Fue difícil para Clary y Alec dejar a sus bebes al cuidado de Becky; los bebés lloraban, estiraban sus manitas a sus padres diciéndoles "no nos dejen", pero era algo que debían de hacer si querían ponerlos a salvo, los pequeños no estaban seguros y George lo sabía, el doctor de inmediato contacto con su manada y alistando maletas apresuradamente abandonó el país junto a su prometida.

Alec solo esperaba que hubiesen actuado a tiempo y que George fuera capaz de protegerlos, él había tenido un sueño aterrador y Mihael le había dicho que era el futuro, un futuro que le había sido mostrado hace miles de años por uno de sus hermanos y el ángel compartió con Alec pequeños fragmentos de lo que estaba por venir.

Mientras regresaban Mihael apareció una vez más y le contó su historia tal como lo había hecho con Alec.

- Hace miles de años Leviatán se enamoró de mí, al inició no le correspondi no era correcto, el amor entre dos Ángeles era pecado así que pase cientos de años huyendo de él, pero era persistente, no hubo día que no me dijera que me amaba y me hiciera un regalo, ya sea el pequeño rocío de la mañana, un arcoiris, un hermoso jardín lleno de todo tipo de flores, también el despertar de la primavera, ese fue el más bello de todos los obsequios, adelantó la fecha establecida y todos en el cielo estuvieron molestos con él, pero me hizo inmensamente feliz, ese día estaba muy triste pues una pareja que me gustaba observar se había separado, él fue al descanso eterno dejándola a ella desconsolada, Leviatán se dio cuenta de mi estado de ánimo así que me secuestro y llevó a la tierra, el otoño estaba en su apogeo todo era gris, pero usando sus dones angelicales despertó a la primavera y me mostró su belleza, ese día no pude evitar lo que hace ya muchas décadas sabía y me había negado.

Me arroje a sus brazos y él me recibió con delicadeza y amor, no pude apartarme de él, sentir su aroma y calor despertó algo en mi, era el deseo por sentirlo más cerca, quería que me atrapara en sus brazos y susurrara palabras de amor y él lo hizo, me dijo cuanto me amaba y no pude seguir evitándolo fui yo quien lo besó y desde ahí no pude parar, lo amaba ya no podía seguir negándolo y él no me dejo hacerlo cuando lo intente.

Lo manteniamos en secreto, pequeños encuentros que no eran suficientes para dos personas que se aman, hasta que sucedió, fui suyo, nos hicimos uno y fue lo más hermoso que experimente.

Cientos de años pasaron, era feliz, éramos felices hasta que fuimos descubiertos. No pudimos controlar el deseo de sentir nuestros labios así que nos besamos pensando que nadie nos veía, pero Lucifer estaba en el jardín y escuchó un pequeño gemido que solté, entre en pánico y Leviatán me puso detrás de el para protegerme, mi ropa estaba desacomodada mostrando la piel de mis hombros, cuando nuestro hermano estuvo a solo unos pasos de vernos Asmodeo lo llamó, él también estaba ahí.

- Lucifer, te están llamando

- Ya voy hermano, solo un momento, escuché como un gemido provenir de aquí, déjame ver que...

- Fui yo, me golpee el dedito gordito con una roca cuando te buscaba, ahora no los hagas esperar ya sabes como es Raziel de gruñón.

Asmodeo nos salvó de ser descubiertos

- Ustedes dos par de idiotas, busquen un lugar más privado o los descubrirán

Luego de decirnos eso se fue, él lo sabía y desde hace mucho, por supuesto mintió por nosotros y tal vez ese fue su primer pecado.

Luego vino la guerra y tuvimos que hacerlo, con lágrimas en los ojos le pedimos perdón cuando le atravesamos con nuestras espadas, al único que sabía nuestro secreto y fue feliz por nosotros, al único que nos amo incondicionalmente, él solo nos dio una sonrisa y dijo que así debía suceder. Fue la última vez que lo vimos, aquella vez fue arrojado del cielo.

Poco tiempo después de ello lo descubrieron, Lucifer les había dicho de una profecía antes de ser arrojado al averno, fuimos perseguidos, Leviatán trató de ponernos a salvo ocultandonos en la tierra, yo ya lo sabía para ese entonces, en mi vientre había vida, estábamos felices y terriblemente asustados, no por nosotros sino por nuestro hijo, pasó un año de estar huyendo y fuimos atrapados por Lucifer, fue el quien nos entregó.

Ellos temerosos de la profecía me condenaron al olvido y a Leviatán al sueño eterno, a la soledad de las profundidades del océano, pero no sin antes hacerle ver mi sufrimiento.

Mi amor vio mi muerte y la de nuestro hijo, vio como se extinguía mi alma antes de ser llevado. Cuando me estaba despidiendo de él Asmodeo apareció, mi hermano fue por mi y se llevó con él un pedacito de mi ser lo único que quedaba además de mis cenizas y huyó una vez más frustrando los planes de Lucifer quien también quiso arrebatar una parte de mi, era el alma de mi hijo no nacido su alma aún estaba intacta ya que yo la protegí.

Alec interrumpió su relato pues habían llegado a casa y todos los miraban, aún no se había percatado que los niños ya no estaban. El nefilim se sentó frente a ellos con Clary a su lado y continuó su relato justo donde Raziel se había quedado.

Muchos siglos pasaron Asmodeo huía de los Ángeles y también de Lucifer, aún me llevaba con él, no hubo día que no me hablará y aunque yo no podía responderle estaba agradecido de escuchar su voz. El para ese entonces ya era conocido como uno de los Príncipes del infierno y tenía su propia dimensión, una en donde Lucifer no podía entrar pues sus leales sirvientes custodiaban las puertas todo el tiempo, para ser un demonio era muy bondadoso, el seguía siendo un ángel en su corazón y le gustaba bajar a la tierra para dar pequeños paseos.

En uno de esos paseos conoció a una mujer con piel color canela, era bellísima y por primera vez el corazón de tu padre fue conquistado

Esto último lo dijo mirando directamente a Magnus a la vez que moviendo sus manos energía dorada se desprendió de sus dedos y como una suave caricia se posicionó al lado del brujo donde después de unos segundos tomo la forma de una mujer.

- Es un poco molesto ver la tristeza de sus ojos cada vez que desea hablarte, tocarte y sostenerte entre sus brazos y no puede hacerlo.