13. Entre faldas y mafiosos
Atsushi se sentía todo un artista, no era perfecto, no, lo admitimos pero era increíble lo que había logrado el albino con una base, delineador, contornos y un buen labial, usaba una falda negra a media pierna con ligeros volados dejando al albino moverse fresco pero elegante y arriba llevaba una blusa azul marino con hombros al aire, zapatos de plataforma color azul marino. Le combinaba el azabache, con un traje negro casual y una camisa azul de cuello abierto, sin corbata, solo casual. Lo necesario para ir en un yate
― Bienvenidos – dijo el pelirrojo alegre con un traje blanco
― Hola Atsuni – menciono Jasmine
― Es Atsushi – le corrigió con una sonrisa – gracias por invitarnos, es un honor
― Mrs Akutagawa, se ve completamente diferente que en la playa
― Ya sabes cómo son – menciono el azabache defendiendo al albino – le encanta llenarse de bloqueador, cuidar su piel y eso
― Ni lo digas – replico el pelirrojo – dejemos a las damas, ¿Qué tal algo de un buen tema de negocios?
― Cariño, dijiste que nada de negocios – menciono la rubia
― Vamos Jasmine, este hombre sabe de su trabajo, confía en mí, será está noche – sonrió y Jasmine tomo al albino
― Vamos Atsuni, platiquemos de farándula – menciono Jasmine arrastrado al albino
― E-es Atsushi – replico
Los "hombres" se miraron entre si - ¿Qué fue eso? No tenemos ningún negocio
― Lo sé, Jasmine me fastidia siempre pidiéndome dinero ¿tu mujer lo hace?
― No, yo insisto en que se compre nuevas faldas
― Te gustan las faldas
― Sí, me encantan
Ambos hombres se sentaron a platicar de faldas mientras Atsushi era arrastrado a un privado, Jasmine cerró la puerta y soltó un gran "aash" lleno de fastidio – se-señorita Jasmine ¿ocurre algo?
― Ese idiota de Frederick Lainbog es un asco de persona – se quejó la mujer – solo quiere sexo, solo quiere que le deje solo, y cuando quiero algo lindo se queja que por que gasto mucho – miro al albino – hellooooo, es de la mafia ¿Cómo pretende que me vista? ¿Cómo pordiosera? – se sentó cansada – yo solía vestir jeans y ahora estoy atrapada con un mafioso
― Señorita Hostel... ¿es hostigada? – pregunto el albino
― Tú debes de saberlo, eres la esposa de un mafioso, ¿por eso eres tan callada y nerviosa?
― Ah... e-eso...
― Como sea, no quiero – miro a la albina - ¡escapemos!
― ¿E-eh?
Por su lado, ambos mafiosos platicaban en cubierta – entonces. ¿Por qué se casa tan apresurado? – pregunto el azabache
― Jasmine es preciosa, vivió limpiando casas muchos años, quiero darle todo
― Sí, eso dijo pero se queja de que gaste dinero
― Tu sabes cómo es esto, a veces me estreso y Jasmine extiende la tarjeta de crédito ilimitada en las tiendas mientras yo ando torturando traidores, simplemente eso
― Comprendo, Jin... Atsushi hace cosas así
― ¿en verdad? ¿Qué pasa?
― A veces llego a casa y tiene hecho un desastre, - puso su mano en su rostro – no sé cuántas veces se ha peleado con mi jefe, creo que eso le gusta a mi jefe que sea valiente pero siempre está poniéndome los pelos de punta con eso, un día nos mataran
― Tu esposa sí que es aguerrida, yo jamás me atrevería a retar a Mori Ougai, no solo
― Lo sé, pero ella va y uff, no sé cuántos tratos tienen con él
― ¿no es sospechoso? Que no la hayan matado, digo. Tu sabes cómo es la mafia
― Ella no se acuesta con él
― ¿Cómo lo sabes?
― No es así
― Las mujeres son así
― Ella no
― ¿Cómo estas tan seguro?
― Estoy seguro que no es del tipo de Mori Ougai, y estoy más que seguro que Atsushi jamás me traicionaría
Entonces, estaban Jasmine y Atsushi trepadas en un bote salvavidas a un lado de la salida del Yate - ¿segura que podemos llegar a Australia en esto? Hay tiburones sabes
― Tranquila, Frederick no lo sabe pero poseo una habilidad
― ¿eres una persona con habilidad?
― Así es – sonrió amplio – solo necesitaba ayuda para esto – menciono Jasmine
― No estoy del todo seguro que esto sea seguro señorita Jasmine, mi esposo podría ayudarle
― Tu esposo también es un mafioso
― Pero no es un mal tipo – menciono sonriente – mi esposo es mafioso, conocido como el perro rabioso, el mayor asesino de la port mafia... - menciono ligeramente deprimente pero igual sonrió a Jasmine – pero también es mi esposo, un chico que me rescato innumerables veces, que cuida de mí y es capaz de dejar su orgullo de lado solo por verme sonreír... Que incluso fue capaz de rechazarme solo por protegerme, y protegerme de su propio jefe incluso si la muerte estaba en medio... Ese es mi esposo... Mi Ryu...
― ¿me ayudaras a escapar?
― Bien, la ayudaré – suspiro el albino – solo creo que debería pensarlo mejor – tengo un hermano, siempre nos metemos en problemas y
Atsushi seguía platicando con Jasmine, mientras los mafiosos chocaban sus copas una vez más – sea como sea, amo a Jasmine... - suspiro Frederick – quiero verla
― Entonces... ¿Por qué no se lo dice? Yo pase por mucho por no ser buen esposo
― ¿Cómo qué?
― Como... que mi esposa se recuperó recientemente por el trabajo extra y el hecho de que no le di importancia
― Oh eso es cruel de tu parte
― Usted hace lo mismo
― ¿Cómo dices que dijiste?
― ¿Sabe los gustos de Jasmine?
― Entre más caro mejor
― Lo dudo, hoy vestía un sencillo vestido
― ¿Cómo sabes eso?
― Mi esposa siempre se fija en el precio de las cosas, si es muy caro lo rechaza – suspiro cruzándose de brazos – vi ese vestido y aunque le gusto no lo quiso, no es de vestidos. Por eso sé que es barato
― ¿Cuánto?
― 5 dólares
― Si es barato – suspiro Frederick – quizá un poco de atención no le vendría mal
― Ni tampoco que hable sobre su estrés, así ella no lo tomaría a mal
― Bien, vamos por ellas – sonrió Frederick – o te robare a tu esposa
― Dudo que logre eso
― Engreído
Los mafiosos fueron a buscar a "las chicas" al privado pero no las encontraron, pudieron ver desde la ventana la cabellera larga y rubia de Jasmine, así que el pelirrojo salió corriendo para verlas en el bote – entonces, Ryu tomo a mi hermano y
― ¡Jasmine! – grito el pelirrojo - ¡¿piensas dejarme?!
― ¡¿Qué?! – grito Jasmine
― Jin, Atsushi, ¿Qué está ocurriendo? – pregunto y el albino solo sintió como su mano fue apretada por la rubia. Sonrió ligeramente, se enfocó en ver al azabache y no al pelirrojo, su esposo le daba paz
― Jasmine y yo disfrutábamos de la vista – menciono señalándole y logrando ver como el océano era iluminado por la luna brillosa – mientras le contaba de nuestro feliz matrimonio Ryu, ella está ansiosa del suyo
― Oh Jasmine – Frederick abrazo a la rubia – lamento tanto tenerte ansiosa, mi platica con Mr Akutagawa me ha llenado de nuevas perspectivas, juro que nuestro matrimonio será feliz
― Frederick... - le tomo las manos – sí, comprendo, Atsushi ha sido una gran guía en este mundo de mafiosos...
Ambos novios se abrazaron arriba del bote, el azabache extendió su mano y el albino sonrió tomándole la mano y siendo ayudado a salir de allí - ¿tomamos un bote para volver a la playa?
― Si por favor – respondió el albino feliz
― Por favor no – pidió Frederick – déjenme llevarlos
― Ustedes tienen tanto de que hablar, podemos llegar a la superficie sin problemas – dijo el albino sonriente
― Mrs Akutagawa, usted es una hermosa mujer, gracias por ser la esposa de Mr Akutagawa, definitivamente son tal para cual
― Ah eso... - dijo el albino nervioso
― Y Mr Akutagawa – sonrió el pelirrojo – mándale mis saludos a su jefe Nakahara-san, estaré encantado de firmar cualquier trato que tenga para mi
― Será un placer, una vez más, gracias
El pelirrojo y la rubia se quedaron besándose, Atsushi y Akutagawa tomaban otro bote con motor, el albino miro al mafioso y sonrió - ¿ahora qué?
― Mr y Mrs Akutagawa ¿no suena lindo? – pregunto sonriente
― Lo suena, pero no puedes usar mi apellido, sería más lógico que yo usará el tuyo
― ¿Por qué?
― Por qué te relacionarían conmigo, el mafioso.
― Para el motor
― ¿Por qué?
― Páralo
El azabache paro el motor y el albino se le fue encima, estaban en medio del mar, con la playa a muchos metros y la luz de la luna bajo de ellos – solo traigo una falda, deberías aprovechar Mr Akutagawa – menciono coqueto el albino
― Ji-Jinko...
El azabache le dio la vuelta dejando al albino en el suelo del bote y el encima – no me provoques
― Es lo que intento
― Diablos Jinko, siempre eres adorable pero con esa falda y maquillado
― Disfrútalo mientras dure – se quejó ligeramente molesto pero alagado
El azabache tomo el cuello del albino para mordisquearlo por completo, el albino simplemente soltó sus gemidos, conocía la voracidad de "su rashomon" y se volvía aun peor cuando llevaba ropa de mujer, el mafioso metió sus manos bajo la falda del albino y este abrió sus piernas para dejarlo con espacio – Jinko, me pregunto si la luna te ayudará en esto – menciono bromista
― ¿No que la luna no era de queso? – pregunto burlón - ¡AAH! – grito el albino pues gracias a su comentario el azabache había introducido sus dedos en el
― ¿Qué decías cariño?
― L-lo siento – menciono entre gemidos – diablos no pares – pidió
― Jinko ¿Qué tanto hablaste con la señora Hostel? – pregunto y el albino alzo su cabeza
― ¿quieres hablar o hacérmelo?
― Hacértelo por supuesto
Con ello, el azabache dejo las palabras y se fue encima de los labios del albino, su beso apasionado y húmedo se llevaba a cabo cuando el azabache tomo los pechos del albino, jugando con sus pezones y apretando su pecho - aaah Ry-Ry – intento hablar pero el azabache solo tomo presa su lengua con la de él para seguir con aquel beso
El azabache dejo uno de los pezones del albino, necesitaba su mano derecha, tomo la cadera del albino para alzarla y acomodarla frente a la suya, no era como si el albino supiera ya que hacer, Atsushi le ayudo y acercándose ligeramente tomo sus glúteos y usaba sus antebrazos para alzarse – se-será incomodo – expreso el albino
― Si, algo – menciono el azabache entrando en el albino
― ¡Aaah! Ryu – le llamo molesto pero el azabache sonrió, acomodo al albino en su cadera mientras entraba más profundo y finalizo acomodándole el cabello - Te amo
― Eres hermoso a la luz de la luna Jinko...
Atsushi sonrió y abrazo del cuello al mafioso – y tú eres hermoso a cada instante Ryu
Volvieron a besarse mientras se movían, el albino disfrutaba de su pareja mientras el mafioso se daba de la gran grandeza disfrutando de la falda del albino, mordiendo cada parte de su cuello y hombro, y deshaciéndose de la blusa que Atsushi llevaba para seguir su camino de mordidas
Los gritos del albino solo despertaron a los peces debajo del bote.
...
Sigo escribiendo pero quizá ya otros capítulos los suba mañana, aun estoy finalizando de escribir TRECE espero esperen el final ansiosos,
PD. TRECE tendrá un extra, claro dependiendo de como comenten el final. Y claro tenia que decir esto en el capitulo 13 de TWINS, ya saben por gemelos. Ok ya
¡Gracias por leer!
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