capítulo 8


Capítulo 8

Sus pestañas espesas se movieron, se sentía cansada y con un dolor punzante en la zona del cuello, se demonio gimoteando, mientras luchaba por abrir los ojos, la sensación de las sabanas sobre su cuerpo le resultaba preocupantemente familiar, el aroma de unas flores también le eran conocidas, arrugo el ceño cuando la tenue luz golpe sus pupilas, tuvo que parpadear varias veces hasta poder acostumbrarse.

Seguía siendo tan brillante como lo recordaba, dio un recorrido por la habitación percatándose de que se encontraba completamente sola, la boca del estómago se contrajo en preocupación.

Se apresura a salir de la cama y salir corriendo como si el mismo diablo la estuviera siguiendo, sin saber si sentirse agradecida de que sus pies aun recuerden los caminos de los amplios pasillos, que siguen tan relucientes como la primera vez que puso un pie en la mansión.

Irrumpió bruscamente en aquella pequeña habitación que el demonio usaba como oficina, pero rápidamente al no hallar a nadie giro sobre sus talones en dirección contraria: El salón.

Sus pasos resoban en la madera, con la respiración agitándole el pecho cuso el enorme marco circular que los separa.

Quedo estática, su madre estaba sentada frente a él; la mirada de ambos cayó sobre ella.

Naomi se puso de pie, y mirando a su hija con nerviosismo–Aome–llamo con precaución.

La morena ni siquiera volteo, sus ojos estaban fijos sobre el cuerpo del youkai que estando de pie en el salón cargaba al niño en brazos, no fue capaz de percibir la armonía en el rostro contrario.

Se llenó de miedo, las palabras de la última vez que se vieron, salieron abruptamente nublándole el juicio.

Respiro agitada mientras apretaba los puños–Mi bebé, dámelo–sonaba al borde de la histeria, el demonio la inspecciono el silencio, Aome tenía un ápice de agua rodeando la línea de sus ojos, debido al llanto contenido–¡Dame a mi hijo!–siseo, haciendo de sus dos manos un par de puños, estos inmediatamente se cubrieron con destellantes descargas de poder espiritual–¡Que me des a mi bebé!–demando, su cabellera se erizo con salvajismo a causa de la energía emanada que se tornó de un purpura mezclado con tintes rosas y blancos.

Era tan hermosa e increíblemente poderosa, pero el demonio, no le respondió aunque miro a la madre de la morena y esta angustiada por la escena se acercó a tomar al pequeño entre sus brazos.

La miko se puso aún más a la defensiva–Mamá aléjate de él–las esferas de poder crecieron notoriamente, Naomi asintió, no sin antes de darle una mirada de simpatía el demonio, quien permanecía estático y sin decir nada; cuando tuvo cerca de su pequeño lo estudio con la mirada, se sintió aliviada al ver que no estaba herido.

El demonio se percató del gesto, maldiciendo por dentro a esas malagradecidas, no debió dejarlas vivir después de lo que habían hecho, el daño que provocaron en el corazón de la miko, lucia irremediable.

Cuando esas miserables regresaran las haría pagar con sangre.

El rostro de la sacerdotisa se endureció, estaba completamente tensa mientras mirada la figura del hombre que un día amo, con el más puro de los resentimientos y llena de desconfianza–No te atrevas a volver a tocarlo Sesshōmaru. No soy más aquella sacerdotisa tonta que pudiste engañar–advirtió.

Naomi jadeo mirando el semblante de su hija cargado de odio, seguidamente paseo la vista al contrario, este también la miro de soslayo, el contacto visual fue breve pero basto para ambos.

– ¿Dónde están los demás?–ella dio un paso hacia adelante, con la idea de proteger a su madre y a la criatura de cualquier cosa que intentase el youkai– ¿Qué hiciste con mi familia? Si le hiciste daño juro que-

–Están a salvo en la habitación de huéspedes–Sesshōmaru el corto abruptamente, el tono de su vos estremeció por completo de la joven azabache.

Creía que había olvidado su nota, juro que no volvería a oírle, pero ahí estaba y su corazón no lo había olvidado. Ella mando al diablo aquella sensación de añoranza; lo escudriño con la mirada–Llámalos. Quiero que los llames

El demonio asintió, chasque los dedos y el sonido trajo consigo la presencia de su fiel lacayo. Jaken entro torpemente a la sala el ambiente se podía cortar con el filo de un cuchillo, pero no estaba tonto para meterse en la pelea de estos dos.

–Tráelos–el simplemente dijo y basto para que lo entendiera, se giró rápidamente sobre sus pies y salió prácticamente corriendo.

Hubo un silencio muy incómodo y cargado de tensión, que fue cortado por el llanto del niño, quien se removía con el ceño fruncido en los brazos de su abuela, aquellos ojos dorados que heredó de su padre parecían estar molestos.

Su abuela lo meció entre sus brazos tratando de apaciguarlo, la morena la miro de reojo evidentemente preocupada por su pequeño.

Sesshōmaru dio un paso al frente.

La miko se alertó de inmediato, recobro su postura que profesaba atacarlo sin dudar–¡No te atrevas!–le advirtió y el demonio estudio la escena con la mirada, pasando la vista entre su hijo y ella.

–Es mi hijo ta-

– ¡Es mi hijo, no tuyo!–ella grito, aunque sus cejas estaban fuertemente fruncidas y sus labios culminaron siendo una sola línea, podía sentir el escozor de las lágrimas–No tienes ningún derecho...–gimió, dejando sus lágrimas caer.

Sesshōmaru relajo el semblante, jamás le gusto que las mujeres lloren le parecía molesto e innecesario esa muestra de debilidad, pero con Aome esas palabras perdían significado, porque era el quien se sentía débil al verla llorar.

No había nada que él pudiera hacer en este momento para remediar las cosas, tampoco podía decirle nada, porque su sacerdotisa estaba sumergida en el resentimiento, no escucharía razones.

Terminaría haciéndose la idea de que estaba engañándola.

E anciano y Souta aparecieron, ellos sonrieron con felicidad al ver que la Higurashi estaba recuperada, pero esto duro muy poco al darse cuenta de lo que estaba pasando.

– ¿Hermana te sientes mejor?–un inocente niño dijo, recibiendo un cabeceo como respuesta y luego una mirada de reojo.

Seco sus mejillas con el dorso de su mano–Tomen sus cosas, porque nos vamos– para su familia aquello fue una orden.

Pero estos no compartían ideas, a pesar de que estaban preocupados por la evidente tensión que había entre ellos, ninguno se movió.

Aome les dedico una mirada de 'que rayos están esperando', los tres bajaron la mirada, como un claro gesto de negación.

Soltó una exclamación incrédula, el enojo regreso de golpe– Mamá ve por mis cosas.

Naomi abre la boca para decir algo pero es interrumpida por el youkai.

– ¿A dónde iras?

Aome voltea con violencia–Eso no es asunto tuyo–escupe abruptamente.

Sesshōmaru asiente aceptando las palabras–Los dejare a solas– anuncia y se retira a la habitación continua.

La sala queda sumida en el silencio.

–Papa, Souta pueden darnos un minuto–su madre dice pasando al niño en los brazos del menor, este afirma con la cabeza antes de salir.

Aome se cruza de brazos y la mira con insistencia, la mayor suspira comprendiendo el malestar en su hija.

–Aome no va a gustarte lo que voy a decir pero no podemos irnos–anuncio con la mayor de las sutilezas.

Tenía que ser una broma.

–No voy a quedarme aquí–respondió viéndola incrédula–¿Te volviste completamente loca mamá?–agrego luego emitiendo un jadeo, su ceño fruncido se notaba molesto pero el brillo en su mirada decía algo muy diferente.

–Tampoco deseo quedarme aquí–mintió–Pero piensa en tu abuelo está muy viejo para seguirte el paso ¿Qué aremos si se lastima? o Souta tu hermano es muy inocente y miedoso, también muy descuidado ¿Qué pasa si una bestia lo ataca?–la morena parecía estar dudosa, pero era una buena señal– y tu bebé, Aome no quiero ver a mi nieto crecer en la miseria, durmiendo en cuevas y comiendo los restos de algo–Aome relajo sus facciones hasta tornarlas tristes, se llevó una mano a la frente y froto los dedos repetidamente con frustración sobre sus cejas–Yo te seguiría adonde fueras porque confió en ti... Ahora te pido que confíes en mí, estoy segura de que esto es lo que hace falta para cortar este asunto de raíz y en paz.

Aome miro la sonrisa alentadora de su madre, y quizás era aquella tranquilidad que emanaba lo que la estaba haciendo flaquear.

Negó suavemente–Mamá no confió en él, ni en sus intenciones–confeso con la voz quebrada–Tengo miedo de que intente quitarme a mi bebé.

Naomi se acercó y la sostuvo por los hombres, ambas mujeres se miraron–Si hubiera querido eso, nos lo habría arrebatado en cuanto te desmayaste–la morena abrió los ojos de par en par– Quedamos solos y desprotegidos, no había nadie que pudiera defendernos y nada que nosotros podemos hacer.

Soltó un bufido–Nos está engañando, es muy bueno fingiendo–respondió la joven miko sin ocultar su disgusto.

La mujer tomo el rostro entre sus manos–Entonces demuéstrale que no eres la misma. ¡No huyas, enfréntalo!–le dijo con decisión–Hazle saber que ya no puede herirte, que no eres una simple sacerdotisa. Eres Aome higurashi, mi hija y mi hija jamás se rinde.

–De acuerdo–ella dijo y su madre sonrió–Pero tengo condiciones–informo–Si no las acepta nos largamos de aquí–advirtió.

–Como tú digas–la mayor dijo con serenidad, sin perder la curva de la sonrisa.

Aome suspiro pasando una de sus manos entre sus cabellos, seguía estando nerviosa y preocupada, Naomi apretó los labios, había cosas que no podía decir, pero su hija necesitaba un empujón.

Carraspeo para llamar su atención– ¿Quieres saber algo?–le pregunto a su hija, quien suspiro antes de afirmar con un meneo de cabeza–Para ser un cruel demonio, te cargo en sus brazos como si fueras el objeto más preciado sobre esta tierra–contó con añoranza por lo que Aome la miro incrédula.

Definitivamente su madre se había vuelto loca–Se preocupa por ti...

Aome se mostró indiferente, pero odio la forma en que su corazón comenzó a latir.


Continuara...

*Quizás alguna le moleste la actitud de Aome, pero tienen que entender que ella aun piensa que Sesshomaru quiere dañar a su bebe*

*Y el que haya decidido quedarse no significa que las cosas sean asi de faciles, Aome esta muy resentida, el demonio lo tendrá muy difícil*
*La actitud de la demás familia Higurashi serán explicadas en el siguiente capitulo, también sabrán de sus amigos*

Sin más espero que les guste, no se olviden de dejarme un comentario y una estrella si les gusto.

Nos vemos

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