Con la cálida caricia de los rayos solares sobre su piel, Off va despertando mientras por sus fosas nasales se cuela el dulce olor a vainilla que siempre emana de aquella piel blanca y suave, al nada más inspirar el aire, le arranca una enorme sonrisa brillante y sincera, además de enamorada, pues Gun, su esposo, del que jamás se cansará, del que siempre estará enamorado y nunca dejará de disfrutar. Está ahí, junto a él, al lado izquierdo de la cama matrimonial, aún dormido, acurrucado entre las sábanas blancas de seda, dándole la espalda.

Off se acerca, le retira un mechón de cabello del rostro, sin dejar que su piel roce delicadamente la piel lozana de su esposo, y eso hace que el más bajo se gire quedando de frente a él.

La sábana que lo cubría cae de pronto y deja al descubierto su abdomen desnudo.

Había muchas cosas en la vida, que Off no comprendía y una de ellas sin lugar a dudas era el cómo su Gunnie podía lucir tan hermoso, aun cuando está con el cabello desordenado, su boca entreabierta y un hilo de baba deslizándose por su mentón a punto de tocar la almohada. Off, disfruta cada momento con su esposo y verlo así es un motivo más para enamorarse.

Gun es perfecto y el famoso escritor no puede contenerse más, va acercándose mientras suspira, quiere envolverlo entre sus brazos, pero sin apresurarse. Antes de sentir cada palmo de piel expuesta necesita deleitar su vista con él, llenarse de él, pero falla en su intento, porque sin querer su mano acaricia el vientre desnudo de su esposo que se ve un poco abultado, y el corazón se le acelera, porque su grande mano cubre la pequeña curva y él, no puede creerlo. Su corazón late con más rapidez y siente que está a punto de salírsele del pecho, al igual que las lágrimas.

Entonces se distrae porque Gun está abriendo los ojos lentamente y la primera imagen que ve su amado esposo es la de una lágrima rodando por su mejilla.

—O-Off... —Lo llama suavecito con la voz temblándole— ¿Qué sucede?

Se remueve entre las sábanas arrugando adorablemente su naricita perfilada y parpadeando adorablemente, Off siente que en ese momento podría morir de amor, no había nadie en el mundo que amara tanto ese gesto como él. Su esposo era poseedor de una belleza absoluta.

—¿Gunnie?

—¿Qué sucede mi amor?

—¿Por qué no me habías dicho?

—Umm. ¿A qué te refieres? —Besa sus labios temblorosos, apenas un delicado toque.

—¡Que seré papá! —la emoción se apodera del momento y recorre cada milímetro de su ser.

—¿Cómo lo supiste? pensaba contártelo esta noche en nuestra cena de aniversario.

—Lo he sentido al poner mi mano sobre tu vientre. Y... ¿Entonces es verdad? ¿Seremos padres Gunnie? —Off lo atrapa en un abrazo asegurándose de volver a acariciar el vientre levemente prominente de su esposo.

Gun esconde la cara en el pecho de su esposo y este le besa el cuello, aspirando su dulce aroma y mareándose de gusto.

—Oh, Gunnie, mi Gunnie hermoso, nunca dejas de regalarme felicidad.

—Tú ayudaste. —Le recuerda él, sonriendo—. Es un regalo feliz para ambos, de parte de ambos.

—No puedo creerlo... ¿Cuánto tiempo tenemos?

—Siete semanas.

—Gunnie, no puedo creer que un mini tú, esté creciendo ahí adentro, que se esté formando para crecer tan hermoso como tú y pronto pueda decirme Papá.

Off, ruega porque su bebé sea la copia exacta de su Gunnie y dirigiéndose al vientre de su esposo lo llena de besos con adoración.

—Hola bebé... Soy papá, el que te amará más que a nadie en el mundo jamás —Dice y es Gun quien deja escapar una traviesa lágrima, mientras piensa que a él, le encantaría un bebé parecido a su Off.

Ambos se pierden en caricias disfrutando el momento más feliz de sus vidas, con sonrisas cariñosas danzando en sus labios. Sintiendo que se enamoran aún más el uno del otro. Ambos se acercan y se unen en un beso amoroso, lleno de felicidad y esperanza.

Pronto el fruto de su amor llegará a sus vidas y no pueden esperar para conocerlo.

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ