Salem había corrido tanto como sus cuatro patas podían dar, el miedo de ver a alguien como la chica muerta era demasiado, pero de una extraña forma le parecía familiar.

Salem: ya me perdí...

Estaba en medio del espeso y lúgubre bosque que rodeaba la escuela, si de día parece extraño de noche le daba una sensación de terror y miedo. Clásico de la escuela Emerald Black.

Salem: no debí irme tan lejos.... No debí salir en primer lugar....

Mientras el gato hablaba consigo mismo tratando de recuperar el rastro de regreso a casa se encontró con un lugar extrañamente familiar.

Salem: nya ¿El jardín de Hild?

Por la poca luz de la luna y el reflejo de la vidriera de la construcción pudo reconocer el lugar, lo que le parecía curioso era encontrar la puerta abierta y la luz de adentro encendida.

En un inicio pensó que Hild se encontraba reparando los destruido por Ofelia, pero el aroma era de alguien más.

Salem: esa no es la chica perro

Con el mayor cuidado y silencio que sus patas felinas le proporcionaban se adentró al invernadero escondiéndose entre las enormes macetas y sacos de tierra negra y semillas. Vio algo que lo dejo medio anonado.

Salem: oh cielos...

Quien estaba adentro era Ofelia, no llevaba su traje de líder sino su uniforme con las mangas recogidas y el chaleco amarrado en la cintura. Estaba acomodando las macetas con plantas recién sembradas, limpio el suelo hasta dejar todo limpio y algunas piezas mecánicas en la mesa de trabajo de la dueña.

Salem: que curioso...

El felino movía su cola con cuidado de que la llama no quemara nada a su alrededor o eso creía. La chica lobo olfateo su alrededor al sentir un olor peculiar en sus narices.

Ofelia: eso huele a quemado

Volteo solo para encontrarse con un saco de tierra en llamas y un felino mirándola curioso.

Ofelia: ¡FUEGO¡

Salem: ¿fuego? ¡FUEGO¡

Salem salió corriendo de su escondite, Ofelia tomo la cubeta la cual usaba para limpiar el piso echándola al saco de tierra incendiada. La líder de Luperca miro enojada al felino quien ahora se encontraba sosteniendo su cola y sonreía nervioso mostrando sus colmillos de gato.

Ofelia: tenías que ser tú

Salem: jejejeje holis

Ofelia: ¿Qué haces aquí? No deberías estar con tu dueño

Salem: eso mismo debería preguntarte, la última vez que tú entraste destruiste todo el trabajo de la niña perro

Ofelia: Tsk, eso lo se

Salem dio una mirada alrededor del invernadero, más allá del saco de tierra quemado y mojado todo estaba limpio y en orden no como la última vez que entro con los chicos. Ofelia estaba manchada de las manos y terminaba de acomodar lo último que le faltaba.

Salem: ¿Arreglaste todo esto?

Ofelia: ¿no es obvio?

Salem: creí que Hild no te agradaba

Ofelia: esto es más por cuestiones personales

Salem: cuestiones que se llaman Hild

Ofelia: no necesariamente tiene que ser de ella

Salem: ¿ósea que son tuyas?

Ofelia suspiro cansada e irritada por las palabras del felino, en serio si apenas tenía paciencia con su camada no sabía cómo lidiaría con ese gato, aunque no emitía un olor a gato por completo.

Salem: te enojas fácilmente

Ofelia: y tu iritas rápido ¿no deberías estar con ____?

Salem: es que me perdí por ver a un chica muerta, fue horrible la mitad de su rostro era sano y la otra mitad todo oscuro y casi se le veían los dientes

Ofelia: ¿chica muerta? Creo que ya se de quien hablas

Dejo un par de escobas en la esquina mientras movía un par de sacos más de tierra. Salem solo la veía atentamente como michi curioso.

Ofelia: tranquilo, ella no te hará daño aunque posiblemente por irte corriendo te considere mal educado

Salem: ¿mal educado? Es mal educado comerte a las personas

Ofelia: ¿acaso ella te hizo algo?

El felino estaba por responder, pero recordó que solo le grito, salió corriendo y ni vio a donde se dirigía. Ahora se encontraba apenado.

Salem: ....

Ofelia: eso imagine, pero en caso de que sirva yo hice lo mismo cuando la vi por primera vez

Salem: ¿en serio?

Ofelia: si, apareció de la nada grite del susto y ella me dio un bofetón para calmarme jajajajajaja

Salem: jajajajajaja hasta que dices algo gracioso creí que eras una amargada loca con problemas emocionales

Ofelia: ....

Ofelia con un rociador que tenía en mano le hecho algo de agua a la cara a Salem por su comentario y como todo buen gato arrugo la cara y se tapó con sus patitas.

Salem: ¡oye¡

Ofelia: controla esa legua tuya, puedes meterte en muchos problemas si no modulas tu vocabulario, creme conozco a muchos que te darían un buen escarmiento si le dices algo así

Salem: nya, como sea al final de cuentas ¿Qué haces aquí?

Ofelia: arreglando lo que destruí ¿feliz?

Salem: ahora si

Mientras Ofelia terminaba de limpiar Salem dirigió su atención a un par de macetas que estaban cerca de la ventana, en ellas estaban una flores de color pálidos pero con un aroma que le llamo la atención de inmediato.

Se acercó a ellos a paso lento con cuidado de que su cola no quemara algo nuevamente, al tenerla frente a él, los olfateo, tenían un aroma cálido, tranquilo y muy apetitoso.

Salem: no recuerdo que Hild nos haya hablado de estas plantas

Ofelia: son recientes, se llaman campanas de hadas por su tamaño pequeño y en forma de campana o cascabel.

Salem: son muy lindas

Las flores tenían esas mismas características, eran pequeñas con un tallo curvo con tres flores boca debajo de tono azul pálido, parecían campañitas pequeñas y casi aprecian emitir una luz blanca o azul clara.

Salem: ¿a qué sabrán?

Abrió la boca grande para comerse una hierbita cuando Ofelia lo tomo del cuello como si fuera un cachorro separándolo abruptamente de ellas.

Salem: oye, no me agarres así loca

Ofelia: ni creas que te daré una de estas plantas, dioses en serio eres muy inquieto

El felino se movía de un lado a otro hasta que recordó su habilidad especial. Se concentró lo suficiente como para hacerse sombra y desapareciendo del agarre de la chica, aunque no fue muy lejos cayendo encima de Ofelia.

Ofelia: ¡ahg, gato molesto quítate de encima¡

Salem: ¡Tu deja de moverte perro¡

Así estuvieron un rato cuando Ofelia al fin pudo tomar a Salem y separarla de su cabeza y cabello el cual estaba todo revuelto. No sabía cómo en cuestión de minutos su paciencia eta a punto de explotar con un solo gato cuando a sus compañeros les tomaba un mes entero.

Ofelia: ese chico sin magia debe ser extremadamente paciente contigo

Salem: es el aprendiz obviamente es especial conmigo

Estaba por decir algo más, hasta que comenzó a estornudar y sentir picazón en sus brazos.

Salem: mira ya te enfermaste

Ofelia: agh, no es eso achu... Soy alérgica a los gatos

Salem: ¿a quién le dices gato?

Miro ofendido a la chica mientras esta seguía estornudando por el contacto y sentir el pelo de Salem. Lo que pasaba cuando ____ estaba lejos.

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Los pasillos de la escuela eran confusos, pero no tanto como los de las bóvedas. Un laberinto el cual podía estar lleno de pasillos largos y salones cerrados bajo llave.

Hubo un tiempo en que la escuela estaba llena hasta el tope de alumnos y con más de 7 dormitorios, pero con el tiempo solo queda esto.

Hild: a este paso llegare muy tarde...

Moviéndose entre las sombras de la noche, con todo el cuidado y sigilo que sus pies podían darle, Hild se movía mientras llevaba encima su mochila llena de piezas mecánicas y un par rollos de construcción.

Hild: si no me equivoco debe ser así

Llego hasta una pared de los pasillos más aislados, presiono dos ladrillos al mismo tiempo abriéndose la pared a la mitad revelando un pasillo oculto, este tenía pocos rastros de tinta y sin ese característico olor a tinta o de algún monstruo de bóveda.

Hild: si mi mapa no se equivoca aquí debe estar la entrada

Sabía que lo que hacía era malo, pero estaba muy acostumbrada en hacer este tipo de cosas sola. Además de que no deseaba meter en problemas a su amigo sin magia.

Hild: bueno, aquí vamos

Entro al pasillo cerrándose la pared al instante. Sin saber que unos ojos la veían de lejos.

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Un capítulo que debía publicar ayer, pero lo hice hoy en la tarde porque las visitas inesperadas llegaron.

¿Qué les parece?

Sin más nos vemos mis leyendas