- DRAGONTOWER. PART. 8 -
Asclita: Salem, suéltate
Salem: ¡No!
Asclita: la hierba te deja raro
Salem: pero huele tan bonito
Asclita: eso para ti son drogas
Esperabas encontrarte al felino en una situación desesperada, escapando por su vida, enojando al líder de dormitorio, quemando el techo o incluso colgado de alguna de las torres o peleando con el halcón no en este escenario.
Asclita: ya deja eso, te pondrás raro
Salem: ya estoy raro
Salem se encontraba en medio del pasto cerca de las afueras del edificio de Dragontower, no quería separarse de las plantas untándose en ellas y sujetándose con fuerza. Una chica con el uniforme de su dormitorio (o su ropa normal) tenía a Salem sujeto del torso tratando de no ejercer mucha fuerza en su cuerpo y lastimarlo.
El gato no ayudaba mucho porque se aferraba al suelo y la piedra para no dejar el dulce olor de hierba gatuna.
Azariel: ¿Qué es eso?
Hild: hierba para gato, es como droga pero en gatos
La chica logró separar a Salem del montón de hierba que crecía en las afueras del edificio, aun así el felino tenía algunas hierbas en sus patas.
Asclita: la hierba gatuna no es buena para ti, podría darte dolor de cabeza e incluso tener problemas con tu olfato
Salem: agh,...
Era casi sorprendente como esa chica controlaba al felino en sus manos, más bien parecía calmarlo con un toque cuidadoso y delicado en su cabeza y detrás de sus orejas. Quizás solo sea por la hierba gatuna, Salem no suele dejar acariciar después de tres rondas de comida y un par de arañazos.
Era extraño, pero casi jurabas pensar que ese gato y la chica se conocían desde antes. Aunque eso era imposible, Salem nunca tuvo otros dueños, él te contó que siempre vivió en la calle.
Hild: Oye, disculpa
Hild fue la primera en reaccionar acercándose a la chica. Esta volteo mirándolos a la cara cargando a un Salem maldiciendo en voz baja. La miraste extrañado, esos ojos y rostro, sentías que los habías visto antes en alguien más ¡Un momento! Se parecía un poco a uno de los personajes de tus sueños raros, pero ¿En quién? Llevaba un listón atado a su cintura con el emblema del dragón negro, debía de ser una coincidencia ¿verdad?
Asclita: ¿En que puedo ayudarlos?
La voz de la chica frente a ti te saco de tu trance, era suave y sería al mismo tiempo, con un toque algo elegante, muy diferente a la voz del hombre de cabellera negra.
Hild: ese gato es nuestro, un halcón se lo llevó y–
Asclita: No es necesaria la explicación, mi ave lo trajo por error, lamento eso
Se disculpó haciendo una pequeña reverencia ante ustedes aun cargando a Salem con cara de niño enojado.
Asclita: pero miren aquí esta vivito y coleando
Salem: aun quiero esas plantas
Tomaste al gato cuando ella te lo entrego, Salem te sonrió mostrando sus colmillos
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– Al menos no te comieron -
- Casi te compro flores para tu funeral –
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Salem: Oye, igual hubiera dejado en su lugar a ese halcón
Hild: (aun después de casi morir no deja de lado su orgullo) espero que no haya causado problemas
Asclita: aunque no lo crean si se comporto
Tanto tú como los chicos se quedaron callados por la respuesta de la mayor. Era algo difícil de creer.
Hild: ¿En serio?
Azariel: ¿Salem podía comportarse?
Salem: ¡Oigan! En verdad se pasan
Asclita: je, si solo les debo una disculpa por mi ave, no suele cazar en la escuela más bien en las afueras, creo que confundió a Salem con alguna liebre gorda o gato callejero
Hild: si dicen eso entonces me la creo
Salem: ¿Parezco una liebre?
Azariel: solo si te ven desde arriba y esas lonjas no ayudan mucho
Salem: ¡Que es pelo, no grasa!
Mientras seguían molestando al gato una estatua te llamó la atención. Casi cerca de la entrada del otro lado del puente rojo y del estanque del jardín había una figura de piedra. A este punto sabías que en cada dormitorio se encontraba una estatua de su fundador, en este caso era una especie de hombre con cabeza de dragón.
Lo que te parecía desconcertante era su apariencia, cuerpo humano, una armadura en su cuerpo, una katana sosteniéndome con fuerza y el logo que cargaba en su túnica, era el mismo que aparece en tus sueños.
Salem: aprendiz ¿Qué estás viendo?
La voz de Salem te saco de tus pensamientos dándote cuenta que llamaste un poco la atención con tu silencio. Aun así la chica se lo tomó con calma transmitiendo esa misma serenidad a los demás.
Asclita: veo que te llama la atención la estatua del fundador, ¿no es así?
Hild: ¿su fundador es un dragón?
Asclita: el poderoso dragón rebelde la corte del cielo y terror en la tierra. El gran dragón negro o el maldecido como le dicen en oriente
Hablo con cierto orgullo al recordar las bases de su dormitorio. Oírla hablar daba cierta calma, era extraño pero quizás esa misma sensación tienen tus amigos y el felino que se calmó de repente en tus brazos ¿Era algún efecto en ella o su magia única?
Azariel: en mi dormitorio solo son bestias marinas y brujas locas, pero creo que tenemos un dragón en esos
Asclita: Ofiuco tiene una gran variedad de fundadores pero todos comparten su relación con el océano algo que respeto. Mi dormitorio está bajo el régimen del gran emperador oscuro, todo un líder en el antiguo oriente. Por eso somos disciplinados y seguimos la honorable doctrina del fundador.
Recordaste unas pocas escenas de tus sueños, aunque parecía ser un buen líder era demasiado impulsivo. Aun así preferimos no hablar para evitar problemas, al aparecer muchos aquí tienen otra versión de la historia.
Hild: es casi como en Luperca, pero nuestros estilos de disciplina son diferentes
Asclita: eso se debe a que ustedes se mueven en manada, nosotros somos una unidad casi militar
Azariel: eso se oye duro, no creo que sea mi estilo
Asclita: aun así admito que cada dormitorio tiene grandes virtudes, aunque prefiero que el nuestro destaque
Hild: valla, te oyes como un líder, de seguro eres la líder de dormitorio ¿cierto?
Asclita sonrió con cierta pena sin perder su calma.
Asclita: No, no lo soy, solo soy cercana al líder
Azariel: Entonces debes ser la vice líder ¿no?
Asclita: tampoco, solo soy-
El timbre de un teléfono comenzó a sonar, la de cabellos oscuros sacó de su bolsillo un teléfono mirando la notificación de pantalla suspirando con pesadez.
Asclita: ya deberían retirarse, tengo unas cosas que hacer y el entrenamiento debe comenzar. No me gustaría que nos interrumpieron o salieran heridos
Tan pronto como salieron del dormitorio y cruzaron el espejo Hild pudo soltar un comentario que llevaba guardado hace un tiempo.
Hild: ¿Lo notaste?
Salem: ¿Qué cosa?
Hild: creo que tiene una entrada de bóveda, en los jardines vi unas figuras extrañas que me recordaron a la de los planos
Azariel: no por favor, ahora no que andamos en finales de parcial
Hild: obviamente no nos meteremos, no conocemos a nadie de aquí y no quiero que nos castiguen por invasión de la propiedad
El chico tiburón mostró su disgusto ante la idea de explorar otra de esas cosas, no era ajeno al tema de que ustedes las exploraban en sus tiempos libres, ya fue parte de un ataque de ella y era consciente de lo que son capaces de hacer.
Pensaste en el comentario de Hild, si bien explorar las bóvedas era un pasatiempos suicida debían tener cuidado de cómo y dónde se metían. Además de tu pequeño problema de memoria, era mejor mantener un margen bajo.
Hild: lo se, lo se, Solo me parecía curioso que la entrada de su bóveda sea en lugares tan abiertos o de fácil acceso
Azariel: no todos deben ser exactamente iguales, no recuerdas que me contaste de las remodelaciones de la escuela y como estas taparon algunas entradas, debe ser lo mismo
Salem: como en el club de esgrima y las entradas en los jardines de la academia
Comentó el felino acomodándose en tu hombro como de costumbre. Por un momento se quedaron en silencio en el pasillo caminando a paso lento alejándose del salón de los espejos. Hasta que Azariel rompió el silencio en el grupo.
Azariel: tengo hambre
Salem: yo también
Tu estomago también sonó sintiéndote vacío desde que comiste en la mañana.
Hild los miro de reojo ajustando sus lentes por los nervios y pensando si decir su idea o no, al final suspiró con cansancio habló al fin.
Hild: ... ¿Quieren ir a comer? el restaurante aún sigue abierto a esta hora
Los tres miraron extrañados a la chica de lentes.
Azariel: ¿No estás invitando a comer?
Hild: B–bueno podría decirse que si, pero solo por esta ocasión además igual tengo hambre y no quiero comer sola
Hild parecía ruborizarse por la pena, no era del todo social como Surt o Korem. Le daba pena y no sabe cómo reaccionaría el par de locos que llama amigos.
Azariel: aw, se nos puso avergonzada
Dijo burlón picándole la mejilla a Hild con cierto tono juguetón, Ambos eran un par de enanos, uno enojón y el otro tranquilo pero con ira reprimida.
Hild: sigue así y te dejo como pescado a la brocha
Azariel: órale, uno a uno
Hild: todo o nada
Azariel: sin miedo perra
Salem: ¡CALLENCE Y VAYAMOS A COMER!
Dejaron de lado su actitud y fueron al restaurante de la escuela. Al fin conocerás ese lugar.
Llegar al restaurante no era difícil, estaba cerca de la zona de los clubs y de la tienda de Valentín.
Hild: ahí esta
Azariel: me lo imaginaba más grande
Era un edificio no muy grande con un estilo antiguo casi gotico por los colores negros y detalles rojos. Un letrero grande con el nombre del restaurante con un fantasma pequeño adorable incluido.
Al entrar la música llegó rápido a sus oídos y las luces iluminaron la entrada. Por dentro parecía una elegante mansión con aire hogareño, muebles de madera oscura y el estilo antiguo con algunos toques modernos, mesas cubiertas por manteles blancos sencillos pero elegantes así como el candelabro colgando del techo iluminando todo el salón.
Salem: que elegancia la de Francia...
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– Huele bien la comida -
- Se ve un lugar algo caro –
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Azariel: No está mal para ser de la escuela
Hild: vamos, por aquí hay una mesa desocupada
Se sentaron en una mesa cerca de las ventanas, desde ahí podrás ver casi todo el restaurante así como algunos líderes o compañeros de la escuela.
En una de las mesas estaban la líder y sublíder de Yahveh, la líder siempre con su expresión seria y el chico más radiante que el sol de verano.
Bahir: hasta que actualizan el menú, él año pasado servían cosas con tripas
Chisai: (nunca te oí quejarte)
Del otro lado, cerca de ahí se encontraba el bello líder de Rosesword acompañado de su hermano, ambos comiendo pasta.
Jouta: una remodelación no les iría tan mal, algo menos oscuro y quizás con un toque más rústico y un cambio en las lámparas
Diego: por un demonio Jouta ponte a comer
El de ojos azules dio un mordisco a su comida degustando por el sabor y dejando en paz al de cabellos rubios y verdes.
Cerca de la entrada en una mesa estaban un par de integrantes del último dormitorio.
Hati: yo quiero una hamburguesa y papas fritas
Skoll: pido el juego de alitas y aros de cebolla
Ymir: No, les pediré el menú infantil como acordamos
Skoll: ¡Oye, eso nunca lo acordamos!
Hati: ¡Quiero hablar con mi abogado!
Ymir: entonces se quedan sin juguetito
Skoll: pensándolo bien me gusta el menú infantil
Hati: la hamburguesa es mucha avaricia
Si había de todo en este lugar.
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Feng: agh, que dia...
Murmuró cansado el chico mientras flotaba lentamente en las afueras del edificio.
Feng: pero al menos pude conseguir mi paquete
El chico de mechas negras flotaba con calma de regreso a su dormitorio con un paquete en manos que había encargado en la tienda de Valentin, pero como era costumbre en él degustaba del silencio y la soledad que le proporcionaban las tardes en los jardines o las afueras de la escuela.
Ese momento de silencio y soledad eran los mejores para su mente cansada y traumada.
-Oh,.. creo que el camino era este...
Una voz le llamó la atención deteniendo su andar mirando con atención sus alrededores.
-Si, creo que aquí era la salida... ¿o no lo era?
Sonaba confundida y desorientada, quizas se habia perdidos, debía ser un alumno nuevo o de reciente ingreso incluso en el primer dia uno aprendía todos los caminos de la escuela.
-Si esta era la salida, luego debía seguir derecho y encontrarme en los salones... No, así no era...
Feng suspira con pesadez.
Feng: bueno, hacer mi buena obra del dia
Desvaneció su paquete con un movimiento en sus dedos flotando a donde sonaba esa voz, avanzó hasta llegar a unos arbustos encontrándose con una de sus compañeras de grupos.
Feng: Brunhild, que lindo verte
La mencionada lo volvió a ver, se quedó unos segundos sosteniendo la mirada pero en realidad hacía un esfuerzo en su mente por recordar al chico. Hasta que sus ojos se abrieron de la impresión y de recordar a su compañero del club de música.
Brunhild: ¿Feng?
Feng: ¡Correcto! y no te tardas cinco minutos
Brunhild: peor es nada...
La voz de la menor sonaba poco animada, hacía un esfuerzo por verse alegre con un conocido, pero la angustia de su mala memoria y desorientación podía controlarla por momentos.
Feng: ¿Nuevamente te perdiste?
Brunhild: si, agh se supone que no iría muy lejos pero acabe aquí
Feng: y dime ¿A dónde tenías pensado ir? quizás te ayude un poco
Brunhild: ese es el problema ya no me acuerdo
Feng: ah, pobre cosita fea
La chica sonrió un poco ante esa pequeña broma para aligerar su tensión. Feng conocía a la chica gracias a su hermano mayor y a algunas situaciones que agradece que no recuerde la infante.
Era uno de los alumnos más jóvenes de la academia junto a los gemelos lobo, no se sabe con exactitud su edad pero calculaba unos 13 o 15 años.
Brunhild: ¿podrías ayudarme a ir a la sala de espejos? ya es tarde y no quiero preocupar a mis hermanos
Feng: curiosamente a ese lugar tenía pensado ir, vamos linda
El chico dejó de flotar ahora caminando y guiando los pasos de la menor en dirección a la sala de espejos.
Ambos se quedaron en silencio, pero era agradable para la chica y el chico, después de todo vienen de lugares donde deben quedarse callados por muchas horas.
Feng: y dime ¿Como vas con tu memoria?
Brunhild: bueno,.. no he tenido muchos avances, pero me recomendaron hacer un diario y desde entonces escribo todo lo que veo y hago al día
Feng: Eso es muy efectivo, pero ¿Por qué no lo traes contigo?
Brunhild: crei que podria salir sin necesidad de llevarlo
Feng: al menos tiene una herramienta
Brunhild: y... ¿Cómo está todo en el dormitorio?
Feng: ah, es un milagro que nadie se haya matado, cada vez es más difícil de contener sus peleas
Feng soltó su frustración con la menor a su lado, está le pone toda la atención posible para tratar de dar un buen consejo. Solo así se sentía útil. Con Feng podría decir y soltar lo que sea, al final Brunhild nunca recordaba nada de sus conversaciones eso era un beneficio cuando deseaba desahogarse.
Feng: Yozuka Y Asclita en verdad están empeñados en revivir las peleas de sus antecesores, es como si el odio del pasado quisiera revivir en ellos
Brunhild: pues, son nietos de esos dragones, dicen que se heredan asuntos del pasado que no se pudieron resolver en su momento,.. está casi en su genética
Feng: es verdad, lo peor puede pasar si no hacen las pases a tiempo
Brunhild: ¿lo peor? ¿Qué clase de cosas podrían pasar?
Feng: ....
El chico la miró de reojo, si bien podía contarle cosas a su amiga nunca se arriesgaría a que sepa todo. Nunca se sabe cuando podría funcionar su memoria.
Feng: cosas muy malas
Brunhild: ya entendi
Y esa razón no pasaba desapercibida en la de cabellos cafés, pero no importaba si aun así era de ayuda aunque sea un poco ella se mantendría feliz.
Feng: en verdad no se que hacer
Brunhild: Ambos son dragones su orgullo es como la vanidad de un Buriarty, hasta que uno no de el paso el otro jamas lo hara. Para ellos todo está en juego sobre todo el orgullo y honor
Feng: lo sé, ¡Agh! solo quisiera que-
-¡Brunhild!
Una tercera voz se hizo sonar desde el salón de los espejos. La menor casi tembló del susto al oír su nombre reconociendo a la persona en cuestión.
Brunhild: me gustaria ayudarte, en serio pero-
Feng: me escuchaste, esa fue suficiente ayuda
Brunhild sonrió con alegría y emoción genuina tras oír esas palabras. Feng sonrió de lado viéndola así, en verdad le recordaba al pequeño bebe búho.
La menor se despidió de Feng corriendo en dirección a su hermano mayor. Feng desde su posición podía ver el tremendo contraste entre ambas personas, una serpiente venenosa y tóxica junto a una pequeña ave que aún no podía volar.
El mayor abrazo a la chica con extraña amabilidad difícil de ver en su pequeña, Brunhild solo rio un poco y tomó la mano del chico caminando en dirección al espejo de su dormitorio.
Sería un escenario perfecto si no fuera por la mirada asesina que le mando el mayor a él.
Feng solo pudo sonreír como siempre, ignorando la amenaza silenciosa y el peligro que se avecinaba tanto a él como a su dormitorio.
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Hola mis leyendas ¿Cómo están?
Espero que bien y que se estén cuidando debidamente.
¿Qué les parecio el capitulo?
El misterio no sólo están con MC sino también connel mismo Salem y su alrededor.
Ya en serio me estoy quedando sin temas de conversación pero como jo me gusta dejar esto solo da cosa.
Sin más nos vemos mis leyendas
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