- Anécdotas -

La luz de color neón iluminaba las calles y algunos callejones a pesar de estar tan oscuros como el cielo.

Arrastraba el cuerpo dejando una de las partes en el contenedor de basura. El resto  había sido repartido en diferentes lugares poco coordinados para evitar sospechas.

Suspiro cansado, no le gustaba hacer estos trabajos de todo pero era eso o no comer en meses, su cuerpo le exigía alimento y el trabajo en ese restaurante era horrible, pero en ningún lugar lo recibirían.

Eso era un recordatorio constante en su mente.

El teléfono sono atendiendo la llamada.

- ¿hiciste tu trabajo? -

- tal como lo pidió señor - respondió el chico de cabellos naranja.

- No dejaste pistas ¿verdad? -

- Me ofende que piense eso, señor -

- Lo siento, es la costumbre. Te mandare el pago en el mismo lugar de siempre ya sabes la hora y lo demás -

Colgó tras terminar la llamada. Suspiro cansado había sido un día cansado de trabajo y más con la hora que era.

Casi las once, aun le daba tiempo para arreglarse y verse presentable aunque tenía que hacer algo con el olor a sangre en sus manos.

- Demonios, ella no le va gustar esto -

Tomo sus cosas rápido corriendo por las calles del Talotai. Eran construcciones pegadas a las enormes rocas con plantas y piedras con luces color neón parecidas a las de una discoteca aunque cuando era de noche se veían reflejos claros de luna en el mar apaue los rodeaba en el interior del enorme cuerpo del antiguo titan del mar.

Talotai era una ciudad construida en los restos del cuerpo de un titan o inmortal del océano. Talotai el rey de las profundidades, señor de los tesoros, las criaturas del abismo y protectora del océano así como de otras criaturas.
Su cuerpo en las profundidades del océano muerto y en este vivía la gente monstruo o maldita, encima en su caparazón y rocas habitaba la ciudad de Atlántico el paraíso inalcanzable de los monstruos del habismo.

Korem conocía todo el cuerpo de Talotai, desde sus templos antiguos, las construcciones viejas o nuevas así como su gente lo cual en ocasiones le daba algo de ventaja en situaciones como estas.

Llegó hasta el techo se un edificio donde tenía escondido su mochila. Los chemos de la zona sabían que eran de el pero no se atrevían a robarle, era eso o acabar como los pedidos de algunos de sus clientes.
Tomo la mochila y a tiempo contra reloj se cambió en esa vieja cabina eliminando la sangre que llevaba encima y usando uno de los perfumes para tapar el aroma.

- Carajo, ya se me hace tarde -

Bajo de las escaleras corriendo hasta la zona principal, un lugar concurrido de diferentes tiendas con productos de dudosa procedencia, algunos puestos de comida de dudosa higiene y demás cosas del bajo lugar del mar.

Personas con partes de coral, extremidades de criaturas marinas o rostros deformes asimilando a las bestias del mar que relataban los marinos explorados en vestigios hundidos.
De la sangre de los inmortales caídos es que de ellos vienen, de la sangre de sus señores oscuros de las profundidades del desconocido mar es de donde ellos vienen.

Monstruos entre humanos o humanos entre monstruos. A pesar de su apariencia eran repetados por su sangre maldita o la misma capacidad de nacer siendo maldecidos y vivir así.
A pesar de todo el miedo y terror en ellos, Korem jamás le tuvo miedo a su gente.
Al final con o sin escamas el era uno de ellos solo que con caparazón que lo protegía de todo aunque su ínterin quedaba sumamente herido.

Korem corría por la zona hasta llegar a la calle. Cuando un taxi se detuvo subió inmediatamente.

- A donde tan arreglado joven? -

- la entrada de Atlántico jefe -

El auto se dispuso a moverse, Korem saco su teléfono revisando la  hora. Suspiro al ver su retraso entrando en sus contactos llamando al perfil de una chica de cabello azul claro.

- Anda contesta,... -

Desde el otro lado de la línea en un departamento en la ciudad Atlántico una chica con el mismo color de cabello se encontraban maquillando ignorando las llamadas del chico en cuestión.

Miro como el teléfono vibraba mientras ella solo sonreía con diversión.  Tomo el aparato viendo el nombre de su contacto.

- Je, me gusta cuando insiste tanto -

Se digno en responder aún manteniendo su actitud superior.

- Hasta que contestas - respondió el chico algo enojado - ¿Dónde estás? Ya llegue y no te encuentro -

- ¿Compraste mi bolso? -

- No respondiste mi pregunta -

- ¿Compraste mi bolso? - nuevamente pregunto con más enojo.

Korem al oírla se trago sus palabras. Odiaba cuando se ponia así pero era eso o tener una discusión que no llevaba a nada. Decidió solo hacerle caso.

- Si,... compre tu bolso -

- ¿También los aretes? -

- Si -

- ¿Y el collar? -

- Obvio no, era demasiado caro -

- clásico de tí, sabes para ganar mucho es curioso como eres tan pobre. Es defecto de la gente de Talotai fufufu~-

- Solo dime si estas cerca -

- no, decidí no ir -

- ¿Qué? ¿Por qué no me dijiste? Vine a toda prisa, tuve que pasar por lugares para que la migra no me agarrara y hasta compré tus cosas. Solo para que me digas que no vendras  -

- No es mi culpa, no quería sentir tu horrible olor a sangre y aceite de cocina con mi nuevo perfume, sabes que la marca Buriarty hace perfumes demasiado buenos como para mezclarse contigo -

Hablaba con calma sin darse cuenta del daño que le hacía al chico. Korem se encontró enojado ante la situación literalmente se había movido como loco solo para ser dejado de lado.

- Elione, no me gusta como-

- ¿Cómo qué? ¿Digo tus verdades o te recuerdo tu situación? - Interrumpido la chica con un tono se voz más serio que hizo sentir pequeño al chico -  no me alces la voz como si fueras importante, recuerda que ese trabajo tuyo me asquea, pero no me sorprende al final es lo poco que puedes ofrecer -

Korem se quedó callado. Odiaba cuando le hablaba así y al mismo tiempo lo aceptaba porque una parte de él sabia que todo eso era verdad.
Solo era un pobre chico con nada que ofrecer a alguien que sin duda es superior a ella.

Elione era una chica bella con una voz de su mismo calibre. Era una sirena de las profundidades como un don antigua de seducción y belleza asesina comparada a las olas calmadas del océano que a pesar de ser bellas y relajantes también erna omnipotentes y peligrosas.

Ella siempre le recordaba el lado cruel del océano.

- No me llames hasta que yo te diga, hasta entonces no me molestes -

Elione Colgó dejando a su pareja con un nudo en la garganta y unas horribles ganas de llorar.

Las luces de la ciudad de Atlántico eran bellas de noche, pero prefería el silencio de la noche y la compañía de las estrellas así como el viento que traía el mar.

Al menos podía ir a un lugar cuando se sentía así.

Caminar por la playa y dejar que el mar se lleve sus emoción lo calmaba, era un escape contra esos momentos mientras las palabras resonaban en su cabeza.

"Eres horrible"

"¿Cuantos más debes matar para vivir?"

"El tatuaje en tu espalda solo te recuerda lo poco deseado que eres cariño "

"¿Por qué te esfuerzas? Al final no lograras nada"

"Cuando te ilusiones eres muy adorable"

"Si ni tu madre de quiso ¿Qué te hace pensar que alguien más lo hará?"

"Oh Korem, eres tan idiota, creo que por eso era el bufón perfecto"

No sabe en que momento fue pero comenzó a llorar en silencio.

Todo lo que decía era verdad, no era amado, no se sentía amado, todo lo que podría recibir era un poco de consideración de alguien quien se acercó a él a duras penas.

No la podía dejar, no podía hacerlo, se sentiría muy solo y con emocional horribles que lo llevarían a algo peor.
Algunas cicatrices no solo eran por trabajo.

Sino fuera por Elione el posiblemente estuviera muerto. Pero habían ocasiones que se preguntaba si era mejor estarlo que seguir viviendo así.

..........................

Korem era conocido por tener muchos trabajos.

Era tantos los que tenían que unas personas lo apodaban el multiusos o la barbie barata.
Tantos trabajos que apenas podía  cubrir sus gastos normales o los que debe a otros.

Uno de ellos que era de sus preferidos, trabajar en cocinas en este caso le tocaba ser un mesero.

- Agh, el día no para -

- Es día festivo chico, sabes que cuando es quincena todo se llena -

Korem usaba su uniforme de trabajo uno blanco con pantalón azul y el logo del restaurante. El único trabajo "honesto" que tenía en Atlántico sin llegar a robar o matar por pedidos. Ese último deseaba dejarlo, pero no podía al estar atado a ese tipo.

Lleveba un tiempo elaborando un plan, solo le faltaban unas cosas para cumplirlo. Dentro de poco sería libre de esa gente y la deuda sería pagada.

- Mesa doce, son varias chicas, suerte campeón -

Korem tomo su pluma y libreta acercándose entre la multitud y llegando a la mesa. Muchos de sus compañeros trabajan tan duro como él.
El restaurante estaba lleno y con todas las mesas al tope hasta la barra de bebidas y el baño no era la excepción.

- Jajaja debiste ver su cara era tan graciosa -

- solo con imaginarlo me doy una idea -

- ¿Dónde está ese estúpido mesero? -

Las voces del pequeño grupo ya le daban una idea de la clase de personas con las que lidiaria. Solo respiro no deseaba tener un ataque como el de la playa, suficiente había llorado en la noche como para que comentarios de terceros le afecten a gran medida.

Solo debía concentrarse en lo mejor que hace, trabajar y hacerse el tonto.

Al final solo para eso sirve.

- Hola buenas tardes Señoritas -

- Ya era hora -

- Hasta que llegas -

- De haber sabido que tardarían no pediría nada -

Respiro para tratar de calmarse, se recordaba así mismo "es solo trabajo, no hagas un show como en el último restaurante" solo debía aguantar y ya.

- Lamento la demora, pero favor me dirían su orden -

- al menos sabe su lugar -

- Oye Elione ¿Ya decidiste? -

La única chica que leía la tarjeta del menú levantó su vista solo para encontrarse cara a cara con su novio.

La de cabellos azules cielo estaba entre la espada y la pared. Sus amigas y principales contactos en la ciudad y su pareja la cual había dejado plantado anoche.

Solo deseaba que en verdad cumpliera su orden como se debe y no la hable ni salude. No debía pasar vergüenza en frente de ellas.

Korem tenía muchos defectos, en ellos ingenuo e iluso. Era un cangrejo amable entre las profundidades del océano, un cangrejo débil y estúpido como ella.

Solo le dio una sonrisa y la saludo como siempre.

- Hola Elione -

La mirada inquisidora y curiosa de las chicas en la mesa cayeron en la mencionada. Sus sonrisas y carcajadas burlonas no se hicieron callar al contrario eran un par de bocinas en lo máximo del volumen o así lo hacia ver la chica.

- jajajaja elione no me digas que el mesero es tu amigo -

- Jajaja déjala, así tal vez nos hagan descuento -

- Jajajaja elione no sabía que tuvieras tan feos gustos -

Elione se sentía humillada, debil así como lo era en las profundidades. Las burlar resonaron con mayor fuerza a tal lindo em que solo desea salir huyendo de ahí.

Todo era si su culpa, todo era culpa de ese estúpido de Korem quien seguía ahí parado con una cara de extrañeza.
A ella no la engañaba disfrutaba de verla así, si, de seguro era su venganza por haberlo dejado plantado al final era un asesino estúpido que no tenía ideas en la cabeza.

Pero si el jugaba así de sucio ella también lo haría. Le demostraría lo cruel que puede ser si no sigue sus órdenes como se debe.

- ¡Callense, no se de donde es este tipo! - grito la chica alta de sus burlas y situación - ¡Este degenerado solo esta de idiota, no lo conozco para nada! -

Elione era conocida por tener una voz hermosa así como peligrosa. Experta en usar palabras y hacerte sentir mal en solo segundos.

Korem se sentía indefenso, débil y sin ese caparazón que lo protegía de todo. Era sorprendente ver como lo negaba y se burlaba de él como si nada, como siempre ella le había dejando en claro que su reputación e imagen era más importantes que una interacción pública la cual eran pocas y cuando las tenían no pasaba de discusiones o exigencias de ella. No, ahora solo deseaba irse de ahí pero ¿Por qué no lo hacía? Quizás sea el miedo del momento o ese bofetón que le dio de sorpresa dejando una fea marca roja en su mejilla.

- ¡Degenerado! -

El espectáculo solo llamó la atención de la gente entre ellos el personal de trabajo y el gerente quien de inmediato fue atender el asunto.

Korem fue sacado de ahí y llevado a la cocina mientras él hielo era puesto en su mejilla.

- ¿Qué pasó? -

No lo se

- ¿Qué sucedió? -

No lo se

- ¿Por qué te golpeo? -

Solo la quise saludar

- ¿Quién era esa tipa? -

Mi novia

- ¿La conoces? -

No lo se, creo que no.

Mientras sus compañeros preguntaban el solo se sentía ahogado en su propio mar mental. Un mar lleno de ajetreo, olas monstruosas y uma desesperación suicida.

El gerente había regresado y resuelto el problema. Korem debía seguir trabajando pero en otra mesa por petición de las comensales.

Para el chico no había ningún problema, solo debía trabajar y hacerse el tonto para ignorar la situación.

Eso sonaba mejor en su cabeza.

Durante toda la hora en cuando ellas estaban su cabeza y cuerpo recibía bolas de servilletas sucias, pedazos de comida, uno que otro cubierto y los comentarios era de lo peor.

- oye se te olvidó limpiar esto -

- Recoge esto mesero -

- haber come, muerto de hambre -

- Te vez delgado anda traga esto -

Pero la gota que rebasó el vaso llegp justo en un mal momento de decribe.

Mientras limpiaba una mesa a toda velocidad para ser ocupada nuevamente sintió un líquido frío y espeso así como pegajoso cae en su cabeza manchando no sólo el suelo sino también su uniforme y la mesa que limpiaba.

Elione le había derramado el vaso de malteada encima del chico. Mientras sus amigas reían, ella continuaba con la acción y Korem sentía su paciencia acabarse en ese instante.

Un golpe, un golpe en la cara impacto en la mejilla de Elione, por primera vez Korem le había respondido de forma agresiva.

Elione desde que conoció al chico lo describía como sumiso, manipulabre y tonto. Era alguien que ella manejaba bien y con cuidado para que no se salga de sus casillas además de darle muestras de afecto en momentos de crisis para mantenerlo a su lado.

Jamas se imagino que ese chico tan amable y llorón fuera capaz de levantarle la mano.

De inmediato el restaurante fue llenado de críticas y tumultos, unos apoyando las acciones de Korem y otros defendiendo a Elione. El chico fue sacado de ahí y el gerente así como sus compañeros tenían que lidiar con este alboroto.

Korem ya no le importaba nada, solo deseaba acabar con esto.

..............................

Elione se tocaba la mejilla esparciendo la crema deseando borrar ese moretón que dejaba en mala imagen su rostro.

El escándalo en ese restaurante llegó demasiado lejos, solo deseaba darle una lección al chico no acabar en esa situación tan problemática.

- Todo es tu culpa Korem - Murmuró mientras se veía en el espejo y sanaba su mejilla - si no me hubieras hablado, si solo fueras más obediente y me hubieras hecho caso esto jamas hubiera pasado -

Su expresión era de enojo e ira pura ante el recuerdo del restaurante.  Tomo su teléfono enviando un mensaje y llamada más al chico en cuestión, había ignorado todas sus llamadas y mensajes desde que salió de su trabajo.

- Responde, se que saliste y estas libre -

Dijo mirando el reloj con ira

- ¡No me ignores! -

Unos golpes se escucharon en la puerta de entrada.
Elione cubrió su cuerpo con una toalla caminando a ella y abriéndole en el proceso.

- pero mira quien vino arrastrándose -

Elione tenía en frente a Korem con los ojos llorosos y una apariencia demacrada la mejilla morada por el golpe que le dio no hace mucho le daba una sensación peor. Se veía acabado tanto como ella no deseaba demostrar en realidad.

- Estoy esperando tus disculpas -

- eso debería decirte a tí -

- ¿Disculpa? Yo no rompí la única regla que tenía, solo no tenías que hablarme ¿Tanto te costaba fingir no conocerme? Agh anda Discúlpate -

Silencio.

Korem la miraba con pena y una expresión depresiva y triste, ella odiaba verlo así una parte de élla la hacka responsable de su estado pero ella sabía perfectamente que él es el único culpable en todo esto.

- Terminamos -

- ¿Qué?... -

- Hemos terminado Elione -

La chica lo mira asustada y sorprendida. La voz del chico era fría, sería y apagada como la de un cuchillo. Su mirada era peor es como si su brillo y vida se hubieran desvanecido dejando solo un caparazón vacío.

¿Dónde estaba su Korem? Ese chico divertido que siempre le perdonaba todo.

- mentira - dijo en voz baja - estas mintiendo, tu no me puedes dejar a mi Korem -

- Elione, solo déjame en paz,... ya no puedo seguir así -

¿Es en serio? La rabia de la chica crecía en su interior, este chico no podía dejarla así como si nada. El no tenía la capacidad o inteligencia para hacerle esto.

El era su desastre así como ella de él.

- ¡NO! Tu eres el que no me puede dejar así, es imposible que me dejes yo soy como tu y tu eres como yo -

- Entonces ya no quiero ser como tú -

- Escúchame bien Korem ¿Vas a dejarme? Nada hazlo pero ahí vez donde consigues a alguien que sea capas de aguantarte, alguien que sea capaz de aceptar tu historial y tratos turbios - Elione hablaba como si de un cuchillo fuera dejando peor las emociones del chico - si encuentras a alguien que sepa con que se mete, con esa dependencia emocional, con tus intentos de suicidio, con tu pobreza, con tus ataques de ansiedad, con tu excusa de depresión y tu "Trabajo especial" ¡Haber si encuentras a alguien que te acepte como yo, aun pobre chico huérfano que creció en los abismos más bajos de Talotai! -

Korem escuchaba todo, sabía que él era horrible era conciente de eso. A pesar de tener una sonrisa en su cara y una actitud alegre y despreocupada siempre fue conciente de lo que era en realidad.

Solo un chico triste que trata de vivir su día a día, era doloroso pero más el tener a alguien cerca que solo le recordaba eso.

En muchas ocasiones lo había aplastado, el incidente del restaurante solo fue la gota que derramó el vaso. Ya no deseaba seguir así.

- entonces, es mejor que me quede solo para siempre,.... todo es mejor opción que estar contigo un día más  -

- Corrije tus palabras Korem, no me hagas usar mi magia en tí -

Amenazo la chica. Pocas veces usaba su poder de canto en el joven y cuando lo hacía no siempre resultaba como esperaba, era como si fuera inmune a ello.

- Hazlo, pero no cambiare de parecer -

Elione sentía un nudo en la garganta que hiba creciendo conforme Korem más se negaba.

El chico solo le devolvió una de sus cosas y se fue.

Y con esas palabras la dejo.

En un pasillo a mitad de la noche con lágrimas en los ojos y una sensación de dolor en su garganta.

Elione lloro esa noche y esperaba que regresara para que todo vuelva a la normalidad, pero él no regreso desde entonces.

Sin darse cuenta había perdido un bella joya sin pulir.

Korem solo regreso a su casa, a su verdadera casa. Un templo abandonado donde se rendía culto a los inmortales del mar.

Bajo el lecho de las viejas deidades Korem solo durmió con el sonido del mar y los ecos de las criaturas de las profundidades.
Nunca estuvo más en paz esa noche.

..............................

Elione miraba el mar recordando todo.

Desde que Korem se fue había perdido su voz de sirena. Al cantar ya no sonaba sus melodiosas canciones sino un grito extraño que se comparaba al de un ahogado. Sus tías le habían dicho que debía ser una enfermedad o bloqueo de su magia.

Ella deseaba que fuera eso y no otra cosa. Ingreso a una buena escuela y se enfoco en su educación y en el negocio de sus tías, pero ella aún deseaba más, deseaba estar en la cima y brillar como una auténtica joya.

Pero por el momento debía adaptarse a lo que tenía hasta recuperar su voz melodiosa.

- Estúpido Cangrejo -

Murmuraba para si misma mirando las olas del mar.
Confiaba en que él regresaría, siempre regresaba y no dudaba en que se repetiría la historia.

Korem iba a volver con ella, al final  es imposible que la haya terminado así como si nada.

- El me necesita, no importa cuanto lo niegue ,... el no es nada sin mi -

Si tan solo supiera que era ella quien  necesitaba de él.

De la única persona inmune a su canción y que le mostró auténtica preocupación.

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Elione: Korem me necesita, debe estarla pasando muy mal

*Inserte Korem siendo comido en la boca por algún Oc suyo*

Me dio una loca inspiración escribir de esta relación bien mala así como la carne de puerco en la noche.

Deje les explico unas cosas.

●Elione esta inspirada en las sirenas de piratas del caribe la fuente de la juventud.

● Korem de forma inconsciente le quito su voz de canto. De ahí porque el chico canta bien bonito. El no se a dado cuenta y dudo mucho que lo haga

● Korem creció en un templo abandonado de la zona de las deidades en Talotai. Es una zona donde se escuchan los ecos del mar, la marea y en ocasiones la voz de espíritus de agua. A korem le gusta mucho y lo relaja.

● Hubo un tiempo en que Elione no era una perra y en verdad quería al chico.

● En un futuro Azariel le dará su merecido a la chica.

¿Qué les pareció?

¿Alguna duda o comentario?

¿Desean hacer sushi a la ex? Les doy permiso

Y porque me gusta el salseo díganme ¿como reaccionaria su Oc con la historia de su ex y lo que le hizo al pobre Korem? O que harían si la tuvieran de frente? Deseo ver el mundo arder  >:D

S

in más nos vemos mis leyendas

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