7. Médico y cientifico
|| Solo para aclarar, aquí es donde se quedó la primera temporada, o sea, justo después de que los Akutagawa gritan "¡Quieren gatitos!" ||
Los Akutagawa habían huido a la base de la Port Mafia, allí fueron muy notados por todos, se veían agotados y preocupados – Akutagawa-sempai ¿sucede algo? – pregunto Higuchi
― Están asustados – confeso Gin
― ¿Por qué? – pregunto Chuuya quien entraba a la sala
― Atsushi y Toru quieren gatitos
― Pueden adoptarlos ¿no? – menciono Chuuya – hay unos por mi departamento, gritan mucho – dijo inocente
― Hijos – mención Gin
― ¡¿Gatitos?! – gritaron todos
― Eso es imposible – decía Higuchi – son hombres
― Lo sabemos – se quejaron los Akutagawa
― ¿Cómo Toru convenció a Atsushi? – pregunto Chuuya
Ryunosuke comenzó a reír, era cierto que Toru era quien tenía esas locas ideas – disculpa, mi Toru llega a ser bastante cuerdo
― Lo dudo – replicaron todos
― Que saben – menciono molesto. Pues no tenía como defenderlo.
― Kaiji es un científico, amante del juego con la vida ¿Por qué no le preguntan a él? – mencionaba Hirotsu mientras encendía un cigarro
Ambos Akutagawa lo miraron sorprendidos - ¡cierto! – gritaron.
Corrieron al laboratorio de Kaiji, allí, podrían resolver muchas cosas
― ¿quieren hijos propios? Eso es imposible – se quejó el de bata
― Oh parece que el supuesto gran científico no puede hacer algo tan simple – dijo Ryunosuke
― Cierto, y yo creyendo que era muy inteligente, es un farsante – dijo Sousuke
― Bien, bien, bien, lo haré – dijo sonriente – será como darle un limón a un bebé
Los Akutagawa corrieron hacia el bar pero los Nakajima ya habían huido.
...
Los Nakajima iban hacia la agencia, aunque por su camino habian ido por el lado de la bahía para que el sonido del agua les calmará, Atsushi y Toru tallaban sus cabezas, les dolía por la resaca – no sé por qué siempre termino siguiéndote – se quejó Atsushi
― Es algo simple que se llama vivir, algo que se te negó tanto – menciono mirando los barcos pasar
La brisa era suave, fresca, ambos chicos sonrieron viendo el agua – Atsushi, está vez seré yo quien lo diga, es peligroso
― Solo se vive una vez Toru – decía Atsushi quitándose su corbata
― Diablos ¡mi hermano ha enloquecido! – grito alegre
Ambos se quitaron los zapatos, se miraron, sonrieron. Corrieron por el parque, el pasto era suave, cada pisada levantaban pasto, cada pisada daban ilusión a sus vidas, cada paso llego hasta el barandal que daba entrada al muelle, lo pisaron. Sus piernas de tigre salieron rompiendo el barandal por el impulso de haber saltado hacia el agua.
Ambos chicos salieron del agua a respirar, rieron entre ellos, - son un par de tigres – menciono Dazai mirándolos desde un árbol del parque y suspiro – sigues creciendo Atsushi-kun
...
La agencia estaba haciendo papeleo, estaban todos tranquilos cuando escucharon los pasos, Kunikida suspiro cansado, Atsushi ni siquiera habia llegado a trabajar pero conocian ya lo que los hermanos eran capaz de hacer cuando llegaban corriendo, todos los demás sonrieron. Los hermanos habían llegado completamente empapados, miraron alrededor hasta ver a Yosano a un lado de Rampo. Corrieron una vez más y cada uno toma las manos de la mujer – ¡Yosano-sensei! ¡Ayúdanos! – pidieron energéticos
...
Los gemelos Akutagawa un rato después llegaron, pasarían por los Nakajima a la agencia, lo cual incomodaba un poco por Ryunosuke pero para Sousuke era ver a sus amigos de siempre – disculpen – hablo Sousuke amable como siempre
― Bienvenidos, Sousuke – respondió Kunikida
― Disculpe Kunikida-san ¿han visto a Atsushi y Toru? – pregunto sonriente
― Están en la sala de Yosano-sensei, llevan un buen rato allí
― ¿podemos pasar?
― Claro
Los Akutagawa entraron, Kenji miro a Kunikida - ¿Cómo te llevas bien con uno pero odias al otro? – pregunto Kenji
― En mi ideal solo hay lugar para uno – dijo el rubio cerrando su libreta mientras Dazai les miraba divertido
― Solamente está celoso por que el malo se llevo a su pequeño Atsushi - menciono susurrante Dazai quien estaba recostado en el mueble
― ¡¿Y TU SACO DE VENDAJES CUANDO PLANEABAS AVISAR QUE LLEGASTE?! - Grito Kunikida - hay trabajo, papeleo, hay varias misiones para ti y tambien recomendaciones, como las tipicas quejas de siempre, eres un desastre y -
Kunikida seguia mientras Dazai tapaba sus oidos con sus dedos, solamente le ignoraba. En el consultorio de Yosano ambos Nakajima estaban desnudos, únicamente con su bóxer y miraron a los Akutagawa – Ryu/Sousuke – dijeron los Nakajima felices
― ¿ahora que hacen? – preguntaron los Akutagawa
― Los reviso – dijo Yosano – dijeron que querían bebes
Los Akutagawa se pusieron nerviosos, tragaron saliva – ¿po-podrían? – se atrevió a preguntar Sousuke
― Quizá, su cuerpo y anatomía cambia con su habilidad, lo dudo mucho. Pero hoy en día hay muchas cosas que se logran
― Nosotros... - comenzó Ryunosuke y trago saliva – le preguntamos al científico de la Mafia
― Kaiji-san dijo que podría... intentar algo – dijo Sousuke
― ¿fueron a eso? – preguntaron ambos Nakajima
Los Akutagawa miraron a sus parejas, los Nakajima sonrieron de lado tiernamente, estaban encantados por sus esfuerzos – gracias Ryu/Sousuke.
Aquello fue casi una tortura, los Akutagawa salieron corriendo perderían sus vidas por aquella sonrisa.
Toru iba a la mafia, Atsushi se quedaba en la agencia, a veces los seis se reunían en un punto céntrico, pero tanto la ciencia como la medicina tenían sus límites, los gemelos Nakajima lo sabían, aun así había sido genial intentarlo, los Akutagawa se sentían mal, al final del día conocían bien los sentimientos de los chicos. Habían llevado todo el proceso por una semana y uno que otro examen, pero en efecto. Era imposible.
Por alguna razón habían terminado en el parque de diversiones de Yokohama. Agentes y Mafiosos se habían reunido, incluso habían convencido a Fukuzawa y Mori de llevar unas gorras con orejas de gato y conejo, los Nakajima aparentaban que nada pasaba pero ambas organizaciones podrían notarlo, no eran los mismos.
― Esos mocosos ¿Qué les ocurre? – pregunto Ougai con su mano en la barbilla
― Estos últimos años han pasado por mucho – respondió Yukichi – no solo tus presiones
― Yo no los presiono, tú mismo debes de pensar igual, ellos harían mejor su trabajo en la mafia
― Y es por eso que no te los cederé
― Me alegra que lleguemos a este punto pero ¿Qué ocurre con ellos? - insistio
― Eso es obvio ¿no lo crees? Una familia, sentir que pueden amar y aceptar lo que una vez se les fue negado
Ougai miro al par de Nakajima y sonrió – ahora entiendo
Atsushi veía a Toru jugar con el tiro, la precisión de Toru era buena, mientras que el albino solo disfrutaba de ver a su hermano – Atsu – le llamo
― ¿Mmm?
― Mi amada princesa ¿Cuál es el premio que desea? – pregunto en una reverencia.
Atsushi se soltó a las risas
― Mi amado príncipe, deseo... - miro los premios y señalo unos frascos – esos frascos
― ¿frascos? ¿Por qué?
― Será una sorpresa – dijo el albino recibiendo los frascos – gracias - sonrió al chico del juego
Toru le miro curioso
Ambos chicos habían pasado su noche juntos, la verdad es que ni los Akutagawa entendían del todo al par de gemelos, por separado podían entenderlos pero una vez juntos eran como una capsula, así como cuando eran pequeños, seguian siendo ermeticos entre ellos.
― Akutagawa-sempai – le llamaba Higuchi
― ¿dime? – pregunto mirándola
― Bueno, tenemos una...
― Eso no importa – hablo el líder de la mafia mirando a los Akutagawa - ¿les parece hablar un rato conmigo? – pregunto sonriente
Sousuke y Ryunosuke le miraron serios, sabían que Ougai siempre tenía algo retorcido dentro.
En un cerrar y abrir de ojos, los Akutagawa habían perdido a los Nakajima, todo sería un desastre. Así que solamente les quedaba una opción. Se miraron, y fueron con el detective de la agencia armada, Rampo solo los vio y suspiro. Ambos Akutagawa había llevado con un enorme algodón de azúcar – se fueron a casa, al bar – dijo comiendo el enorme algodón
― ¡gracias!
Los Akutagawa siguieron un momento en la feria, habían aceptado el favor de Ougai de quedarse y ayudar a Elise con un juego, quizá los Nakajima necesitaban su tiempo. Dazai los miro entretenido
― Me pregunto cuando se darán cuenta... que ellos aún no han superado nada
― ¿Qué quieres decir bastardo? – pregunto Chuuya tomando del algodón de azúcar
― Oye, Chuuya, eso es mío
― ¿Qué pasa con Atsu y Toru? – pregunto Chuuya
― Ellos buscan una familia, ser amados. No han logrado superar el hecho que... sus padres jamás los amaron – menciono mirando al cielo – hoy será una noche que jamás olvidaremos
― A veces... simplemente hablas mierda – suspiro Chuuya – si sabes estas cosas ¿Por qué no ayudas? ¿Por qué no das más allá de lo que haces?
― Y ¿Quién soy yo para meterme en sus vidas y decisiones? – pregunto Dazai mirando al pelinaranja – Chuuya, si yo dijera lo que sé ¿en qué les ayudaría?
― Hallar una forma de ser amados que no sea intentar embarazarse siendo hombres – menciono tomando más algodón de azúcar
― Oi, Chuuya, deja mi algodón
― Mereces un robo de algodón por tus pendejadas – dijo tomando más de aquel algodón de azúcar
Dazai lo sabía, sabía que no podía meterse, sabía que los Nakajima podían con ello, solo debían darse cuenta de lo muy amados que eran por todos. Y Dazai también sabia, que en su escritorio hacía falta algo.
...
― Toru. ¿Qué hacemos? – pregunto Atsushi
― El maravilloso Rampo sabrá donde fuimos
― Ajam
― Pero no sabrá que escapamos del bar – dijo alegre Toru
― Te complicas mucho – se quejó el albino – estamos vestidos de negro, con un pasamontañas y
― Solo saltemos por la ventana
Y así, los Nakajima saltaron por la ventana
Vestidos de negro de pies a cabeza, solo Toru podría tener un plan si salían vestidos como criminales, por la noche... en la ciudad de la base de la mafia portuaria.
Y con un frasco sospechoso.
...
¡Hola!
¿que creen que pase con el frasco? Bueno, nada inocente por si querian saberlo
¡Gracias por leer!
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