9. Sofocante amor
Ryunosuke había entrado a la habitación de los Nakajima, era un desastre, Sousuke no mentía diciendo que Toru tiraba todo por doquier, por su parte, logró escuchar a Atsushi quejarse, así que simplemente corrió a su encuentro, lo que no esperaba era que el albino estuviera a la vuelta chocando ambos chicos y rompiendo ligeramente la bolsa, no había olor... al menos que fueras un tigre con buen olfato
- ¿Ryu-Ryunosuke? - dijo Atsushi mirándolo - ¿Qué haces aquí?
- Toru dijo que te encontrabas mal, si no hacía algo, Dazai-san no me reconocería por solo dejarte morir
- Qué tontería, estoy bien - decía Atsushi para luego mirar alrededor
- ¿Ahora qué?
- ¿Hueles eso?
- No ¿Qué? - Atsushi olía a los alrededores, había llegado al mafioso y este como si fuera un tigre (literal) se iba posicionando encima del mafioso
- Hueles delicioso...
- ¿Qué? - dijo Ryunosuke completamente sorprendido
Atsushi había comenzado una caza fantasma de animales, no paraba de saltar por la habitación, pero de un momento a otro se quedó quieto, el mafioso seguía sin entender lo que le sucedía al agente, solo logró pensar que eso era lo que mencionaba Toru que lo tenía mal
- Ryunosuke... - decía Atsushi demasiado relajado - hueles muy bien... - decía acercándose al mayor
- No sé a qué podré oler, pero sé que te encuentras mal, déjame ayudarte - decía el mafioso serio como siempre, Atsushi sonrió
- ¿Vas a ayudarme? Eso sería grandioso - decía Atsushi dando vueltas - siempre eres bueno con todos excepto conmigo Ryu, se bueno conmigo ¿sí?
- ¿Qu-que estás diciendo Jinko? - dijo el mafioso pero se vio cortado con un abrazo del albino
- Akutagawa... Me gustas... - Atsushi miro fijo al mafioso, sus iris se habían expandido por completo
- Jinko, tus ojos - decía Akutagawa mirando al albino
- Ryunosuke... me estoy sofocando... - decía el albino sonrojado - hace mucho calor...
El mafioso intento apartar al agente para poner más baja la temperatura, más el albino no le soltó, llamo a Rashoumon para tal tarea, pero era cierto, el albino sudaba, tenía la respiración cortada y sus ojos
- Maldita sea, sus ojos me están atrapando - pensaba Ryunosuke mientras miraba al albino. Sin alternativa uso a Rashoumon para tomar un poco del polvo que había en la bolsa y la acerco al albino
- Eso...
- Toru dijo que te pondrá bien, solo abre la boca
- N-no quiero, eso - en cuanto vio la oportunidad el mafioso, dejo unos gramos de polvo en la lengua del albino
El mafioso pudo sentirlo en su dedo, su lengua realmente era áspera tal felino, en cuanto Atsushi probo aquel polvo, no mejoró, al contrario empeoro, su respiración iba más agitada y sus ojos iban de un lado a otro como si estuviera alterado o dragado... Akutagawa miro con sorpresa aquella bolsa y soltó al albino, Atsushi seguía colgado del cuerpo del mafioso, por lo que como pudo llego a aquella bolsa y reviso su contenido
- Ese maldito Toru... - dijo molesto Ryunosuke mirando la bolsa, tomo al albino de los hombros y lo separo - Escucha Jinko, esa cosa es Catnip, no eres tú es una droga
- Ryunosuke... yo... ya no puedo más... ha-haz algo - decía Atsushi aferrándose de nuevo al mafioso
- Iré por Toru y - no pudo continuar pues el albino había enterrado sus garras de tigre en el cuerpo del mafioso este obviamente se quejó por el dolor
- Toru... si-siempre tomas a Toru y - Atsushi le miro fijo - ni si-siquiera te importo que Sousuke me besará
- ¿Por qué me importaría? - decía molesto el mafioso
Atsushi humedeció sus ojos, estaba triste, estaba desconsolado, quería gritar pero sentía el calor sofocante en él, no podía moverse, solo aferrarse al mafioso, sabía algo y eso era
- No quiero que vayas con Toru...
- Jinko el sabrá que
- ¡NO QUIERO QUE VAYAS POR ÉL! - grito Atsushi para besar al mafioso
Ryunosuke se había quedado sorprendido, el albino había chocado sus labios con los suyos y más aún, lamia sus labios con su lengua áspera, tan áspera que picaba, el mafioso separo al albino jalando sus cabellos, tapo su boca y le miro. Atsushi se veía desecho, sus ojos húmedos, lagrimas cayendo por sus mejillas, su iris expandido y sus labios rojos por tal roce forzado; el mafioso lo soltó y trago saliva
- Si vuelves a hacerlo, no podré detenernos - dicto el mafioso - Además... prometí hacerme cargo de lo que te pasará, incluso cuando Sousuke intento advertirme...
Atsushi le miraba fijo, ahora era tímido, había sido jalado a la fuerza y ahora el impaciente era el mafioso, la sensación de su lengua áspera realmente era algo único y bueno, al fin y al cabo era un mafioso, había matado, estafado ¿Qué más daba aprovecharse de alguien drogado?
Ryunosuke tomo al albino por los hombros y le acerco, beso delicadamente sus labios, disfruto cada instante hasta que el albino abrió su boca, el calor que lo sofocaba no lograba controlarlo y el mafioso aprovecharía aquello, esta vez fue Akutagawa quien metió su lengua, el tigre dejaba salir gruñidos y suspiros por cada movimiento, hasta que Ryunosuke se rindió y lo hizo caer al suelo posicionándose arriba de él
- Ryu-Ryunosuke... hace calor...
- Lo sé, me desharé del calor
Akutagawa besaba a Atsushi, no en los labios, comenzó besando su frente, después se entretuvo en su oreja, mordía, jalaba e introducía su lengua en la oreja del albino, Atsushi por su parte no paraba de gemir lo que hacía a Ryunosuke sentirse el rey de alguna selva tropical, bajo a su cuello, el cuello más transparente que había tocado, recordó cuando enterró sus garras en su traje y llego ligeramente a su cuerpo, pensó en hacer algo parecido y mordió con fuerza el cuello del albino, apretó y apretó mientras el albino gritaba, sollozaba y gemía su nombre, el mafioso después de dejar una mordida aparentemente duradera pues incluso unas gotas de sangre se hacían presentes, miro al albino quien lloraba por el dolor
- ¿quieres continuar? - pregunto Akutagawa en alguna especie de acto de amabilidad
- S-si con-continua - respondió Atsushi temeroso de lo que el mafioso pudiera hacerle pero estaba deseoso de saber lo que el mafioso pudiera hacerle
Akutagawa continuo con el cuello de Atsushi, dejaba pequeñas marcas alrededor de la más profunda, lamia y rasguñaba ligeramente su cuello, fue cuando lo tono el mafioso
- No grita como Toru... - pensó el mafioso - quiero que grite más - agregó mirando al albino con ligeros gemidos bajo de él
- Jinko - le llamo esta vez - Espero no te arrepientas - dicto el mafioso como si fuera su sentencia de muerte
Ryunosuke llamo a su habilidad, Rashoumon desgarro la playera del albino y parte de su pantalón, lo había detenido pues estaba lastimándolo de más y sus piernas serian el acto de apertura, literalmente. Jugaba con sus pezones, mordía por todas partes dejando su marca, hombros, pecho, ante brazos, las muñecas, incluso tomo cada uno de sus dedos y los mordió, comenzaba a molestarse, quería escuchar al albino gritar de verdad
- Jinko ¿Por qué no gritas? - dijo molesto el mafioso. Atsushi hizo un acto que no había notado el mafioso, dejo de morder sus labios
- E-es po-porque si escuc-escuchan seria ver-vergonzoso...
- Jinko... Si sigues conteniéndote, haré que sufras mucho más sin poder apartarte del calor sofocante - dijo el mafioso alzando la bolsa de Catnip
- Y-yo en-entiendo, l-lo ha-haré - decía el albino amenazado. El mafioso sonrió
Ryunosuke mordió la cintura del albino, esta vez Atsushi gimió fuerte, aquel sonido era música para el mafioso, podía ver su cuerpo con sus marcas, el tigre suplicando, era un banquete para él. Dejo un par de marcas más, decidió dejar otra profunda en su cadera haciendo pareja con las marcas de quemaduras que llevaba, salto aquel bóxer negro y llego a los muslos, el albino pedía clemencia ante la segunda mordida profunda, teniéndola en la cadera sentía más el dolor al ser movido cada que mordía sus muslos
- Ryu-Ryunosuke vas a ma-matarme - decía el albino
- Entonces, hagamos que no llegues virgen al ataúd - dijo el mafioso
- ¿Vi-virgen? Es-espera ¿pi-piensas ir ma-más allá? - el albino estaba nervioso, más que nervioso. Estaba asustado
- Todas las veces que pueda - respondió el mafioso tomando el bóxer del albino
- N-no es justo - se quejó el albino mientras el mafioso lo despojada de su última prenda - t-tu si-sigues vestido
- Y lo seguiré - dijo el mafioso quitando la última prenda - Rashoumon - llamo a su habilidad
Rashoumon envolvía las muñecas del albino apartando sus manos de su intimidad, la cual el albino intento esconder, la habilidad demoníaca había dejado ambas manos del albino al nivel de su cabeza
- Lo ves, lo disfrutas - decía Ryunosuke mientras con su dedo índice tocaba la punta del miembro del albino
- N-no to-toques - decía el albino en gemidos
- ¿Seguro? No se irá el calor - dijo burlón el mafioso mientras tomaba el miembro entero del albino
- Maldición, si se sienten como púas - pensaba Ryunosuke
Al ver la reacción del albino, no planeo evitarlo, uso a Rashoumon para compensarlo, Atsushi sentía como aquella tela que tantas veces lo atravesó ahora le daba placer masturbando su miembro. Pero alguien más necesitaba atención, era su propio miembro, Atsushi jadeaba, logró ver la saliva escurriendo por sus comisuras y el mafioso sonrió, metió tres de sus dedos en la boca del albino y este solo le miro
- Lámelos, imagina que son una dulce paleta - decía el mafioso
Atsushi obedeció, las corrientes eléctricas pasaban por todo el cuerpo del mafioso al sentir la saliva y la lengua áspera de aquel felino, sus gemidos se hacían más fuertes en cada minuto y Ryunosuke se sentía orgulloso de ello
- Hermano mayor, que mierda, ni siquiera he entrado - pensaba el mafioso con orgullo
El agente continua sus gemidos mientras lamia los dedos del perro de la mafia, el mafioso hizo a Atsushi gemir de desesperación al sentir que sus preciados caramelos (los dedos del mafioso) eran apartados de su boca más no le duro tanto el sollozar pues, el mafioso introdujo el primero dentro de su intimidad, haciendo al albino quejarse
- Ryu-Ryunosuke... du-duel... aagmh...
- ¿Quieres decir que te duele? - pregunto burlón el mafioso - No durará mucho, solo debes acostumbrarte
- Ryu-Ryunosuke - le llamo haciendo al mafioso mirarlo, la imagen que vio ciertamente lo hipnotizo, Atsushi estaba sudado, sus cristalinos ojos y sus iris expandidos eran un trofeo, la saliva en sus comisuras y su expresión eran el paraíso - m-mi bo-boca se siente so-sola - dijo el albino haciendo enloquecer al mafioso.
Ryunosuke se acercó, con su mano libre, tomo la mejilla del albino y lo beso mientras dejaba entrar su segundo dedo, acaricio la piel del albino, Atsushi temblaba y ¿Por qué negarlo? Incluso el mafioso temblaba, Atsushi estaba ganando a pesar de tenerlo abajo, sometido, humillado, el albino estaba ganando, el beso se profundizo, podía sentir aquel calor que tanto sofocaba a Atsushi y entendió su sentir. En ese momento odio a su hermano por haber besado al albino, lo odio de sobremanera, mordió y jalo aquellos labios, no solo eso, dejo entrar su lengua a lo profundo de la garganta del albino, quería recorrerla toda, hacerla suya.
Atsushi por su parte, no lograba resistir más, Rashoumon no le dejaba terminar, Akutagawa expandía su intimidad y besaba profundamente, el tigre creía que iba a morir, le faltaba el aire y el respirar era algo pesado, y llego, el tercer dedo que faltaba había entrado con fuerza, el agente no evito morder la lengua del mafioso y gemir fuerte, aquello eran más gritos de placer que cualquier otra cosa, Akutagawa sonrió complacido por ver al albino ante tal reacción y sabía que podía lograr más.
Retiro sus dedos haciendo al albino quejarse, los prefería adentro que afuera, Akutagawa le sonrió mientras el albino escucho como bajaba el zíper de su pantalón, termino de bajarlo y separo bien las piernas de Atsushi, el albino ya no aguantaba que lo moviera, sus mordidas eran demasiado. El mafioso estaba feliz, estaba completamente feliz, joder el albino lo estaba haciendo enloquecer, aquel chico que juro matar ahora lo hacía feliz, no se dio a esperar ni a desear, ni siquiera el aguantaba más, entro como si conociera cada rincón de aquellas paredes, y Atsushi lo recibió con una grata bienvenida.
El albino lo apretaba, haciendo el entrar más difícil y placentero para ambos, el albino gemía con gran fuerza mientras arqueaba su espalda, Akutagawa logró llegar a lo profundo, se detuvo un momento para mirar su obra de arte, ver a su enemigo lleno de sus mordidas, algo de sangre, jadeante y... ¿realmente eran enemigos?
- Jinko... estoy dentro
- Ya lo si-siento - decía Atsushi entre gemidos
- Me gusta esa frase - dijo sonriente el mafioso - tenía tiempo sin sonreír tanto, gracias Jinko
- Ryu-Ryunosuke... mu-muévete - dijo el albino algo desesperado
- Pensé que te dolía la cadera por la mordida
- Muévete - dijo algo molesto y deseoso el albino
- Me encanta esto... - dijo el mafioso comenzando a moverse
- Ry-Ryu - el albino pronunciaba su nombre con cada estocada, rasguñaba el piso y gritaba
- Es increíble que además hagamos esto en Disneyland, estoy seguro que no olvidaras tu visita a Disneyland - decía burlón el mafioso
Akutagawa continuo moviéndose, Atsushi continuo gritando, el tigre por fin había logrado terminar pero Akutagawa se encargaba que no fuera la única vez, el albino se quedaba sin voz, el pelinegro tomo esta vez su muñeca izquierda donde ya se encontraba una pequeña mordida, necesitaba más gritos así que sin pensarlo dos veces, mordió con gran fuerza, el albino volvió a gritar con fuerza haciendo al mafioso acelerarse y lograr terminar juntos mientras por su muñeca escurría la sangre
- Vaya Jinko, no creí que cayeras dormido - decía Ryunosuke mirando al chico luchando por mantenerse despierto
- Y-ya no hay más... sofocante... calor -dijo el albino antes de quedarse profundamente dormido
Ryunosuke reviso la hora, era la madrugada ya, mejor dicho las 3:23 am, cargo al albino con ayuda de rashoumon con dirección al baño, donde limpio su cuerpo y la sangre que le corría, dejo al chico en la cama después de ponerle algo de ropa y se dejó caer en el sofá de la habitación
Realmente... ¿Qué he hecho? - se preguntó asímismo el mafioso - Debo arreglar esto pronto - dijo el mafioso tomandodirección a la cama para dormir al lado del albino.
Les dije que era largo, pero bueno, no diré nada... solo diré que el 10 ya casi esta listo. Espero que lo disfruten tanto como yo...
¡GRACIAS POR LEER!
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