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Maratón 2/?











Ese mismo día, diferente lugar.













Su relación retorcida, extraña y juzgada por muchos no terminaba de tener una etiqueta, siempre jugaban con eso y jamás se daban el tiempo de hablarlo y decidir.

Solamente hacían lo que querían, lo que sentían, lo que mejor se sentía para ambos.

—Gracias... —murmuró el omega recibiendo un plato humeante de sopa, sorbió su nariz, mirando a su primo tomar asiento a su lado.

Cuando SooBin no estaba en el club supervisando o en otros lugares haciendo negocios estaba en casa, y justo ahora lo estaba cuidando.

—No he dejado de vomitar todos estos días... Enserio me siento mal —se quejó dejando una mano en su frente, la nariz enrojecida y los ojos también, estaba engripado hasta más no poder y con las suficientes ganas de devolver la comida.

Comió poco a poco la sopa, concentrándose en no devolverla.

—¿Ya tomaste una ducha? —preguntó, el omega negó, SooBin suspiró— Cuando termines toma una... —murmuró mirando su teléfono.

YeonJun sólo sonrió de medio lado, comiendo en silencio, todos esos días había sido cuidado por el alfa y lo agradecía mucho, además...

Se sentía bien.

Se supone que su relación era solamente sexual, pero con el pasar del tiempo y con el pasar de los últimos meses, ambos se estaban dando cuenta que no querían más que sexo del otro.

Vivir juntos, compartir cama, compartir ropa y finanzas, estaban haciendo todo eso desde hace meses y se sentía bien, se sentían cómodos.

YeonJun poco a poco lo había ido admitiendo en su mente, le gustaba su primo, le gustaba verlo, le gustaba tocarlo y ser tocado por él, le gustaba oírlo hablar, le gustaba todo de él y no se hacía la idea de estar junto a otro alfa que no fuera él.

Tal vez SooBin no era el mejor partido, pero ese era el que le gustaba y así estaba bien para él.

Por otro lado, SooBin estaba en la etapa de la negación, sin entender como había sido tan distraído como para sentir algo más allá de gusto sexual hacia su primo, no le convenía, tampoco era algo que hubiera asimilado.

Cuando besaba a otro omega, no se sentía igual de bien, cuando tocaba a otro no se sentía igual de bien, y de una forma u otra su interés iba por completo a YeonJun.

A él no le importaba la salud de nadie, pero ahí estaba, ayudando al omega a levantarse para darse una ducha, y lo ayudó a bajar la fiebre noches atrás.

No era un vínculo familiar, no era cariño de familia, y lo sabía, aún así, estaba en negación.

—¿Qué hiciste en el club? —preguntó YeonJun, quitándose la playera, y las bermudas, sintiendo un escalofrío, tenía algo de fiebre.

SooBin se encargó de abrir el agua, colocando una temperatura natural.

—Nada interesante —mintió, recordando al extranjero que había besado, no lo había vuelto a llamar, no negaría lo bien que había sido pero tenía un omega que lo besaba mejor.

YeonJun entró a la ducha, abrazándose a sí mismo.

—Ten, estaré afuera —avisó el alfa dejando el jabón en sus manos, viendolo a los ojos a pesar de estar desnudo.

El omega negó con la cabeza.

—Q-quédate —pidió sintiendo su fiebre subir, el alfa se apoyó de la pared, cruzando los brazos, mirando la decoración del baño mientras el omega se duchaba.

En unos segundos, volteó a verlo, detallando sus muslos y parte de su abdomen.

—¿Subiste de peso? —preguntó, el omega lavó su cara, negando con la cabeza.

—No lo sé, supongo que sí —contestó, quitando el jabón de su cuerpo, se sentía débil y aún tenía frío.

SooBin se quedó en silencio tomando la toalla de baño para secarle el cabello antes de rodearlo, cargando al omega para llevarlo afuera.

Si subió de peso. Pensó al caminar, acostumbrado a cargarlo y sintiendo la diferencia rápidamente.

El otro solamente tiritó un poco, sintiendo al alfa vestirlo, la fiebre empezó a adueñarse de él.

—Carajo, necesitas un doctor —murmuró el alfa colocándole la ropa interior, así como un pantalón abrigado y una de sus propias playeras, le secó el cabello, moviéndose por la habitación para atenderlo, sintiendo que no era por obligación.

Enserio estaba preocupado, y sentía la necesidad de cuidarlo.

—Tienes cuarenta y uno de fiebre... —suspiró mirando el termómetro digital, YeonJun estaba acostado cubierto por la manta con un pañuelo en la frente, mirando al alfa.

—Dame un beso... —pidió con un murmullo, SooBin dejó el termómetro de lado, quitando el pañuelo para cambiarlo por otro húmedo.

—Llamaré al doctor de la familia —avisó, YeonJun frunció el ceño.

—Un beso... —insistió, SooBin suspiró, inclinándose a besar sus labios castamente, sintiendo la temperatura del omega, el aroma a limón muy bajo, indicando lo enfermo que estaba.

—¿Te duele la cabeza? —le preguntó, YeonJun alzó una mano, pasando su índice por la mejilla del alfa— Jun, ¿Te duele la cabeza? —preguntó de nuevo, mirándolo a los ojos en espera de una respuesta.

Te amo, SooBin... —murmuró, el alfa se quedó en silencio, sintiendo de nuevo como su pecho tenía un cosquilleo.

Suspiró quitando el pañuelo de la frente ajena, cambiando por otro.

—Estás diciendo disparates de la fiebre... —murmuró, el otro negó, insistiendo.

—No es... Fiebre... Enserio —insistió teniendo un escalofrío, SooBin asintió, peinando su cabello con suavidad.

—Está bien, Jun...

—¿Tú... No me amas? —preguntó, a pesar de que estaba negando que estaba así por la fiebre, verdaderamente estaba diciendo cosas sin pensar por la misma fiebre.

Aún así, esa conversación la debieron haber tenido hace mucho tiempo.

SooBin suspiró acariciando su cabello.

—Si... Te amo —afirmó, el otro negó con la cabeza.

—¿Me amas como primo o como  omega? —preguntó, mirándolo a los ojos, poco a poco la mirada la pesaba, la fiebre pasando de poco y relajando su cuerpo.

SooBin sólo lo observó por segundos, mirando como se quedaba dormido.

Suspiró dejando su cabeza en la cama, a un lado del omega.

Eso no estaba bien, para SooBin no lo estaba, tal vez tener sexo como algo casual era algo normal... Pero ser pareja ya era algo de otro nivel.

Pero no le agradaba la idea de YeonJun con otro alfa.

Estaba confundido, estaba pensando en demasiadas cosas, estaban pasando muchísimas cosas ahora en su vida como para pensar en eso.

Él es prioridad. Opinó su lobo en su cabeza, que muy poco hablaba y participaba.

SooBin suspiró, sabiendo que era así.

Cuidar a YeonJun era su mayor prioridad, protegerlo, tenerlo a la vista, cuidarlo en sus mejores y peores momentos, de los buenos y malos tipos, ese había sido su trabajo desde pequeños, pero con el tiempo se había vuelto una necesidad.

Algo que le gustaba hacer.

—No puedes insinuar nada de nosotros con ese viejo chismoso aquí, ¿Entiendes? —preguntó cuando YeonJun ya no tenía fiebre, el omega asintió aún acostado.

El doctor de la familia Choi era lo más confiable para SooBin en ese momento, y tal vez al inicio YeonJun insistió en no llamarlo pero su salud era importante para SooBin.

—Lo estás llamando porque no te conviene no tener sexo por mucho tiempo —acusó con una risa, SooBin rodó los ojos.

—¿Y qué si es así? —preguntó, ocultando sus verdaderas preocupaciones.

No era un hombre muy decidido, tampoco un hombre que tuviera la suficiente inteligencia emocional, no se preocupaba en pensar en eso, con hacer lo que se sintiera bien era suficiente.

Para él, con tener a YeonJun consigo era suficiente.

Le agradaba el aroma a limón, tal vez sus aromas no combinaran mucho, puesto que oler chocolate con limón no era lo más delicioso para alguien.

Aún así, cuando estaban durmiendo juntos y se abrazaban, cuando estaban teniendo sexo y sus aromas eran aún más potentes, se sentía bien se sentía divino, le gustaba el aroma.

No imaginaba su aroma mezclado con otro.

Suspiró abriendo la puerta al especialista que saludó y entró con confianza, con una mochila especial en dónde llevaba lo suficiente para un chequeo completo.

SooBin prefirió quedarse afuera sentado en el sillón, pensando una y otra vez en la situación. ¿Tal vez deberían etiquetar su relación a novios? ¿Pareja? ¿Qué debía ser de su relación con YeonJun?

Por otro lado, YeonJun se dejó revisar con total confianza por el beta, el hombre los conocía desde hace años y hacía más cómoda y amena la conversación al hablar y preguntas cosas sobre la familia.

—He estado vomitando toda la semana, cualquier alimento... Lo último que comí fue una sopa, pero no la he vomitado... Tengo también dolor muscular y mucha fatiga —explicó cuando el otro preguntó, el beta tomando sus pruebas y haciendo un chequeo.

Hizo preguntas de protocolo, así como preguntas de la vida personal del omega, preguntando sobre consumo de alcohol, ingesta de sustancias y también vida sexual.

—Uhm, si, es activa...

—¿Qué anticonceptivos usas? —preguntó recibiendo rápidamente la respuesta— ¿Tú pareja se cuida? —preguntó recibiendo una negación, recibió más preguntas para descartar una ETS, el chequeo duró casi una una hora y media.

YeonJun leyó el recipe, leyendo el montón de pastillas que tenía que tomar, así como el diagnóstico.

—Si la fiebre no se va dentro de tres días vuelve a llamarme, iremos al laboratorio por exámenes sanguíneos —pidió sacando algo de su mochila, YeonJun alzó las cejas, negando poco a poco con la cabeza, mirando al beta con confusión cuando le extendió el objeto— No está de más hacerla, señorito Choi —negó mirando al omega tomar la prueba de embarazo, tragando grueso.

—Dará negativo —aseguró, el doctor asintió, igualmente dejando la prueba.

—Bien, si está muy seguro no pierde nada haciendo la prueba, es de descarte —recomendó antes de despedirse con amabilidad, recibiendo el pago del alfa que también se despidió.

YeonJun miró la prueba en sus manos, la guardó en el cajón al escuchar los pasos del alfa ir hacia él.

Estaba cuidándose con los mejores anticonceptivos, no había dejado de hacerlo ni una sola vez, así que estaba seguro que no habría nada nuevo por ese lado.

—¿Qué te dijo?

—Tengo... Una gripe común, me mandó esto —enseñó entregando el recipe al alfa que leyó, empezando a anotar en su teléfono, pidiendo todo a domicilio.

—¿Cómo te sientes ahora?

—Mejor porque mi primito me está cuidando —bromeó abrazando al alfa cuando este se acostó a su lado, lo abrazó por la cintura, apoyando su mejilla en su pecho, riendo cuando el otro chasqueó la lengua.

Quería recuperarse, a nadie le gustaba estar enfermo y esperaba no tener que hacerse miles de exámenes y que sólo con lo que le recetaron poder curarse.

Miró el cajón unos segundos, pensando en lo que había ahí.

No debía preocuparse, estaba seguro, y no tenía síntomas de embarazo.

Por eso, se despreocupó con la prueba, estaba confiando en sus métodos de cuidado, además, su celo estaba tan y como debía, ya había llegado ese mes después de todo.

—Duerme —escuchó la voz de su primo, seguida de un beso en su coronilla, cerró los ojos con una pequeña sonrisa.

No cambiaría eso por nada.






































The_Dark_Diamond04

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