- DRAGONTOWER. PART. 11 -

Yozuka tenía un horario ocupado, bueno todos los líderes lo tienen y es extraño verlos descansar, al final de cuentas son líderes de casas y en su mayoría con un trabajo o clases extra que deben mantener.

Para Yozuka estar ocupado no era extraño, al contrario así podría describir su infancia, sus padres estaban ocupados y para evitar inconvenientes a él lo mantenían ocupado, digo eso era bueno al final pudo aprender muchas cosas que otros a su edad no.

Por lo que estar haciendo tarea o terminando unos papeles a mitad de la noche no era extraño de ver.

Yozuka: Agh, esto es cansado ¿Por que querían tener una máquina expendedora en el dormitorio o una máquina de Yogurt? ya es suficiente con mover los horarios de los entrenamientos

Revisó nuevamente la solicitud.

Yozuka: bueno, me gusta el Yogurt también, quizás

TOC, TOC, TOC

Unos golpes en la puerta hicieron dejar de lado su trabajo, se levantó abriendo la puerta y encontrándose con el chinito flotador.

Feng: Hola líder :3

Yozuka: Feng

Feng: veo que sigue ocupado, suerte que le trajo algo de café para que no se duerma

Yozuka: No veo el café

Feng chasqueó los dedos haciendo aparecer un vaso de café en sus manos. Yozuka no dejó su mirada desinteresada en ningún momento, pero podías notar cierta diversión en sus ojos.

Feng: aquí ta su café :3

Yozuka: ese café era de alguien mas

Feng: No líder, como cree

*En algún lugar en Ofiuco*

Korem: ¿Y mi café?

*De regreso a Dragontower*

Yozuka tomo el vaso de café ante la divertida mirada del de cabello negro. Feng suele estar pegado a Asclita desde que llegó a la academia, era raro verlo con él aunque su compañía no le molestaba mucho. Más bien le daba curiosidad este chico de flauta.

Yozuka: Bueno, gracias por la bebida, ahora te puedes retirar

Feng: ¿Tan pronto? Creí que tendrías mejores modales

Yozuka: los tengo, pero no contigo. Me parece muy sospechoso que estés aquí y me hables cuando puedes estar pegado a Asclita

Feng: primero tengo una vida y segundo no siempre estoy pegado a ella. Además ¿Qué te afecta que esté un rato contigo?

Yozuka: no me afecta en nada, solo me gusta estar solo

Que buen mentiroso era. Odiaba la soledad, desde niño la odiaba solo está extrañado con tener compañía.

Feng: anda, no haré nada de ruido, incluso te puedo ayudar

Yozuka: ....

El dragón de cabello blanco miró con seriedad al más bajo. Feng desde que llegó ha sido un enigma para él y aunque le guste el misterio eso se descarta cuando le podría afectar a él. Lo poco que conocía del flautista era que era un primo de Asclita proveniente de Shangri La.

Pero recordaba a la perfección esa flauta. En el palacio cerca de la biblioteca había un enorme cuadro de un hombre de largo cabello negro y túnicas oscuras con orejas puntiagudas. Según sus maestros ese era un antiguo dios y comandante que le sirvió a su abuela, pero que lo termino traicionando por aceptar las ofertas del dragón negro.

Recordaba como sus mentores le describían del odio que sentía su ancestro con ese dios. Lo detestaba a tal punto en que lo dejó débil y su mayor arma, aun de niño y actualmente no entendía ese odio tan intenso.

Tenía la teoría de que Feng era un descendiente de ese antiguo dios o espíritu. Pero una parte de él se negaba a creer aquello, su parecido era demasiado exacto con la única diferencia de las orejas, la apariencia y el color de ojos.

Cerró los ojos con calma, se dio la vuelta para regresar a su escritorio dejando la puerta abierta para dejar pasar a Feng.

Feng le tomó unos segundos darse cuenta del permiso silencioso, pero tan pronto entró cerró la puerta con cuidado sin dejar de flotar evitando hacer ruido.

El chico aun flotando miro la habitación de su líder con curiosidad. Era más grande que los cuartos normales y con una decoración que te contaba historias y sucesos como todo el dormitorio en si. Los tapices estaban colgados por algo, las pinturas tenían esos escenarios de guerra y paz para ser un recordatorio y los jardines eran un regalo de su primer fundador.

Todo su alrededor tenía historia y pistas que él podía reconocer a simple vista, después de todo sus ojos están entrenados para captar cualquier cosa. Incluso el arma que colgaba encima del escritorio de Yozuka.

Feng: (Esa katana, sigue tan hermosa aun sin años de ser usada)

Con cuidado y evitando llamar la atención Feng miro la catana que colgaba casi como exhibición encima de su líder.

Yozuka: ¿Te gusta?

Feng: ¿eh?

Yozuka: la katana, noto que no la dejas de ver

Feng: Bueno, es un arma legendaria, hay tantas historias que le hacen honor a su nombre, incluso sin ser usada sigue conservando su esplendor como el primer día en que se formó

El de cabello blanco seguía concentrado en sus papeles y archivos, pero no dejaba de lado la conversación con Feng. De alguna forma sentía que podía hablar un poco más de lo deseado con él, eso a su parecer era malo si no tenía cuidado con sus palabras.

Yozuka: veo que si pones atención a las clases de historia

Feng: en ocasiones, pero por curiosidad ¿Qué hace esa arma aquí? Digo por lógica debe tenerla el emperador o estar resguardada en algún lugar

Yozuka: padre me dijo que la trajera. Dijo que podría aprender a usarla en mi estadía aquí

Feng: no suenas muy emocionado, eso y que eres muy bueno con la katana larga

Yozuka: Él en verdad quiere que la use algún día en alguien en específico

Feng se daba una idea de lo que se refería, era común en su cultura completar los deseos de tus ancestros siempre y cuando estos le den honor a tu familia.

Feng: parece que nunca acabas

Yozuka: soy el líder, es parte de mi deber

Feng: ¿Y si consigues un vice líder?

Yozuka detuvo sus acciones, si bien la idea no sonaba nada mal lo hacía sentir incómodo. Siempre hizo las cosas solo, no creo que un compañero sea recomendable luego el se pone irritante.

Feng: anda, eso te ayudará acelerar tu trabajo e incluso a tener horas de descanso. Además de que un emperador tiene a sus consejeros y mano derecha, sería como una práctica

Feng alentó a Yozuka en aceptar la idea flotando alrededor del chico mientras enumeraba los beneficios de tener uno a su lado.

Yozuka: No suena mala idea

Feng: y tengo a la persona perfecta para la labor

Yozuka: y aquí vamos

Feng: Asclita puede ser de ayuda, ella tiene experiencia

Yozuka: creo que hay mas personas capacitadas para ese trabajo, como tú por ejemplo

Feng: Nop, mala idea, muy mala idea, completamente mala

Feng se negó inmediatamente con la propuesta, si no fuera por su cara tranquila uno notaría el miedo en sus ojos. Tenía un muy mal historial cuando se trataba de él en el poder.

Feng: tomó muy malas decisiones cuando tengo poder, en serio no me quieres ver con gente al mando

Yozuka: no creo que la aguante, si nos peleamos cada que nos vemos imagínate con ella a mi lado cada rato

Feng: vamos amigo, el año pasado ella te mando una propuesta para ser la vice líder pero nunca le contestaste, le debes una oportunidad

Las palabras del chinito eran ciertas. Hace un año Asclita mando sus papeles para ser vice líder y ayudarlo en su labor de manejar el dormitorio, en ese entonces ella había tenido el control de los entrenamientos y en algunas actividades de los alumnos. Se estaba preparando para dicha labor pero nunca fue confirmada.

Muchas cosas pasaron y Yozuka se volvió más denso con ella. Quizás, solo quizás si le daba un chance las cosas no salgan tan mal ¿verdad? Deseaba calmar las cosas, pero en ocasiones sentía que sus decisiones y acciones estaban controladas por la katana en su cuello, un error o mal movimiento y su cabeza sería la siguiente en rodar.

Yozuka: lo pensare

Y con eso Feng se pudo ir antes de que el líder lo sacara a patadas como de costumbre.

Yozuka: tal vez no sea tan malo...

Murmuró para sí mismo antes de seguir fumando algunos papeles. Siguió así por un rato cuando vio de reojo al reloj de su habitación.

Yozuka: media noche...

Mirar el reloj y la oscuridad desde la ventana de su habitación le daba una sensación familiar, en su mayoría de niño y eso no le gustaba. Odiaba recordar su infancia, lo hacía sentir débil y un cobarde por no haber sido mejor en esos años.

Como únicamente era y sigue siendo recordado como el hijo más débil de su dinastía. La cabeza más pequeña, sin rasgos de sus padres y sin ningún talento que lo haga destacar del resto de su gente, incluso lo llegaron a tachar de hijo bastardo por su poco parecido con su progenitor. Su salud tampoco era buena, en invierno enfermaba, en verano le daban golpes de calor, en otoño la fiebre nunca lo abandona y en primavera casi parecía que iba morir.

¿Es este el hijo del emperador?

¿No puedo creer que los señores tengan a este hijo?

Hay gente que dice que es un niño bastardo, solo míralo no se parece en nada a los padres

Suerte que sus hermanos están para tomar la corona

¿Están seguros de que es un dragón? digo no parece serlo en nada

¿No eres demasiado pequeño para tu edad?

Las voces y comentarios del pasado resonaban en su mente como un disco rayado. Odiaba recordar los murmullos de la gente y como todos creían tener derecho de juzgarlo.

Era curioso cómo de niño ya era consciente del peso de la corona en su cabeza y el peso de sus decisiones en su hombro, pero más bien era sentir el filo de un arma deseando córtale la cabeza en cada error o defecto suyo.

Yozuka: no sirve de nada seguir con eso

Se levantó del escritorio para buscar otra pluma, esta vez rebuscando en su ropero. Cuando encontró una también vio una pequeña caja de madera al fondo de su ropero.

El chico guardó su pluma tomando la caja en sus manos, sus dedos rozaron la cubierta pintándolos de polvo, debió haberla dejado desde hace un año o más tiempo en el olvido.

Abrió la caja con cuidado encontrándose con su viejo equipo de carpintería. Eran un viejo juego de cuchillos con algunas lijas y una figura a medio terminar, ahora lo recuerda estaba haciendo esta figura cuando apenas llegó a la escuela.

Yozuka: hace mucho que no hago una de estas

Se quedó mirando por un momento la figura a medio terminar, no recordaba lo que estaba haciendo quizás un animal o una persona. Tal vez no era mala idea retomar aquello que antes hacía.

Tal vez no era tan malo regresar a ese hábito.

Antes de tomar la figura de madera el sonido de su teléfono lo sacó de su trance regresando la caja en su lugar.

Yozuka: ¿Quién podrá ser a esta hora?

Al revisar el nombre del contacto sintió el filo de la katana rozar con amenaza su cuello. Regresando a su postura seria y expresión neutra casi como si lo tuviera de frente contesto la llamada que para su disgusto fue correspondida.

Yozuka: Hola padre

-Gran emperador para ti

Esa conversación sólo acabó con varias gotas de tinta manchando la gema que cargaba encima.



.........................



Asclita se arreglaba en cabello con cuidado de no mezclar sus mechones negros con los azul oscuro. Usaba su ropa de dormir mientras se arreglaba el cabello no muy lejos encerrado en una jaula estaba Yao con una máscara en la cabeza y una manta cubriendo su jaula.

Siguió así hasta que sus dedos se posaron en su cuello sintiendo unas pequeñas punzadas así como algo duro al tacto de su manos. Con cuidado arrancó un pedazo de escama que sobresale de su cuello.

Asclita: Auch, agh otra mas a la colección

La miro con detalle, era de tono negro reluciendo en la luz como una gema, decían que las escamas de los dragones eran como joyas y el metal, bellas a la vista pero imposibles de romper.

Abrió un cajón y metió la vieja escama junto a otras, luego podría usarlas para algunas cosas o hechizos extra.

Se recogió el cabello con una cola baja asegurándose de que ningún mechón esté en su cara. Era ya un hábito atenderse la cara antes de descansar, una costumbre que adoptó cuando estaba bajo la compañía de unas damas de la antigua tierra del sol naciente.

Ellas siempre la peinaban y le enseñaban del cuidado capilar, recordaba como acariciaban su cabello haciendo toda clase de peinados usando desde broches, joyas, pasadores y palillos.

En ocasiones terminaban haciendo nudos su cabello, pero era divertido, se siente bien tener compañía en aquellos días, un bello recuerdo que siempre atesora aún después de tanto tiempo.

Tiempo. El tiempo se quedó congelado para ella y todo su alrededor parece avanzar más rápido dejándola sola. Al final no importa cuanto atesora los recuerdos y la memoria de todo aquel que se relaciona con ella si al final estos se van para siempre.

Asclita: vamos, deja de pensar eso

Trato de ignorar esos recuerdos cuando vio su teléfono y recordó la idea que tuvo en sus práctica de deportes.

Asclita: solo es para saber como están

La chica tomó el teléfono y marcó a un número en específico, esperó por un rato la llamada hasta que fue contestada.

-¿Hola?

Asclita: Narugami, soy yo Asclita

-¡¿Asclita? Ejem, ¿Cómo estás?

La voz del chico sonaba tranquila y un poco altanera, era clásico en su personalidad arrogante, pero sabía cómo lidiar con eso. Aun así no pudo evitar sonreír al escuchar aquella familiar voz.

Asclita: todo esta bien, si se puede decir eso

Narugami: ¿Tensión con el chico blanco?

Asclita: para que mentir, apenas es mi segundo año y las cosas ya están demasiado tensas, incluso se me están cayendo las escamas del estrés

Narugami: ¿Qué hay de Feng? Creí que iría contigo y te acompañaría

Asclita: Feng tiene su propia vida, tiene amigos, un club y se está adaptando rápido al estilo de vida de un estudiante de preparatoria

Narugami: debí imaginarlo, feng es como el viento se va a donde quiere y puede olvidar muchas cosas por querer ser libre

Asclita: Igual no es su obligación estar pegado a mi, aun así está cansado. Yozuka cada vez es más insoportable, incluso cuando me pongo amable él se pone mamon ¡AGH!

Narugami: te oyes molesta

Asclita: estoy molesta

Narugami rio en voz baja desde el otro lado de la línea, le parecía divertido las reacciones enojadas de su maestra sobre todo sabiendo que nunca se enoja en serio al menos que sea con algo de gravedad. Pero de cierta forma entendía su frustración, ella había tomado la decisión de irse para darse otra oportunidad no para pasársela enojada las 24/7

Asclita: perdón, no quería desquitarme contigo, se supone que te llame para saber cómo están las cosas en Shangri La no para sacar mi frustración

Narugami: Nha, peores enojos has tenido, este es muy leve. Pero lo que si capto es que estas cansada

Asclita: ¿Tanto se nota?

Narugami: si, pero se que eres de las personas que hacen las cosas por algo, dime ¿Por qué la insistencia de tener paz con ese chico dragón? digo nunca te habían preocupado esas cosas

La de ojos violetas se quedó callada por un momento. ¿Por qué hacía esto? Ella suele dejar de lado a personas con esta clase de actitud a menos que sea por algo necesario aprendía a manejar esa clase de emociones.

Aunque esta no era una situación que pueda ignorar libremente, era como si el karma hubiera decidido venir antes de tiempo con aquella promesa que hizo.

La promesa, ¿Por qué debía hacer aquel juramento? ¿Por qué accedió tan fácil a que el enemigo haya sido parte de su vida y la haya envuelto a esa situación? En parte es su culpa por no haber puesto un límite en aquella relación, pero jamás se sintió arrepentida de volverse parte de su vida y ellos parecían pensar lo mismo.

Aun así estaba cansado, era agotador lidiar con un lazo maldito que compartía con el heredero de oriente y ella; si tan solo sus acentos no hubieran peleado quizás ellos no tendrían que pagar con las consecuencias de su legado.

Asclita: No sabría como decirte, es algo personal y casi heredado, pero es necesario que haga esto

Explicó con calma deseando sonar tranquila y sentirse de la misma forma, aun pensar en ellos le generaba un nudo atorado en la garganta.

Narugami: ah,.. ok te creo, pero recuerda que-

¡CRACK!

Un fuerte ruido sonó desde el lado de la línea de Narugami alarmando al chico y dejando desconcertada a la joven.

Narugami: mierda se soltó

Asclita: ¿Qué se soltó?

Narugami: este, nada importante

Otro ruido fuerte rosona y ahora parecía que no solo los muebles habían caído al suelo sino también varios objetos de porcelana y vidrio incluso jura oír la ventana romperse o alguna pared siendo golpeada con fuerza, si no fuera por la interferencia de la señal podría saber con claridad lo que pasaba.

Asclita: ¡Narugami ¿Qué está pasando ahí?!

Narugami: Te llamo después

Y con eso colgó el teléfono dándole fin a la llamada. Asclita se pasó las manos en la cara tratando de calmarse y de no ir averiguar lo que sucedía en su ciudad, había entrenado a Narugami y a varios a su alrededor, era consciente de las capacidades de cada uno, solo debía confiar un poco más.

Asclita: No ha cambiado nada. Solo espero que este bien y que cual sea el problema que tenga lo resuelva rápido

Guardó el teléfono en su bolsa regresando a su tratamiento de cabello. Mañana tendría un día ocupado así que debía preparar las cosas con anticipación.

Mientras rebuscaba en los cajones se encontró con un pañuelo en el fondo del cajón. La tela era vieja pero se mantiene blanca y elegante por la alta calidad del esta, parecía envolver un objeto largo y metálico por la punta de estas que sobresalen en la orilla.

Las miraba no con enojo ni rencor, sino melancolía. Era un par de horquillas hermosas realmente bellas con un grabado y material personalizados que solo la realeza puede obtener.

Aunque la forma en que consiguió ese par de horquillas no fue nada agradable, solo la condenaron a ser más consciente del odio e imagen que recibía en dicho país o que solía recibir, solo que ahora ha tomado otra forma.

No puedo creer que seas ese dragón tan peligroso, solo eres una niña

¿Seguro que este será quien nos proteja?

El dios del viento debe haberle educado bien como para dejarte sola

Eres un dragón ¿Qué vas a saber de sentimientos?

Aunque seas una diosa debes entender que nadie te hará caso, no esperes que todos te traten como si fueras de la realeza

La vida de los mortales es corta, seres como tú jamás lo entenderías

Sangri La necesita un líder, no cuidar de una niña

¿Por qué recordaba el pasado? Todo eso pasó hace años atrás, las ventajas de ser longevo era que podías dejar muchas cosas y aprender a dejar el pasado en su lugar, del mismo modo en que ellos te dejaban a ti.

Esa era la parte que más dolía, que todos se fueran y ella siga ahí como si nada. Como odiaba la eternidad, pero ese era el legado de su abuelo, ser eternos para cumplir un juramento que jamás deseo.

¿Podrías cumplir con ese favor?

La promesa, aun se preguntaba ¿Por qué accedió a cumplir esa promesa? ¿En qué momento se volvió tan débil? se supone que ella es el dragón negro una amenaza, el protector de Shangri La, el terror de Hong Kong. El título era mucho más grande que su persona y así se debía quedar.

Aun así el peso le dejaba marcas y cicatrices encima que sus escamas nunca revelaron.

Y como un juramento silencioso, cerró el cajón con fuerza regresando amarra su cabello en una cola alta.

Sin darse cuenta que tinta se acumulaba en su gema.


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Pasar el día limpiando ya era costumbre en tu rutina. El dormitorio aunque por fuera parezca pequeño por dentro era grande. Habitaciones y pasillos escondidos aparecen de repente cuando quitabas el tapiz viejo o movías algunos muebles, le hacía honor a su nombre ¨¨Dormitorio abandonado¨¨

Ahora ambos se encontraban limpiando por esos pasillos nuevos que lograron abrir tras romper las viejas cerraduras de algunas puertas, aun te preguntabas qué clase de cosas te encontrarás ahora.

Hasta ahora te das cuenta que debieron cerrar o clausurar cada sección conforme pasaban los años, de un lado parecía ser de la época victoriana y del otro un par de décadas recientes y este nuevo pasillo te decía que era intermedio de ambos lados.

Salem: Achu, agh polvo malo

El felino te estaba ayudando a cambio de unas bolsitas de gomitas de pescado, tenía pegado un trapo para sacudir polvo a su cuerpo y donde se movía era el lugar donde limpiaba el piso. Parecía una pelotita de limpieza por donde se movía.

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– Jajajaja al final no fue tan mala idea -

– Te vez muy apachurrable –

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No pudo evitar reírse por la apariencia de Salem, algo que no fue de su agrado.

Salem: agh, deja de reírte aprendiz, solo lo hago por mis gomitas de pescado y el atún

Cada quien seguía su lado limpiando, ahora estabas tirando las capas de polvo a la basura y Salem abría las ventanas para ventilar el pasillo pero se escondió tan pronto como vio a lo lejos al mismo halcón que lo quería comer esta mañana.

Salem: (Lo que me faltaba, el muy loco desea comerme, pero esta vez no me dejaré ganar)

Tú seguías limpiando sin darte cuenta del miedo de Salem y como le lanzaba maldiciones al halcón de Asclita.

Limpiar de cierta forma era relajante, era molesto el sudor, el polvo en la cara y la suciedad, pero era una manera de despejar tu mente y dejar de lado el mar de preocupaciones que tenias por momentos.

Tratabas de sentirte cómodo en un lugar extraño y poco a poco tenías tus resultados empezando por este dormitorio.

Al avanzar en el corredor te encontraste con unas viejas cajas, todas con algo escrito en tinta borrada por la humedad y el polvo suponías que era para clasificar las cosas de la caja. Dejaste de lado tu escoba para agacharte y abrirla encontrándote con tubos de cera roja.

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– ¿Cera roja?

¿Son tubos de cera?–

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Tomaste uno de los largos tubos pensando que eran para velas o para hacer sellos de cartas, pero en su lugar eran largos con pequeños engranajes y códigos incrustados en los lados, como si fuera una pieza mecánica. Todos los tubos tenían diferentes códigos y engranajes, la base era la única cubierta de metal que tenían impresa y parecía haber sido hechos con cuidado y especial medida.

Tomaste otro viendo que tenía un diseño diferente al anterior, quizás eran para alguna máquina pero ¿Cual?

Salem: ¡Y no vuelvas

El grito del gato te saco de tus pensamientos, algunas plumas caían por la ventana de la riña que tuvo con el halcón, aprecia haber acabado una pelea.

Salem: ¿De que me perdí?

El gato se acercó a la caja emocionado de encontrar otra caja con la cual jugar, pero lo detuviste antes de que rompa alguno de los tubos de cera.

Salem: oye, quiero la caja,... ¿Esa cosa no se le pone al tocadiscos?

Lo miraste confundido, este entendió tu mirada y decido hablar.

Salem: el tocadiscos que encontraste en la sala de arte, ahí vi que tiene un juego de discos viejos y una parte para meterles el tubo, creo que son esos

Guiado por tu curiosidad dejaste el gato en el suelo y tomaste la caja caminando directo a la sala de arte.

Salem: Oye, espérame

El gato te siguió hasta llegar a la sala de arte, te encontró sacando el tocadiscos de la caja y poniéndolo en la mesa con cuidado. Revisabas los tubos y cada parte del tocadiscos encontrando esa parte para agregar el artefacto.

Tomaste uno al azar ingresando a la máquina, tenía un pequeña palanca para darle cuerda pero aun después de girarla no respondía. Salem miró el interior de la caja del tocadiscos encontrándose con un juego de discos grandes.

Salem: aprendiz, creo que debes poner también esto

Miraste al gato y este te paso uno de los discos, paraste la reproducción del tocadiscos para ingresar el disco y acomodar la aguja con cuidado. Le diste cuerda nuevamente ahora haciendo funcionar la máquina por completo escuchando una voz salir de esta.

- Hago esta grabación como un recordatorio.

Salem: si funciona, no pensé llegar tan lejos

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– Guarda silencio -

-Déjame oír –

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- Hago esta grabación como un recuerdo, lo hago porque aun deseo ser recordada aunque nadie más sepa mi nombre o recuerde mi rostro.

- Las cosas en la academia no dan muchas esperanzas, la cantidad de refugiados es mayor cada día y las defensas en cualquier momento se pueden romper.

- No deseo un mal destino a mi nuevo hogar, pero es imposible no ver el paisaje tan desalentador que cubre mi mundo.

- Haré estas grabaciones como una guía y evidencia de mi existencia en este mundo.

- Atentament-

Antes de continuar la grabación se cortó, te acercaste al tocadiscos viendo como algunas partes de metal se trabaja en la máquina por el oxido interno el largo periodo de tiempo que no se uso.

Salem: aunque se ve bien parece que por dentro necesita su mantenimiento

La colección de tubos y discos eran pistas clave sobre los antiguos alumnos en el dormitorio. Quizás esté relacionado con aquellos archivos que encontrarte en el baúl del director, incluso deseando ser más optimista sea una ayuda para regresar a tu mundo.

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¡TWISTED LEGEND ARCO DRAGONTOWER PART 2 SE A PUBLICADO AL FIN!

Ahora si se viene lo feo, los misterios y el desastre del Blot

Me costo más de lo planeado este arco, pero ahora ya le agarre un ritmo y se como avanzar al fin.

Dígame ¿Qué les pareció el cap? ¿Qué teorías tienen ahora?

Pero la pregunta más importante ¿Cómo están mis leyendas?

Espero que estén bien, que se cuiden y que nada malo les pase.

No tengo mucho que decir más que eso, asique la nota será corta.

Sin más nos vemos mis leyendas

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