Parte IV
-¿Anne?-habló de nuevo la voz del otro lado del aparato.
-Sí. ¿Luke?
-Sí-rió un poco.-¿Sorprendida?
-¿Cómo conseguiste mi número?
-Lucy.
Solo ese nombre bastó para querer ahorcarla. Aunque probablemente no fuera todo su culpa, tal vez Luke había hecho algo para que se lo diera.
-De seguro lo hizo...-susurró.
-¿Perdón?
-Nada.
Luke volvió a reír.
-Quiero preguntarte algo Anne.
-¿Qué cosa?-se puso nerviosa ante esa frase. De nuevo, casi tira el cubierto.
-¿Te gustó hacer amigos?
Ella se impresionó por la pregunta. Se quedó pensando 3 segundos, segundos que parecían eternos para ella. Reaccionó rápidamente.
-Sí, por alguna razón si me gustó.
Luke sonrió por el otro lado de la linea.
-Qué bueno, ¿ves como no es complicado?
-¿Eres experto en eso?-ya había tomado un poco mas de confianza hacia él pero no podía dejar de lado su tono frío por el momento.
-Un poco.-contestó amable.-¿Por qué haces eso?
-¿Hacer qué?
-Eso. Usar ese tono frío y cruel, ¿por qué lo haces?
-Por... es... es más fácil así.
-¿Por qué?
-Porque...-se paró, fue a la sala sentándose en el sillón y después acostándose viendo hacia el techo.-Así no me lastiman.
-Y prefieres lastimar que salir lastimada.-dijo Luke comprendiendo sus palabras a la perfección.
-Sí.
-A veces es malo ser así.
-¿Por qué?
-Podrías sentirte sola todo el tiempo.
Eso la hizo pensar. Si había veces en que se sentía sola, desamparada, sin nada. Pero siempre que se burlaban de ella recordaba porque había elegido ser así, no soportaba que la humillaran cada vez que podían, y solo por sus ojos de diferente color.
-Conmigo puedes hablar si lo deseas, cuando te sientas sola.
Anette sonrió. Le gustó que él dijera eso, le había tomado confianza pero iba a ser difícil tratarlo como a un mejor amigo cuando ella nunca tuvo uno en su vida.
-Gracias... Luke.
-De nada, Anne.
Ambos colgaron. Esa llamada había sido de imprevisto, algo totalmente extraño. Nunca había recibido ese tipo de llamadas, era algo nuevo pero interesante.
-Tal vez sea bueno tener amigos...-susurró para si misma y cayó dormida en el sillón.
***
Al colgar el aparato sonrió. Ella todavía era tímida, él se encargaría de que eso cambiara al igual que su confianza creciera.
-¿Luke?-dijo la pequeña niña de 6 años entrando por la puerta de la habitación de su hermano. Entró por completo con una sonrisa.
-¿Qué pasó Lizzie?-le dijo su hermano con una sonrisa sentándose en la cama.
-¿Me peinas?
-Claro pequeña, ven.
La pequeña sonrió y fue corriendo hacia la cama sentándose de un brinco. Luke sonrió sentándose en el centro de la cama junto con Lizzie.
-¿Qué quieres que te haga?
-No lo sé...-meditó un poco para luego sonreír.-Trenzas.
-¿Cuántas?
-Dos.
-Hecho.
Luke empezó a peinar el hermoso cabello negro de su hermana. No lo obligaban, no, a él en verdad le encantaba peinar a su hermana al igual que atenderla y cuidarla.
-Luke.
-¿Hmnm...?
-Tengo hambre.
-Listo.-dijo una vez terminado el peinado. Ella se tocó el cabello y volteó a verlo con una sonrisa agradecida y alegre.-Vamos, te prepararé algo.
La niña sonrió tomando su mano para ayudarlo a parar, salieron de la habitación y entraron a la cocina. Luke sacó varias cosas para hacerle algo de comer a su pequeña. Hizo unos hot-cakes, los puso en un plato y se los llevó a Lizzie.
-Aquí esta. No es por presumir pero huelen excelente.
-Es cierto.-rió Lizzie.-Come conmigo.
Él asintió yendo por su propio plato y fue a sentarse con ella para comer juntos. Se sentaron en el sofá, prendieron la tele y se dispusieron a comer. La puerta se abrió.
-¿Ya están cenando?-dijo una voz delicada y aguda.
-Sí.-dijo Luke volteando.-¿Por qué tardaste tanto?
-Perdón ¿si?-contestó en un tono arrogante. Dejó sus cosas en su lugar y lo vio con brazos cruzados.-Pareces un guardia que un hermano.
-No me hables así Alex. Solo me preocupas.-se paró yendo hacia ella.-No puedo dejar que le hagan algo a mi hermanita.-revolvió los cabellos de ella.
-Hermana.-quitó su mano.-Hermanita ella.-dijo sonriendo señalando a Lizzie que los veía divertida.-Me iré a cambiar.
La chica subió a su habitación y él fue a servir otro plato mas.
Así es, tenía dos hermanas. Él era el mayor de todos con 18 años, luego seguía Alexandra o Alex con 15 años y la menor de los tres Lizzie con 6 años. Los tres eran muy unidos y se querían demasiado, aunque al pasar los años Luke tenía que cuidar demasiado de Alex.
Ella era un tanto rebelde pero controlada. Con piel blanca y ojos al igual que los de él, con su cabello pintado de azul con morado llamaba mucho la atención. Era muy parecida a él pero a la vez diferente que sus personalidades chocaban de vez en cuando, no por decir demasiado.
-Listo.-anunció Alex su llegada.-¡Pero que linda quedaste Lizzie! Te ves muy linda.
-Gracias, Luke me peinó.
-¡¿Enserio?!-volteó a ver a Luke.-Ya has mejorado, antes eras un desastre.
-No te burles.-dijo Luke llegando.-Toma asiento, comamos.
Después de comer y bromear un rato las chicas se fueron a dormir mientras Luke de quedaba a lavar los platos y recoger todo. Terminó como alrededor de las 11:30 pm. Así que se fue a dormir.
***
Al día siguiente Anette salió a caminar un rato para distraerse de todo un poco por un momento. Su madre se había ido a trabajar ese día y ella no tenía escuela por se Sábado así que lo iba a disfrutar.
-¡Oh Anette!-gritó Lucy llegando junto a ella.
-¿Lucy? ¿Qué... Qué haces aquí?
-Voy camino a la casa de Luke a darle esto.-dijo mostrándole unos papeles.-Es nuestro trabajo de historia y a él le toca hacer la presentación, lo necesita para engargolar y cosas así. ¿Me acompañas?
Anette se quedó sin habla. Sus ojos estaban muy abiertos por la gran sorpresa que tenía en ese momento, además de que se le formó un pequeño sonrojo.
-No creo que sea bueno que yo valla...-trató de zafarse de la situación sin éxito.
-Anda vamos, te hará bien conocer donde queda su casa por si hay alguna emergencia.
No pudo contestar nada cuando Lucy ya la llevaba por el brazo. El camino era fácil de recordar y de llegar también. Pararon en una casa mas o menos grande, negra, con un jardín precioso. Anette se quedó admirando aquella construcción, se notaba que tenía una buena posición económica.
-¿Esta linda verdad?-habló Lucy sacándola de sus pensamientos.
-Sí...
-Vamos.
La jaló a la entrada y tocó el timbre. Al cabo de unos segundos se abre la puerta, ahí estaba Luke con unos pantalones de mezclilla y una playera de rayas blanca y azul con unos lentes de varillas negras adornando su rostro. Estaba muy guapo a pesar de vestir casual. Se sorprendió de que Anette estuviera acompañando a Lucy.
-¿Qué...-se aclaró la garganta.-...Qué hacen aquí?
-Vine a dejarte esto tonto.-dijo Lucy mostrándole los papeles.
-Oh si, perdón.-dijo Luke riendo nervioso por la presencia de Anette.-Pasen.
Se hizo a un lado dejándolas pasar. Lucy entró como sin nada mientras que Anette lo miraba tímida.
-Adelante.-le dijo sonriendo. Ella asintió y paso.-Siéntense.
Ambas se sentaron en el sofá. El lugar estaba arreglado y limpio, pensaba que iba a estar un poco desordenado pero no fue así.
-Toma.-dijo Lucy extendiéndole el trabajo.-Ya está completo, tuve que corretear a Bryan para que me diera su parte pero al fin está listo.
-Ya se me hacía raro que lo tuvieras tan pronto. Casi siempre me lo das a última hora.
-¡Cállate!-le dio un golpe en la cabeza.-Bueno te dejo, debo de ir a ayudarle a mi mamá con el trabajo.
-¿Qué toca hoy?
-Mensajera. ¡Nos vemos!-sonrió y se fue de la casa a paso veloz.
Anette se sentía incomoda estando ahí sola con él. Jugueteaba con sus manos mientras observaba a Luke revisando el trabajo.
-Creo que yo también me voy.-dijo parándose. Luke dejó de inmediato el trabajo a un lado.
-Oh, si no te preocupes. Gracias por venir, aunque creo que fuiste obligada a hacerlo.
-Sí pero me agrado ver tu casa. Me voy.
Antes de que él pudiera abrirle la puerta una hermosa vocecita los interrumpió.
-¿Quién eres?-preguntó Lizzie viendo a Anette con curiosidad.
-Es una amiga pequeña.-le dijo Luke con una sonrisa.
-Oh...-la volteó a ver.-Eres bonita.
-Gra... gracias.-dijo Anette sonriendo.
-¿Quieres quedarte?-eso exaltó a los dos adolescentes.-Mi hermano hará de comer, ¿te gustaría quedarte?
-Lizzie, creo que Anne tiene cosas que hacer.
-Oh...-miró al piso triste.-¿No puedes?
Anette sintió tristeza al ver a la niña decepcionada, vio a Luke que la veía con una expresión de "lo siento".
-Tal vez pueda quedarme... un momento.
-¡Si!-dijo Lizzie con una sonrisa triunfante.-¡Pasa, pasa!
La niña fue a la parte de arriba buscando a su hermana. Anette y Luke entraron a la cocina.
-Perdón por eso, ella siempre hace esa cara para salirse con la suya.
-Está bien.-hizo una pequeña pausa. Ese el momento de saber de él, ahora su curiosidad hacia Luke Roberts había despertado.
-¿Pasa algo?-le preguntó con curiosidad. Ella lo vio sonrojada y sorprendida. Él rió.-Si quieres preguntar algo solo haslo.
-Em... Nunca pensé que tuvieras una hermana menor. Pensé... que eras hijo único.
-¿Enserio?-rió.-¿Qué te hizo pensar eso?
-Tu actitud.
-Pues...-volvió a reír.-No soy hijo único. Tengo dos hermanas.
-¿Dos?-dijo ella sorprendida.
-Sí. Yo soy el mayor. Lizzie es la menor y falta Alex.
-¿Alex?
-Alexandra, pero le decimos Alex de cariño.
-Oh...-lo vio de nuevo.-¿Necesitas lentes?
-Sí. Mi vista no es muy buena, usualmente uso lentes de contacto pero en casa uso los normales.
-Te ves bien.
-Gracias.-sonrió. Le agradó que le dijera eso, mucho.
-¿Sabes cocinar?-dijo cuando se puso al lado de él cuando estaba picando unas verduras.
-Sí. Aquí yo hago todo. Cocino, limpio, lavo, plancho, ayudo con la tarea, etc.
-¿Y tu mamá?
La mirada de Luke entristeció. Bajó el cuchillo poniendo sus manos en la barra bajando la cabeza. Anette supo que tocó un tema que no debió de haber tocado.
-Lo siento... creo... que dije algo malo... lo siento...
-No.-dijo él firme. La volteó a ver.-No te disculpes.-hizo una pausa mirándola a los ojos.-Mis padres fallecieron en un accidente hace dos años. Desde entonces yo me he hecho cargo de mis hermanas.
Anette lo miró con tristeza, se acercó a él y lo abrazó. Él se sorprendió por su abrazó, correspondió al abrazo. Sintió una calidez recorrer su pecho, unas lágrimas salieron por sus ojos escondiendo su rostro en el cabello de ella.
-Eres una gran persona, muy diferente a como yo creía. Cuidar tu solo a tus hermanas y aparte atender la casa se requiere fuerza y valor. Sé que no te ayudará lo que te voy a decir, pero tus padres están en un lugar mejor y los están observando salir adelante juntos. Apuesto a que están orgullos de ustedes, lo están de seguro.
Lo miró con ojos llorosos. Él sonrió y limpió con su pulgar una lágrima que amenazaba con salir. La volvió a abrazar.
-Si me ayuda, me ayuda mucho. Gracias por darme tu apoyo aunque no me consideres una persona que no vale la pena.
-Si lo vales, ahora si.
Ambos sonrieron. Se separaron y se vieron con una sonrisa.
-Gracias. ¿Comemos?
Ella asintió. Le ayudó a terminar la comida y sirvieron. Fueron a la mesa poniendo todo para poder empezar a comer. Lizzie bajó junto con Alex, al ver a Anette se cruzó de brazos viéndola con desaprobación.
-¿Quién eres tú?-dijo Alex con arrogancia viéndola de arriba a abajo.
-Soy... Anette Collins, amiga de... Luke.-le contestó a la peli azul con miedo de decir algo incorrecto.
-¿Y qué haces aquí?-empezó con su interrogatorio.
-Yo...
-Viene a ayudarme con un trabajo.-interrumpió Luke mirando a su hermana.-Tratala bien que no es cualquier persona que puedas chantajear.
-Está bien, pero sólo porque tú me lo pides. No porque me nazca hacerlo.
-Gracias. Ahora sientense.
Los cuatro se sentaron y empezaron a comer. Anette se sentía incómoda, preocupada por hacer algo mal que pueda empeorar la situación en la que se encontraba con Alex. Luke de vez en cuando la veía y le hacía señas de que todo estaba bien, que fuera ella misma.
Lizzie se le quedó viendo a Anette detenidamente. Ella se dio cuenta de su mirada, así que la volteó a ver.
-¿Pasa algo?-preguntó ella al ver el asombro en el rostro de la pequeña.
-¡Tus ojos!-se hincó en la silla, así quedo cerca del rostro de ella viendo mejor sus ojos.-Los tienes diferente.
Alex levantó la mirada al escuchar eso.
-¿Cómo que diferentes Lizzie?-preguntó con curiosidad y una media sonrisa.
-¡Si!-la vio.-Tiene uno café y otro azul.
-¡¿Enserio?!-dijo Alex parándose de su silla para ir a verla. Llegó hasta ella y vio sus ojos, efectivamente tenía diferente color en sus ojos. Sonrió. Había escuchado que había personas así y se había fascinado con el tema. Ahora que los veía más de cerca le gustaron aún mas.-¡Es cierto!
-Perdón, pero es extraño mejor...
-¡No!-dijo Lizzie.-¡Me gustan!
-¿Enserio?
-¡Si!
-Sí, son geniales tus ojos.-dijo esta vez Alex con una sonrisa.-Uno casi puede parecer rojo y el otro negro. ¡Son increíbles! Luke...-vio a su hermano.-¿Es ella de la que nos contaste?
Anette lo volteó a ver sorprendida.
-Sí, es ella.
-¡Por fin te conocemos!-exclamaron ambas.
Anette sonrió.
Ella y Luke estaban en la cocina terminando de recoger las cosas. Luke la volteó a ver.
-¿Qué te parecieron mis hermanas?
-Son lindas. Creo que le agrade a Alex.
-Sí. Eres a la primera persona que le sonríe aparte de a Lizzie y a mi.
-Les gustaron mis ojos.-sonrió al recordar la expresión de admiración de ambas chicas.
-¿Cómo no hacerlo? Son hermosos.
-Son una mutación.
-Sí lo son.-ella lo vio triste.-Una mutación genética genial y asombrosa, es única y especial.
Ella sonrió ante sus palabras. Cada vez la sorprendía y agradaba mas. Él le sonrió.
-Ya no lo haces.
-¿Qué cosa?
-Hablar fría y distante conmigo, tampoco con timidez. Eso me alegra.
-Creo que... te ganaste una oportunidad de que no lo haga.
-Eso me agrada.
Ambos se vieron y sonrieron. Una nueva amistad había nacido, una fuerte y gran amistad.
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