∆ Aclaraciones y Advertencias : Este one-shot esta inspirado en el pasado de un personaje animé

∆(N/h) querrá decir: Nombre de tu hijo∆

∆Contenido yandere ∆

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(N/h) siempre supo que algo andaba mal con su familia, sobre todo con su madre _______.

Sus más vivos recuerdos de infancia veía a su madre sonreírle con dulzura y afecto, dándole amor y jugando con el. Todo era perfecto hasta que su padre aparecía.

No entendía porque su madre borraba su sonrisa una vez que el Rey de las espinas se unía a ellos para pasar un momento familiar ¿No era lo que todas las familias hacían? ¿No era normal? Entonces ¿Por qué su madre parecía triste y asustada cuando el estaba cerca?

Era solo un niño, tampoco pudo hacer mucho, el amaba a sus padres a pesar del extraño comportamiento de ambos.

Todo cambio un día de invierno, su estación favorita que fue arruinada y aún no encontraba al culpable.

Los rayos y truenos de esa noche eran demasiado ruidosos, pero no más que los gritos de sus padres. No sabía cómo pero pudo escabullirse de su tutor de mechas rosadas y se acercó a la habitación de sus padres pegando su oído a la puerta.

-"¡¡ES MI HIJO, NO PUEDES QUITARMELO!!"

-"Puedo y lo haré, estoy cansado de tu comportamiento tan rebelde, volverás a verlo cuando aprendas a amarme y aceptar que eres mí reina-"

-"¡PREFIERO ESTAR MUERTA!...¡P-Por favor Malleus! E-Es mí hijo..!"

-"... También es el mío"

¿Por qué estaban peleando? ¿Era su culpa? ¿Hizo algo que no les gustó? ¿Por qué mamá estaba llorando?

-"No deberías estar escuchando conversación ajenas pequeño (N/h) nfu~"

Y esa fue la última vez que volvió a jugar con su madre.

El resto de su infancia tuve que verla en el patio del castillo, estando ella sentada en la ventana de la torre más alta, ella siempre estaba ahí observando con su belleza intacta sin ninguna expresión más que de tristeza.

El pequeño niño solo podía llorar por las noches extrañando a su madre y siendo consolado por su maestro Lilia y de vez en cuando su padre.
Siempre le preguntaba a su padre el por que de todo esto y la respuesta siempre era la misma.

-"Lo hago por su bien, amo a tu madre y se lo que es mejor para ella, no te preocupes, algún día volverá a jugar contigo"

Por una parte esas palabras lo calmaban y confundían al mismo tiempo ¿Que había echo su madre para merecer ese castigó?

Y así paso su infancia hasta llegar a la edad de 17 años.

Ya no era un niño, se parecía mucho a su padre pero tenía facciones y rasgos de su madre, un muchacho con mucha inteligencia y poder, como se esperaría del heredero del valle de las espinas.
Se sentía feliz de enorgullecer a su padre, aunque la sonrisa que más extrañaba era la de si progenitora que aún seguía en esa vieja torre.

Nunca dejo de visitarla para traerle sus flores favoritas y mirarla desde arriba cuando nadie estaba vigilando o cuándo su padre no iba a visitarla cosa que rara vez pasaba.

Su belleza y juventud seguía intacta al igual que la de su padre lo cual era normal según su maestro, eran seres inmortales, aunque había algo dentro de el que cuestionaba muchas de sus palabras.
(N/h) jamás perdió la esperanza de poder entregarle esas flores a su progenitora personalmente
¿Hasta cuando duraría su "castigo"? ¿ Realmente había echo algo tan malo? ¿Por qué nadie le decía nada? ¡Ya era lo suficientemente mayo como para saber al menos algo de este extraño asunto!

Ya estaba muy cerca de heredar el trono y poder sacar a su madre de ahí pero simplemente la curiosidad era más grande y su paciencia muy pequeña, algo que sacó de sus padres.

Estaba decidido, esa misma noche entraría a la torre para saber la verdad, si su padre no le daba respuestas el buscaría las suyas.

-¡Joven príncipe! ¡¿A dónde cree que va a estás horas?!

-Ah~ Silver ¿No estaba dormido? Voy a entrenar.

-¿Y por qué las flores...?

(N/h) podía ser muy inteligente pero a veces se quedaba en blanco y tenía que pensar más rápido de lo normal para salir de apuros como en este caso.

-Son para... Una chica.

-...

-...

-E-Ejem, d-de todas formas eso no justifica que está intentando escapar del castillo, está bajo mí protección esta noche y-

-¡Por favor Silver! Recuerdo que el maestro Lilia me contaba historias de como te escapabas de el para ver a la que hoy en día es tu esposa ¿O me equivocó? Solo cubreme está noche ¡Solo eso te pido!

Silver le tenía un gran cariño al niño, y era verdad lo que decía, el también fue joven y entendía sus deseos pero su lealtad hacía Malleus...

-Tienes cinco horas a partir de ahora, si no vuelves al horario cumplido yo mismo te buscaré.

-¡Gracias Silver! No te preocupes tanto, se cuidarme solo ¡Tu y Sebek me entrenaron bien! Suerte que tu me encontraste y no el...

-Ya, corre enamorado, tu dama te espera.

Ay Silver, si tan solo hubieras prestado más atención.

El adolescentes no perdió el tiempo llegando rápidamente a frente a la torre de su madre que era de esperarse, estaba sellada con magia.

-Que bueno que a papá tiene el sueño pesado...

El muchacho saco del ramo de flores una llave que por lo general siempre cargaba Malleus en su cuello, al joven príncipe no le costó nada quitársela. La única cosa que podía anular la magia de la torre sin tener que hacer tanto alboroto.
Puso la llave oscura pero pequeña en la cerradora dejando que de la puerta se escapar un chirrido bastante espeluznante. Su corazón se aceleró y le emoción y quosquillas se extendieron por todo su cuerpo, pero aún no era tiempo de emocionarse.

A paso acelerado subió las escaleras en espiral siendo guiado por las antorchas de flamas verdes que colgaban de la pared.
Ya llegando a la cima diviso que a la puerta que no le hacía falta cerradura sorprendente y el chico sin antes de empujarla le vino una pregunta a su mente.

¿Su madre aún lo recordaba?

El pensar que no le aterrorizaba, tanto esfuerzo para que al final no se acordará de el, pero es mejor arriesgarse a que quedarse de brazos cruzados viviendo con la duda.

Sin perder el tiempo abrió la puerta revelando una habitación bastante limpia con algunos muebles y una gran cama, donde reposaba _______.

-.... Mama.

Susurro el muchacho queriendo derramar sus lágrimas de emoción, pero decidió aguantarlo mientras caminaba con pasos lentos hasta la su cama para poder ver su rostro.

Levanto un poco las sábanas para verla mejor y efectivamente, era ella, tan hermosa y jovial como la recordaba. Su rostro tan tranquilo y sereno al dormir le provoco paz después de tantos años viéndola con una mirada vacía y con un rostro miserable.

-Mama, despierta, por favor, soy yo.... (T/h).

El chico movió un poco más a la mujer esperando respuestas y después de unos suaves llamados la mujer abrió sus ojos cansados que fueron abiertos abruptamente al ver al chico en el borde de su cama.

-...¿Hi-hijo?

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Nota: Ya tenía bastantes ganas de escribir algo yandere, aunque no fuera centrado en la pareja maldita, más bien en el resultado de esa pareja maldita. Le quise poner nombre a la cría de Malleus y ______ pero ninguno me gustó así que lo dejo así. Nos vemos en la segunda parte~

¿Que creen que pase?