IV
-3, 2, 1... Sonrían- Anunció el fotógrafo antes de tomar la anual fotografía familiar.
La navidad estaba cerca y, como era costumbre, tu familia se preparaba para enviar las invitaciones personalizadas, con sus fotos, para la más esperada fiesta de la ciudad. Los Willson, habían sido una de las más poderosas y fuertes familias desde décadas, y no causaba sorpresa que organizaran las mejores fiestas, todos los conocían por no solamente ser los mejores jefes y empresarios, si no por tener los mejores hijos y ser grandes padres, desgraciadamente esas solo eran suposiciones ajenas. Tus ojos habían visto más de lo que una niña debería conocer, y habías sufrido lo suficiente como para saber que tu vida no era perfecta.
Al otro día, mientras hacían las compras navideñas, por primera vez deseaste algo con el corazón; un vestido azul que habías visto mientras paseabas con tus hermanas mayores. No tardaste en rogarle a tu madre para que te lo comprara hasta que, finalmente, cansada de tus constantes súplicas y notando que sus escusas: "El azul es para los niños y el rosa para las niñas", te lo compro.
Ese vestido se había convertido en tu tesoro más preciado, no te importaba que el largo no fuera el correcto Amabas las noches solitarias en las cuales te lo probabas y jugabas olvidando los problemas en casa.
-Esta noche es mi gran baile, hoy bailare hasta el amanecer y obtendré muchos amigos y amigas. Hoy papá no se esconderá y jugara a las cosquillas con alguien que no sea mamá, hoy mamá no tomara en la cocina, hoy J (/Jei/) no jugara con polvo. Hoy seré feliz.- Te repetías mientras bailabas alrededor de tu cuarto, lamentabas que tus padres no los dejaran salir afuera obligándolos a la educación en casa.
- ¡Atentos!- grito mamá- hoy es nuestra gran cena, ya saben que hacer sonrían, tranquilos, ninguno debe hablar de más, deben ser... PERFECTOS.
-Si, madre- respondieron al unisono los cuatro, a pesar de las edades estaban acostumbrados a su trato
Sin embargo, esta noche nada te desanimaría, finalmente usarías tu vestido ¡no podías esperar! Al comenzar la fiesta tu madre los presento a los cuatro, pero la sorpresa se reflejo en todos los invitados al notar tu vestido.
Nadie dijo nada, ni siquiera tu madre, hasta que el evento finalizó.
-Ese vestido...- tu madre te llamó- ese vestido fue comprado para acallar tus caprichos ¡¿Cuantas veces debo decírtelo?! ¡¿Porque nunca me obedeces!? - acto seguido empezó a golpearte, sin precaución de dejarte marcas visibles, tu llanto lleno la habitación, mientras gritabas por ayuda de alguno de tus hermanos o padre pero la respuesta nunca seria como la esperabas y ,Como era costumbre, tu padre se fue de la casa apenas diciendo unos murmullos incomprensibles, tu hermano de solo 15 años se encerró en su habitación, seguido por las dos hijas mayores (de 13 y 12 años), quienes se encerraron juntas, seguramente para esas continuas reuniones privadas a las que nunca estabas invitada.
Pasaron varios años, y ya no eras esa pequeña de solo seis años. Estabas contenta, pues tu padre te había regalado un hermoso collar azul. Al mostrárselo a tu madre, ella lo rompió y te golpeo Recordándote lo terrible que eras con ella.
Azul, azul, azul no entendías porque siempre explotaba con ese color, haciéndote pagar a ti.
Un gran rencor se fue formando en tu corazón, la odiabas, pero tu mundo mejoró al conocerlo a el, un hombre que seria tu nuevo tutor, desgraciada fue tu suerte al saber que tu padre lo corrió sin darte explicaciones, dejando secuelas grandes en tu madre quien aumento su maltrato hacia ti.
Al cumplir 15 años te harían una fiesta, y te habías preparado por completo. Aquella tarde saliste por primera vez de tu casa sola.
La hora había llegado y todos se sorprendieron al ver bajar a la quinceañera, unos tacones negros, tu cabello ondulado con nuevos reflejos azules que combinaban con tus ojos y vestido. Estabas orgullosa, pero no lograbas entender si era por el vestido que habías diseñado y creado, o porque estabas desobedeciendo a tu madre.
La musica paró y todos miraron aquella cachetada proveniente de tu madre.
-Te odio- susurro antes de salir del lugar
Y ahora lo entendías, era obvia la razón en ese momento. Tus ojos eran la razón de todo, eran los mismos ojos que los de tus padre, y eras la única que los poseía.
¡Azules! ¿porque tenias que heredar ese color de ojos? ¿Hubiera sido distinto todo si no fueran así? Odiabas el azul, pero lo odiabas por amarlo.
Lágrimas bajaron por tus mejillas y te abrazaste ocultando tu rostro.
-solo soy un estorbo- sollozaste - nadie me necesita
-yo si- dijo el mientras te abrazaba dulce y cálido
De repente la oscuridad en tu corazón había desaparecido, solo eras tu y el, Karamatsu, usando su tan común buzo. Sus labios tomaron los tuyos con exigencia y amor.
-Creo... Que he enamorado de ti- le dijiste
-KyT-
Abriste tus ojos con pesadez, UN SUEÑO. Miraste tu reloj, notando que tenias tiempo antes de ingresar a tu trabajo. Tomaste tus labios con tímida delicadeza y lo llamaste. Se había sentido tan real... Algunas escenas llegaron a tu mente recordando el día anterior.
Era verdad, habías conocido a dos de sus hermanos. Recordabas como te alzo como una bolsa de papas y salio corriendo para decirte que este mismo día te explicaría todo y te los presentaría.
Las cicatrices del pasado no deben afectar nuestras diversiones del futuro.
¡Hola! Antes de comenzar el discurso que la mayoría ignorara😅 debo agradecer a por sus hermosos comentarios!! :
@kayako-chan
@pandathemagic
@-zxley
@telefononuevo
@Nathy
Que comentan en cada capítulo!
¡Gracias por todo!
Para este capítulo me gustaría recomendarles esta canción:
Dollhouse de Melanie Martinez
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top