105

Por órdenes del médico, a los dos días de haber sido rescatados, BeomGyu solamente podía ir a casa.

Kai a pesar de estarse recuperando rápidamente, seguía con dolores y necesitaba medicamentos intravenosos.

Y YeonJun estaba en óptimas condiciones, tal vez su estado de ánimo no era el mejor, pero de salud estaba bien, más no podía salir porque debían hacer su proceso de encarcelamiento y además, registrar su confesión.

A BeomGyu no le molestó confesar casi de inmediato, dando toda la información que tenía, lo que pasó con él y sus compañeros, las condiciones en las que estaban, lo que hicieron y les hacían, confesó todo sin problemas, ansiando llegar a casa.

Y esa llegada a casa era hoy mismo.

Se estiró en el asiento del auto deportivo, mirando a su novio conducir con una pequeña sonrisa.

-Nos dieron un descanso de una semana a todo el equipo, es la semana que harán todo el papeleo para el juicio de SooBin y Oh, también con la sentencia de YeonJun... Así que... -dejó las palabras en el aire, así como también dejó una mano en el muslo del omega que rió, dejando su mano sobre la ajena.

-Dejame llegar a casa por lo menos, baboso -pidió con una sonrisa, sintiendo que ya no debían darle más vueltas al asunto del secuestro.

Ya los habían rescatado, los habían atendido, los criminales tenían su merecido y estaba bien de salud.

No había porqué darle más vueltas.

Ya debía retomar su curso de vida normal, tal vez tuviera una que otra pesadilla, pero con el tiempo irían desapareciendo.

No quería hacer de menos lo que había pasado, tampoco quería normalizarlo, pero ansiaba volver a su vida normal, sabiendo que así no se carcomería tanto la cabeza.

BeomGyu sonrió entrando al penthouse del alfa, soltó un suspiro.

-¡Príncipe! ¿Dónde está mi Príncipe?-llamó con emoción, sonriendo en grande cuando escuchó el ladrido del cachorro en una de las habitaciones, seguido de las patitas resonar por el suelo al correr rápido y con emoción a dónde estaba el omega que hace mucho no veía- ¡Hola, mi príncipe bonito! -saludó cargando al cachorro que lamió su cara con emoción, agitando su colita con rapidez, estaba más gordito y pesado, así como un poco más grande- Te extrañé mucho, mi cachorrito -murmuró el omega abrazando al perrito que estaba eufórico, emocionado por la presencia de BeomGyu.

TaeHyun cerró a sus espaldas con una sonrisa de alivio, pero también de cansancio.

Su cuerpo le estaba pidiendo descansar lo que no descansó en semanas.

Bostezó mirando a BeomGyu juguetear con Príncipe con emoción.

-Ojitos... Voy a recostarme un rato, ¿Si? Me duele un poco la cabeza -avisó, BeomGyu volteó a verlo, Príncipe le lamía el mentón, apoyando sus patitas en el estómago del omega.

-No te acuestes así, toma algo -avisó, TaeHyun sólo se quejó, arrastrando los pies- Te haré un té, ve a acostarte -ofreció, el alfa pasó sus manos por sus ojos caminando hacia la habitación, BeomGyu se levantó siendo perseguido por Príncipe.

Empezó a hacer un té, recordando cómo se usaba la máquina que tenía el alfa, dejó la taza bajo el dispensador y observó el líquido rojo salir, sonrió sintiendo a Príncipe olerle los pies, jugueteando luego.

-Vamos, no me hagas caer o te puedes quemar -explicó al cachorro que lo siguió con emoción, corriendo y agitando su cola, BeomGyu entró a la habitación, TaeHyun ya estaba acostado, aún con la ropa con la que había llegado.

Dejó la taza en el buró, fue al baño y buscó una pastilla para el dolor de cabeza.

Todo el esfuerzo que había hecho TaeHyun se notaba en su aspecto, sus ojeras, el cansancio que tenía.

Lo agradecía de todo corazón, y el hecho de que había llorado tan dolorosamente frente a él había marcado un antes y un después en la manera en que veía su relación.

-Tae... Te traje una pastilla y un té... -habló, dudando un poco antes de llevar sus manos al cinturón del alfa para quitarle por lo menos el pantalón, lo hizo con cuidado, riendo cuando escuchó un ronquido, el alfa sin sentir que le estaban quitando el pantalón- Tae... -llamó agitando un poco el hombro ajeno, el alfa dejó de roncar, alzando la cabeza para ver al omega con los ojos entrecerrados- Ten... -ofreció, TaeHyun bostezó tomando asiento para tomar el té y la pastilla, agradeciendo a su novio que rió cuando hizo una mueca al verse sin pantalón.

-¿Por qué no tengo pantalón?

-Es incómodo dormir así y te lo quité -explicó, sonriendo cuando el alfa lo jaló de la cintura para abrazarlo, bebiendo del té con la otra mano, agradeciendo tener ese momento.

Agradeciendo tenerlo a él.

-No te pongas caliente, tengo sueño -advirtió a modo de broma, el omega rió, Príncipe ladró alzando sus patitas. BeomGyu le quitó la taza vacía a TaeHyun que lo atrajo hacia él, ambos quedaron acostados en la cama, BeomGyu rió quitándose los pantalones para dormir más cómodo- Hey hey hey, te dije que no te calentaras...

-Es para dormir cómodo, baboso -explicó con una risa, dejando su cabeza en el brazo del alfa, sus piernas se enredaron en segundos, un abrazo por la cintura de ambos, TaeHyun suspiró cerrando los ojos.

-Te extrañé mucho...

-Yo te extrañé muchísimo más... -susurró el omega alzando sus manos para acariciar el rostro del alfa con sus dedos, ayudando a qué se quedara dormido con más rapidez.

Bostezó, acomodando su cabeza para acercarse más al pecho del alfa, lo abrazó hundiendo su nariz ahí, el aroma a canela llenando sus pulmones y envolviendo su cuerpo, fusionándose en el aire con su aroma a fresas, aromas relajantes, tal vez algo picoso y rústico por la canela, pero era lo mejor para ellos dos.

Agradecía que no fuera un sueño, que no fuera una alucinación lo que estaba pasando, al fin estaba durmiendo en los brazos de su novio, en su hogar, tal vez no estaba en su casa, estaba en un penthouse que no le pertenecía en lo más mínimo.

Pero dónde estuviera TaeHyun, sería su hogar.

Porque el hogar no es lo material, no son las decoraciones, no son los sillones de cuero ni los artefactos de cocina, él era su hogar, era quien lo hacía sentir cómodo, quien lo hacía ser él mismo, quien le tenía paciencia para escuchar y comprender capa por capa de inseguridades y traumas, quien no lo juzgaba por su pasado, quien no lo veía con asco.

Y quién había llorado por su ausencia y por la impotencia de no poder hacer más.

Se sentía hasta un poco culpable de dudar del amor de TaeHyun, confundiendo las cosas con un capricho o tal vez algo por casualidad, porque ese hombre que lo abrazaba con tanta firmeza mientras dormían, lo amaba.

Lo amaba con el corazón, con el cuerpo y el alma.

Y Choi BeomGyu haría todo lo posible para devolverle todo ese amor, para devolverle eso y más, con su alma y su cuerpo.

No había nada de malo hacerlo a pasos de pingüino, porque sabía que TaeHyun iba a esperar por él.

Eso le había y le seguía demostrando.

Él depositaría toda su confianza en él a pesar de sus miedos, recordándose día a día que TaeHyun no era la bazofia por la que había pasado.

Él depositaría todo su corazón en esa relación...

Daría el paso que más había evitado y que más le aterrorizaba en su vida entera.

Volver a amar intensamente a un hombre.

Pero el recordatorio diario de que ese hombre era Kang TaeHyun lo hacía querer avanzar, tener cosquilleos en el estómago, tener un corazón agitado y las pupilas dilatadas al verlo.

Unas pupilas dilatadas que TaeHyun pudo apreciar cuando despertaron ocho horas después.

TaeHyun se estiró, mirando a BeomGyu hacer lo mismo, el omega volteó a verlo, casi de inmediato sus pupilas se dilataron de a poco, TaeHyun sonrió acercándose.

-Me siento tan bendecido de poder ver tus ojos cuando despierto... -murmuró con voz de recién despierto, una voz que BeomGyu ya había escuchado varias veces pero que en ese momento le produjo un cosquilleo en su vientre bajo.

Parpadeó un par de veces.

-Tienes las pupilas dilatadas -susurró mirando más de cerca, BeomGyu desvió la mirada avergonzado, riendo.

-Es porque acabo de despertar -mintió, TaeHyun rió abrazándolo de la cintura.

-Sabes que es mentira... Mírame de nuevo -pidió, BeomGyu jugueteó con la ropa del alfa, sin mirarlo- Mírame, anda... -insistió sonriendo cuando BeomGyu alzó la mirada.

Al ver a TaeHyun, sus pupilas se dilataron, el alfa sonrió.

-Mis ojitos cada día tienen más detalles hermosos... -susurró, BeomGyu frunció el ceño abrazando por los hombros al otro.

-¿Tus ojitos?

-Si, ese par que está ahí, son míos -señaló, BeomGyu rió, sintiendo su cara caliente.

-No lo creo, son míos...

-Estos ojitos tan bonitos tienen un cambio cada que me ven, soy el único que puede dilatar tu pupila de esa forma... Así que son míos, me pertenecen... -afirmó besando su mejilla con un ruido sonoro, el omega rió avergonzado.

Por muchos años, desde niño había recibido halagos por sus ojos y por lo mucho que resaltaban su belleza, y no era por sonar pretencioso, pero estaba acostumbrado.

Pero que se lo dijera TaeHyun, cambiaba muchas cosas.

-Bien, entonces son tuyos... Son los únicos ojos que te pueden ver cómo yo te veo... -afirmó, TaeHyun asintió.

-Son los únicos ojos que voy a cuidar hasta con mi propia vida... -murmuró pasando una mano por el cabello ajeno, BeomGyu sonrió de medio lado, volviendo a esconderse en el pecho ajeno, riendo cuando el alfa le hizo cosquillas.

Volver a esos momentos no tenía precio.

Y hablando de precio...

-Oh mierda -soltó BeomGyu en medio de la tarde, revisando su teléfono y viendo la notificación donde su banco le indicaba que había recibido una gran cantidad de dinero, y en dólares- E-esto... Esto debe ser un error... -murmuró mostrando el mensaje a TaeHyun que negó con la cabeza.

-Es una compensación de la agencia... Por el tiempo de secuestro y los daños que pudo causar -explicó, BeomGyu aún no salía de su mueca de impresión por la cantidad de dinero.

Por la misión le habían pagado, si, pero no esperaba dinero extra por el asunto del secuestro.

-La agencia también tiene... Tiene abierto el servicio de psicología gratuito para ustedes tres por tiempo ilimitado -habló, tomando asiento en el suelo, Príncipe se acercó a él, oliendo las piernas del alfa antes de subir a su regazo, con confianza.

-¿Psicología? -preguntó dejando su teléfono de lado, TaeHyun asintió, dejando que Príncipe jugara con su mano.

-Si, por las secuelas del secuestro o... Cualquier cosa de sus vidas -murmuró, BeomGyu asintió sabiendo a lo que se refería con esas palabras.

-Yo todavía no estoy listo -sinceró, TaeHyun asintió.

-Eso está bien, pero cuando sea el momento, tienes esa opción -ofreció, BeomGyu asintió mirando a Príncipe apoyar sus patitas delanteras en el pecho de Kang, llegando a la barbilla del alfa que acarició al cachorro, recibiendo lamidas en su mentón.

BeomGyu hizo una mueca extrañado, mirando la interacción de su cachorrito con TaeHyun, no lo estaba mordiendo, tampoco le estaba ladrando y tampoco evitaba su tacto.

-Y ustedes dos... ¿Ya son amigos o qué? -preguntó con impresión, TaeHyun rió jugueteando con Príncipe.

-Mientras no estabas, Príncipe se volvió amable conmigo, ¿Verdad? -le preguntó al perrito que ladró en respuesta- Yo creo que me tuvo lástima -opinó entregándole una pelota al cachorro que la mordió y empezó a jugar con ella, persiguiendo el juguete por el penthouse, TaeHyun se levantó y fue a tomar asiento a un lado de su novio que hizo una expresión extrañado.

-¿Lástima?

-Si bueno, las veces que vine... Digamos que sudé por los ojos -rió pasando su brazo por los hombros del omega que volteó a verlo- Y él solamente se acercaba y se quedaba conmigo, o me lamía las mejillas... Creo que todavía me odia pero me tuvo compasión por ésta vez -asintió, recibiendo un beso en la mejilla del omega que dejó sus piernas en el regazo ajeno.

-No sabía que... No sabía que eras tan sensible -murmuró pasando su mano por la mejilla ajena, aún teniendo presente que el alfa había llorado hasta más no poder frente a él, pidiéndole perdón.

Amaba un hombre sensible y hasta ahora es que se estaba dando cuenta.

-Uhm, bueno... Yo... -el alfa se sintió avergonzado, siendo poco común que llorase, BeomGyu sonrió sintiendo la mejilla bajo su mano calentarse, en segundos TaeHyun tuvo un leve sonrojo.

Soltó un sonido de impresión por eso.

-Te sonrojaste -señaló, TaeHyun negó con la cabeza sintiendo la vergüenza y lo incómodo que era tener la cara caliente.

-No, es mentira -negó alejando su cara del omega que rió enternecido, apretando más sus mejillas.

-Si, estás sonrojado -afirmó, se acercó y besó sus comisuras- Que precioso -halagó, TaeHyun chasqueó la lengua, aún más avergonzado.

-Ya...

-¿Pero por qué te da vergüenza? -rió volviendo a besarlo, enternecido y enamorado.

En ese momento, el teléfono de TaeHyun sonó, avisando una llamada.

El alfa miró el remitente, contestó colocando el altavoz.

-¡Hola, corazón de melón! -saludó Cecilia emocionada, BeomGyu escuchó la conversación en silencio, aún besando con suavidad la mejilla ajena, dejando besitos pequeños, TaeHyun se dejó hacer.

-Hola, Cecilia... ¿Cómo estás?

-¡De maravilla! Tú estás desaparecido, ni un mensaje me has enviado...

-Ah, he estado ocupado -sinceró sonriendo un poco.

-Uhm, lo supuse... Pero espero estés desocupado el sábado...

-Tengo novio, Cecilia -recordó a la mujer con el ceño fruncido, BeomGyu sonrió por sus palabras, mirándolo hablar.

No sabía bien qué le pasaba, pero se sentía tan caliente aveces que le avergonzaba.

Cuando vió a su novio, se calentó.

Cuando le quitó los pantalones, también se sintió algo caliente.

Cuando le habló recién despierto.

Y ahora TaeHyun tenía una mano en su muslo, acariciando distraído.

Relamió sus labios mirando la mano ajena. Detallando sus dedos que sabía de sobra lo bien que se movían, y podía también notar las venas que sobresalían, sintió un cosquilleo en el vientre.

¿Será por la abstinencia?

-Primero hablaré con él, Cecilia, no quiero reventarme he tenido una semana demasiado pesada... -sinceró, BeomGyu volvió a prestar atención, mirando a su novio que luego de una despedida colgó el teléfono- ¿Tú qué opinas?

-Ah... ¿De qué? -preguntó riendo, TaeHyun solamente dejó el teléfono de lado.

-Cecilia cumple años el sábado... Y nos invitó a su celebración, es en una discoteca...

-Una discoteca -repitió, TaeHyun asintió. BeomGyu ladeó la cabeza.

-Si te incomoda el ambiente o no tienes ánimos de ir, no iremos... -señaló el alfa besando su cien.

-¿Hay bailarines y eso?

-No, es una discoteca un poco... Un poco simple -sinceró, BeomGyu asintió- Solo hay un DJ, aveces artistas en vivo pero no es nada igual al club...

-Sería bueno ir... Ya sabes... Para despejarse un poco -asintió de a poco, TaeHyun lo observó.

-Pero tu no bebes.

-Pero sé bailar -señaló presionando la nariz del alfa con su índice, TaeHyun rió.

-Entonces vamos -decidió besando su mejilla, BeomGyu recostó su cabeza en su hombro.

No había nada de malo en salir a divertirse un poco luego de tanto estrés, se lo merecían, además debían seguir el curso de su vida normal.

-Yo te debo algo -soltó el alfa de repente, BeomGyu alzó la cabeza para verlo.

-¿Uhm?

-Nuestros dos meses -recordó mirándolo, pasando sus dedos por la pierna ajena, distraído- Fue hace... Hace días...

-Oh -fue lo único que dijo, se inclinó y lo besó, sonriendo al separarse- Pero ya me diste mi regalo...

-¿Qué?

-Si, ya me regalaste algo...

-¿Qué te regalé, BeomGyu? Si estabas-...

-Me salvaste -lo cortó, sonrió abrazándolo con fuerza- No necesito más que eso... -susurró cerrando los ojos, TaeHyun sonrió devolviéndole el abrazo, sintiéndose enternecido por la respuesta.

Pero aún así, le daría su regalo, porque se lo merecía.

Eso, y mucho más.































Proximo cap dedicado a yeyo y Kai!

The_Dark_Diamond04

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