- ⚒ EVENTO. ROBO DEL MARTILLO. PART.3 ⚒ -
Los lokison nacieron bajo el manto del invierno. Un frio invierno que te congelaba por dentro y por fuera dándote una muerte tanto dolorosa como reconfortante.
Ymir no le tenía miedo al invierno ni a lo que vivía en él, el frio era su elemento natural, pero eso no significaba que no apreciara los días cálidos y el brillante sol que rara vez podía ver en el cielo de su país adoptivo y al parecer tampoco en su escuela.
No le molestaba al final sus cabellos le recodaban al sol y eso le bastaba.
Hati: ¡vamos Ymir!
Skoll: ¡apúrate hermana!
Hati: ¡mueve esas piernas hasta Miphos y Fakir están listos!
Cada niño cargaba un gato de la chica estos tenían un pañuelo en el pecho ya que estos estaban más acostumbrados a los fríos climas como la familia misma.
Ymir: ya voy, ya voy agh déjenme me pongo el abrigo
La única rubia de la familia se apresuraba en ponerse un abrigo de piel regalo de su hermano mayor y ocultando el collar de oro dentro de su camisa era su joya favorita y rara vez se la quitaba aunque también le hacía participe de muchas travesuras con sus hermanos menores de por medio.
Bajo de las escaleras del segundo piso del dormitorio, el lugar era frio y casi silencioso por la falta de alumnos y el gran tamaño del edificio solo le daba más ese aura de palacio abandonado o lúgubre el cual los hermanos no le molestaban, Vivian con Hela y Jotun han visto y vivido cosas peores que eso.
Ymir: ¿ya están listos?
Hati/Skoll: si
Ymir: no, no lo están
La chica se agacho a la altura de los menores acomodando y cerrando los cierres de sus abrigos
Ymir: Deben abrigarse bien o sino Jack Frost les congelara la nariz
Hati: ¿Quién es Jack Frost?
Ymir: el espíritu del invierno
Skoll: ¿no que esa es Skadi?
Ymir: ella es la deidad del frio en nuestra cultura, Jack pertenece a otra pero la frase ya se quedó en mi cabeza
La mayor termino de arreglarlos y se dispuso a caminar con ellos hasta las grandes puertas del edificio, hasta que el gemelo de cabellos azul oscuro la detuvo tomándola de la mano.
Hati: espera ¿Brunhild no vendrá?
Skoll: es verdad, quedamos que haríamos un muñeco de nieve
Hati: ella nunca rompe sus promesas
Ymir: Brunhild tuvo uno de sus ataques en la madrugada, la medicaron y ahora está dormida no sería bueno para ella estar afuera le haría daño
Explico la rubia con la mayor paciencia posible. No era fácil lidiar con una chica con problemas mentales y ataques de pánico a mitad de la noche y más cuando compartían cuarto. Muchas veces despertaba a sus compañeros de clase y reciben una ola de quejas, no era fácil cuando en este dormitorio había pocas personas tolerantes a esta clase de cosas. Al menos no iban a mayores al saber que era un Lokison, lo último que deseaban era el enojo de la serpiente del fin del mundo sobre ellos.
Al menos ya no deliraba el nombre de gente que nunca conoció, al menos no son esos nombres.
Ymir: más tarde la visitaran y podrán jugar con ella ¿sí?
Con esas palabras calmo a sus hermanos menores, mientras veía como por el pasillo Hela iba a la habitación de la menor con un juego de té en sus manos. Al menos estaba en buenas manos.
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Las desventajas de estar en un dormitorio con pocas instalaciones reparadas y uno que otro hueco en el techo era que el frio se filtraba más rápido de lo que deseabas.
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– Cuanto frio –
– El subdirector no mentía con el frio –
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Salem: se me congelo la cola
Feng: a mí la nariz
Los tres llevaban abrigos dentro del dormitorio aun con la chimenea encendida para darles calor. Tu abrigo era uno que habías encontrado en las cajas, el de Feng era el grande con toques rojo y Salem usaba su manta para taparse.
Estabas en la cocina con Feng que te ayudaba preparar algo caliente para la mañana, sus trucos eran de ayuda a la hora de cocinar según él era por atender muchos clientes en el hotel y en el templo de Shangri La así como su experiencia.
En ocasiones hablaba como si fuera un chico mayor que tú y tus amigos, pero era tan desastroso como los demás.
Feng: les urge un calefactor o al menos más leña
Salem: trata de obtenerlo con el poco presupuesto que tenemos
Dijo mientras encendía el fuego de la estufa y ponía una hoya llena de agua.
Salem veía su cola y la llama en esta, le parecía preocupante que no se apagara de repente. El gato se acercó al fuego de la chimenea veía su llama y la chimenea consecutivamente como si su cerebro estuviera maquinando alguna idea.
Salem: haber como si sale, si explota al menos estaremos calientes
Metió su cola llameante en el fuego creando una llamarada más fuerte que hizo caleta la sala entera de repente desapareciendo el frio de repente. El fuego ahora era de color azul pero se deshizo siendo ahora una llama naranja y roja.
Salem: ¿funciono? Wow soy un genio
Feng: ¿Qué hiciste Salem?
Salem: no más le di más potencia al fuego, ahora si no se me congelara mi llama
Respondió orgulloso el felino mostrado sus colmillos en el proceso.
Estabas por hablar cuando tocaron la puerta del edificio. Te acercaste y abriste para ver en la entrada del pórtico a uno de los hermanos Lokison.
Ymir: buenos días _____
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– ¿Ymir? –
–Buenos días Ymir –
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La rubia tenía un abrigo puesto encima, llevaba una bolsa en mano y sus hombros como cabeza estaban cubiertos por la escarcha de nieve. No muy lejos estaban jugando en la nieve cerca del edifico con los gatos también.
Salem: ¿la chica cubos de hielo?
Ymir: miren no tengo mucho tiempo asique seré rápida, Brunhild los invita esta tarde al dormitorio Ragnarok
Feng: ¿y eso?
Ymir: algo sobre pasar el rato y cosas así, mi hermana quiere pasar el rato con ustedes es solo eso
Salem: recuerdo que nos dijo algo parecido, pero ¿Por qué no vino a invitarnos?
Ymir: está ocupada en unas cosas, Hela la tiene ocupada esta mañana
Ymir no le gustaba mentir, pero al ser una situación especial (y por órdenes superiores) no debía decirle a medio mundo el estado de la menor.
Feng: ¿aceptaras la invitación?
Lo penaste por un momento, rara vez pasabas por el ultimo dormitorio de hecho casi nunca ibas adicionando que eras de las pocas personas que no le daba incomodidad el aura del grupo de hermanos mayores de jotunheim. No ibas a pasar desapercibida esta oportunidad.
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– Claro, ahí estaré –
– Por supuesto –
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Feng: ¿también puedo ir yo? Quede con Brunhild terminar una partida de videojuegos
Feng hablo con calma dando contraste a la fría mirada de Ymir sobre el de menor estatura.
Ymir: seré honesta a mi hermano no el agradas y dudo mucho que te acepte estar en su dormitorio
Feng: ymir seamos honestos, jotun odia medio mundo no soy la excepción, pero se cuándo no debo meterme
Ymir: al menos sabes tú posición
Feng: oh que fría eres, tanto como las deidades del invierno,... en fin al menos lo intente
El de mechas negras sonrió como si su comentario no fuera nada, pero su sonrisa se fue dejando salir otro comentario.
Feng: eh, Ymir
Ymir: ahora ¿qué?
El chinito apunto detrás de ella miraste junto con la rubia viendo como los gemelos se quitaban la ropa de encima y se iban corriendo con los gatos en las montañas de nieve que formaron y la tierra congelada.
Ymir: ¡HATI, SKOLL REGRESEN AQUÍ MOCOSOS!
Hati: ¡No nos vas a detener!
Skoll: ¡La naturaleza me llama!
Ymir: ¡NO, NO TE LLAMA!
La chica recogió la ropa y fue a perseguir a los menores con sus gatos, corriendo por el campus entre la nieve y el frio.
Salem: que raros son esos niños
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Hela: y aquí están tus pastillas y tú té, espero que te las tomes
Brunhild: gracias Hela
La menor tomo las pastillas de tono rojizo y con ello ese te de color azul claro. Aun se sentía mal por el ataque que tuvo en la madrugada y más al enterarse que su hermana mayor Ymir no pudo dormir por cuidarla el resto de la noche.
La mayor retiraba las cosas del tocador y las ponía en esa bandeja para llevárselo a la cocina. Guardo el frasco de las píldoras en su bolsillo viendo el frasco medio vacío. Debía hablar con su hermano sobre con seguir otro de estos lo más pronto posible.
Hela: esta vez fue menos fuerte que lo anteriores, eso es un avance
Hablo Hela para romper el sección que se generó en la habitación, Brunhild solo miraba sus manos con una expresión de confusión y duda. ¿No tenía algo más en ellas? Como... agh ahora ya no lo recodaba.
Hela: a este paso creo que te recuperaras o al menos podrás tener ataques menos fuertes
Brunhild: (¿Ataques? Siempre tengo ataques o,... ¿Por qué tengo ataques?)
Hela: hable con los gemelos y te dejaran en paz este día, tranquila Ymir puede con ellos
Brunhild: (¿los gemelos?... oh claro mis hermanos menores, creo que debí hacer algo con ellos)
Hela: no sé si Ymir le dio la invitación al prefecto, pero no estaría mal si tienes una que otra visita
Brunhild: (¿prefecto? ¿Qué prefecto? .... Solo conozco a un chico sin magia y su gato... ¿o era alguien más? Si, conocía a alguien más,.. Yo creo que no)
La menor se quedó mirando a la nada esperando que su ente le ayude recordar algo, pero nada. Si mala memoria era un gran problema cuando se trataba de recuerdos y rostros que piensa haber visto alguna vez.
Brunhild: ...
Hela: ¿Qué sucede?
Brunhild: ¿eh? No nada, solo me quede pensando, ya sabes mi memoria
Hela se sentó en la cama mirando a los ojos a su hermana menor. Le acaricio la cabeza con su característica amabilidad y elegancia. A Brunhild le gustaba recibir afecto físico, pero era un problema cuando tenía hermanos reservados.
Hela: ¿deseas recodar algo?
Brunhild: no, no creo que sea importante. Como dice Jotun si lo olvide es porque no es importante
Hela le dio un beso en la frente para tomar la bandeja y salir de la habitación. Pero un clic sonó dentro de la mente de Brunhild.
Brunhild: ¡Alto!
Hela: ¿ocurre algo?
Brunhild: el prefecto vendrá ¿cierto?
Hela: eso creo, te di el permiso para que venga ¿no es así?
Brunhild: pero ¿a jotun no le molestara?
Hela: Jotun tiene otras cosas que hacer, sus deberes como jefe de la familia lo mantendrán muy ocupado en estos días
Explico la mayor.
Hela: asique disfruta de esa pequeña libertad
Hela le dio una sonrisa calmando los nervios de la menor. A sus ojos Brunhild aún era esa niña pequeña que la trata de ayudar en sus estudios y le decía que era la más bella del lugar. Una ternura a los ojos de la dama muerta.
Brunhild: ¿también puedo invitar a alguien más?
Hela: ¿alguien más?
Dijo con un tono de voz confuso.
Brunhild: es un amigo del club de música
La petición de Brunhild era inocente, pero para la mayor era desconcertante.
Hela: ¿tienes amigos?
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Como es cumpleaños de la Diva de Jouta y ya tenia listo el capitulo decidí publicar hoy
En un rato publico la tarjeta de cumpleaños
Sin más nos vemos mis leyendas
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