Felicidades por tu boda

Ambos sabían que se habían lastimado, ninguno quería eso, ninguno quería que el final fuese así.

Hee Do le dio un último vistazo a ese túnel, soltó un suspiro y dio media vuelta para volver a su auto con pasos lentos, su diario resbaló de sus manos, por lo que se agachó para tomarlo, no sabía si sería una buena idea guardarlo, después de todo, al perderlo no volvió a escribir en otro lado, mientras se decidía en que haría con aquel cuaderno abría su auto y lo inimaginable sucedió

—¿Hee Do? —reconocía esa voz, pasarían los años y no olvidaría aquel sonido, se quedó sin saber cómo reaccionar por algunos segundos y poco a poco fue girándose encontrándose a un hombre vestido con una camisa blanca, con las mangas subidas hasta los codos, pantalón negro y zapatos del mismo color

—¿Yi Jin?

—¡Woah! —vio como aquel hombre sonrió y se iba acercando— Tenía tanto tiempo sin verte... En persona

—Sí, lo sé, han sido muchos años

—¿Qué hacías aquí? ¿Se averió tu auto? —cuestionó alarmando dispuesto a ayudar.

—Ah —miró a todos lados, ¿qué respondería? ¿Qué encontró su diario y leyó lo escrito en las últimas páginas y quiso visitar el lugar sólo para darle un final a sus recuerdos? Bueno, cambiaría una parte de eso— No... Pasaba por acá y quise darme un momento para recordar los viejos tiempos ¿y tú?

—Lo mismo, cuando quiero relajarme decido salir a caminar y a veces pasó por acá, me trae algunos buenos recuerdos —ambos asintieron y el silencio reinó, ninguno se miraba sólo veía alrededor hasta que sus miradas se cruzaron— ¿Y... Cómo estás?

—Bien ¿y tú? Escuché que se canceló tu compromiso

—Sí, no era la correcta. Lamento tu divorcio

—Yo no —bajó la mirada y sonrió antes de volver a mirarlo— Cuando el amor se acaba es lo mejor antes de dañarse

—Me-me imaginó —tragó saliva— ¿Cómo está tu hija?

—Bien, entrenando para sus clases de ballet —sonrió al recordar como Min Chae decidió seguirse preparando— ¿Y tu familia? ¿Cómo están tus papás y Yi Hyun?

—Mi padre ha estado un poco enfermo, pero nada grave, mamá está bien y mi hermano está mejor... Cada año se casa con Seung Wan, 

—¡¿Qué?! ¿Cuándo pasó eso? ¿Cómo se reencontraron? —su cara era una total representación de asombro

Yi Jin iba a contestar pero el claxon de otro auto los hizo darse cuenta donde se encontraban, se orillaron para que el vehículo pasará

—Creo que me tengo que ir —habló Hee Do

—Sería bueno reunirnos y hablar de todo lo que nos hemos perdido —ella lo miró con cierta confusión— Si quieres, claro... Supongo que no sabes mucho de Yu Rim

—¿Tu si? Pensé que ya no hablabas con ella, no asististe a la boda

—Me fue imposible ir, noticias de último momento, ya sabes —dijo apenado— y contestando tu pregunta, no he tenido un contacto directo, pero mi ahora increíble y nada insoportable cuñada —rió— Tiene contacto con Ji Woong, hemos hablado un poco, coincidimos en un evento y no hace mucho planeamos reunirnos pronto

Hee Do se dio cuenta que había terminado comunicación con los que fueron sus amigos, pero nada en malos términos, sólo que cada uno tenía caminos diferentes y fue muy difícil querer unirlos o encontrase en el trayecto, por lo que sólo atesoraba las vivencias con ellos.

—¿Hee Do?

—¿Si? —lo miró y se dio cuenta que no respondió a su propuesta— Ah, estaría bien reunirnos mas adelante ¿te paso mi número o tú me pasas el tuyo? —él asintió. Baek sacó su móvil para desbloquearlo y dárselo, apunto su número y a los segundos su celular sonó para que ella lo tuviera guardado

—¡Listo! Entonces nos vemos pronto Na Hee Do

—Nos vemos Baek Yi Jin —sonrió

—Salúdame a la señora Shin

—Claro y tú a Seung Wan

—No me va a creer cuando le cuente de este reencuentro —expresó con cierta emoción mientras metía sus manos a sus bolsillos

Hee Do sólo rió y subió a su auto, se despidió moviendo su mano de un lado a otro y encendió el motor de su auto para volver a casa y con ella un gran sentimiento de calidez en su corazón. Y ninguno iba a admitir los nervios que sintieron al ver al otro, tampoco aceptarían del golpeteo de sus corazones con el simple hecho de haber escuchado sus nombres en las voces contrarias.

Al llegar a sus respectivos hogares ninguno quiso mencionar su encuentro, por alguna razón preferían guardarlo para si mismos. Los días pasaron y ninguno se animaba a mandar un mensaje, pues sentían que sería muy atrevido ¿pero por qué? Sólo querían platicar, al final antes de iniciar una relación primero fueron amigos. Así que mientras terminaba de lavar un par de tazas y se animaba mentalmente para mandarle un mensaje su celular se encendió junto a la llegada de uno, secó sus manos y lo tomó viendo de quien provenía, le fue inevitable no sonreír y no tardó en desbloquearlo para poder responder

"Hola :)."

"Hola."

"Espero no interrumpir"

"Para nada."

"Eso es bueno. He estado pensando en nuestro encuentro de hace unos días"

"Le pregunté a mi cuñada de cuando podríamos juntarnos todos, pero ella está un poco ocupada y Yu Rim tiene unas semanas complicadas por las competencias nacionales"

"Así que pensé que tal vez podríamos reunirnos nosotros, ponernos al tanto de nuestras vidas en estos años"

"Si no te incomoda, claro"

"Para nada, estoy bien con ello"

"¿Puedes el fin de semana a medio día? ¿Te gustaría ir por un café?"

"El sábado tengo que llevar a mi hija al ballet, hay una cafetería cerca del estudio ¿no te molesta ir allá?"

"No, no. Dame la ubicación, ahí estaré :)."

"Bien!"

¿De verdad estaba bien? ¿O por qué sentían sus corazones latir con tanto entusiasmo de tan sólo pensar en aquella reunión? Y era claro para los que los rodeaban que había algo que los tenía de buen humor, pero nadie se imaginaba que era alguien y si lo supieran no creerían de quién se trataba

El fin de semana llegó, ambos estaban nerviosos, cada uno se había levantado temprano para poder realizar sus rutinas. Yi Jin estaba un poco impaciente, ya habían pasado quince minutos y Hee Do no llegaba, jugaba con una servilleta de papel mientras esperaba, fue hasta que escuchó la campana de la entrada, alzó la mirada haciendo contacto con ella, se sonrieron y Hee Do se acercó a la mesa donde se encontraba

—Hola, lamento la demora —tomó asiento frente a él

—No te preocupes, no tengo mucho tiempo esperando. ¿Todo bien?

—Sí, es sólo que la profesora de Min Chae quería hablar conmigo sobre una competencia que tendrá pronto, nada grave

—Eso es bueno... ¿Ordenamos? —ella asintió, tomaron su pedido para después comenzar la plática mientras esperaban por sus alimentos

—¿Cómo está Seung Wan?

—Bien, emocionada por su boda

—¿No ya estaba casada?

—Sí, pero cada año reafirman sus votos, festejan su aniversario con una boda, este año es la boda de arcilla. Por lo que ha estado haciendo citas para todo, la comida, el vestido y esas cosas, además también planea organizar una fiesta de cumpleaños para mis sobrinos—Hee Do lo miraba expectante— Son unos mellizos

—¡¿Mellizos?! —cuestionó sorprendida

—Sí, Byeol y Hana, tienen 6 años, son adorables, te ensañaré fotos

—¡Wow! Que increíble. ¿Y Ji Woong, que sabes de él?

—Por lo poco que hemos hablado y me ha dicho SeungWan, también está bien, al igual que Yu Rim. Aún no me perdonan que no fui a su boda —rió— Pero cada que puedo le mando regalos a su hijo, Hyun Wook

—Eso es jugar sucio, querer ganarte al hijo para que te perdonen

—Espero que si funcione —ambos rieron— ¿Lo conoces? —ella negó— Oh, bueno, es una combinación de sus padres, sin duda han hecho un gran trabajo

—No lo dudo ¿es deportista?

—No, creo que va para el camino de la moda. ¿Y tú, Na Hee Do? ¿Cómo ha sido tu vida después del esgrima?

Alguien pensaría que podría ser incómodo el hablar sobre la vida que tuvo con el papá de su hija, pero fue lo contrario, ambos estaban cómodos, porque Yi Jin y Hee Do antes de ser novios, fueron amigos, así que él prestó atención a lo que ella contaba como el momento que considero que era corrector retirarse del esgrima, como fue iniciar su vida como madre y ama de casa, además como fue que limó perezas con su madre y finalizó con cómo se dio su divorcio y la relación que tenía con Min Chae.

—Que bueno que volvió al ballet, no dudo que debe ser buena en ello —comentó antes de darle un sorbo a su café

—No lo digo porque sea mi hija, pero lo hace increíble y soy testigo de lo mucho que se ha esforzado

—Y no lo dudo

—¿Y tú YiJin? ¿Cómo ha sido tu vida?

Fue el turno de Baek contar como se la pasó en Nueva York, su regreso a Corea para volver a UBS pero como reemplazo de Shin Jae Kyung, su reencuentro con su familia, volviendo a vivir juntos, el ver la relación de su hermano y amiga, y el como creyó que había encontrado a la persona ideal para casarse y darse cuenta que no estaba siendo totalmente correspondido.

—Menos mal te diste cuenta a tiempo y ella también fue honesta

—Igual por como ahora analizo las cosas, sé que ese matrimonio no duraría mucho, yo creo que nos hubiésemos divorciado al mes —rió— o seríamos infelices, no sé cuál es peor

—El amor es tan complicado —ambos asintieron— Me gustaría seguir con la plática —miró su reloj— pero mi hija no tarda en salir de sus clases y debo recogerla, se puede asustar si no estoy ahí, porque nunca me muevo hasta que sale

—Ah, entiendo. El tiempo pasó muy rápido —ella asintió con una sonrisa— Ojalá podamos salir otro día... con los demás, claro —aclaró nervioso

—Yo encantada, con los demás o contigo, está bien —los dos sonrieron aún más

Pagaron lo consumido, aunque claro que hubo una pequeña disputa por quién iba a pagar, dando como triunfador a Yi Jin alegando que en la siguiente salida podría ser Hee Do la que pagaría. Se dieron la mano, pero eso era muy cordial y nada amistoso en puntos de vista de ambos, así que con torpeza se fueron acercando para darse un abrazo y después de eso ella salió del lugar para subir a su auto y manejar hasta donde estaría su hija.

Para ellos era muy absurdo los nervios que sintieron, tal vez no querían darle paso a los sentimientos que pensaron que habían arrancado, porque estaban muy equivocados, habían dejado la raíz que sin darse cuenta comenzaron a nutrir al volver a encontrarse y tener encuentros en cafés o restaurantes. Ya no eran los mismos jóvenes que sin querer se habían lastimado al terminar de la manera en la que lo hicieron, sintiendo amor por el otro, pero la falta de agua y la frialdad habían comenzado a marchitar la semilla de su relación. Sin embargo, ahora estaban regando esa semilla con conversaciones honestas, risas compartidas y una amistas de complicidad, porque claro, nadie estaba al tanto de esos encuentros.

Los fines de semana eran los más esperados para ambos, eran los días en que sus encuentros podían ser posibles y a pesar de que las personas a su alrededor seguían sin saber de ello, era evidente que algo había cambiado en ellos. Sus rostros irradiaban felicidad y emoción, las sonrisas se dibujaban en sus labios, incluso si el día fue muy agotador, el simple hecho de tener un mensaje del otro ya les mejoraba el momento. Sus celulares se convirtieron en un accesorio de sus manos, y aunque sus familiares notaran ese cambio nadie les cuestionó de sus nuevas acciones y aspectos, porque claro, cuando salían hacían todo para verse bien y se miraban constantemente al espejo y acomodaban sus ropas o cabellos.

Después de casi un mes, ocurrió el evento por el que en realidad habían comenzado a verse: La reunión de amigos. Seung Wan había podido coordinar una fecha con la ex esgrimista Yu Rim y Ji Woong, ninguno de ellos sabía de la asistencia de Hee Do, sería una sorpresa para los tres. Llegaron a un restaurante en Gangnam, siendo un punto medio para todos. Na era la más nerviosa, pues había pasado mucho tiempo desde que los vio por última vez, así que sentía cierto temor por su reacción. Una vez que se aseguró que era el lugar era el que le había dicho Yi Jin bajó de su auto, pues el ya mencionado le avisó que ya estaban todos. Al ingresar fue recibida por un mesero quien le indicó donde estaba su mesa, caminó hasta ella, pudo observar lo bien vestidos que iban el matrimonio Moon, no era para menos, considerando a Ji Woong un diseñador y Ji, seguía viéndose con ciertos aires de juventud, ellos no se percataron de su presencia si no hasta que Hee Do fingió toser

—Buenas noches, ¿interrumpo? —las miradas de impresión se posaron sobre ella, quien sólo sonrió

—¡Sorpresa! —exclamó Baek

Yu Rim no pudo evitar ponerse de pie y abrazar a la que fue su mejor amiga y claramente se terminó ganando un par de quejas por haberse desaparecido de su vida, Seung Wan aprovechó ese momento para mirar a Yi Jin con bastantes preguntas en mente que no desaprovecharía hacer en privado y él era consiente, así que evitó a toda costa hacer contacto visual con su cuñada. Después de un momento de abrazos y haber ordenado sus alimentos, los cinco estaban alrededor de la mesa comiendo y compartiendo momentos juntos.

—Ha pasado tanto tiempo desde que estuvimos así, juntos, los cinco y sobre todo en un momento agradable —comentó Hee Do con cierta nostalgia

—No te vuelvas a desapareces Na Hee Do —intento sonar amenazante la ex esgrimista, mientras cortaba la carne que se encontraba en su plato — Estoy harta de que mi hijo piense que eres producto de mi imaginación —agregó entre risas

—Si no fuera por las fotos, de verdad que lo pensaría —siguió Ji Woong— Y porque también yo hablaba de ti

—Espero conocerlo pronto

—¡Claro! También quiero conocer a tu hija, ¿Min Chae, cierto? —Na asintió

—Ay, ahora tengo otra persona que me ayudara en mi boda, necesito opiniones de personas que ya hayan pasado por esto y no de alguien que ni llegó a las citas para escoger las invitaciones

—¡Oye, respeta a tus mayores! —se quejó Yi Jin provocando la risa de los demás

—Bueno, mi matrimonio tampoco fue un éxito, pero cuenta con ello —dijo Hee Do sonriendo

—Yo sigo sin creer que de verdad planees festejar cada aniversario con una boda ¿no te cansas? —cuestionó Moon

—No —rió— aunque mis suegros piensan lo mismo. Sin embargo, creemos que es muy bonito festejar nuestros aniversarios en grande y planear todo es divertido

—Son tan melosos, se tomaron bastante tiempo para conocerse, salir, formalizar, y a pesar de todo eso cada que los veo siento que apenas llevan un mes. He llegado a pensar que fingen —su cuñada lo miró intentando fingir molestia, aunque muy dentro de él disfrutaba la felicidad de ese matrimonio

—¿Quién pensaría que aquel adolescente que conocimos en un viaje "escolar" fuese a enamorar a Ji Seung Wan?

—Ay, ese viaje —suspiró Moon Yu Rim— Tengo esos recuerdos tan bien guardados

—Sin duda creamos memorias agradables

—Mmmh difiero un poco —interrumpió Baek, negando mientras bebía de su copa— Fue como cuidar niños que no sabían sobrevivir por si solos y ya eran casi unos adultos

—¿Qué dices? Todo salió perfecto y éramos jóvenes —argumentó el diseñador

—¿Te recuerdo que ellas lavaron la lechuga e hicieron bastante arroz?

—Era para eliminar cualquier bacteria —explicó Ji— Y el arroz fue para que ninguno quedara con hambre

—Esa cosa ya ni era comestible Seung Wan, cuando tú y Yi Hyun se fueron a vivir juntos llegué a pensar que en cualquier momento intoxicarías a mi hermano

—Que molesto eres —rodó los ojos, pero ablandó su mirada al ver a sus amigos — Deberíamos volver a hacer un viaje

Todos estuvieron de acuerdo con la idea de Seung Wan, al terminar de consumir sus alimentos y bebidas decidieron marcharse no sin antes intercambiar números entre todos y por petición de Yu Rim crearon un grupo para seguir en contacto y planear salidas futuras, todos se sentían afortunados de volver a reencontrarse.

Las semanas fueron pasando, y las salidas entre Hee Do y Yi Jin siguieron sin falta, exactamente habían pasado 2 meses, era Noche Buena, así que ese día fue imposible que se vieran. Sin embargo, no faltó un mensaje de felicitación en su chat privado y grupal, intercambiaron algunas fotos de sus familias y confirmaron su encuentro para el siguiente fin de semana, pues Min Chae pasaría la festividad con su padre y la señora Shin había planeado salir con sus amigas, en el caso de Yi Jin, sus padres querían pasar la noche en otro lugar y su hermano saldría de viaje con su familia.

Unos días después Hee Do salió junto a Yu Rim, estuvieron juntas casi todo el día, y la noche les sorprendió. Entraron a una tienda de conveniencia para comprar un café, mientras esperaban frente la pantalla que el empleado tenía podían ver la transmisión del noticiero de la UBS y a Yi Jin presentando las noticias. A Hee Do le fue muy difícil ocultar su sonrisa y su amiga lo notó, Salieron el del lugar con sus cafés

—¿Algo que quieres contarme? —pregunto Yu Rim con una sonrisa pícara

—¿Ah? ¿Sobre qué?

—No lo sé... Algo relacionado con el apellido Baek —sonrió al ver como como su acompañante se sonrojó— Creo que eso es un sí

—Hace semanas que nos volvimos a ver, mucho antes de verlos a ustedes y salimos cada fin de semana, todo ha sido en plan de amigos, pero creo que hay algo más... Que todos esos sentimientos que tuve por él hace más de 20 años han vuelto a resurgir y me siento tan extraña, porque ya no estoy en edad para eso, soy una mujer de 40 años, divorciada, con una hija y ahora enamorada de su primer amor ¿no suena absurdo?

—Para nada en absoluto. Los sentimientos no tiene que ver con la edad, el corazón no sabe de ello. 

—No es fácil, tengo otras prioridades, Min Chae es una de ella, cuando le conté sobre mi reencuentro con ustedes y él, no la vi tan feliz. Aunque creo que ella es consiente de mis sentimientos a Yi Jin, pero no quiero lastimarla

—No la vas a lastimar, ya es una adolescente y debe entender que así como su papá pudo rehacer su vida tu también tienes el derecho de hacerlo y no por eso vas a dejar de quererla o la vas a apartar de tu vida

—No claro que no, es lo mas importante que tengo. Igual, creo que nos estamos adelantando, no sé si Yi Jin sienta lo mismo y su amistad se ha vuelto parte de mi vida, no quiero perderla por sentimientos de adolescente

—¡Deja de decir eso! Los sentimientos no son por etapas. Yo cada que despierto me siento igual o más enamorada de Ji Woong y sé que él se siente igual —sonrió con el simple hecho de recordar a su esposo— nos hacemos tan felices y, tú y yo tenemos la misma edad. Como sea, esto no se trata de mi, habla con Yi Jin, como tu dices ya no son adolescentes, ni los mismos jóvenes de hace 20 años, ahora tienen la oportunidad de hacer las cosas bien

Hee Do asintió no muy convencida a pesar de que sabía que tenía razón. 

Horas antes de esa plática de las amigas, en otro lugar de Corea, Yi Jin se encontraba en casa de sus padres, era el cumpleaños de su mamá y se habían juntado para celebrar, a dicho festejo se unió Yi Hyeon junto a su esposa Seung Wan y sus mellizos, sin embargo su hermano había salido a comprar el pastel que olvidó, así que la plática entre su cuñada y él no se hizo esperar

—¿Por qué no invitaste a Hee Do? —cuestionó mientras ayudaba cortando verdura

—¿Qué? ¿Por qué lo haría? —la miró confundido

—¿Y por qué no?

—No empieces Seung Wan, además hoy se reunió con Yu Rim

—¡Es verdad! También me invitaron, pero les tuve que cancelar. ¿Cómo ha ido todo con Hee Do? —preguntó ella

—Bien —respondió sin mirarla viendo que lo que se cocía en la olla fuese por buen camino

—¿Sólo bien?

—¿A dónde quieres llegar? —intentó sonar molesto, pero sabía que la mujer frente a él no se daría por vencida

—Tú sabes bien a dónde —sonrió

—Eres muy insolente

—Déjate de tonterías, antes de ser cuñados, fuimos amigos —le recordó.

—Me obligaron —contestó en tono de broma

—Como sea, lo fuimos. No dije nada, pero sé que la vez que nos reunimos no fue la primera vez que ustedes se vieron, todos en esta casa nos hemos dado cuenta de tus cambios de ánimos, te ves más vivo y sé que Hee Do es la causante ¿o miento? —se quedaron en silencio por unos segundos antes que él suspiró.

—Me siento como hace 20 años, igual de enamorado —respondió con cierta frustración

—Lo sabía —habló con superioridad— ¡Eso es increíble! ¿Lo has hablado con ella?

—Claro, llegué un día y le dije "Hee Do, ya sé que han pasado 20 años, te has divorciado, tienes una hija, pero estoy enamorado de ti"

—¿Y qué te contestó?

—Es sarcasmo —la miró con seriedad

—Ya lo sé, serías un completo tonto si le dijeras eso

—A veces he llegado a sentir que el tiempo no ha pasado, que no existió y que puedo pedir una oportunidad, otra veces me he sentido como cuando comenzábamos a salir, como si ella fuese la Hee Do de 18 años y yo el Yi Jin de 22 años

—El efecto del primer amor —se puso frente a él— Yo creo que deberías de hablar con ella, si no se siente igual puedes pedir una oportunidad, reconquistarla

—Me da miedo alejarla

—Bueno el miedo es entendible, pero por ese mismo miedo su relación terminó. Piensa bien lo que vas a hacer ahora que la vida les dio la oportunidad de reencontrarse y ambos solteros —le guiñó el ojo y volvió a su actividad de cortar verduras.

Él volvió a soltar un suspiro, sabía que su cuñada tenía razón.

Era 31 de diciembre, habían quedado de ir a cenar y después pasar lo que restaba de noche juntos.

Baek le avisó a Hee Do que se encontraba fuera de su casa, el nerviosismo estaba a flote, pero intentaba disimularlo, veía constantemente las flores y un paquete con panecillos que se encontraban en el asiento de a lado esperando ser entregadas, escuchó como una puerta fue cerrada, al alzar la mirada vio a aquella mujer que llegó a transformar su vida en menos de 3 meses, llevaba el cabello recogido y un maquillaje tan natural, no podía saber que vestimenta llevaba pues una gabardina larga y negra se lo impedía. Bajó de prisa de su auto y lo rodeó para poder abrirle la puerta

—Hola —saludó al estar frente

—Hola, ¿tardé mucho? —cuestionó preocupada y él negó de inmediato— No encontraba mis llaves

—Está bien, no te preocupes. ¿Nos vamos?

—Claro, si no perderemos la reservación

—¡Oh, espera! —abrió la puerta y sacó el ramo de camelias rojas, rosas y blancas— Espero que te gusten y además —sacó la bolsa con el pan dentro

—Gracias, no te tenías que —se interrumpió al ver los panes— ¿Aún traen estampitas? Yo no he podido encontrar más, me dijeron que los habían descontinuado —abrió muy rápido la bolsa

—Fue pedido especial —sonrió— También me costó encontrarlas

La realidad es que en todos esos años lejos de su ex novia, al consumir el producto guardaba las estampillas, así que decidió dárselas de regalo, con mucho cuidado abrió la bolsa y metió un par de pegatinas, volvió a cerrarlo.

—¡Muchas gracias Yi Jin! —sonrió y se dieron un abrazo— Cuando vuelva las pondré junto a las demás. Yo también tengo un obsequio —abrió su bolsa que se encontraba colgando de su hombro y sacó una caja entregándosela a Baek quien al abrirla pudo ver un reloj— Para que puedas medir todo el tiempo que compartimos juntos

—Es hermoso, gracias —contestó con sinceridad mirando el objeto con admiración— Lo usare desde este momento

Subieron al auto después de que Yi Jin acomodara su regalo en su muñeca, emprendieron camino hacia el restaurante al cual ella había reservado, por la festividad el lugar estaba lleno, habían bastante pláticas por todos lados. Al terminar de comer decidieron caminar por un parque cercano, posteriormente se sentaron en unas bancas, veían a las personas pasar con sus compras, mientras ellos charlaban, en un momento se quedaron en silencio, sólo sentían el viento en sus caras y escuchaban los murmullos de las personas que pasaban, algunas risas de niños que corrían por el lugar y en sus mentes recordaban la plática que habían tenido con Ko y Ji respectivamente.

—¿Recuerdas el día que nos reencontramos? —cuestionó la esgrimista rompiendo el silencio.

—Claro, nunca había agradecido tanto el caminar por esos rumbos

—¿Y recuerdas que hace años escribía un diario?

—Lo llevabas a todos lados —asintió sonriendo

—El último que escribí lo perdí... Después de nuestro rompimiento —Yi Jin la miró un poco sorprendido— Hasta hace unos meses volvió a mis manos —dejó salir una risa nasal— Después de 20 años... Leí tu nota

—Hee Do —susurró sorprendido

—Está bien, éramos jóvenes y nuestros estilos de vida eran muy opuestos —volvió su mirada al frente, hacia el parque— El día que nos volvimos a ver... Yo había ido a ese lugar sólo para darle un cierre digno y no tan doloroso a esa historia. Sin embargo, creo que el destino quiso que continuara escribiéndolo

—Quizá... el destino nos estuvo preparando para ese reencuentro —desvió su mirada hacia en frente

—Tal vez. A veces, desde la primera reunión en la cafetería no he dejado de pensar que el tiempo que pasamos lejos fue necesario. Ambos teníamos que crecer en muchos aspectos y vivir nuestras vidas para poder valorar lo que un día tuvimos

Yi Jin asintió lentamente y el silencio volvió a reinar, la miró de nuevo, sentía como su corazón latía con tanta fuerza que temía que pudiese ser escuchado

—Hee Do —la mencionada lo miró— ¿Te molestarías si...? —vaciló un poco para continuar— ¿Si te beso? —musitó, pero con un volumen suficiente para ser escuchado

—Me molestaría que no lo hicieras —respondió suavemente

Se fueron acercando con lentitud y nerviosismo. Fue un beso lleno de emociones acumuladas. Un beso que sellaba el inicio de una nueva etapa, sabiendo que sus sentimientos eran correspondidos y eso los ponía felices, al separarse se miraron con cierta timidez y sus rostros ruborizados, no dijeron mas, sólo se juntaron para estar más cerca, rozando sus brazos. Sí, sin duda se sentían como unos jóvenes experimentando el amor por primera vez, sentían las típicas mariposas en el estómago, los golpeteo de sus corazones manifestando una gran felicidad, sus manos las sentían sudorosas y no podían dejar de sonreír.

El parque comenzaba a vaciarse, por lo que decidieron dirigirse a su último destino, aquel lugar donde recibieron el año 2001 siendo novios y prometiendo volver al siguiente, ya no se encontraba tan solitario, habían varias parejas desde adolescentes hasta parejas de la tercera edad, algunos árboles estaban adornado con luces por lo que el ambiente era muy romántico, a pesar de estar en compañía sentían privacidad pues cada ser le prestaba atención a su enamorado o enamorad, cosa que no era distinta para ellos.

El reloj marcaba las 23:30, y podía ver todo el cumulo de gente esperando por el año nuevo, sin embargo para ellos se vio interrumpido por una llamada de Jae Kyung, que le avisaba que había vuelto a casa ya que se sentía un poco mal, por lo que sin dudarlo Hee Do volvería a casa antes de lo previsto

—Lo siento, de verdad sé que la noche tendría que terminar diferente —habló guardando su móvil

—Está bien, la familia es primero. Te llevo si quieres

—No, no, no. Puedo irme sola y si soy honesta quiero caminar un poco. No te preocupes

—¿Segura? No tengo problemas en hacerlo, para que estés segura, además hace frío y —lo interrumpió

—No te preocupes, te llamo cuando llegue a casa, hazlo tú también

—Está bien —susurró— Espero podamos vernos en estos días

—Claro —sonrió— Feliz año nuevo

—Feliz año nuevo

—No te quedes tanto tiempo aquí, hace frío y puedes enfermarte, ¿ok?

Se dieron un abrazo, se separaron un poco para verse a los ojos, Baek bajó un poco para depositar un corto beso en los labios y después susurrar un "Cuídate"

Hee Do volvió a sonreír y comenzó a alejarse de él, dejándolo solo y totalmente pensativo y muchas emociones, esperaba que amaneciera para poder ir directo con su cuñada y amigo, Ji Woong para contarle lo sucedido. Veía a las parejas que se encontraban en el lugar y llegó a ver a un chico viendo una caja de terciopelo sobre sus manos que al percatarse que su pareja se acercaba escondió con rapidez para después recibirla con un abrazo y un beso, eso lo hizo sonreír.

Los últimos días estuvo pensando en como hubiese sido su vida con Hee Do si hubieran sobrellevado la relación de manera diferente. Se cuestionaba si él no hubiera sido tan distante al tratar de ocultar lo mal que la estaba pasando, si hubiera luchado mas por ese amor. Todos esos pensamientos lo llevaban a una vida feliz con ella y reprochaba tanto las decisiones que tomó cuanto tenía 25 años, claro que no iba a negar que le gustaba la vida que tenía, pero esa parte que respectaba al amor siempre se encontraba vacía. Para él, la ex esgrimista había dejado una gran marca en su vida. Comenzó a alentarse mentalmente para ser más sabio en el amor, sabía que tenía una nueva oportunidad y no quería volver a arruinarlo y huir de sus sentimientos. Así que con esa determinación se levantó de golpe y comenzó a bajar de aquel lugar pasando entre la gente empujando a algunos sin querer.

No quiso esperar y estaba siendo muy precipitado, pero eso no le importaba en ese momento. Sólo le preocupaba no perder mas tiempo. Hasta olvidó que había llegado en auto, simplemente comenzó a casi correr, esperaba encontrar a aquella mujer de la que estaba enamorado y como si el destino estuviese de su lado la encontró caminando con tranquilidad por el túnel

—¡Hee Do! —gritó haciéndola voltear de inmediato

—¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Estás bien? —se alarmó al verlo agitado

—Dame un momento —posó su mano en el pecho y después sobre sus rodillas para intentar regular su respiración— Ya no tengo condición física

—¿Y tu auto?

—Ah... No lo sé —rió y tomó una bocanada de aire— Quiero ser honesto contigo y conmigo y sé que puedo sonar o parecer muy impulsivo y que el lugar podría ser el menos romántico pero creo que después de estar tantos años alejados no debemos perder tiempo. Esta vez todo puede ser diferente, te doy mi palabra

—Yi Jin —musitó

—No, no, escucha. He pensado mucho en nosotros y en lo que pudimos haber sido, pero con lo que sucedió hace horas no he dejado de pensar en lo que aún podemos ser, porque siento que no he dejado de amarte. Quiero intentarlo de nuevo, por favor, dame una oportunidad para hacer las cosas bien —pidió mirándola a los ojos para que pudiese dar cuenta que no mentía

—¡Wow! No pensé que esto llegara tan pronto —se fue acercando con lentitud— Han pasado tantas cosas y quiero decir muchas de ellas, sólo que no sé cómo. Sin embargo, no puedo ignorar lo que siento en este momento —bajó la mirada, tragó saliva y lo miró— Quiero darte esa oportunidad. Te quiero en mi vida y mi futuro

Baek la tomó de las manos, las cuales se encontraban levemente frías— Na Hee Do, ¿quieres casarte conmigo?

Sentía como el viento soplaba sobre su cara y por los escalofríos que sentía podía jurar que se coló por su ropa y traspasó su cuerpo, no podía apartar la mirada del rostro de Yi Jin que mostraba emoción y nerviosismo. Esa pregunta la había tomado por sorpresa ocasionando una revolución de sentimientos, pero todos positivos que en ese momento se reclamaban porqué no estaban aceptando la propuesta.

—¿Hee Do? —cuestionó temeroso, porque ante sus ojos, el rostro del amor de su vida mostraba solo asombro, por lo que comenzaba a reñirse por ser tan arrebatado, apenas habían hablado de sus sentimientos, comenzaban su relación, si hubiese esperado un poco mas pudo haber planeado una cena o una propuesta mas romántica en unos meses, y no en un túnel con las paredes vandalizadas y peor aún, ¡sin un anillo! Cuando estaba por disculparse por ser tan apresurado la respuesta que recibió lo calló.

—Hagámoslo —susurró y una sonrisa comenzaba a formarse en su cara— ¡Acepto! No ahora —aclaró muy rápido— hay muchas cosas que hablar y hacer, pero... Casémonos cuando lo creamos conveniente

—¿De-de verdad? —y al ver como respuesta un asentimiento, no espero en darle un abrazo y al separarse un poco depositar un corto beso en sus labios—Tal vez sea un poco pronto decirlo pero, felicidades por tu boda

Ambos rieron y terminaron la distancia fundiéndose en un tierno beso mientras escuchaban los fuegos artificiales explotar en el cielo dándole la bienvenida al 2023.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top