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La única pregunta que pasaba por su cabeza era...

¿Por qué?

¿Qué necesidad tenía el universo o cualquier ente de ponerle más cosas a su vida? ¿No se pudo haber quedado en la misma rutina siempre? ¿Por qué estaba este nuevo suceso?

—¡Apártate, carajo! ¡Son las cuatro de la mañana y no dejas de joder! —le gritó al alfa mientras estaban fuera del club, ya con un cambio de ropa abrigado y su mochila con sus cosas personales y el dinero de la noche, con su turno terminado.

—¡Te estoy diciendo que te llevo a tu casa!

—¡Ja! ¿Crees que soy estúpido? Me vas a llevar para saber dónde vivo, y mira, no tengo ánimos de que me acoses también en mi casa —negó caminando hacia la derecha, pero el alfa se interpuso en el camino, sin tocarlo. Insistiendo en llevarlo a su casa.

—Te dejo cerca... ¿Bien? —prometió el alfa, BeomGyu solamente suspiró.

De hecho, TaeHyun ya sabía en dónde residía, su número de piso y el número de su apartamento.

Pero eso era algo aparte.

BeomGyu suspiró sintiendo el dolor de pies de toda la noche, el sueño que sentía, estaba cansado y pelear con ese alfa lo cansaba aún más.

Abrió la puerta del auto ajeno y se subió, quedándose en silencio sintiendo sus labios algo hinchados.

TaeHyun pagó en total dos servicios seguidos esa noche, y en esos dos servicios, no habían parado de besarse.

Ambos tenían los labios hinchados, claro está. Aún así, no había pasado más que eso, el alfa no lo había tocado por muy encima que estaba de él, y tampoco había insinuado algo más.

Dijo que no nos iba a tocar. Recordó su lobo, afirmando su confianza hacia el alfa, BeomGyu rodó los ojos cuando el auto se encendió.

Dale tiempo. Fue lo que único que le contestó, indicando en dónde debía dejarlo el alfa.

TaeHyun aguantó una sonrisa, sabiendo que la dirección era falsa y era un par de manzanas más lejos de la real vivienda ajena.

—Quiero comprar algo... ¿Me acompañas? —preguntó mirando al omega cruzar los brazos.

—No es como si me pudiera lanzar de aquí —contestó mirando el auto en movimiento, TaeHyun aceleró un poco más, sonriendo.

No necesitaba nada, pero sabía que en la misma manzana en dónde vivía el omega había una tienda de convivencia.

—Tu te proteges mucho pero al final... Es inútil —opinó luego de un silencio, BeomGyu volteó a verlo con una mueca.

—¿Qué mierda hablas ahora?

—Te proteges insultando, siendo cortante y evitando a las personas, crees que eres precavido pero mira, estás en un auto, con un desconocido al que besaste toda la noche, y al que le dijiste que hiciera lo que sea —habló muy seguro, BeomGyu se quedó en silencio, escuchando con atención, la velocidad del auto aumentó poco a poco, las calles estaban solas— Justo ahora puedo hacerte algo y nadie se daría cuenta —señaló, BeomGyu chasqueó la lengua, sin sentir miedo o intimidación por sus palabras a pesar de lo serias que sonaron.

—Conduce y cállate —murmuró mirando el camino, TaeHyun condujo  con una sola mano.

—Entonces... ¿No te da miedo lo que yo pueda hacerte? ¿Uhm? Prácticamente me estás dando permiso a tener sexo contigo, ¿Sin pensar en lo que a mí me gusta? —preguntó, BeomGyu volteó a verlo de nuevo.

—¿A qué te refieres?

—No sabes si soy un sádico que le gusta cortar a las personas para obtener placer, no sabes si me gusta asfixiar, amarrar y desmayar a mi amante, siquiera sabes si me gusta jugar con comida, con cera de velas, si me gustan los disfraces o no —narró con total confianza, sabiendo que el omega lo estaba viendo— ¿Y aún así me das ese permiso? Tú mismo te pones en peligro —acusó, el omega se abrazó a su mochila, frunciendo el ceño.

—¿Y qué hago entonces? ¿Te sigo rechazando hasta el día que te hartes y lo hagas en contra de mi voluntad? —preguntó dejando al alfa en silencio unos segundos.

TaeHyun se detuvo en un semáforo, mirando al omega.

—Yo no soy así, no te haría algo así —prometió, BeomGyu soltó una risa floja.

—¿Cuántas veces un agresor no le ha dicho eso a su víctima antes de lastimarla? —preguntó mirando al alfa, el azul de sus ojos resaltando por las luces de la calle— Si tú no eres así, te felicito y bien por ti, pero yo no puedo simplemente confiar y estar creyéndole a cualquier hombre que se me acerque y me diga eso mismo una y otra vez, suficiente he tenido que soportar ya como para venir a confiar en alguien que no conozco de la noche a la mañana —explicó, sintiéndose un poco lengua suelta, un poco confiado con la conversación.

No podía seguir así. Le daba miedo estar formando esa especie de confianza con TaeHyun.

El alfa avanzó el auto, mirando por el  retrovisor antes de seguir viendo hacia el frente. Pisó el acelerador con algo de fuerza, aprovechando lo solas de las calles para conducir rápido.

—¿Prefieres confiar tu cuerpo a un extraño?

El cuerpo se cura con gasas, alcohol, ungüento o pastillas, la mente no, TaeHyun —contestó muy seguro y fiel a sus palabras, el alfa se quedó sin qué decir, dándose cuenta una vez más que la situación no era fácil y que ese omega traía muchísimas cosas consigo.

Y él quería saberlas todas.

—¿Quién te hizo tanto daño? —preguntó sin pensar, mirando al omega que le desvió la mirada, notando que estaba a una manzana de su casa.

Mordió su labio inferior, quedándose en silencio.

—Lo siento... No contestes si no quieres —habló TaeHyun luego de ese silencio, llegando al fin a la tienda de convivencia.

BeomGyu tomó su mochila, mirando al alfa.

—Compra lo que quieras, y me voy, puedo caminar desde aquí —habló bajando del auto, mirando a los lados por simple costumbre.

TaeHyun bajó, tornando una expresión confundida. Obviamente fingida.

—¿No dijiste que te dejara más atrás?

—Aquí estoy bien —afirmó caminando para entrar a la tienda de convivencia en dónde la muchacha que atendía estaba siempre masticando chicle y leyendo en su teléfono, apenas y alzando la mirada para ver a los clientes.

TaeHyun se paseó por la tienda, tomando un agua saborizada, luego un ramen y un snack dulce. Los pagó en efectivo exacto y agradeció apenas a la muchacha que siquiera los vió a los ojos.

BeomGyu suspiró, sintiendo el frío de la madrugada.

—Ten, come algo antes de dormir —ofreció el alfa estirando la bolsa hacia el omega que frunció el ceño.

—No te pedí comida —negó, alejándose un paso, TaeHyun le estiró la bolsa nuevamente, insistiendo.

—Es un regalo, no me lo debes, ¿Bien? —preguntó acercándose al omega que dió un paso hacia atrás otra vez, TaeHyun estiró una mano a él, tomándolo de la muñeca con suavidad, apenas y se sentía el toque.

—¿Lo haces por lástima? —preguntó tratando de evitar que el alfa dejara la bolsa en su mano, pero TaeHyun fue rápido y dejó la bolsa en su muñeca, alejándose.

—No te tengo lástima —negó con la cabeza agitando las llaves de su auto— Buenas noches, ojitos bonitos —se despidió antes de rodear su auto y subir a él.

—Baboso —murmuró BeomGyu mirando la bolsa de comida, el auto se encendió y luego de tocar la bocina, se fué, dando una vuelta en U.

No me puedo permitir esto.



















































No funen a TaeHyun JAJJAJAJAJJA

Buenooo, solo les comento que los próximos capitulos se desarrollan algo rápidos, espero les esté gustando y logren conectar con ambos personajes :D

The_Dark_Diamond04

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