Capitulo 6
Y él estaba ya arto de eso, aquella mujer parecía no querer dejar de dormir
-"Despierta"- pero como era de esperarse la mujer no lo obedeció. Frunció las cejas con molestia mientras la miraba.
-"¡Oye!"- alzo un poco más la vos, y golpeo suevamente su hombro.
Nada ella seguía, ahí como muerta.
Molesto la sujeto con ambas manos y la sacudió violentamente-"¡mujer holgazana despierta ya!"
Y Aome dio un salto de la cama, cayendo de boca al suelo, mientras el corazón le latía mil por hora.-"¡pero qué demonios pasa contigo!"- ella grito poniéndose de pie muy furiosa-"¡intentas matarme de un infarto!"
-"no tengo tanta suerte"
-"¡¿qué intentas decirme?!" -ella regaño, cruzándose de brazos.
Pero el ignoro completamente, todo la chillería de la mujer-"vístete, te quiero abajo en diez minutos"
-"¿Qué me vista?"- pregunto extrañada mirando al Daiyoukai inexpresivo frente a ella-"pero si estoy ves-..."- ni si quiera pudo terminar la frase, porque dio un fuerte grito, mientras intentaba de todas las formas posibles tratar de cubrirse-"¡¿Dónde está mi ropa?!"- y estaba roja de la pena y el enojo-"¡y deja de mirarme pervertido!"-no estaba desnuda, pero aquella Yukata era tan fina y transparente que no dejaba nada a la imaginación.
Sesshomaru arrugo la nariz en señal de asco-"Este Sesshomaru no tiene interés por tu cuerpo"
-"Grosero"- murmuro ella, las palabras le habían dolido pero no le dejo ver.
Él se retiró dejándola sola, mientras esta buscaba su ropa, volvió a colocarse su viejo uniforme, porque hoy mismo, pensaba en volver con sus amigos. No se quedaría ni un solo minutos más en ese castillo.
Se vistió y cepillo su cabello; una vez que termino tomo sus cosas y se fue a la planta baja, donde ya el demonio y la dama la esperaban.
Ambos peli platas la miraron interrogantes ¿acaso esa mujer pensaba en irse?
-"Buenos días"- la azabache saludo, ignorando sus caras, y se sentó frente a Sesshomaru, quien le dedicaba una sombría mirada de advertencia, Esa mujer estaba loca si pensaba que el permitiría eso.
El Daiyoukai iba a replicar pero, En ese momento tres sirvientas entraron con el desayuno, era mejor guardar las apariencias frente a la plebe.
-"Muchas gracias, se ve deliciosa"- Aome dijo dándole una sonrisa a la Youkai que le había traído el desayuno, está la miro sorprendida y luego le devolvió la sonrisa, hizo una reverencia y se retiró lo más rápido que pudo, no estaba acostumbrada 'ese' tipo de muestras.
Mientras tanto la demonesa miraba un poco intrigada la actitud de la humana frente a otro de su diferente raza, sin lugar a dudas llamaba mucho la atención su forma de actuar, tal vez por eso Sesshomaru la había elegido.
-"¿y bien cuando piensan casarse?"- soltó la demonesa sin dar más vueltas, ni si quiera titubear.
Aome casi se atraganta con una verdura, y Sesshomaru miro de reojo a su 'querida' madre preguntándose una vez más ¿Por qué le pasaba eso? Habiendo tantos infelices por ahí ¿porque él?
-"Se-Señora"
-"Irazue"- corrigió mirándola-"pronto seremos familia, no necesitas formalidades"-y la demonesa sonrió amable-"además mas hace sentir vieja"- finalizo con un puchero.
La azabache sonrió por las ocurrencias de la mujer, si parecía ser infantil aunque fuera una peligrosa Inu.
-"Pues, Irazue vera Sesshomaru y yo no hemos hablado aun de-de eso"- ella respondió un tanto nerviosa e incómoda, sonriendo tontamente a la mujer
-"Por kami ¿Cómo que no lo han hecho?"- exclamo con exageración, mientras se levantaba melodramáticamente de su lugar.
-"Madre, no hay prisa"-El Daiyoukai finalmente hablo, la morena le miro agradecida, por lo menos en algo estaban de acuerdo. Cuanto más tiempo pase mejor...
-"No estoy de acuerdo Sesshomaru, quiero nietos y los quiero cuanto antes"
-"Nietos"- Aome fijo su vista en la demonio y luego en su prometido, se podía ver el espanto reflejado en sus ojos, no le habían mencionado ese pequeño detalle.
No, no, no y no ella no tendría hijos con ese hombre, ni si quiera se imagina haciendo...
¡HUG, NO!
Si, se iba a entregar a un hombre Ese sería Inuyasha, o como estaban las cosas cualquier otro tal vez Koga, pero jamás Sesshomaru.
Ese hombre ni si quiera la amaba y ella tampoco.
Ni en un millón de años.
-"Me hago vieja..."- la escucho decir, pues en algún momento se había olvidado de lo que pasaba a su alrededor.
-"Es suficiente madre"
-"¡A mí no me levantes la voz!"- respondió plantándose en frente mirando seriamente al Daiyoukai.
-"No debes meterte es esos asuntos, que no te convienen"- el susurro con vos filosa retándola.
-"Me meto porque soy tu madre"
-"¡Ya basta los dos!"- esta vez fue Aome quien grito, llamando la atención de todos, se puso de pie y recogió sus cosas-"Esta boda se cánsela..."- y estaba llorando por eso solo traería más problemas, Inuyasha se enteraría de la verdad-"me canse... dejen de discutir..."- entonces ella corrió todo lo que sus piernas le daban, no quiera mirar atrás, no deseaba volver ahí.
-"¿no iras por ella Sesshomaru?"- Irazue, pregunto observando la salida que había tomado la humana.
Pero el solo estaba ahí parado como estatua, con la imagen de la morena llorando-"..."
-"¿Hijo?"
-"No me des órdenes"- el respondió tomando un camino contrario al de Aome, pero si algo tenia Irazue era que conocía demasiado bien a su hijo, era tan terco que no demostraría interés por alguien aunque fuera muy obvio.
Y la demonesa relajo sus facciones y soltó un suspiro, tal vez había exagerado un poco.
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No tomo el tiempo de lo que llevaba corriendo solo siguió y siguió alejándose lo más que podía, adentrándose al oscuro y profundo bosque que se alzaba ante sus ojos.
Por suerte sus amigos no estaban tan lejos, y ella por primera vez reconoció el camino sin perderse, al poco tiempo los hallo reunidos alrededor de una fogata, estos estaban terminando de desayunar. Se sorprendieron en cuanto la vieron llegar corriendo como alma que lleva el diablo.
-"Aome, ¿estás bien?"- la azabache asintió tratando de recuperar el aire.
-"Señorita, no pensé que regresaría tan pronto"
-"Es que comprendí que no debemos perder más el tiempo"- ella respondió dando una sonrisa.
-"Feh, al fin niña"- Inuyasha bufo, saltando desde la rama de un árbol y quedando a su lado, con los brazos cruzados.
-"¿Aome viniste tu sola y corriendo?"- Sango pregunto observando el camino por donde esta había llegado, d manera sospechosa.
-"Pues si..."- la azabache dijo con un poco de nerviosismo-"Es mejor irnos muchachos..."- ella dijo tras una sonrisa.
-"Pero si acabas de llegar"- Shippo susurro extrañado, por la actitud de la morena. Ya que siempre era de las que no se quería ir tan pronto y jamás regresaba de la otra época varios días antes
-"Aome"- el hanyou la llamo, y ella sintió un sudor frio correrle por la espalda.
-"¿Si?"- inquirió dudosa, pues la mirada de su amigo no era para nada alentadora.
-"¿de qué huyes?"-él se inclinó para verle los ojos, con el ceño fruncido. Tal vez estaba demasiada cerca- "¿De quién huyes Aome?"- y aunque lo susurro los demás pudieron escucharlo perfectamente.
-"¿qué? A que te refieres Inuyasha..."
-"No te hagas la tonta... ¿Por qué tienes el aroma de Sesshomaru en ti?"
Y en lo único que ella podía formular era "¡Mierda, Mierda, Mierda!" se había olvidado de limpiarse, como pudo pasársele que el olfato de Inuyasha era extremadamente efectivo.
Estaba completamente confundida ¿Qué debía decir? -"No- yo no sé"- ¿Que si qué no? Carajo y justo ahora que ya había roto el compromiso... tal vez sea momento de confesar todo, desde un principio fue un estúpido error
-"¡Respóndeme!"- e Inuyasha la tomo con fuerzas de los hombres, cansado de esperar.
-"Aléjate de ella"- ordeno aquella vos proveniente de entre los aboles
Y estaba ahí, había ido por ella -"Se- Sesshomaru..."
continuara...
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