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2 meses después.

BeomGyu 5 meses de gestación, Kai 5 meses de gestación.




































—Y un poco de eso... ¡Gracias! También camarones... ¡Pasta también!... ¿Puede agregarle un poco de esa salsa? Por favor... —pidió BeomGyu algo avergonzado pero agradecido de que el beta que estaba sirviendo la comida no lo juzgara y lo atendiera con la mejor sonrisa.

—¿Algo más, señorito? —preguntó con una pequeña sonrisa, sintiendo algo de ternura al ver al omega frente a él, mirando la variedad de comida con concentración mientras dejaba una mano en su abdomen que ya no podía ser disimulado por las prendas de ropa. Era evidente el embarazo.

—Uhm, más nada —decidió tomando la bandeja con comida con cuidado.

—¿A nombre de quién, señorito?

—A nombre del agente Choi —contestó antes de darle un agradecimiento para ir a comer en una mesa donde ya lo esperaba su mejor amigo, con una botella de agua.

Kai observó su comida, hizo una mueca.

—Me repugna el olor —comentó bebiendo del agua, suspiró sintiendo sus pies doler. BeomGyu empezó a comer con gusto.

A pesar de que ambos estaban en la misma fase de gestación, los síntomas eran muy diferentes, además de que no tenían la misma apariencia en tamaño.

—Quiero que ya pasen estos cuatro meses para que nazca —murmuró Kai sellando su botella de agua, el otro rió— ¿De qué te ríes? Tu bebé es más pequeño que el mío, por eso estás tan cómodo —señaló, el otro negó con la cabeza.

—Eso no quiere decir que sea cómodo, hace semanas no puedo dormir bien, se mueve demasiado —explicó bebiendo de la gaseosa que había pedido, Kai suspiró estirando sus piernas.

En esos dos meses que habían pasado, Kai y ChangBin se habían mudado a una casa más cómoda, a nombre de los dos, y ambos habían tomado la decisión de alquilar sus respectivos penthouse, teniendo otra fuente de ingresos que no estaba de más.

Y la pareja Choi tampoco había perdido el tiempo, se habían mudado a una casa grande, con todas las comodidades para la familia.

—Ustedes... ¿Ya pintaron la habitación? —preguntó Kai jugando con sus dedos. BeomGyu asintió con la cabeza.

—La pintamos de blanco... No quisimos hacer algo colorido aún... No sabemos qué es todavía —contestó antes de seguir comiendo, Kai asintió.

—¿Cuándo haremos la revelación?

—Ah, cuando vuelvan, lo más pronto posible, no tenemos ni una sola prenda de ropa, ¿Peluches? ¡TaeHyun se volvió loco con los peluches! Pero no hay nada de ropa, e insistí en comprar igualmente porque son solo colores, ¿Sabes? Pero me dijo que no, que había que esperar a la revelación —rodó los ojos BeomGyu pinchando un camarón con su tenedor— Como mi bebé nazca y no tenga algo de ropa por culpa de TaeHyun, me divorcio.

—Últimamente amenazas a TaeHyun con divorciarte —señaló con una risa, no era la primera vez que escuchaba a su amigo decir que se iba a divorciar por cualquier cosa, BeomGyu alzó los hombros.

—Así se lo toma en serio... ¿Y ustedes? ¿No tienen ropa?

—Nos llevamos una tienda entera la última vez —rió, la pareja era compatible en varios sentidos, y una de ellas era su impulsividad para las compras.

Ninguno se contenía en comprar, y mucho menos cosas para su bebé.

—Solo nos hemos contenido en comprar cosas que sean muy específicas con si es niño o niña... Aunque ChangBin dice que es una niña... No lo dejé comprar lazos —comentó con una pequeña sonrisa— Pero no hemos hecho nada con la habitación... ChangBin quiere hacer una especie de mural y depende de lo que sea, será el diseño —suspiró mirando a la entrada del comedor.

Llevaban tres días en la agencia, ambos alfas estaban en una misión del otro lado del estado, así que habían estado pasando esos días allí, tenían todas las comodidades, y todas las atenciones posibles.

Además, no eran dos desconocidos ahí. Estaban más que acostumbrados.

—¡Cuchicuchi está en casa! —gritó uno sacándole carcajadas a los demás que estaban comiendo, el equipo recibiendo a los recién llegados como siempre.

—Ah, no me voy a levantar, que venga hasta acá, él no tiene un bebé de cinco meses encima —se quejó Kai mirando a su novio saludar a los demás, acercándose cada vez más a ellos.

BeomGyu sí se levantó con una sonrisa, caminando a su esposo con los brazos abiertos, abrazándolo apenas llegó a él.

—¡Te tardaste un siglo! —exclamó el omega con una sonrisa, TaeHyun rió devolviendo el abrazo con cuidado, sintiendo el bulto que los separaba del abrazo.

—Solo fueron tres días, mi ojitos  —contestó besando su mejilla.

Por otro lado, ChangBin le sonrió a su novio que se levantó con un suspiro antes de tomarlo por los hombros para mirarlo exhaustivamente, mirándolo de pies a cabeza, y haciéndolo dar la vuelta.

—¿Te duele algo?

—No...

—¿No estás herido?

—Ni un rasguño —sonrió mirando al omega revisar sus dedos, sus nudillos, Kai asintió antes de dejar un beso en su mejilla.

—Más te vale volver completo —exclamó recibiendo un abrazo del alfa que rió antes de esconder su nariz en el cuello de su pareja, el aroma a piña, el dulzor que delataba el embarazo además de su propio aroma en el omega le daba mucha tranquilidad.

—No era tan riesgoso, bonito...

—Ya, ya, mucho tiempo de abrazo —decidió el omega separándose antes de volver a sentarse, sin soportar el dolor en sus pies.

ChangBin rió dejándole una caricia en el cabello.

Muy al contrario que los primeros meses, el omega estaba rechazando el contacto.

El omega le había dicho que estaba cansado la mayoría del tiempo, y se sentía sofocado e incómodo con tanto tiempo de contacto. Era normal del embarazo, y estaba claro que habían perdido la racha sexual que había mantenido los primeros meses.

Estaban en abstinencia hasta nuevo aviso.

—Hay que comer algo —propuso TaeHyun mirando al resto del equipo llegar para comer algo y reunirse como siempre.

Fue cuestión de tiempo para que juntaran las mesas y el comedor se volviera más ruidoso por las conversaciones de todos, además los de equipo de inteligencia también habían bajado al comedor.

—Avisame si te sientes incómodo —murmuró TaeHyun a su esposo antes de comer, BeomGyu sólo sonrió pasando su mano por el cabello del alfa.

—Sólo come, Tyun, debes tener mucha hambre... Ten —ofreció dejando un trozo de carne él mismo, el alfa lo comió con una pequeña sonrisa.

Y así, lo que era una cena por llegar de una misión, se volvió en un momento ameno en dónde siguieron hablando y bromeando entre todos aún cuando la comida se acabó, sólo unos minutos antes de tener que ir a las oficinas a crear reportes.

—Iré al baño —avisó en un murmullo a su esposo que asintió, BeomGyu se levantó para ir al baño que conocía, dándole pequeñas sonrisas a los que reconocía. Entró con un suspiro, lavó sus manos antes de entrar al cubículo, sin poder creer todas las veces que debía ir al baño por el pequeño bebé que le aplastaba la vejiga.

—¿Crees que ella lo logre? —escuchó una voz femenina, alzó las cejas.

Carajo, ¿Era el de mujeres? ¿O es de omegas? No lo noté.

Es un hombre casado, más bien me da asco —opinó otra voz, BeomGyu acomodó sus pantalones con lentidud, escuchando lo que hablaban las mujeres. Hizo ademán de abrir la puerta.

—Ah, que va, más asco da que esté casado con una prostituta —opinó la otra, BeomGyu se detuvo, frunció el ceño antes de tomar asiento, subió con cuidado sus pies para no ser notado.

—Y le va a dar un hijo... Pero no lo juzgo, es muy lindo...

—¡Al carajo lo lindo! Ella también es muy linda, es hermosa, el agente Kang ama a los de ojos claros, y ella tiene unos ojos verdes hermosos...

—No es el agente Kang ya, ahora es agente Choi...

—Como sea, ¿Sabes por qué le tengo esperanzas?

—Uhm...

—Justo aprovechó que lo vió sólo y se lo llevó a la oficina —contó con una risita, la otra negó con la cabeza. Ninguna de las dos estaba consiente de que uno de los involucrados en su maravilloso chisme estaba escuchando.

Y ese involucrado tenía un problema con su humor y hormonas en ese momento.

BeomGyu relamió sus labios, escuchando a las mujeres seguir hablando.

—El agente Choi respeta mucho a su esposo, lo defiende con los dientes, no seas tonta... Las dos son unas tontas...

—¡Ay, por favor! Todo hombre tiene un desliz, y más si le hacen más que hablar...

—¿Qué insinuas?

—Bueno, me dijo que se lo quería comer —soltó una carcajada antes de lavarse las manos, ambas recogieron sus cosas, resonando los tacones al salir del baño. BeomGyu abrió la puerta.

Son de oficina, si usan tacones son unas simples oficinistas.

Le dió un portazo al cubículo, sintiendo como poco a poco empezaba a molestarse por la conversación que había escuchado.

Salió del baño, buscando con la mirada la mesa en dónde estaban sentados.

TaeHyun no estaba.

—¿Dónde está? —preguntó cuando vió a sus amigos, Kai se levantó junto a su novio.

—Se fue con una oficinista, le dijo que necesitaba confirmar sus datos actualizados...

—Acompañame a partirte los dientes —pidió antes de darse la vuelta, Kai alzó los hombros.

—Bien —aceptó empezando a caminar tras el omega, ChangBin se los siguió de inmediato.

—¡Un momento! ¿A dónde van? ¿A quién le van a partir los dientes?

—No sé, yo voy a ver —habló Kai aún caminando.

—¡Hey! ¡BeomGyu! No puedes pelear, y estás... Estás caminando demasiado rápido, ¿A dónde vas? BeomGyu, escucha-...

—¡Voy a subir a la puta oficina a partirle los dientes a la zorra que está allá arriba con mi marido, ChangBin, déjame en paz! —le gritó en medio del comedor, todos escucharon, todos se quedaron en silencio.

Y las dos mujeres que estaban en el baño se vieron con asombro.

—Carajo, llámala, llámala rápido —animó una a la otra, pero al intentar una y otra vez, la otra mujer no contestaba.

Por otro lado, en el piso de las oficinas, TaeHyun frunció el ceño, sintiendo el pecho de la mujer apoyarse a su espalda, así como su respiración cerca de su cuello.

—Tiene que firmar aquí, agente —murmuró la otra estirando la mano, dejando sus dedos sobre el dorso del alfa que se quedó estático.

—No necesita estar tan cerca para decirme dónde firmar, señorita.

—O, es que tengo problemas de la vista, me tengo que acercar para asegurarme.

—Nuestro seguro cubre problemas de visión —comentó TaeHyun antes de soltar el bolígrafo, se dió la vuelta en la silla, mirando a la mujer de frente.

Era una omega de cabello negro lacio hasta la cintura, cuerpo esbelto que se notaba por lo ajustado y corto que era el vestido.

—¿Dónde está su chaqueta? —preguntó TaeHyun, todas las oficinistas usaban una chaqueta en especial, y la mujer la tenía antes de entrar a la oficina con él.

—Tengo calor —excusó moviendo sus manos sobre su cuello en gesto de aventar aire, un truco muy barato para que prestara atención a su evidente escote que mostraba parte de sus pechos.

Pero TaeHyun la seguía viendo a los ojos.

—¿Qué quiere, señorita? Sabía que todo el equipo iba a subir a hacer informes en un rato, pudo haberlo pedido con todos aquí, además, yo tengo rato de haber llegado, pero esperó específicamente a que mi esposo se alejara para llamarme, ¿Cree que soy estúpido? No soy agente por sorteo, señorita.

—Sabía que se daría cuenta, agente, pero aún así... Subió aquí conmigo —rió jugando con su cabello, TaeHyun se levantó, mirando un poco hacia abajo para encarar a la mujer.

—No correspondo nada de lo que quiera conmigo, señorita, somos compañeros de trabajo, y para serle sincera apenas y vengo detallando cosas de usted, porque me parece irrelevante...

—Pero las estás detallando... —murmuró dejando su mano en el cinturón del alfa que se tensó.

Era un alfa, era hombre, si hacía
Qq algún gesto de agresividad saldría perjudicado.

La omega se acercó un poco a él.

—Yo sé que tenías múltiples amantes... Uno más a la lista no hará daño, ¿Bien?

—Eso fue hace años, ahora estoy casado, voy a tener una familia, si no lo supo aprovechar antes, no crea que tendrá el privilegio ahora. No me toque, por favor —pidió alejándose un paso, sintió por la marca molestia, estaba muy concentrado en que la mujer no hiciera más nada que no supo identificar si era de BeomGyu o él— Le digo que no me toque —pidió de nuevo alejándose un paso más, la mujer lo tomó del cuello para acercarlo a su cara pero puso resistencia.

En ese momento, el pitido del elevador alertó al alfa. Lo que menos quería era rumores, mucho menos malentendidos.

—¡Le estoy diciendo que se aleje! —le gritó a la mujer antes de poner más fuerza, pero sin querer lastimarla, pero la mujer insistió tomándolo de la camisa con ambas manos.

En ese momento, fue como un abrir y cerrar de ojos.

Una de las personas que había bajado del elevador había sido nada más y nada menos que su esposo, lo observó entrar a la oficina furioso.

—¡Beom-... —no completó la palabra cuando ya la mujer no lo estaba sosteniendo, siquiera estaba cerca de él.

Porque su esposo la tenía agarrada por el cabello.

—¿¡QUÉ CREES QUE HACES CON MI ESPOSO!? —le gritó a la mujer antes de estamparla contra el vidrio de la oficina, TaeHyun se acercó de inmediato para detener al omega, preocupándose por su seguridad.

Aunque en realidad, la seguridad de la mujer era la que estaba peligrando.

—¡Eres un puto lunático! ¡Él me trajo aquí! —gritó la mujer cuando se zafó del omega.

—¿¡Ah sí!? ¡Cierra la puta boca, zorra! ¿¡O quieres que te...

—¡BeomGyu, basta! —pidió TaeHyun tomando uno de los brazos del omega para atraerlo a él, BeomGyu chasqueó la lengua.

La mujer se quitó un tacón mientras trataba de quitar el cabello de su cara.

—¡Eres un lunático con las hormonas alborotadas! ¡Puta barata! —le gritó antes de arrojarle el tacón, BeomGyu sintió el golpe en la espalda.

Se volteó a verla, ofendido, molesto.

—¿Barata? ¿¡Barata!? —le preguntó a los gritos zafandose del agarre de su esposo que chasqueó la lengua— Si fuera barata me parecería a ti, maldita estúpida —fue lo que le dijo antes de volver a tomarla del cabello, la mujer chilló antes de buscar defenderse.

TaeHyun buscó interponerse entre ellos, recibiendo un arañazo de la mujer.

—¡Ya, basta!

—¡Agarra tu puto tacón-...

—¡BeomGyu!

—...Y mételo...

—¡Ya, basta!

—... En tu culo!

—¡Detenganse! —pidió TaeHyun separando a los dos al fin, la mujer se arregló el cabello, BeomGyu la observó fijamente, apretó las manos.

—Mira este anillo —ordenó mostrando su mano con su anillo de matrimonio, la mujer lo observó con molestia— Es mi esposo, mi alfa y el padre de mi hijo, zorra arrastrada. ¿Crees que porque estoy embarazado no te puedo arruinar esa rinoplastia barata? —terminó, la mujer chilló volviendo a buscar pelea, pero el cuerpo de TaeHyun en el medio la detuvo— ¡Y para que sepas! Mi esposo no necesita nadie que lo satisfaga, porque para eso estoy yo...

—Eres un... ¡Eres un vulgar!

—¿¡Ah sí!? Pues con ésta misma boca con la que digo vulgaridades, es la misma boca que chupa-...

—Ojitos...

—Y también me trago-...

—Ya, cariño...

—¡No sabes la maravillas que puede hacer ésta boca, perra! Pregúntale a mi marido —retó mirando a TaeHyun— ¡No! Mejor ni le preguntes, la próxima vez que te vea hablando con mi esposo voy a venir a demostrarte como pelean las putas, ¿Entiendes?

BeomGyu sólo miró a su esposo.

—Nos vamos —ordenó de inmediato, molesto, las orejas rojas, la cara también roja, apretando las manos y el ceño fruncido hasta su límite— ¡Nos vamos, TaeHyun!

—Bien, sal de la oficina primero —pidió el alfa sabiendo que si dejaba espacio entre los dos, volvían a pelear.

—Sal, no le haré nada —prometió mirando a la mujer fijamente— A menos que se busque que le arranque las extensiones.

—Vámonos, dame la mano —pidió entrelazando sus manos con las del omega que salió junto a él, molesto, y dándose cuenta de la cantidad de personas que habían subido en ese tiempo a ver.

—¿¡Qué ven!? —preguntó molesto antes de seguir a su esposo que se preocupó por aclarar las cosas, revisar su estado, pero principalmente preocupado por no ser malinterpretado.

Era lo que menos quería hacerle sentir a su esposo, y no se perdonaría que ese malentendido lo hiciera pasar un mal momento.

—Yo sé que ella es una maldita roba maridos, zorra arrastrada de-...

—Ojitos —lo interrumpió con un suspiro, BeomGyu cruzó los brazos.

—¿Me vas a regañar por pelearme? Tenía que quitarte a esa arrastrada de encima, ¿Bien?

—Está bien, no voy a... Regañarte —prometió peinando su cabello, estando en el baño del lugar, BeomGyu se apoyó de la encimera de lavabos, pasó sus manos por su cabello.

—Y siquiera me tocó, no sabe pelear —rodó los ojos, teniendo aún el disgusto.

—Bien bien, boxeador profesional —murmuró el alfa buscando sacarle una sonrisa al omega que sólo alzó las cejas antes de bajar la mirada a su vientre.

—Toca —ordenó jalando la mano del alfa que de inmediato se posicionó en su abdomen, en una zona en específico, sintiendo a los segundos el movimiento.

No era la primera vez que lo sentía, pero el alfa le había hecho prometer que le avisaría ese movimiento.

Porque TaeHyun no se quería perder ninguno.

Ambos sonrieron, teniendo esa conexión extra en su relación.

Era una conexión que nadie podía romper y que tampoco permitirían que sucediera.

Eran ellos en su burbuja, nadie podía entrar, nadie podía interrumpir.

Y quién se atreviera, tendría que enfrentarse a ambos que estaban dispuestos a defender su relación como sea.

A la manera de cada quien, claro.

—¿Cuándo sabremos el sexo? —preguntó TaeHyun esa misma noche al volver a casa.

—Cuando sea necesario, Tyun...

—Ya es necesario...

—Uhm, yo digo que es un niño...

—Yo creo que es un niño también...

—No, debes apostar a que sea una niña —señaló BeomGyu volteando a verlo con el ceño fruncido, TaeHyun rió.

—¿Por qué?

—Porque así vemos quien gana...

—¿Qué quieres apostar?

—Cien dólares en efectivo.

—Si sólo quieres el efectivo agarra de mi billetera —rió sacándole una carcajada al omega que besó su mejilla agradeciendo la amabilidad del alfa con otra risa.

Cinco meses de gestación habían pasado como un abrir y cerrar de ojos.

Con nuevas rutinas, nuevos síntomas y antojos cada día, nuevos aprendizajes, nuevas preparaciones para recibir a un bebé con todo el amor de sus corazones.

Entonces cuatro meses más serían como un parpadeo, como pasar de una página a otra.

Y así al fin podrían tener a su bebé en brazos, siendo niño, o siendo una niña.













































Byeee!

Pronto tendremos a los bebés!

The_Dark_Diamond04

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