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Quien más afectado estaba con el escape de Oh era Kai, y no era algo secreto, todos lo sabían, lo suponían y lo veían.

—Lo mejor es que se queden en habitación de hospital, pueden dormir en la misma o pedir separadas, pero las probabilidades de que Oh llegue a este hospital son más bajas que en la agencia... Además, aquí tienen camas —explicó ChangBin, uniformado, TaeHyun a su lado también lo estaba, sólo le faltaban los cascos y las máscaras de tela.

Kai y BeomGyu al ser víctimas del recluso fugado, la agencia les brindaba protección para que nada se volviera a repetir. Aún más cuando Kai era agente.

Pero había una diferencia, al estar involucrados con agentes, en este caso, BeomGyu siendo pareja de TaeHyun, había más nivel de resguardo, en una habitación vip de hospital, con dos guardias más custodiando la puerta.

Porque a pesar de que la probabilidad de que Oh llegara ahí era baja, no era imposible.

Príncipe se quedaría con ellos, también habiendo ventaja puesto que normalmente no dejaban a los animales tener una estadía tan larga allí.

—Vendré cuando pueda —prometió TaeHyun acercándose al omega que lo abrazó por la cintura, besando su mejilla— Ten —ofreció entregando su tarjeta negra al omega que la recibió con un suspiro.

—No creo necesitarla...

—Si quieres pedir algo para ti o para los dos, si te aburre la comida del hospital pide algo... La clave es...

—Shh, mira el chisme que tenemos atrás... —señaló con un susurro, TaeHyun sonrió volteando disimuladamente, encontrando a ChangBin bien abrazado al omega, Kai lo abrazaba por completo, con su cabeza recostada en el pecho ajeno, recibiendo caricias en su cabello.

Ambos rieron, volvieron a verse, concluyendo sus segundos de chisme.

—Como te decía... La clave de la tarjeta es tu edad y luego la mía...

—¿Veintiséis veinticinco? —preguntó recibiendo un asentimiento. BeomGyu rió.

—Primero los ancianos, ¿Cierto? —mencionó con sarcasmo, BeomGyu la apretó las mejillas con los pulgares.

—Respeta, mocoso baboso.

—¿Y ese nuevo apodo? —preguntó con una risa, atrayendo al omega de la cintura que sonrió, volviendo a abrazarlo.

—Tienes que volver sano y salvo, ¿Bien?... O me gastaré todo lo de esa tarjeta por daños y prejuicios —amenazó acunando sus mejillas

Mientras más avanzaba el tiempo, y mientras más profunda se hacía su relación, TaeHyun era el receptor de un trato demasiado meloso y cariñoso.

Y eso lo tenía muchísimo más enamorado y embobado.

Lo trataba con ternura, con delicadeza y la mayoría del tiempo lo mimaba.

No importaba si era en público.

—Si, volveré bien, no creo que ocasione tanto problema —negó dejándose hacer cuando el omega repartió besitos pequeños por su mentón, aún apretando sus mejillas.

—Y si llega a ocasionar, el agente Kang se aparta a un lado y se cuida de no salir herido, porque tienes una familia que te espera... —le sonrió, mirándolo a los ojos, TaeHyun asintió.

—Como digas, ojitos...

—Te espero aquí, Tyun —prometió besándolo antes de rozar sus narices, TaeHyun rió.

—Pero mira a Kang TaeHyun, el serio y coqueto, el intimidante —se burló ChangBin dejando un suave golpe en el hombro ajeno.

—No tienes mucho que burlarte —le arqueó una ceja, ChangBin alzó los hombros.

—No me avergüenza, como a ti.

—¡A mí no me avergüenza! —negó rodando los ojos, Kai sonrió un poco.

BeomGyu le dió una mirada de broma.

—¿Enserio te avergüenza, cuchi cuchi? —preguntó a modo de broma, TaeHyun negó con la cabeza.

—¿Cuchi... Cuchi?

—¡Ja! Tienes que decirle así frente al equipo, va a ser punto de burla por un año entero o hasta más —prometió ChangBin, Kai asintió dándole la razón, TaeHyun bufó, BeomGyu sonrió con malicia.

En medio de todo, había por lo menos que reírse un poco.

Por eso, luego de una cariñosa despedida de ambas parejas, los agentes salieron de la habitación, ya el equipo estaba ahí, dos de ellos se quedarían en la puerta de la habitación, haciendo guardias.

—Pueden pedirnos lo que sea —señaló uno, Kai los conocía obviamente y BeomGyu simplemente confió con una mirada de Kang.

—El equipo de rastreo ha adelantado una gran parte, nosotros tendremos el trabajo de campo —comentó uno, los demás asintieron despidiéndose de ambos omegas, otros jugueteando con Príncipe unos segundos.

TaeHyun se inclinó y besó la frente de su novio a modo de despedida.

—Te veré luego.

—Buena suerte, cuchi cuchi —le susurró, TaeHyun le dió una mirada.

—No lo vas a decir en voz alta, ¿Verdad?

—Puede ser.

—Beom-...

—¡Hasta luego, mi cuchi cuchi! —exclamó apretando las mejillas del alfa que cerró los ojos con un suspiro, aceptando ser el centro de burlas del equipo que no tardó en oír el apodo por lo alto que había hablado el omega.

—¡Vámonos cuchi cuchi!

—Si, nos vamos cuchi cuchi —se burló otro, todos carcajearon.

Empezaron a caminar a la salida, BeomGyu rió mirando como TaeHyun rascaba su nuca mientras los demás reían y le seguían diciendo "Cuchi Cuchi"

—¿Enserio le dices así? —preguntó Kai entrando a la habitación con Príncipe, BeomGyu cerró la puerta a sus espaldas.

—No, me lo acabo de inventar para avergonzarlo —rió mirando a Kai tomar asiento en la camilla.

—¿Te puedo pedir un favor? —preguntó el omega, BeomGyu asintió— ¿Podemos... Dormir juntos? —preguntó, no dormiría en toda la noche si estaba sólo, a pesar de que sabía que afuera había agentes, no se sentía del todo seguro.

BeomGyu le dió una pequeña sonrisa, asintiendo para salir, mirando a los agentes.

—Uh... Los dos vamos a dormir aquí, entonces...

—¿Quieren otra camilla? —preguntó uno recibiendo un asentimiento de BeomGyu.

Con una sola camilla ambos dormirían apretados, además de que sería incómodo por Kai, que aún no estaba del todo bien con el contacto.

Él estaba preocupado por la situación, por Oh, por lo que tardarían en atraparlo y en su novio claro está.

Confiaba en sus habilidades, pero no podía evitar preocuparse por la idea de que hubiera un enfrentamiento.

—¿Y YeonJun? ¿No lo van a traer para acá? —preguntó BeomGyu sentado en la camilla, Príncipe tenía su cabeza en sus piernas, recibiendo caricias del omega como le gustaba, tras sus orejas.

Él tenía entendido que por ser las últimas víctimas de Oh, los resguardarían, y en ese secuestro había estado YeonJun.

—A él le enviarán más agentes... Está en arresto domiciliario después de todo —explicó Kai que a pesar de que no estaba trabajando, se mantenía informado por medio de ChangBin o su propia cuenta.

Y hablando de YeonJun...
















[...]




















—¿Escapó? ¿Cómo lo... Cómo lo hizo? —preguntó con una expresión de impresión, mirando a los agentes frente a él, estaban con máscaras de tela y cascos, todos tenían armas largas pero por respeto la habían dejado en sus espaldas.

Lo normal era que dos agentes custodiaran su vivienda, pero ahora había dos más. Cuatro alfas.

—No se preocupe por eso puesto que ya estamos trabajando en ello, solamente le avisamos porque estaremos aquí por un tiempo indefinido... Siga su vida sin estrés —recomendó mirando al omega a la cara, aunque en unos segundos pudo notar el vientre de unos cuatro meses, un embarazo evidente, además de que la casa olía a limón, era fuerte, pero tenía cierto dulzor que delataba el embarazo— Si usted sabe algo de este escape, o está involucrado-...

—¡No, no! ¡No sé nada!

—Solo se lo comento, señor Choi. Oh compartía celda con SooBin y si su escape está impulsado por el mismo, inevitablemente lo involucramos a usted por el vínculo con SooBin.

—No, a mí no me involucren, yo estoy felizmente arrestado, no sé nada —negó cruzando los brazos.

—Bien, solamente debe saber eso, si necesita alguna cosa, nosotros podremos ir por ella o ayudarlo —explicó, estaba arrestado, hace semanas le habían quitado el teléfono, solamente tenía televisión, no podía salir, así que los agentes tenían el deber y también el gesto de hacer favores al omega.

Cómo por ejemplo...

—¡Si, necesito algo! ¿Pueden traer papas picantes con salsa, también pollo frito coreano? —pidió estirando un par de billetes al agente que asintió en silencio— Y gaseosa... De manzana, por favor —pidió antes de cerrar la puerta.

Muy rara vez los arrestados en domicilio daban problemas, una que otra vez mandaban a hacer mercados por falta de comida, todo por medio de los agentes y el trato era un poco hostil y distante.

Pero con YeonJun había un detalle.

Estaba embarazado.

Además de los miles de antojos a cualquier hora que habían tenido que ir a comprar, debían ser un poco más delicados en trato, por exigencia de la misma agencia.

—¿Ustedes tienen hambre? —preguntó YeonJun abriendo la puerta, miró a los agentes que negaron con la cabeza.

Estaba aburrido, no hablaba con nadie, esos agentes le hacían las compras y estaban todo el rato ahí, pero eran distantes.

Yo me los puedo ganar. Pensó YeonJun, intentando tener distracciones y compañía con esos agentes, no tenía nada mejor que hacer.

—Adentro hay kimchi... También pepino encurtido, con arroz y camarones... —habló mirando a los agentes que no se movieron— ¡Por la luna, no los voy a envenenar! ¿A dónde creen que voy a correr con esta barriga? —preguntó señalando su vientre. YeonJun rodó los ojos cuando no tuvo respuesta, arrojó la puerta para cerrarla.

Empezó a dejar en cuatro platos diferentes la comida, preparada por él, había hecho mucha con ese mismo propósito, darle a los agentes de afuera.

Abrió la puerta de nuevo como pudo, estirando dos platos hacia afuera.

—Tomen —indicó, los agentes tomaron cada uno un plato, YeonJun se volvió y tomó uno para el tercer agente, el cuarto estaba haciendo la compra del antojo, así que cuando llegara le daría su plato— Coman —ordenó entredientes, uno de ellos se quitó el casco y la máscara, probando la comida.

YeonJun los observó comer, uno a uno, tomó dinero del recibidor.

—Tengan, compren una gaseosa para todos...

—Nosotros la podemos comprar, no es...

—Tengan —insistió entredientes, el alfa tomó el billete. YeonJun cerró la puerta con una sonrisa.

Había cambiado todo el apartamento, había arrojado cosas innecesarias, rodado muebles y cambiando las habitaciones.

Ya no iba a ser el penthouse de YeonJun y SooBin, lleno de alcohol, drogas, cigarros, con luces opacas, colores neutros y simples.

Todo estaba limpio, libre de alcohol, drogas y cigarros, quería colores brillantes ahora.

Todo adaptado para un niño, apenas había sabido en el último eco.

Ya no valía la pena pensar en el pasado o arrepentirse de lo que había o no había hecho, tenía la voluntad de cambiar el curso de su vida, y a pesar de que llevaba el dolor tan grande en su pecho de no estar con SooBin y estar completamente sólo en eso, no tenía la necesidad de echarse a llorar por semanas en una cama.

Sólo debía avanzar, los días pasaban, las semanas, los meses, su vientre crecía cada vez más.

No podía cambiar de un día para otro, pues sería algo falso, pero tenía cinco meses exactos para poder recibir a su hijo con los brazos abiertos y pasar la página.

—Gracias —agradeció cuando su pedido estuvo ahí, sintió la boca hacerse agua— Oh, tienes comida aquí adentro...

—No, gracias, es-...

—Todos comieron, ¿Les detuvo el corazón o algo? ¿Estaba envenenado? —preguntó recibiendo los platos vacíos de los demás que negaron y agradecieron, YeonJun fue a buscar el plato del alfa restante, se lo dió con amabilidad antes de cerrar para comer.

En todo el tiempo que llevaba, sólo, se había tomado el tiempo de pensar a profundidad sobre todo.

Y sobre Choi SooBin.

Lo amaba, era el amor de su vida, tal vez lo había tenido como amante en sus primeros momentos, pero de un tiempo a otro empezó a verlo con tanto amor que haría cualquier cosa por él.

SooBin no estaba mucho en la casa, y cuando iba una vez o dos a la semana terminaban en algún lugar de la casa, teniendo sexo a escondidas, YeonJun quería acercarse más a su primo, además de verlo más seguido.

Por eso, cuando supo del trabajo del alfa, no tardó en entrar a ese mundo para estar cerca de él.

Porque si vivía como él, estaría con él.

Ser amantes y primos les daba cierta cercanía, pero él quería más.

Empezó en el mundo de las drogas, de mano de SooBin.

Empezó a beber de forma desmedida, porque no podría conducir y SooBin lo llevaba a su apartamento.

Su mundo empezó a girar entorno a SooBin.

—Necesito tu ayuda en algo, bonito —mencionó SooBin años atrás, besando su muslo, arrodillado frente a él, YeonJun sonrió embobado.

—¿En qué?

—¿Podrías... Hacer un trabajo por mi?

—¿Traficar drogas?

—No, es tráfico... Pero de omegas... Necesito ese favor, se lo pediría a alguien más pero confío más en ti...

—¿Omegas?

—Si, bonito, llegarán en una semana y no hay quien pueda sustituirme... Tu eres mi mano derecha —habló SooBin recostando su mejilla en el muslo ajeno, YeonJun pasó su mano por su cabello— No me gustaría pedirle el favor a otro... Teniéndote a ti...

—Si, lo haré... —aceptó sonriendo cuando el alfa le dió otro beso en el muslo.

Traficó omegas, drogas, ayudó en el club, todo por SooBin, por estar cercano a él, por vivir en su mismo mundo.

Porque lo amaba.

Se juró nunca delatarlo, nunca traicionarlo, siempre amarlo y respetarlo.

Incluso era capaz de dar su vida por él si SooBin se lo pedía, fue capaz de proponer escapar a riesgo de salir heridos, sólo para no perderlo, para no estar alejado de él.

Al día de hoy, se recriminaba de haber hecho todo lo que hizo solamente por la atención y aprobación de un hombre, por mantener la cercanía con SooBin.

Pero era el amor de su vida.

Las cosas habían cambiado, las acciones habían dado resultado.

Y al inicio se había sentido pésimo, porque, ¿Qué era él sin SooBin? ¿Quién era él sin estar con SooBin?

Gran parte de su vida había girado en torno a él, pero ya no, ya estaba sólo.

No tenía a SooBin, pero tenía una pequeña parte de él creciendo con los meses.

Y la iba a atesorar por siempre, no sólo porque fuera hijo de SooBin.

Si no porqué era una nueva etapa de su vida que quería vivir, era la oportunidad que había conseguido, la señal que necesitaba para centrarse y ser solamente Choi YeonJun, criarlo y amarlo como merecía y enseñarle lo más importante.

Nunca dejar de ser uno mismo para conseguir a alguien.

Porque YeonJun desde que empezó a amar a SooBin, dejó de ser él mismo.

Lo estaba arreglando poco a poco, estaba rehaciendo su vida como él mismo.

Pero no había dejado de amarlo, y soñaba con el día en que lo volviera a ver.
















“Nunca, nunca, pero nunca amen tanto a un hombre”

—Amy Winehouse





























¿Qué les parece? ¿Opiniones?

Ojo!: no busco culpar a los hombres, ni a SooBin ni a Mark de toooodo lo que sufran BeomGyu y YeonJun, porque ambos son adultos, que saben lo que está bien y mal, tampoco busco expresar que el amor no sirve o es dañino pero, simplemente son las situaciones que le tocaron a cada personaje y desarrollarlos en pro o contra de la situación... Son diferentes casos e historias, así como muchas maneras de llevarlas :D

The_Dark_Diamond04

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