Anthony: ¡¿Quién eres?!

???: Soy Niffty, la chica de la limpieza. Y tú debes ser Ángel.

Anthony: En realidad soy Anthony.

Niffty: ¿Anthony? Pero si oí detrás de la puerta que tu nombre era Ángel.

Anthony: Mi nombre es Anthony, pero no me molesta que me digan Ángel.

Niffty: Hm... ¡Entiendo! Debo preguntar nuevamente: ¿Tienes rímmel?

Anthony: Sí, tengo. ¿Quieres arreglarte el maquillaje?

Niffty: Exactamente.

Anthony: Dame un minuto...

Dijo el chico mientras buscaba en su pequeño bolso.

Anthony: Y... ¡Aquí está!

Niffty: Gracias.

Anthony: ¿Necesitas un espejo?

Niffty: Nop, así estoy bien.

Anthony: Ok... Oye, Niffty.

Niffty: ¿Si?

Anthony: ¿Sabes dónde queda la oficina de la directora Charlie?

Niffty: Toma el ascensor hasta el segundo piso y cruza por el pasillo a la izquierda, la oficina de la señorita Charlie está en la última puerta a la derecha.

Anthony: Gracias.

Niffty: No, gracias a tí.

La pelirroja le devolvió el rímmel al contrario.

El de ojos heterocromáticos se dió la vuelta e iba a comenzar a emprender su camino a la oficina hasta que una idea se cruzó por su cabeza.

Anthony: ¿Me pasas tu número? Así podríamos hablar y conocerno-

No había nadie a sus espaldas.

Anthony: ¿Pero qué...?

Dijo espantado, para luego, en unos instantes, decir para sí mismo despreocupadamente:

Anthony: Meh, seguro volvió a su trabajo, le pediré su número luego.

Caminó al ascensor y tocó el botón de la planta baja.

Una vez que el ascensor llegó a la planta baja, el de pecas entró, y, una vez dentro, se encontró con una sonrisa anormalmente grande frente a él.

Anthony: ...¿Hola?

No obtuvo respuesta de la persona quien, por cierto, tenía una gran altura y tarareaba una melodía extraña.

Un tanto temeroso por el tarareante hombre sonriente, se dirigió al panel del ascensor y presionó el botón que lo conduciría al segundo piso.

Anthony: ¿Si sabes que es descortés no responder a un saludo?

???: ...

Nada.

Luego de unos instantes, finalmente y, por primera vez, el de gran altura habló atropellando las palabras.

???: ¡Por supuesto que lo sé! ¡Hasta tu lo sabes, ex-recepcionista de cuarta!

Anthony: ¿Cómo mierda sabes que fuí recepcionista?

Alabado sea Ángel, que entiende hasta las frases más atropelladas al menos porque bebió tres cafés esta mañana para quedarse despierto.

???: ¡Hoho! ¡Ese lenguaje, Dulzura! ¡Y pues eso, hm, se te nota que hiciste un mal trabajo en el pasado, creo que en una recepción cualquiera de algún hotel barato, posiblemente insultando de más a los ricos con amantes extravagantes! ¿O me equivoco?

Anthony: Estás... Muy en lo cierto. ¿Cómo lo supiste? Porque dudo que sea porque se me note todo eso.

???: Tengo un don.

Anthony: ¿Un don? ¿Qué tipo de don?

???: ¿Conoces el dicho "Los ojos son las ventanas del Alma"? Pues yo puedo ver a través de esas ventanas, literalmente.

Anthony: Pfff no te creo.

???: ¿No me crees? ¿Qué te parece si te digo algo sobre mi persona?

Anthony: Escúpelo.

???: ¡Husk!

Anthony: ¿Qué?

Husk: ¡Soy Husk! ¡Un placer conocerte!

Anthony: Algo en tí me da mala espina justo ahora... ¿Cómo sé que no me estás mintiendo?

Husk: Vélo por ti mismo.

Mostró su gafete de enfermero.

Anthony: Mm... Por ahora te creo. Soy Anthony... O Ángel, como quieras.

Husk: Prefiero decirte Chocolate con Naranja.

Anthony se sonrojó.

Anthony: ¿Y eso por qué?

Husk: Tus ojos. Uno es color chocolate y otro es de un tono parecido al naranja... ¿O prefieres que lo cambie?

Anthony: ¡NO! Digo- No. Así está bien... Sonrisas.

Husk: Hm... No me molesta ese apodo en absoluto.
Oye.

Anthony: ¿Qué pasó?

Husk: Ya llegamos al segundo piso.

Anthony: ¿En serio?

Miró el panel del ascensor, el cual indicaba que ya habían llegado al segundo piso.

Anthony: Wow, no me había dado cuenta.
Bueno, nos vemos luego, supongo...

Husk: Hasta luego, Naranja con Chocolate.

El rubio salió del ascensor y sacudió levemente una de sus manos para despedirse del contrario, quien correspondía con una sonrisa mientras se colocaba unos pequeños anteojos redondos.

El de tez blanca se dió la vuelta en lo que el ascensor se cerraba para cada uno comenzar a emprender su camino. Hasta que...

???: ¡QUE ALGUIEN DETENGA EL ASCENSOR EN DONDE SE ESCONDE EL CABRÓN HIJO DE PERRA!

[...]

Anthony: Entonces, Charlie y Vagina... ¿El tal Husk no existía y solo era Alpastor actuando como si fuera un enfermero para irse de aquí?

Charlie: Es Vaggie-

Vagatha: AJEM* Se dice Vagatha.

Charlie: Y el paciente que se hizo pasar por enfermero se llama Alastor. A-l-a-s-t-o-r

Anthony: Al... Alastor.

Vagatha: Exacto.
Y en cuanto a Husk, él si existe.
Está en la enfermería después del golpe que ese malparido le dió...

Charlie: Vaggie, cálmate.
Dime, Ángel: ¿Qué estabas haciendo antes de lo de Alastor?

Anthony: Bueno... Hablaba con la chica de la limpieza, Niffty creo que había dicho que se llamaba.

Vagatha abrió los ojos como platos.

Vagatha: ... ¿Cómo... Dijiste?

Preguntó la latina desconcertada.

Anthony: Dije que estaba hablando con Niffty, la chica de la limpieza.
¿Por q-?

Vagatha: Niffty... Era la chica de la limpieza de este hospital, además de la pareja de uno de los pacientes, Baxter, si mal no recuerdo. Ella tenía una obsesión por la limpieza y era muy fantasiosa.

Anthony: ¿Y eso qué tiene de malo? TODOS somos un tanto fantasiosos.

Vagatha: No me digas que de todo lo que dije sólo escuchaste eso.
Agh, no importa, seguiré hablando. El problema o "lo que tiene de malo" como le dices tú, es que Niffty...

La pelicastaña miró a su novia, quien le había puesto una mano en el hombro para que ella pudiera dar la parte más arrolladora de toda la información.

Vagatha asintió.

Charlie: El asunto es que Niffty... Falleció hace tres meses y medio.

Anthony: Jajaja, no lo creo.
¿Por qué, si falleció hace tres meses, hablé con ella?

El chico rubio siguió riendo hasta que notó el rostro serio de la tuerta y la cara preocupada de la rubia.

Anthony: Entonces, lo que están diciendo es que... Últimamente he estado hablando con un fantasma.

Vagatha: Eso mismo.