—Esto es tan aburrido, volver a casa no fue tan emocionante como pensé... —resopló el morado aburrido, quien reposaba acostado boca abajo en su cama cómodamente mientras le hablaba a alguien por su móvil.

Una parte de la habitación estaba auténticamente ordenada y limpia, el lado restante era solo chiquero desastroso triste de presenciar. Era obvio cuál era la parte de cada quién.

Movía sus piernas sucesivamente en una posición un tanto curiosa.
El y King habían decidido por compartir habitación esta vez, era un tanto ridículo que viviendo juntos y estando en una relación no durmiesen juntos. Ya habían pasado varios días desde el suceso en la playa.

Hacía un calor insoportable a pesar de que estaba atardeciendo. Ya se había acostumbrado a el clima frío.

—Me imagino... ¿Cómo está King? —dijo del otro lado la voz de la llamada, era Red.

—Bien. Está ordenando la casa como un loco, a pesar de que la casa ya estaba ordenada cuando llegamos —respondió pensativo—. Creo que Blue le contagió su enfermedad de ser un limpiador compulsivo.

—Creí que King ya era uno de ellos.

—Seeeh... —desvió su mirada—. Hablando de King, me gustaría quemar el tiempo con él. Pero no sé que hacen...¿las parejas?

—Uhm... —pensó Red por un rato—. Eso es fácil. Las parejas van a cenar juntos, juegan juntos, y ven peliculas juntos. Son como dos parásitos inseparables, básicamente todo lo hacen juntos, creo que incluso cagan juntos.

—Ew. —se asqueó al escuchar lo último—. No tengo ni mínima idea de como funciona una relación...Y eres el único con el que me siento cómodo hablando de ello.

—No te preocupes, hablas con el indicado. Yo soy un maestro en las parejas —presumió el rojo, desde aquí podía ver su sonrisa boba.

Purple dejó escapar una risita.

—Eres soltero.

—E irónicamente tengo más conocimiento que tú.

—Lo que sea —rodó sus ojos violeta—. Creo que tomaré la idea de ir a ver una película.

—Buena elección ¿Cuál planeas escojer?

—¿Es eso importante?

Hubo silencio al otro lado de la red.

—¿Van a ver la película...verdad?

—Estoy bromeando —se echó a reir, tornando sus cachetes rosas de la gracia—Realmente no sé... Pero me gustan las películas violentas, que incluyan terror psicólogico.

—Eso suena bastante bien. Me gustaría estar ahí para ver como te cagas del susto y te aferres a King “mi amors por favol protegeme la película me asusta niaa” —se burló forzando la voz a una chillona, para luego soltar unas carcajadas.

—¡Cállate! Nisiquiera sueno así. —frunció el ceño con sus mejillas coloridas—. Me gustaría hablar más de las parejas, soy un novato.

—Claro, pero sería en otro momento... Second ahora esta iniciando una reunión “importante” disque para descubrir quién tapó el baño.

—Seguro fuiste tú, que eres tremendo astuto en zafarse de problemas. O Green, me huele a que él también tiene algo que ver —rió al imaginarse la imagen mental de como Second los regaña—. ¡NO, YA SÉ! Ustedes dos como son un dúo desastroso hicieron un plan secreto para tapar el baño e inculpar a Yellow solo para joder.

Red se quedó en silencio por un momento.

—...Sabes mucho...

Se encogió de hombros casi del susto. Creo que habló de más, porque ese tono de voz del contrario sonaba a que lo iba desaparecer en un día de estos.

—No sé como carajo adivinaste eso, pero más te vale no decir nada —advirtió Red— Bueno, chau. Suerte en la cita.

—Chauu, dejen descansar al pobre Yelly, al menos. —rió.

Finalizaron la llamada y el que se hallaba en la cama colocó su teléfono al lado y se recostó boca arriba queriendo iniciar una conversación con el techo, mirándolo fijamente.

Empezó a pensar sobre su relación y hacerse preguntas en su subconsciente como siempre lo hacía. Lo que le dijo a Red no era mentira, de verdad no tenía idea como se sobrellevaba una relación. ¿Qué hacían aparte de besarse? Era algo embarazoso usar apodos cariñosos, mejor se quedaba con el clásico “mango” o “manguis“, le provocaba un poco de gracia el último.

Suponía que King también pensaba lo mismo. Solo se limitaba a llamarle “Purpy” algunas veces. Le parecía adorable pero a la vez raro, sonaba como “Puppy“ en inglés.

Suspiró. La idea de ir a ver una película era muy buena de hecho, una experiencia nueva. En parte también pensaba en hartarse esas ricas palomitas saladas con una gaseosa.
Convencería a King de colar comida del Mcdonald's en el cine escondiendo la hamburguesa y papitas en una de las cajas de palomitas. Sería tan gracioso que funcionara.
Sonrió de solo imaginarlo.

De repente sus pensamientos son interrumpidos. El naranja entra a la habitación; parecía exhausto.
Se tiró en la cama boca abajo quejándose en el proceso.

—¿Ya te aburriste de limpiar lo que ya esta limpio? —se burló con una sonrisa de lado, cambiando su posición a una sentada.

King río sarcásticamente con la almohada cubriendo todo su rostro. Este decide revelar su cara para ponerse boca arriba y observar la habitación.

—Nisiquiera te has molestado en ordenar tu mierda. Solo te la pasas intercambiando chisme con Red.

—¡Hey! Estos chismes son una buena causa. —torció levemente su entrecejo—. Y me da flojera ordenar, lo hago ahorita.

El más alto exhaló.

—Siempre dices eso y nunca haces nada.

—Y si...¿Vamos a ver un película? —se acercó cambiando de tema y un plantó un corto beso en los labios del contrario.

—¿Una película?  —también se sentó y lo volteó a mirar con curiosidad, para luego sonreir pícaro—. ¿Y esa pregunta de la nada?

—Solo para pasar el rato...Ya sabes, uhm...Ver juntos... —se tropezaba con sus palabras—¡Agh, una cita mierda! —se estresó un poco al tratar de explicar—. ¿No sabes lo que es o qué?

King río por como se transformaba en un tartamudo.

—Obvio que sí, solo quería ver como tratabas de explicarte, es gracioso.

—¡Kiiing! —jaló de su brazo—. Por favor.

—¿Cómo te diría que no? —le devolvió el beso anterior con más dulzura y se arrastró hasta el borde de la cama para levantarse—. Hay que apurarnos antes de que se acaben las entradas, hay tiempo.

Purple sonrió con felicidad. Fue más fácil de lo que creyó.

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Daban comienzo a su caminata hacía el cine después de alistarse respectivamente. Más bien,  continuación después de una parada rápida.

—¿Por qué me hiciste ir al Mcdonald's? Creí que compraríamos en el cine —eleva una de sus cejas en confusión, solo observando como el morado ocultaba los aperitivos en la bolsa de su sudadera, al parecer concentrado en su tarea.

La conversación sucedía mientras caminaban por las calles del atardecer. Purple irónicamente se traía prendas inadecuadas a pesar del cálido clima que ofrecía ese día en especial.

—No me digas que vas a colar comida —entrecierra sus ojos mirándolo fijamente, dejando presenciar su auténtico desacuerdo sin palabras directas.

—Mhm ¿No es obvio? —vuelve a mirarlo con indiferencia, llevándose una de las papas a la boca para posteriormente darle una mordida—. No te preocupes, las esconderé en un lugar así ingenioso después.

—Ujum. —asintió inseguro sin quitarle la vista de encima, cruzándose de brazos en el proceso, sin ninguna pizca de verde convencido—. ¿Cómo estás seguro de que no nos echarán a patadas?

—Te preocupas muuucho, King —coloca su par de ojos violetas en blanco, haciendo un poco de esfuerzo en su voz—. Confía en mí, mira ese futuro de nosotros tragando hamburguesa y demás mientras vemos la película bien chévere.

Sonó despreocupado y a la vez convencido en su expresión y tono de voz, acomodando un poco la comida en su prenda; con una sonrisa segura e infalible  implantada en su semblante.

El rostro juzgador de King se desvanece y logra contenerse una risa, pasando una de sus manos a la altura de su boca, buscando encubrirlo.

—¡Vamos ya! Me mata la emoción —sujetó con firmeza la mano restante del más alto y comenzó a correr en dirección al cine, llevándose consigo al naranja.

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—Vaya, me sorprende que no haya nadie en los asientos traseros —comentó King dando su paso al lado de asientos aparentemente vacíos, caminando atrás del más bajo.

—¡Mmph! ¿Increíble no? —mostrando su vil aprobación, procede a tirar su cuerpo en su asiento correspondiente, dejando escapar un largo suspiro aliviador—. El lado positivo esque no hay bebés cerca, en serio ¿Quién trae bebés al cine?

—Bueno, yo estoy viendo un bebé aquí mismo —toma asiento a su lado, devolviéndole una mirada burlona; cargando una sonrisa de costado.

—Ha ha. —ríe forzadamente, sacando una hamburguesa en el fondo de su caja de palomitas con estampado de rayas, procediendo a darle un mordisco; gozando del sabor—. Carajo, mh... Esta buewna.

King decide prestar su atención a la gran pantalla, con algo de dificultad por cómo comía ruidosamente el adverso.

—Esto esta algo aburrido... —repentinamente soltó, guardando la hamburguesa y demás nuevamente, acercándose de manera peligrosa hacía el más alto—¿No?

Sonrió pícaro.

Al cruzar miradas King no pudo evitar sonreírle torpemente de vuelta. El morado sin rodeo aparente junta sus labios con los contrarios; un beso cálido y dulce, mientras lo atraía tomándolo del cuello de su camisa.

Descansaron sus párpados solo centrándose en el apasionado tacto de sus labios. En la sala del lugar solo se apreciaba las voces de la película, tan hundidos en el beso que esos sutiles sonidos se transforman en balbuceos inaudibles.

Se separaron a secas con dificultad de respiración; mirándose con ojos embelesados y cansados. Sin embargo eso no le impidió al morado que repentinamente al segundo de separarse vuelvan a unir sus bocas como si su vida dependería de ello, pasando por alto el aire que les quedaba.

El beso parecía desesperante en el principio, pero a partir de allí paso a uno con leve lentitud, pero gozando de el.

King mordió suavemente el labio inferior del más bajo, dejándose acercar más. Con cada segundo que corría se derriten sus mentes del calor, al igual que sus cuerpos.

Había ausencia de individuos cerca de sus asientos, solo sus dos almas desesperadas por nunca acabar esta vil cercanía. Todo lo que ocurría a su alrededor simplemente se había mutado por completo.

Ahora entendía porque las parejas tomaban los asientos solitarios.

Una mano subió hasta la cabellera lisa y cuidada del morado, enterrando sus yemas en esta. Hasta ahora se había percatado de lo increíble suave que se sentía.

Las luces de la sala los hicieron brincar de sus asientos de la sorpresa; estas se habían prendido repentinamente. La película había acabado... ¿Fue tan corta o esque el beso les hizo olvidarse del tiempo continuo? Intercambiaron miradas sintiéndose juzgados y atrapados por la nada.

Ni una sola palabra salió de sus cuerdas vocales, y aún con ausencia de aire solo reincorporan sus cuerpos y se largan a paso rápido de allí.

—... ¿Sabes de que trataba la película?

—Ni idea...

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Algo corto, lo sé, pero se los recompensaré el próximo chap... :3