diecinueve.


Penúltimo Capitulo

"Mi perdición"


La semana en París para Harry y Danie había terminado, el ojiverde pudo notar que los últimos días en que estaban en la ciudad del amor la castaña se estaba comportando de manera muy extraña, estaba un poco reacia a sus muestras de cariño, y no estaba exagerando porque hasta durante todo el camino de vuelta ella decidió quedarse dormida más bien "hacerse la dormida". Harry prefirió no preguntarle la razón por la cual ella se siente así, esperaría el momento adecuado para poder realizar esa pregunta de gran magnitud.

Ya que se sentía la tensión en el aire, Harry opto por llevar a su novia directamente a su casa, cuando llegaron Danie tomo su bolso y le dio un beso apasionado, largo y romántico, el ojiverde sintió ese beso extraño, como si Danie quisiera decirle algo, pero no podía, prefirió aguantarse las ganas de preguntarle que era lo que le estaba pasando.

— Te amo – susurro Danie tras el beso, su voz sonaba triste.

— ¿Qué es lo que pasa amor? – pregunto Harry acunado su rostro – Has estado extraña todo este tiempo.

— No me pasa nada – mintió – Lo juro – le dio un beso para tranquilizarlo.

— ¿Nos veremos mañana? – pregunto el rizado más aliviado.

— Claro – sonrió – Tu inventa un panorama – rieron.

— Es tu turno – reclamo Harry.

— Entonces déjalo todo en mis manos – rio besando los labios de su novio antes de bajarse – Fue un viaje estupendo, la pase maravilloso, te amo demasiado, nunca lo olvides. – susurro sonriendo para luego bajarse del auto junto con su maleta.

Danie fue directamente a su habitación apenas entro a su casa, tenía que averiguar la manera de tocar el tema de su vuelta a Nueva York con Harry, ese tema la ponía sensible y asustada al no saber la reacción que tendrá el ojiverde.

Mientras tanto el rizado se fue a su casa con aún la duda del comportamiento de su novia, le creía, pero había algo pequeño que lo hacía dudar, llegó media hora más tarde, su familia ya se encontraba despierta, estaban tomando desayuno, sonrió y decidió unírseles, tenía hambre, pensó el chico, junto con sus padres conversaron sobre la semana que su hijo no estaba en casa y Harry les conto acerca de su semana en París con Danie.

— Por fin llego la indicada, entonces. – sonrió Rebecca.

— Yo creo que sí – le devolvió la sonrisa Harry. – Nunca me había sentido con alguien, Danie prácticamente cayó del cielo.

— Nuestro hijo está profundamente enamorado – rio Michael.

— Se ven bonitos juntos – aporto Lux.

— Gracias hermanita – Harry le beso su mejilla.

— Uno nunca sabe cuando lleguen las campanas de boda, ¿verdad? – rio la madre de Harry.

— Creo que nos estamos adelantando a los hechos mamá – dijo nervioso el ojiverde, la palabra matrimonio a su edad le causaba un poco de nerviosismo, si se imaginaba con Danie en un futuro, pero más adelante. – Creo que me iré a mi habitación, estoy cansado – dijo Harry poniéndose de pie, sus padres asintieron de acuerdo.

El rizado subió su maleta a la habitación, ordeno un poco su ropa, pero eso duro poco porque no aguanto más del sueño, cayo directamente apenas su cabeza toco la almohada.

Danie llevaba practicando frente al espejo horas la manera correcta y bonita de decirle a Harry que se iba pasado mañana, ella sabía que el ojiverde estaba consiente que en algún momento se iba a ir, pero puede que él no piense que se va en un día más, están ambos contra el tiempo, Danie debe volver a estudiar, tiene su vida en Estados Unidos mientras que Harry tiene su vida aquí en Londres, debían encontrar la manera de estar juntos, porque ambos estaban de acuerdo en algo, luego de lo de Hailey no se querían separar jamás.

Pero ahora la pregunta es.

¿Cómo lograrlo?

Eso era algo que ambos debían responderse cuando tengan esta importante conversación.

Así que decidió decirlo mañana mientras estuvieran en su "cita", si, es la peor instancia para abordar este tema delicado, pero ahora o nunca.

Por lo mismo prefirió ir a recostarse un poco, en donde media hora después se quedó profundamente dormida.

Cuatro horas más tarde Harry y Danie se despertaron después de una larga siesta, la castaña despertó con un mal presentimiento, que prefirió ignorar, no quería preocuparse por otra cosa, ahora solo pensaba en lo de la conversación de mañana y de cómo su novio se tomaría la noticia de su ida repentina.

Harry prefirió ir junto con Lux a la empresa de la familia, ambos querían ayudar en el orden de los papeles y facturas de la empresa Styles, y así lo hicieron, ambos hermanos se divirtieron ordenando la documentación, rieron, conversaron, pasaron una tarde de hermanos en la empresa familiar.

Ya cuando cayó la tarde en la ciudad de Londres, Danie por su parte no sabía que sus padres habían organizado una cena para la familia y ahora incluían a la familia Styles en sus planes, ella no se quejaba, de hecho, le encantaba lo bien que se llevó la familia de ella con la de su novio.

Por lo mismo, Danie al enterarse de que venía su novia a cenar a la casa, corrió escaleras arriba hacia su habitación para seleccionar sus mejores prendas de ropa para estar reluciente esta noche.

Termino por ponerse un vestido negro suelto, con un maquillaje natural y su pelo liso y unos zapatos de tacón, en cuarenta minutos ya estaba lista.

Sintió más voces de lo común que provenían desde el piso de abajo, su sonrisa se enancho cuando sintió la voz de su novio hacerse presente, corrió literalmente hacia el espejo más cercano para verse por última vez y ver si estaba todo bien, le sonrió a su reflejo y justo cuando abrió la puerta se encontró con una escultura griega, así pensó Danie, sus botines característicos, unos pantalones color mostaza y una camisa negra arremangada hasta los codos y con los primeros botones abiertos dejando ver un poco de uno de sus tatuajes, simplemente perfecto.

— Tengo la novia más hermosa del planeta – sonrió mientras entraba a la habitación de su novia para luego abrazarla por la cintura.

— Y yo tengo al novio más sexy de todo el planeta – sonrió mientras ponía sus brazos alrededor del cuello del ojiverde.

Harry cerró la puerta con su pie.

— Ahora si estamos solos – susurro feliz – Ahora poder hacer esto sin que nadie nos interrumpa – dijo antes de besar a Danie lentamente, disfrutando del tiempo y de cómo sus labios encajaban perfectos con los de su novia.

Danie sonrío entre medio del beso, Harry la tenía tan hipnotizada y tan profundamente enamorada que nadie los iba a lograr separar jamás y de eso estaba segura.

— Te amo – susurro la castaña tras terminar el beso.

— Y yo más – le dio un pequeño en sus labios Harry. - ¿Serás que tienes un espacio extra en tu cama? – pregunto coqueto.

Danie lanzo una carcajada – Sobra el espacio, eres más que bienvenido esta noche. – le dio un beso en la mejilla.

— Debemos bajar – aviso Harry tomando la mano de su novia – Les había dicho a todos que solo subiría para avisarte que esta lista la cena.

— Tu eres una distracción latente para mí – rio Danie.

— Si supieras lo que provocas en mí – rio también Harry.

La pareja bajo sonriente hacia el salón principal donde se encontraba ya sentada la familia Styles y Collins, apenas lo vieron sonrientes todos los asistentes empezamos a molesta a la pareja joven, chiflidos fueron parte de esa broma que le hicieron a Danie y Harry, los jóvenes solo rieron ante el acto de "madurez" por parte de sus padres.

Ambos se unieron a la mesa, se sentaron uno al lado del otro entre risas, los invitados y la familia organizadora de la cena empezaron a disfrutar de la comida que había hecho Marie Collins, entre risas y chistes que decía Lux, las historias de Amanda, las conversaciones entre las empresas de cada familia, mientras que Danie y Harry conversaban entre ellos, coqueteaban entre medio, pero dentro de todo fue una bonita instancia que se creó entre ambas familias.

Eran las once de la noche cuando luego de una gran cena y sobremesa, la familia Styles decidió irse a su casa, por una simple razón, Lux se había quedado dormida.

Al parecer notaron que su hijo mayor no tenía intención de irse con ellos, por lo mismo la castaña dijo que había invitado a su novio a quedarse esta noche, ambos padres aceptaron a regañadientes, sobretodo el de Danie, no quería imaginar a su hija durmiendo con su novio, era su niñita, pero tenía que comprender que su hija ya estaba creciendo y que pronto iba a encontrar a alguien con quien pasar el resto de su vida y decidir irse de casa y todo lo que seguía tradicionalmente, pero ahí Lucas paro de pensar porque si no le iba a terminar dando un ataque al corazón.

Todos los Collins y Harry fueron a sus habitaciones, ya era medianoche y estaban cansados luego de esa tan buena cena donde se divirtieron bastante.

En ese justo momento Danie salió de su baño privado con la camisa negra que llevaba su novio hace unos instantes acompañados de sus shorts de piyama corto.

— ¿Te dije que eres mi perdición y que mi camisa se ve mejor en ti? – pregunto Harry ya acostado en la cama de su novia.

— ¿Te he dicho cuanto amo tus tatuajes? – dijo la castaña acercando a su novio para sentarse en su regazo.

— No, pero ahora lo sé – dijo Harry acariciando la mejilla de Danie suavemente. – Eres perfecta para mí.

— Y tú lo eres para mí. – susurro la chica para luego acercarse a besar los labios de su novio lentamente.


Luego de una larga sesión de besos, ambos se quedaron dormidos abrazados el uno con el otro, relajados y simplemente disfrutando de la compañía del otro.


A la mañana siguiente Harry despertó sin compañía a su lado, se encontraba abrazado de una almohada, pensó que su novia estaría en el baño y para cuando fue y abrió la puerta no la encontró, puede que esté haciendo el desayuno, se puso sus pantalones y bajo para sorprenderla, pero no se encontraba nadie, el silencio era parte del primer piso de la casa de los Collins.

Volvió a la habitación y cuando inspecciono bien el lugar, encontró un papel que estaba en la mesa de noche de Danie, abrió la nota y se sorprendió al ver el contenido del papel.


"¿Creíste que no me iba a vengar?, te voy a dar donde más te duele Styles.

-H.




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