- LUPERCA. PART. 12 -

Hild: ¿Qué hacen aquí?

Entre las mesas con macetas y unos equipos de jardinería apareció Hild, no tenía su chaleco del uniforme y las mangas de su camisa estaban recogidas, por la suciedad de sus manos parecía estar tratando con las plantas. No aprecia muy contenta de tenerlos en ese lugar.

Surt: hola Hild, solo venimos por Salem el muy gato se metió aquí como si nada

Korem: ¿de casualidad no lo has visto?

Hild: no y curiosamente tenía que entrar en mi jardín ¿no?

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- ¿Tu jardín? –

- ¿Esto es tuyo? –

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Hild: no exactamente...

Miraste alrededor, si veías con mayor enfoque notabas que las plantas, las flores y demás cosas estaban en buen estado y tratadas con cuidado. También como algunos tubos estaban conectados a los dispersores de agua pero de una forma más peculiar.

Surt: estas plantas son muy lindas, ¿Dónde las con seguiste?

Justo cuando estaba por tocar una de estas Hild alejo la planta de la chica.

Hild: son rosalias, aun están en crecimiento y no toquen mis cosas

Korem estaba por tocas un tubo de metal y rápido se alejó. Este vio una cola en llamas moverse entre unos sacos de fertilizante.

Korem: ¡hasta que te encuentro¡

Agarrándolo de la cola korem saco a Salem de su escondite dejándolo ver que se estaba comiendo una planta negra o algo así.

Salem: ¡suéltame tarado¡

Surt: tanta prisa por una planta

Salem: no era una planta, era un ratón.... eso creo.

Tomaste a Salem en tus manos, cuando quisiste ver más del invernadero Hild ya los tenia sacando del lugar.

Hild: ahora que tiene a su gato largo

Surt: oye ¿Qué te pasa?

Korem: relájate amiga

Salem: mi cola me la pisan

Juntos cuando ya los tenia empujando sintió una horrible punzada en su brazo derecho soltando un chillido de dolor.

Hild: ¡argh como duele¡

Korem la vio de reojo notando como una de las vendas se pintaba de rojo por la sangre que salía de su herida. La chica les daba la espalda y solo trataba de volver a atenderse sin la vista de ustedes sobre ella.

Hild: ¿Qué hacen? aquí ya váyanse

Korem hizo caso omiso y la tomo del brazo mirando mejor la herida o en este caso la venda, le quito la venda en un movimiento rápido dejando ver una mordedura profunda en esta. Hild aparto bruscamente su mano mirando de mala manera al chico.

Salem: esa cosa esta sangrando

Surt: es la mordedura de un animal

Hild: ¿Qué te pasa?

Korem: esa herida sin el tratamiento adecuado puede ser grave

Se veía y oía serio, algo muy extraño en el incluso Surt se impresiono un poco en ver esa reacción de él.

Hild: y eso a ti que te importa, no es asunto tuyo

Korem: entonces perderás ese brazo

Una expresión más triste y dolorosa apareció en sus ojos, extendió con algo de desconfianza su brazo hacia korem, este rápido comenzó a tratarla con las cosas que siempre llevaba encima.

Al ver que esto tomara algo de tiempo tu junto con Salem y Surt decidieron darle una mano y esperar a que acabara en su trabajo.

Korem: listo, ya la atendí, con el tiempo cerrara y se cicatrizara aunque tal vez tengas una fea marca después

Hild: ... eso no me importa

La chica de menor tamaño soltó un suspiro pesado y miro al chico.

Hild: gracias por tu ayuda, pero ¿Por qué lo hiciste? ¿Acaso quieres algo o qué?

Korem: nah 50, 50, solo que si esas heridas de animales no se atienden dejan una infección fea y posible mutilación incluida

Hild: veo que eres un experto

Korem: si supieras cuantos perros callejeros, mapaches locos y gatos raros me han mordido

Surt: Salem ¿a qué hora lo mordiste?

Salem: oye, yo no muerdo porquerías

Reíste un poco por el comentario de surt y como trataba de aligerar el ambiente, pero al ver la herida y la expresión triste de Hild por alguna razón eso te era familiar.

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- ¿Cómo te hiciste la herida? –

- ¿Qué te paso para estar así? –

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Hild: .... Un problema en mi dormitorio

Surt: ¿tu dormitorio? Creí que en luperca la mayoría o todos eran más tranquilos por ser una camada

Hild: solo a los que aceptan como suyos, a los demás los tratan así hasta que demuestren lo contrario

Esa expresión triste y cansada nuevamente estaba en sus ojos.

Korem: pero ¿Por qué? No que el líder no debe permitir ese comportamiento, ¿Por qué no se lo dices?

Hild: .....

Surt: ¿el líder es quien te hace eso?

Korem: eso no puedes ser, porque el líder lo haría

Hild: eso mismo me voy preguntando desde que ingrese a esta escuela

Notaste como a través de la gasa en su mejilla tenía un moretón grande y sus partes algunos rasguños de garras o mordidas casi profundas. No sabias como era el caso, pero por su expresión parecía estar acostumbrada a ese trato.

Hild: en fin, gracias por ayudarme, pero si quieren comer vallan ahora en un rato tocan la campana

Salem: es verdad, aun deseo comer esa pasta blanca, vamos aprendiz

Estaban por irse cuando volteaste nuevamente a ver a Hild, está ya estaba trabajando en esa mesa llena de máquinas y piezas extrañas. Salem se acercó a ella subiéndose a la mesa y sentándose encima de una de sus hojas con planos dibujados.

Hild: ¿ahora qué?

Salem: te ves demacrada niña perro ven a comer con nosotros

Sin dejarla hablar se lanzó sobre ella en la cara jalando por el cabello hasta empujarla con los chicos guiándola con cuidado o eso intentaba por algunas jaladas y mordiscos en la cara.

¿Por qué lo dejaron hacer eso? Ya era normal en Salem y ustedes.

Hild: ¿Cómo es que accedí a esto?

Korem: porque Salem casi te arranca el cabello, ahora come que se te enfría la pasta

Estaba Hild sentada a tu lado con el cabello revuelto, la cara medio arañada y con una toper de pasta blanca, así bien casual como todo compa de ahí.

Hild: bueno, si ya no queda más opción...

Resignada tomo el toper y comenzó a comer aceptando su loca compañía. Al final no era tan malo estar con ustedes, era cómodo de una extraña manera.

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Los alfas en la manada no solo tiene el deber de controlar a sus integrantes, sino también el de impartir el ejemplo y el orden en su misma, dar la completa imagen de un alfa, mostrar fuerza y dedicación sin doblegarse ante nada, el no cumplir con esas cosas solo harían mas difícil el control de la manada.

Control, Ofelia debía describir su liderazgo con esa palabra.

Ofelia: ¿ya cumplieron con la orden?

Alumno de Luperca1: si alfa

Alumno de luperca 2: le dejamos esas marcas como ordeno

Ofelia: bien, lamento hacer que muerdan esa cosa, ya pronto se ira de aquí

Alumno de luperca1: bueno eso es ¿bueno?

Alumno de luperca2: pero

Ofelia: pero, ¿dijiste pero?

El aura de Ofelia constantemente se hacía pesada, sus compañeros de dormitorio lo notaban, era diferente a cuando un lobo te amenazaba esto era otro nivel rosando casi el salvajismo y la locura en sus ojos con ese extraño tinte negro que rodeaba sus pupilas y se impregnaba en su aroma.

Ofelia: ¿ahora que te hace cuestionar de mi dominio?

Alumno de luperca2: es que, ¿Por qué seguimos molestando a esa chica? Digo no tiene nada especial y aun así la seguimos poniendo apuraba, según las leyes de la loba Luperca si sobrevives y demuestras-

Ofelia: ¡SILENCIO¡

Rápidamente el chico se calló ante la demanda de su líder.

Ofelia: si aceptamos a los débiles en la camada estos contaminarán el lugar y traerán más alimañas a su alrededor. Es ley de la naturaleza, los débiles mueren y los fuertes quedan, no permitiré que este dormitorio sea contaminado por esa bruja e intento de lobo.

Sus rasgos bestias se recalcaban más, sus ojos se dilataban y casi gruñía ante la duda de su alumno, pero lo que no notaba es que estos veían algo más personal detrás de esas pruebas.

Ofelia: no dejare que esa alimaña se quede más tiempo ¿entendido?

Ambos se quedaron callados, eso no le gusto a la chica.

Ofelia: ¡ENTENDIDO¡

Alumnos de luperca: ¡si alfa¡

Ofelia: ahora retírense antes de que use mi magia con ustedes

Al retirarse la dejaron sola en el pasillo. Desde la vista de la ventana podía ver como Hild convivía con ese extraño grupo de amigos de primer año, como estaba con ese gato el chico sin magia y los problemáticos de Ofiuco y Texcatl.

Gruño como respuesta al verla en paz, eso le ocasionaba odio y repulsión.

Madre de Ofelia: recuerda que nosotros solo servimos a la familia real

Padre de Ofelia: si fracasas lo más que puedes ser es convertirte en su dama de compañía

Ofelia: ¡No¡

Dijo en desesperación ante el recuerdo de sus mayores, no deseaba volver a estar bajo nadie más, era hermoso estar en la cima y que todos te veneren. Era hermoso ser importante.

Ofelia: si hay amenazas, el alfa debe encargarse de ellas

Una amagar sensación la volvió a tomar, si deseaba avanzar las cosas, debía moverse ya mismo.

Ofelia: no volverás a quitarme lo que me pertenece ...

Un par de gotas de tinta se oían caer en el vacío.

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Doble capítulo. Se los debía por no publicar bien las semanas pasadas.
Además de que es un regalo por su apoyo.

Asique no preguntes solo gozalo.

Sin más nos vemos ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

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