estuvo durante todo el camino, llegaron a una especie de campo, donde había una pequeña casa que parecía estar habitada.

— ¡Baja! – me ordeno Hailey y yo baje temerosa, no podía escapar, no tenía donde ir, si corría ella me iba a encontrar de cualquier manera, estamos completamente alejados del centro de Londres, definitivamente estaba comenzando a resignarme a la idea de salir con vida de este lugar.

— ¿Dónde estamos? – pregunto temerosa.

— Hay veces que eres tan idiota, no te diré dónde estamos – rodo sus ojos - ¿Es bonita, ¿no? – pregunto señalando la casa. - ¿No la recuerdas?

— ¿Recordar que? – pregunto confundida.

— ¡Idiota! – bufo cruzándose de brazos enojada – Esta era la pequeña casa de nuestros abuelos, donde pasamos la mayor parte de nuestra infancia y en donde hice que la mayoría de los niños de aquí te odiaran.

— ¿Qué hiciste? – pregunte curiosa.

— Solo les inventaba un par de cosas sobre ti, como que tenía una enfermedad contagiosa o cualquier cosa que evitara que se acercaran a ti - se encogió de hombros – Créelo o no todos los chicos de los alrededores te adoraban, pero desde pequeña fui astuta y logre como te mencionaba anteriormente ponerlos a todos en tu contra.

— ¿Por qué? – tenía ganas de saber porque tanto odio hacia mí.

— Simple - se acercó a mí con su mirada frívola – Desde que teníamos cinco años, todos te adoraban, ¡hasta mis padres!, ¿puedes creerlo? – bufó desviando su mirada para luego volver a mirarme aún más enojada, en estos momentos me arrepiento de haber formulado esta pregunta – Tus buenas calificaciones, tu inocencia, tu carácter, la ternurita de la familia Collins, mientras que yo era la oveja negra de la familia desde pequeña.

— Pero tú lo tienes todo Hailey. – susurre aún confundida.

— ¡Nunca tuve el amor de mi madre! – grito furiosa – Mi madre te adoraba prácticamente te tenía en un altar mientras que a mí con tan solo ocho años me reclamaba mis malas calificaciones y mi mala conducta en la escuela, ella me abandono por lo mismo, recuerdo sus palabras antes de salir de la casa "no eres nadie Hailey, no sabes cómo me arrepiento de haberte tenido" – se limpió un par de lágrimas – Mi padre pasa más del ochenta por ciento de su tiempo en la oficina, ¡Si!, tengo muchas tarjetas de crédito y dinero por montón, pero eso no sirvió para pasar tiempo con mi padre.

— Yo no tengo la culpa de la falta de carencias afectivas hacia ti – me defendí.

— Si la tienes Danielle Collins y mucho más de los que piensas. – escupió enojada para luego agarrarme fuertemente del brazo para arrastrarme hacia la pequeña casa de campo.

Entramos y lo primero que hizo fue sentarme en una silla para luego amarrar cada extremidad de mi cuerpo para impedir que me moviera y escapara.

— Creo que en media hora mi venganza comenzara, prepárate porque cada cachetada que te daré es por cada ocasión en la que me opacaste y las veces que te odie con toda mi alma – rio sola, se dio media vuelta, pero antes volvió a mirarme - ¿Sabes que? – pregunto haciéndose la desentendida – Creo que empezare ahora, estoy aburrida.

— No lo hagas por favor – le suplique, mi suplica solo causo que se riera aún más fuerte.

— Que empiece la venganza – sonrió por ultimo.

Sentí como un calor mezclado con ardor se empezó a sentí en mi mejilla derecha.

Luego otra.

Tres.

Cuatro.

Cinco.

Seis

Siete.

Ocho.

Nueve.

Diez.

Luego de la décima pare de contar, lo peor de todo es que no podía hacer nada al respecto, ella podía hacer lo que quisiera conmigo y yo solo podía observar y sentir lo que se le antojaba hacer hacia mi persona.

A medida que me seguía pegando, sentía que toda su rabia contendida estaba siendo aliviada por cada golpe que le brindaba a cualquier parte de mi cuerpo, además esta acción venia acompañada de cada acontecimiento o cada rabia que sentía hacia mí, en un principio golpeo mi rostro, para luego ser seguido por mis brazos, cuello, piernas y el que remato todo fue cuando me pego con su puño fuertemente en mi estómago logrando que el asiento conmigo en él nos fuéramos directamente al suelo pegándome en mi cabeza, recuerdo que me maree por unos segundos antes de cerrar completamente mis ojos.

Cuando desperté sintiendo el latente dolor en mi cuerpo, trate de divisar una vista panorámica de toda la habitación, me sentía débil, pero pude ver como mi prima estaba tomando un largo y profundo trago de un licor fuerte, agradecía que estuviera de espaldas, pero al parecer la desgraciada logro sentir que la estaba mirando y se giró hacia mí con una sonrisa abierta.

— ¿Soñaste con los angelitos primita? – dijo con voz chillona.

— Solo te pido una cosa – susurré como pude – No le hagas daño a Harry cuando venga, por favor, te lo suplico.

— ¡Aww, que enamorada! ¡Patética! – lanzo una carcajada para luego mirarme - No tienes derecho a pedirme nada, idiota – se burló en mi cara – Por fin pude lograr la mitad de mi venganza, golpearte hasta que me cansara, no sabes hace cuánto tiempo desee esto, te diré desde cuándo – las últimas cuatro palabras las susurro – Te odio desde toda mi vida, pero llevo planeando esta venganza desde los trece años y está saliendo a la perfección – rio – Ahora viene el final de mi venganza hacia Danielle Collins, ¿Ves esto? – digo tomando una pistola del mueble, asentí temerosa. - ¡Llego la hora del final del juego!

Sabía que este era mi final.

Cerré mis ojos fuertemente cuando sentí que le quito el seguro a esa arma, creo saber que en estos momentos esa pistola está apuntándome a mí.

— ¡Bye, Bye Danie! – chillo antes de apretar el gatillo.

— ¡No! – oí a alguien gritar, no quería abrir mis ojos, pero lo hice de igual manera al reconocer esa voz completamente conocida para mí.

Ambos se encontraban luchando, Harry solo quería quitarle el arma a Hailey, mientras que ella hacia fuerza para que no lograran arrebatársela.

Un balazo sonó.

Y yo solo rompí en llanto.

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