Capítulo 5: Determinación


–¡Levántate!– la voz de alguien invadía su cabeza –¡¿Acaso no me escuchaste?!– una voz que cada vez era más familiar –¡Levántate!–. Abrió sus ojos de golpe para poder distinguir al erizo azul verla con desaprobación. Su cabeza dolía y con suerte podía enfocar correctamente su vista –Eres aún más patético de lo que pensé– espetó con el ceño fruncido.

No podía ver correctamente pues la inflamación en su lado izquierdo del rostro le dificultaba poder abrir su ojo completamente. Tocó su rostro donde yacía la hinchazón y el simple roce de la yemas de sus dedos la hizo gemir de dolor. Amy se sentó con dificultad para notar una habitación con medicamentos e insumos médicos.

–¿Dónde...

–Enfermería– respondió el erizo azul cortante mientras anotaba algo que no alcanzó a ver sobre un portapapeles de madera que llevaba consigo –¿Estás consciente que eres el último en el listado de rangos con apenas 10 puntos?

El erizo rosa no respondió ante su pregunta retorica provocando que Sonic lo viera de reojo, intentando ocultar la ira que ahora recorría sus venas. Su desacató con el comandante podría hacer que los sueños de Scourge de denigrarlo nuevamente a teniente se volvieran realidad. Si deseaba mantener su título de capitán necesitaba deshacerse de él lo más pronto posible, sin embargo, estaba atorado con él al menos por otros cuatros días, no podía expulsarlo sólo por ser un asco total en los primeros días del entrenamiento.

–Pienso mejorar...– habló de pronto llamando su atención. Sonic subió su mirada para verlo con incredulidad –¡Ayúdame a mejorar!– pidió de pronto con un golpe de motivación y energía que lo sorprendió.

Sonic bufó con una sonrisa arrogante, era obvio que el golpe le había movido el cerebro. Era imposible que alguien tan malo como lo era él mejorara en los siguientes cuatro días.

–Te lo pondré de esta manera– habló Sonic con un dejo de malicia en su voz –Si tu puntuación no sube, te irás al finalizar la semana.

–¿Eh?– exclamó el erizo rosa con una clara expresión de asombro por sus palabras.

–Novato, si quieres mejorar es mejor que ruegues por un milagro a la diosa de la luz o en tu caso, a la del caos– río hilarante –Has pasado más de la mitad del día en la enfermería, lo que significa que ya perdiste el día de hoy mientras tus compañeros han estado trabajando arduamente y consiguiendo puntos, tú no has hecho nada más que dormir– reprochó con el ceño fruncido –Haznos un favor y renuncia de una buena vez, no sirves para esto y nunca lo harás– dijo por último para dar media vuelta en camino a la salida.

–¡Me rehúso!– exclamó de pronto provocando que se detuviera de golpe volteándolo a ver con cierta sorpresa –¡Tengo una meta y no pienso darme por vencida!– exclamó con decisión. Sonic arqueó una ceja entendiendo que el golpe realmente le había afectado la cabeza –¡Vencido!– corrigió sonrojándose con intensidad –¡No me daré por vencido!

–Demuéstralo entonces– replicó Sonic sin interés –Tienes 4 días para subir tu punteo, de lo contrario te irás a casa.

El recluta se puso en pie un poco torpe, aún aturdido por el golpe que había recibido, acercándose a él y sin previo aviso hacer una reverencia de golpe haciéndolo retroceder un par de pasos, incómodo.

–¡Te lo suplico, ayúdame!– pidió con una voz chillona. Sonic desvió la mirada incómodo por la suplica desesperada del erizo rosa, nunca había tenido un recluta que le suplicara de una manera tan denigrante.

Sonic suspiró pesadamente sabiendo que era parte de sus obligaciones como capitán y tampoco podría negarse, además, si él lograba mejorar sin lugar a duda le ayudaría más que echarlo fuera del programa.

–Bien...– murmuró apenas audible.

El erizo rosa levantó lentamente la cabeza para verlo incrédulo por acceder a su petición, y así, soltar una amplia sonrisa y gritarle de pronto: –¡Muchas gracias!– exclamó para abalanzarse sobre él y abrazarlo energético. Sonic lo empujó con tal brusquedad que lo hizo caer en contra de una carretilla de suplementos médicos para verlo caer torpemente al suelo.

–¡No te atrevas a volver a tocarme!– ordenó con sus mejillas sonrojadas por una razón que no logró entender del todo, recordándole la ira desmedida que había tenido al llegar ahí. Sonic apretó sus puños con fuerza, autocontrolándose para no darle la paliza de su vida –¡Compórtate como un hombre!

–L-Lo siento...– murmuró el erizo rosa apenado, desviándole la mirada provocando que su enojo desapareciera al acto. Se le miraba extraño, con una expresión casi tierna en su rostro –Aún no me acostumbro– musitó levantándose adolorido.

–Hmph– bufó Sonic molesto para darle la espalda. –Si en serio quieres mi ayuda novato, espero verte a las 600 horas en el ring– ordenó para verlo de reojo fugazmente –Falta una sola vez y estás fueras– amenazó por último para caminar fuera de la enfermería.

Amy lo vio alejarse sin poder evitar esbozar una sonrisa. Su oportunidad para acercarse a Shadow cada vez estaba más cerca.

0-0-0-0-0

Se levantó con cierta somnolencia, irritado por tener que cambiar su rutina diaria, y con una taza de café caminó hacia el área de entrenamiento sabiendo que le esperaba un día largo. Llegó al ring a la hora que lo había citado para verlo vacío. Sonic gruñó molesto por haberlo hecho perder su valioso tiempo pensando que seguramente aún seguiría dormido; estrujó aquel vaso de cartón vacío bufando con molestia, listo para implementar un nuevo y persuasivo castigo cuando el sonido estridente de metal chocar contra el piso lo hizo detenerse. Sonic se adentró al recinto para ver a un erizo rosa levantar torpemente un par de mancuernas del suelo. Había llegado antes de la hora indicada.

–¿Qué estás haciendo?– se animó Sonic a preguntar al fin.

–¡Capitán!– dijo de pronto alarmado –¡Señor!– corrigió con un saludo militar. Parecía que su cabeza había asentado sus ideas, pues esta vez lo trataba según el rango que merecía. –Yo estaba intentando... bueno...– murmuró desviando su mirada al suelo con cierta decepción –Pensé que tal vez si empezaba a ganar más... ya sabes, músculo...–dijo con un dejo de vergüenza en su voz –Sería más fácil pelear– admitió avergonzado.

–Tenemos mucho que hacer– dijo Sonic con un pesado suspiro –Ven conmigo– ordenó el erizo azul para dirigirse al área de entrenamiento, seguido por él muy de cerca.

Sonic lo guío frente a los maniquíes de entrenamiento, los cuales consistían en un torso desnudo de caucho negro. –Presta atención, esta es la posición que debes de adoptar– dijo el erizo azul para colocarse en posición de pelea –Una mano deberá protegerte mientras la otra siempre deberá de estar a la defensiva, ¿entiendes?

–Sí– asintió para imitarlo a su lado.

–No piense en ganar masa muscular en este momento, las peleas no se ganan a base de fuerza sino de estrategia– explicó para así dar un par de golpes certero en diferentes parte del torso. –Un golpe adecuado puede definir el resto de una pelea, ¿comprendes?

–¡Entiendo!– dijo decidido para golpear torpemente el maniquí lastimándose ambas manos en el intento.

Sonic arqueó una ceja sintiendo pena ajena por un recluta por primera vez. Aunque tenía toda la disposición de aprender, era obvio que necesitaría algo más que una hora diaria de entrenamiento a su lado para poder mejorar, aunque eso no era noticia nueva para él.

Sonic lo observó dar un par de golpes más con el mismo patético resultado. Suspiró frustrado para así caminar detrás de él y tomar sus brazos para colocarlos en la posición correcta, pegando su cuerpo al de él con el objetivo de poder guiarlo de mejor manera cuando de pronto sintió al erizo rosa tensarse repentinamente. Sonic arqueó una ceja viéndolo extrañado por el súbito cambio.

–Amm... ¿todo bien?– preguntó a su oído Sonic casi en forma de susurro, lo que ocasionó que el erizo rosa frente a él se petrificara por sus palabras, pues de pronto su cuerpo se tensó cual tablón para éste lo volteara a ver al acto, quedando su rostro frente a frente del suyo. Sonic observó unas mejillas bañadas de un intenso color carmín, las cuales eran acompañadas por una mirada nerviosa en aquellos ojos color esmeralda, mientras que su boca pequeña enseñaba un labio inferior temblar febrilmente. Sonic lo soltó de golpe para con la palma de su mano empujar su rostro lejos de él mientras un calor extraño invadía su cuerpo –¡No veas de esa manera!– ordenó molesto. El erizo rosa se soltó de la mano que cubría su rostro para borrar cualquier rastro de aquella expresión que lo hacía incomodar y cambiarla por un ceño fruncido y mirada furiosa.

–¡N-No es mi culpa!– replicó de nuevo con esa voz chillona –Cuando me tomaste por detrás yo...–. El erizo rosa calló de golpe para clavar su vista al suelo mientras su rostro adquiriría un repentino color rojizo. Sonic arqueó una ceja espantado por lo que su comentario parecía sugerir.

–¿Acaso eres gay?– soltó Sonic sin reparo.

–¡¿EH?!– exclamó en una voz tan aguda que por un momento podría jurar que había escuchado el gemido de una mujer. –¡NO!– negó con un fuerte movimiento de cabeza.

–Escucha– habló el erizo azul rascando la parte trasera de su cabeza con cierta incomodidad –Yo no tengo nada en contra de...

–¡No soy gay!– interrumpió molesto –¡Me gustan las mujeres y mucho!– aclaró sonrojándose intensamente por su aseveración –Es más– dijo para sonreír engreído –Tengo una hermosa novia en casa que espera mi regreso, para, ya tu sabes– dijo guiñándole un ojo y reír hilarante, casi como un maniaco.

–Amm... De acuerdo– murmuró Sonic dejando el tema por un lado, más que incómodo por el mismo.

–Es... Es...– calló nervioso por un par de segundos para luego agregar: –Es sólo que después de tantas palizas no puedes esperar que me sienta tranquilo con alguien tan cerca de mí, ¿no es cierto?

–Bien, como sea– dijo concluyendo todo el asunto alzando los hombros en señal de desinterés. –Ya te enseñe como debes de hacerlo, ahora práctica y con suerte lograras subir a un 12 en un par de días– dijo a modo de burla.

–¿Eh?, ¿Esto es todo lo que me enseñaras?

–Muy pronto será hora de iniciar el entrenamiento y la verdad no puedo ofrecerte más que esto– respondió desinteresadamente –Si no lograrás aprender algo tan básico como esto no hay nada más que pueda enseñarte.

–Si lo logró, ¿mañana me enseñarías algo más?

–¿Mañana?– repitió Sonic arqueando una ceja –¿En serio crees que puedas aprender esto en tan poco tiempo?

–No lo creo, lo haré– dijo determinado.

–Bien, mañana nos veremos aquí, si en serio logras hacer esto, prometo enseñarte algo más– accedió –Mientras tanto, si fuera tú, yo me concentraría en hacer puntos, pues no importa que tan bien lo aprendas si no lo pones en práctica– concluyó para caminar a la salida.

0-0-0-0-0

Sonic revisaba los puntajes de ese día asombrándose por una considerable mejora del erizo rosa, aunque no eran aún suficiente para permanecer en el programa, pero sin lugar a dudas había mostrado por primera vez iniciativa y no se había desmayado en ninguna parte del ejercicio del día de hoy.

–Pasaste de ser un asco total a un solo un pésimo recluta– río divertido para sumarle 20 puntos más a su nota de ese día.

–Quien diría que tu peor recluta esté mejorando– escuchó una voz de pronto para subir la mirada y reconocer a alguien familiar parado en el marco de la puerta con una sonrisa petulante –¿Es esto acaso un patético intento de mantener tu posición?

–¿Qué quieres Scourge?– inquirió Sonic con el ceño fruncido.

–Oh, nada– respondió para recostarse sobre el marco de la puerta –Sabes, me enteré que el comandante estará por aquí la siguiente semana y hará evaluaciones a nuestros reclutas.

–¿Y eso qué?– respondió para regresar su mirada a los papeles frente a él en un intento por terminar su encuentro.

–Sí, supongo que tienes razón– dijo para sacar una navaja de su pantalón y jugar con la misma de manera desinteresada –Después de todo, si tu hermano está a cargo deduzco que no pueden echarte por ser un asco total como capitán, ¿no es cierto?

–¡Gane este puesto con mucho trabajo y eso lo sabes bien!– explotó para ponerse en pie de golpe y que una mirada sulfurosa inundara sus pupilas.

–¿Lo hiciste?– inquirió Scourge alzando una ceja.

Sonic apretó sus puños con fuerza para verlo con una ira enjaulada. Detestaba que, de todos los miembros del complejo militar, él supiera sobre su parentesco con el más grande soldado y ahora comandante de los G.U.N, su hermano, Shadow the Hedgehog. Si bien era cierto que eran familia, él había conseguido su puesto por su arduo trabajo, pues Shadow jamás haría algo como facilitarle los retos que había tenido que superar para llegar en donde estaba, por no decir que se lo había hecho más difícil.

–Realmente espero ansioso la evaluación del comandante– habló Scourge con una sonrisa retorcida –En especial la referente a tus dos reclutas estrellas, los cuales, por si no sabes, le indique que les prestara extra atención, ya sabes, para ayudarte un poco– se mofó divertido con un guiño –Hasta pronto, teniente.

Sonic lo vio marcharse de su despacho para morder su labio inferior con fuerza. Si Shadow observa el desempeño del zorro o peor aún del erizo rosa estaría arruinado, no sólo sería denigrado como teniente nuevamente, sino que estaría bajo las órdenes de Scourge.

–Maldita sea– masculló para golpear su puño contra su escritorio.

Caminó a prisa fuera de su despacho mientras una cólera interna recorría por sus venas sin tener una escapatoria obvia, para así dirigirse al único lugar donde podría desahogarse. Entró al campo de entrenamiento, listo para desquitarse con uno de los maniquíes de caucho cuando divisó a alguien familiar a la distancia. Se detuvo de golpe para ver al erizo rosa golpear de manera repetitiva al maniquí de entrenamiento.

–¿Recluta 3991?– llamó arqueando una ceja.

El erizo rosa lo volteó a ver, sobresaltándose al notar la presencia de alguien más. Se le miraba sudoroso y sus manos yacían teñidas de un conocido color carmín.

–¡Observa esto!– habló el erizo rosa de pronto con un entusiasmo infantil. Sonic lo observó dar un par de golpes certeros al muñeco de caucho, aún le faltaba mejorar, pero sin lugar a duda si practicaba eso en batalla podría al menos defenderse.

–Eso es...– murmuró Sonic para caminar hacia él –Es una mejora considerable.

–¡Verdad que sí!– exclamó con una expresión de felicidad llena de ternura. –Estuve practicando muy duro– habló con orgullo –¿Crees que ahora sí puedas enseñarme algo más?– preguntó con una expresión dulce en su rostro, una que lo obligaba a desviar la mirada, incómodo.

–¿No deberías descansar?– evadió Sonic dándole la espalda, y así, ir en busca de un par de vendajes para enrollarlos sobre los nudillos de sus manos.

–¡Necesito mejorar!– habló motivado –Tú mismo lo has dicho, sino subo mi punteo me sacaran del programa.

–Escucha, no creo...– pero no pudo terminar su frase para ver al erizo rosa correr hacia donde él se encontraba y colocarse frente a él para verlo con una mirada decidida. Sonic frunció el ceño, no estaba de humor en ese momento para soportarlo a él o a nadie más.

–¡Enséñame!– insistió con el ceño fruncido.

Sonic lo dio una mirada desafiante para así lanzarle una sonrisa burlona ocasionando que su mirada se llenara de prepotencia; si lo que quería entrenar, él lo haría entrenar.

–Bien, si en serio tanto deseas una nueva lección– habló para terminar de ajustar las vendas en sus manos –Pelea contra mí– soltó divertido para que la expresión del erizo rosa cambiara de una decidida a una de asombro –Si no quieres recibir la paliza de tu vida entonces ya conoces la puerta– concluyó para dar media vuelta y dirigirse a la arena de entrenamiento.

–¡Lo haré!– dijo el erizo rosa de pronto provocando que detuviera su marcha para verlo de reojo con asombro. –Peleare contigo.



Lamento la tardanza para este capítulo he tenido problemas con el internet y otras cuestiones, pero por fin está terminado!!! Como verán este capítulo está escrito casi exclusivamente desde la perspectiva de Sonic, quería hacer un pequeño énfasis en cómo él observaba a su extraño recluta XD!!! Bien, la relación entre Sonic y Amus empezara a volverse más cercana para ocasionar extraños sentimientos en este particular erizo rosa. Hasta el siguiente capítulo, Kat fuera.

¡GrAcIaS pOr LeEr!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top