XVI

-¿Tienes experiencia con niños?- le preguntaste al muchacho de ojos cafes y pelo negro

Ese había sido otro exhaustivo día de trabajo, no solo por la universidad y por tus correspondientes quehaceres en la casa, sino porque desde hacia una semana intentabas conseguir una niñera para Denisse y Candy. Sabías que sería tarea difícil, pero nunca creíste que llegaría a grandes extremos, pues todas las candidatas que se habían presentado habían sido sutilmente rechazadas. Y no solo porque algunas eran niñas locas y obsesionadas con el ridículo sueño de enamorar al Diseñador y convertirse en madrastras de la pobre niña para tirarlas en Dios sabe donde, ¡NO! Sino porque otras sufrían la desgracia de ser víctimas del "Dúo Galleta"  -como ellos mismos se habían nombrado- cayendo en tontas trampas que padre e hija ponían como dulce rebelión ante la idea de una niñera. Ellos no querían una, y esa idea no saldría de su cabeza hasta auyentar a toda amenaza o -por lo menos- volverte loca, lo que sucediera primero.

Jamás imaginarios que esa pequeña niña con apariencia de angel no fuera más que un lobito disfrazado de oveja. Su plan de batalla consistía en tres pasos:

1°. Seducir:
Toda mujer tiene un punto débil, y ellos tenían la trampa perfecta. Atraer a la presa con los encantos de papá o la dulzura de Candace (dependiendo del enemigo) mientras uno distraía a la niñera, el otro escondería una rana muerta.

Lo malo, era que si funcionaba y si el primer paso no lograba auyentar o alejar a la niñera siempre estaba la "vieja y confiable"

2°. Bromas "Inocentes":
En estos casos es muy util conocer los miedos del enemigo, por eso siempre es Bienvenida la idea de anticiparse a todo problema incluyendo en el currículum para las candidatas la pregunta : "¿miedos o fobias?" .
Para que funcionara la trampa deberían esconderse en algún rincón de la casa mientras que asustaban a la intrusa de distintas maneras sin que "La señora de la casa" -- lo notara.
Advertencia: Poner en práctica el paso con cuidado

Claro que este paso traía consecuencias, en el mejor de los casos las muchachas se iban creyendo que tenían esquizofrenia, y en el peor... Bueno, solo esperabas que la coquetería con la que se había desenbuelto Denisse fuera suficiente para evitar que la muchacha los demandara por los traumas y el shock obtenidos.

3°. Lástima:
En caso de escepticismo ante el paso dos, el poder del sentimentalismo femenino era la última y más confiable opción.
Primero necesitaban distraerte, generalmente la mejor opción era entrar a la cocina -en el caso de Denisse-, o tirar cualquier cosa a su paso -en el caso de Candy- para así culpar a Denisse. Cuando la distracciónya estaba completa, la persona que no estuviera distrayendote hablaría con la niñera en una sutil y emotiva charla sentimental, alegando la tristeza y soledad que vivían.

El resultado era simpre el mismo, la niñera llorando mientras abandonaba el trabajo con la frase:

"Señorita, le recomiendo Disminuir su trabajo y acompañar a sus niños, aún está a tiempo de cuidarlos"

-KyT-

Sorprendentemente el muchacho parecía más confiable de lo que imaginarias. Él, al igual que tu, era un estudiante universitario.

Con 24 años cursaba su último año en la carrera de medicina pero estaba algo corto de dinero, razón por la que necesitaba el trabajo. No solo tenía un buen currículum y referencias, sino que podía hablar Frances con fluidez -siendo el idioma que manejaba mejor la niña bilingüe- y había superado con éxito las pruebas impuestas por el duo.

-¿Puedes comenzar a trabajar a partir de mañana temprano?

La afirmativa del chico no se hizo esperar, con eso, solo faltaba charlar con los dos inquilinos para que no molestaran al lindo muchacho y buscar la ropa adecuada para tu cita.

-KyT-

Caminabas por el amplio departamento, ordenando algunas cosas o preparando la casa para el nuevo visitante, el nerviosismo recorría tu cuerpo por completo, por lo que no podías evitar mirarte en el gran espejo en la oficina de Denisse.

Faltaba media hora para que el niñero llegara y  treinta minutos más para que el avión de Kara aterrizara. Ese día, habías optado por usar la ropa que alguna vez Karamatsu te regaló, llevabas unos shorts de jean junto a unos botines negros estilo militar, la remera de Karamatsu con su cara impresa y su chaqueta negra combinada ¡Claro! Nunca olvidarías unos lentes negros para complementar el estilo de una Karamatsu Girl. Sin olvidar el collar que portaba su promesa, el anillo ¿Quien dice que las diseñadoras no podían darle un toque de moda al estilo de Kara?

Cuando el timbre de la entrada sonó, le comentaste al portero que ese el hombre que los visitaba vendría seguido y que siempre le permitiera la entrada.

Petter, era alguien bastante simple a primera vista, pero tenía ese "no se que" que lo volvía llamativo e incluso exotico. Ambos charlaron unos pocos minutos antes de que partieras al aeropuerto.

-¡Ah! Pett, hay helado en el refrigerador y un cajón de caramelos y snacks, puedes comer si gustas, pero no permitas que los niños coman si se portan mal, si te molestan puedes golpear a Denisse ¡No importa que sea mayor que tu! A el no lo consideres tu jefe

Sin más, corriste a tu destino, aún cuando sabías que estabas llegando con tiempo de anticipación.




-KyT-



Miraste el reloj por octava vez, apenas eran las 8:45 am y el avión no llegaría hasta las 9:00 am.  Quizas, lo mejor para ti hubiera sido no ir a recogerlo ¿Y si a el ya no le gustabas?

Un miedo torpe creció en ti mientras que anunciaban el aterrizaje del vuelo esperado.

Bastaron unos minutos más de inseguridad para sentir unas firmes manos en ti hombro, Karamatsu había llegado.

Con todo el valor que creías perdido, te aferraste al cuerpo contrario, su fuertes brazos te sostuvieron mientras el giraba sobre su propio eje en un largo y comodo abrazo. Al detenerse, el bajo su mirada para encontrar la tuya, ¡se veía más guapo que nunca!

Quizás le habías mostrado una expresión rara, porque el rió con ternura, con cuidado posó sus manos sobre tu cadera y contrario al resto de su cuerpo sus labios buscaron los tuyos con desesperación, con mayor experiencia a la antiguamente demostrada o, tal vez, con mayor confianza. Ambos se separaban para retomar sus respiraciones y comenzar un nuevo juego con sus labios. Tu, te abrazaste con fuerza a su cuello mientras que el te acercaba a su cuerpo sin soltar tu cintura, finalizando el encuentro con cortos besos para que sus labios no olvidaran la sensación de los contrarios.

-Hi...- susurro aún sin separarse por completo, sentiste tus piernas temblar y dulces mariposas ante la sensación de su respiración contra la tuya

-Hi...- le devolviste el gesto

Finalmente, después de un largo saludo silencioso las palabras empezaron a surgir, y sin temor a lo que cualquiera pensara de ustedes, ambos tomaron sus manos dirigiendose a un coffe shop cercano.


-KyT-


En tu estadía en Japón, Kara se había encargado de enseñarte las atracciones del país, siemdo el tu guía, pero hoy era tu turno de devolverle el favor y estaba seguro que el lo disfrutaría.

Primero alquilaron una moto que él se encargo de conducir para llevarlos al hermoso parque Griffith. Un lugar repleto de atracciones para todo el mundo que constaba desde campos de golf, un  zoológico, anfiteatro hasta un museo.

El primer lugar a visitar fue el anfiteatro Greek Theatre, un hermoso teatro al aire libre, perfecto para la exposición de bandas o recitales. Luego se dirigieron al zoológico, donde rieron ante la ocurrencia de los monos al fornicar en medio de su jaula. Cuando la tarde se hizo presente se dirigieron a un pequeño local se comida para continuar su conversación.

Sería mentira el no admitir que algunas miradas eran dirigidas a ustedes, quizas por la formas de vestir de ambos, o porque Karamatsu vestía extremadamente guapo, sin dejarle lujos a la imaginación de su ahora trabajado cuerpo. Pero el no le tomó importancia, sus ojos solo te buscaban a ti, y entre pequeños juegos y susurros buscaba la forma más disimulada posible de disminuir la poca distancia que aun existía. Rozando su nariz con la tuya para lograr una sonrisa y un sonrojo de tu parte, robandote pequeños besos cuando estabas distraida, cantando con fuerza la canción más absurda, romantica y tonta que podía conocer simplemente porque le encantaba tu sonrisa o, esas pocas ocaciones en las que Karamatsu te miraba directamente a los ojos y sin una pizca de miedo admitía que te quería. Si, el se estaba convirtiendo en un hombre.

Llegada la noche, caminaron al puesto más apartado posible de las personas que empezaban a llegar. Estaban con suerte, habían llegado a tiempo para el Festival de Luces anual, donde se mostrarían escenas de luces en todo el lugar, algo verdaderamente hermoso

-Millen, las cosas han mejorado bastante allá en Japon, hemos conseguido patrocinadores y más publico, pero... He obtenido una oferta bastante... Buena. -hablo Karamatsu, sujetando con mayor fuerza tu mano- Hajiko, el director de nuestro elenco, me ofreció tomar clases de actuación con un gran y reconocido actor que es amigo suyo, esto es una gran oportunidad ya que ese hombre podrá elevar mi carrera

Tenías miedo, miedo de lo que escucharias y él lo notó

-No te asustes princess, don't worry, deberé visitar al hombre una vez a la semana, por lo que también debere mudarme al centro de Tokyo para seguir con mi trabajo en el teatro. ¿Sabes que es lo mejor de todo esto? Que ese hombre vive en California, aquí. Así es princess, no te libraras de mi en un largo tiempo.

Te aferraste con fuerza a su cuerpo, querías que el siguiera y lograra sus sueños con la misma fuerza con la que tu peleabas por los tuyos, y ahora lo lograrían, juntos.

-Kara... -te separaste de el- ¿que pasará con tu familia?

-Ah... Mis padres ya lo saben, aunque a my brothers parece no importarles... Aún no se que hacer con ellos, me gustaría sentirme apoyado por ellos, aunque sea una vez.

-Ellos te aman... ¿Lo sabes?

-No lo creo Millen

-Tus hermanos, tu familia, yo...

-¿Tu?

El silencio reino, las palabras que ocultaste con tanto esmero en tu corazón estaban a punto de escapar de tus labios

-¿Millen?

-Olvidalo...- susurraste avergonzada

-I love you... Jet'aime... Anata ga suki desu... te amo...

-Eres un Idiota -reiste ante su sorpresa- un idiota al que también amo...

Si, porque el era el hombre más ridículamente adorable del mundo. Y eso, por absurdo que sonara, borraba todas las marcas de inseguridad y miedos en ti.

-¿Donde te ospedas Kara?- preguntaste una vez que llegaron a la entrada del departamento

-En un hotel no muy lejos de aqui...

-Podrías... Quedarte si gustas... No creo que a Denisse le moleste, además... -Antes de terminar, el hombre beso tu frente

-Goodnight, my beauty princess...

Un amor lento y tierno, un amor que apenas florecía con la belleza de un amanecer, ambos disfrutando cada avance -por mínimo que fuera- con ternura y emoción. Se aman, y eso es suficiente.


El amor más hermoso, es al que le damos tiempo de florecer.


Casi dos mil palabras, hasta ahora, el capítulo más largo que he escrito y creo que tambien el más diabético. Tanta friendzone tiene recompensa

Cuestionario Importante:

1.¿Que opinan ante la idea de una nueva pareja para Denisse? En el caso de que digan si ¿Hombre o Mujer?

2. ¿Que opinan del lemon? ¿Les gustaría qur haya?.

Estas son preguntas que si pudieran me gustaría conocer su respuesta, ya que estamos próximos al final de la novela.

Muchas Gracias

-Moeko Kagami

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