Capítulo 47 Final
Capítulo 47 Final
"Ni siquiera todo el peso del pasado pudo con ella. Aun contra todo pronóstico siempre se levantaba y continuaba. Pero, no todo era malo. Tenía la firme esperanza de que los malos días no fueran tan malos del todo. Y no queda duda de que sin ellos, ella jamás sería la mujer que es hoy"
...
La muerte del gran Naraku fue el inicio de una nueva era, cerrando un ciclo de guerras para iniciar otra baja el mando de la demonio de los vientos llamada Kagura.
El grupo de Inuyasha supo de su descenso, porque el agujero en la mano del monje había desaparecido, y por qué la mismísima bruja anuncio su reinado, alegando que también poseía no solo los mismos poderes de su antiguo amo, sino que la perla de Shikon yacía bajo su mano.
Naraku era malvado, pero el corazón enfurecido de la mujer lo era aún peor, ella mostraba un gran resentimiento hacia Aome, el mismo día en que fue a advertirle la ataco e hirió un brazo de la joven, si la hubiera encontrado a solas la miko hubiera muerto.
Desde ese día la de los vientos enviaba algún que otro ejercito a atacarlos, pero estos siempre fueron derrotados por Inuyasha, sin embargo, Kagura era mucho más difícil de encontrar, quien diría que la dominadora del viento fuer tan escurridiza.
E incluso Irasue intervino en más de una ocasión, después de todo era su castillo al que trataban de destruir, además de que la dama tenía sed de venganza, aquella bruja fue la principal culpable de que su hijo estuviera muerto...
Si, Sesshōmaru había muerto.
Luego de la batalla en la que este había desaparecido, Aome paso varias semanas buscando alguna pista que lo llevara hacia él, pero nada encontró, no había un cuerpo al cual enterrar, y esa era tal vez una de las razones por la que la joven miko aún mantenía las esperanzas...
Seamos sinceros el día en que el youkai se fue, Aome también lo hizo, ella cayó en una profunda depresión, no hubo un solo día en que no llorara.
Hubo días en que perdió las esperanzas y su corazón se llenó de sentimientos negativos, muy dañinos para su salud, apenas dormía y comía, Aome se enfermó gravemente a la tercera semana, estuvo en cama los días siguientes con una terrible fiebre, la cual fue exitosamente atendida por Kikyo, durante este periodo la sacerdotisa mayor comprendió que el alma de Aome y su corazón no deseaban ser salvados.
Aome extrañaba tanto a Sesshōmaru, que prefería dejarse morir para estar con él, sin embargo Kikyo, no podía abandonarla.
Así pasó el tiempo, las horas se convirtieron en días y los días en semana, hasta que un mes se completó.
Aome adquirió una nueva rutina, una que la ayudaba con su tristeza.
...
Él tomo una gran aspiración, como si su alma de repente hubiera sido devuelta.
Un destello de luz solar se filtró a través de una ranura, escucho el rechinar de la madera y como el aire fluía en el exterior, el aroma a bosque era leve, porque el hedor de hierbas medicinales opacaba cualquier otro olor.
Arrugo el ceño, centrándose en abrirlos los ojos.
Parpadeo un par de veces, hasta que finalmente sus orbes antes olvidados se acostumbraron nuevamente a la luz.
Todo parecía ajeno, ante su presencia.
–Por fin despiertas, *Rauko Sesshōmaru–se escuchó una voz femenina, el tuvo que centrarse en descubrir quién era el dueño de tal figura.
La dama estaba rodeada por una tenue luz blanca y brillante.
–*¿Soratheya?–cuestiono, su voz salió rasposa.
Ella se inclinó hacia él y coloco un nuevo paño humedecido en el centro de su pecho, aquel lugar era ahora decorado por una enorme cicatriz–Llevas un mes aquí, he puesto gran parte de mi magia y conocimiento para cerrar la herida y poder eliminar todo el veneno–ella suspiro y acercó un cuenco de agua fresca a los labios del demonio, una vez que este bebió ofreció otro cuenco cuyo contenido era completamente distinto–Es desagradable, pero te ayudara a reponer energía–advirtió.
El Inu hizo una mueca de total desagrado, aquello no era solamente amargo sino que desprendía un aroma repugnante
–No puedo moverme–aseguro estrechando los ojos con irritación.
Soratheya asintió–Tuve que inmovilizarte, tu energía demoniaca estaba descontrolada, intentaste matarme varias veces y lo hubieras logrado de no haber sido por el conjuro que te lance–comento con tranquilidad–Entiendo que tu bestia interna solo estaba haciendo su trabajo, pero por poco y me arrancas la cabeza–alegro con las cejas levemente fruncidas, froto las manos entre sí para luego pasarlas sobre el maltrecho cuerpo del youkai, una leve luz verde broto de entre sus dedos, Sesshōmaru y sintió como aquella luz se volvía calidez en el interior de su cuerpo y poco a poco cada musculo antes dormido, comenzaba a recobrar su movilidad.
Echo un vistazo a su alrededor estaba en el interior de una cabaña, esta no lucia vieja y mucho menos mal aseada, predominaban los tonos verdes y blancos, un arco de flores media el largo de la cama, ramillas caían como cascadas, sin llegar a tocar el cuerpo del demonio, pero de las cuales se desprendía un olor agradable y dulce.
Soratheya, percibió aquella mirada dorada–Su nombre es Jazmín, ayuda a purificar el aire y promueve los buenos sueños–el demonio no dijo nada al respecto–Esa insignificante *Olvar te ayudo a descansar.
–¿Qué hago aquí? –cuestiono arqueando una ceja, el ultimo recuerdo que tenía era el de Naraku y el luchando sin tregua, hasta que una explosión de energía lo aventó lejos de la batalla.
Después de eso su mente estaba en negro, como si hubiera estado muerto todo este tiempo
–Te halle en el bosque inconsciente, Colmillo Sagrado fue lo suficientemente astuto para atraerte hacia mí, así que fue sencillo hallarte–comenzó a decir con tranquilidad–Cuando te halle estabas a punto de morir, cuando me acerque tu lado irracional salió e intento detenerme.
–Entiendo–fue lo único que él dijo, comprendiendo por qué Yako, se había liberado y actuado de una forma tan primitiva, el solo estaba protegiéndolo al igual que Tenseiga.
–Tuve que conjurarte, perdón por eso–ella dijo, sin embargo el rostro de la mujer se mostraba tranquilo ante la presencia del youkai, aunque conocía perfectamente que a este no le gustaba ser doblegado–Pero era la única forma de detenerte... estabas muerto, al menos tu cuerpo–Sesshōmaru abrió los ojos con sorpresa– Porque tu alma fue elevada al mundo de los sueños, de esa forma el tratamiento para curar tus heridas y quitar todo el veneno de tu cuerpo sería más rápido, fácil y menos doloroso.
–¿Rápido? –el repitió casi con sarcasmo, un mes en coma no sanaba para nada rápido.
Soratheya sonrió–El hibrido al que tanto odias, planeo muy bien las cosas, uso a esa mujer de los vientos para engañarte, el posee ahora gran parte de tu vitalidad, por esta razón se volvía más fuerte...–aseguro con seriedad, el Inu escuchó atentamente– A medida que el tiempo pasaba te ibas debilitando y él se fortaleció–hizo una breve pausa pensando en sus siguientes palabras– Se podría decir que te inyecto una enfermedad sin cura–le dedico una imperceptible sonrisa– Sin embargo no conto con mi *Nóm.
–Ese maldito–gruño ente dientes.
–Olvida el rencor, ese hombre ya murió en manos de la demonio–Soratheya sonrió, ante la sorpresa del youkai–Te sugiero descansar.
El Inu la observo con cierta molestia–Ya he dormido demasiado–él dijo, despertando la risa en la mujer.
–Por lo que veo tus *Alassie oloori, fueron demasiado para alguien como tu ¿verdad?
El no respondió de inmediato, sino que la miro con severidad–Tonterías–Le hace un desprecio, lo cierto era que la mente del demonio estaba en un solo lugar, estaba con ella.
Cada vez que pensaba en ella, cada vez que la veía en sus sueños, en esos absurdos escenarios donde todo era tranquilidad y llegaban a un Felices para siempre, se convencía de que ese futuro no era el que les esperaba y que tan solo estaba cargado de sangre y muerte
–Crees que alguien como tú, no se merece a alguien como ella–la mujer dijo afirmando sus palabras, la mirada del gran demonio cambio por completo, no lucía irritado o enojado, el solo se mostraba vacío.
Ese gesto de pena inconsciente, logro que el corazón de la elfa se encogiera–Rauko tonto, no hagas una estupidez...
Sesshōmaru ignoro sus palabras, sus ojos analíticos y también el hecho de que ella podía ver el futuro, el simplemente se puso de pie para seguidamente coger la primera prenda de vestir que sus dedos tocaron, un kimono de hombre en color negro, tomo sus armas y lo que quedaba de su fragmentado escudo, busco la puerta más cercana.
La mujer alzo la mano al aire–Namarië–susurro con una sonrisa.
Sesshōmaru no agradeció, jamás lo hacía aunque para la elfa el demonio había dicho demasiado con tan solo un par de gestos.
Un leve cabeceo y al segundo siguiente, él se marchó envuelto en una esfera.
...
"Puede ser que mi verdad sea para ti mentira. Puede ser, sí, la duda es el privilegio de quien ha vivido mucho, tal vez por eso no consigues convencerme para que acepte como certeza lo que me suena a falsedad"
Aome se encontraba caminando en el bosque, la tarde comenzaba a caer en el mundo antiguo ya que los tintes de tonos cálidos comenzaban a manchar el firmamento, esta rutina la había adquirido luego de su recuperación.
Se tomaba ese momento en soledad para pensar, recolectar algunas hierbas y también para llorar, ella aún seguía sufriendo, sin embargo esta tristeza ya no era una gran carga para el corazón de la joven, ella encontró un motivo por el cual seguir adelante.
El viento soplo y trajo consigo una fragancia conocida.
El corazón de Aome se detuvo por segundos, antes de reiniciar una descontrolada carrera–Sessho–no fue capaz de pronunciar su nombre por completo, su cuerpo tembló enteró y las piernas le fallaron, sin embargo pudo mantenerse en pie.
Esta era una más de sus alucinaciones, nuevamente su mente la estaba torturando con la imagen de su amado, lucia como siempre atractivo e imponente, no era la primera vez que sucedía, entonces ella hizo lo que siempre hacia cada vez que lo imaginaba:
–Te extraño tanto...–susurro con labios temblorosos, el simplemente la miro y los ojos de Aome se aguaron–Me haces tanta falta, nos haces falta–ella bajo la mirada con una sonrisa triste en los labios, acaricio suavemente la superficie de su vientre ligeramente abultado, este no era lo suficientemente grande para ser notado, además de que las prendas de la mujer impedían la vista. Ella no se percató de la mirada de sorpresa en el youkai–Sabes... sospecho que será una niña, si lo es, me gustaría mucho llamarla Saori–ahora su gesto era suave, una sonrisa dulce rompió sus labios.
Aome alza la vista y se percata del ceño fruncido de Sesshōmaru, contuvo el aliento, por lo general sus alucinaciones no decían o hacían nada, da un par de pasos hasta quedar frente a frente, los ojos del youkai seguían cada moviento, la morena alza la mano con intenciones de tocarlo, pero se detiene.
Tiene miedo de que sea en verdad una ilusión y que desaparezca. Si desaparece y no lo vuelve a ver.
Ella hizo de sus manos un puño, dio una profunda aspiración y cerrando los ojos coloca la palma sobre el pecho del demonio, y cuando la piel de Aome entra en contacto con la dureza de su escudo, abre los ojos con sorpresa, en aquel marrón puede percibirse un remolino de emociones, miedo, amor, felicidad, shock.
Realmente era él.
Estaba aquí con ella.
Entonces jadeo, y de no haberlo hecho no se hubiera percatado de las lágrimas que caían a través de sus parpados, lo miro con ojos temblorosos, con el temor de que en un momento a otro el fuera a desaparecer.
–Sesshōmaru–ella dice en un susurro anhelante antes de envolverlo en sus brazos.
No le importo herirse con las púas afiladas de su inmutable escudo, Aome solo quería sentir su calor, poder tocarlo y aspirar aquel aroma a bosque tan característico del youkai.
Pero nada de eso sintió, tan solo un aura a frialdad que le erizaba la piel, Aome se alejó de él, como si fuera venenoso.
–¿Qué- que ocurre? –balbuceo nervioso, ante aquellos ojos dorados cubierto por una capa de frialdad–¿Porque me ves así? –susurro.
Sesshōmaru sonrió, una espeluznante sonrisa adornando la palidez de su rostro–Deshazte de ella
No puede ser verdad.
–¿Qué? –gimió.
El fijo la vista sobre el pequeño vientre–Ya me oíste–susurro con sorna.
En verdad él estaba diciendo, lo que ella pensaba–P-por favor
–No lo quiero–aseguro, las palabras cargadas de desprecio rompieron el corazón de la miko.
La morena negó varias veces–Es mi bebe– gimió rompiendo en lágrimas-N-nuestro–este sujeto frente a ella no podía ser su Sesshōmaru.
–¡Te deshaces de eso o te largas! –gruño las palabras, con los ojos inyectados de sangre, Aome entendió que él estaba hablando enserio.
–No, no lo dices-
–Vete–corto, ella se estremeció y retrocedió sobre sus pasos, protegiendo con ambas manos la fragilidad de su estómago.
Oh dios. Oh dios
–Se-Sesshōmaru por favor
Su rostro ensombrecido se desfiguro con una mueca de burla y altanería–Si tanto deseas permanecer conmigo, debes matarla
–¡No pue-do hacer eso, sería co-como matarme a mí mis-ma!–respondió gritando, mientras temblaba con notoriedad y su respiración agitada delataban todo el terror que en esos momentos poseía su cuerpo.
Los ojos dorados se estrecharon sobre ella, el ceño fruncido con dolor–Entonces lárgate de mí vista–era increíble cuanto desprecio había en sus frases.
El youkai se giró y comenzó una lenta caminata.
–¡Sesshōmaru por favor! –Aome grito, él se detuvo y la observo de soslayo.
Ella se apresuró a ponerse en frente, a pesar de que todos sus sentidos le gritaran que se alejara. Ella se reusaba a creer en las duras palabras que este emita.
–Quítate de mi camino.
Este no podía ser su demonio.
El simplemente la empujo aun lado y siguió sus pasos, la morena agradeció no haber caído de bruces al suelo, pero se regañó por ser tan tonta y meterse en el camino de un demonio sin corazón.
–Comprende miko, jamás me importaste y jamás lo aras–y eso fue suficiente, Aome alzo la vista con una mezcla de decepción y tristeza absoluta–No quiero volver a verte. No perteneces aquí.
–¿Por qué estás haciendo esto?
Aome se arrepintió de inmediato el haber cuestionado, el demonio volteo y sonrió enseñando los dientes, al mismo tiempo en que el destello de sus garras la cegó por segundos.
La escena fue tan aterradora que Aome retrocedió, mientras su pequeño cuerpo temblaba.
–Si vuelves a cruzarte en mi camino, los asesinare a ambos–fue la respuesta que obtuvo, sin ninguna pizca de emoción o duda.
Sesshōmaru estaba dispuesta a matarla.
Aome perdió el color y el habla, después de esto el demonio simplemente desapareció entre los árboles, el ultimo recuerdo que tendría de él serían sus desgarradoras palabras y su espalda blanca.
Fue como si la vida de repente la golpeara de golpe y con tanta fuera que logro arrebatarle el aire. Aome bajo ningún motivo pondría en peligro a su bebe.
Corrió a toda prisa a través del bosque, su meta estaba clara, regresaría a su época y no regresarían jamás.
Sesshōmaru seguía siendo el perfecto asesino.
Un ser capaz de matar a su propio hijo, no merecía nada de ella, ni si quiera su odio.
La morena jadeo en cuanto sus pies se detuvieron y sus ojos de un marrón fuerte, se cubrían de lágrimas al ver el portal que conectaba este mundo con el otro.
Ella ni si quiera lo dudo, ni si quiera miro atrás simplemente se lanzó.
El pozo se selló para siempre.
Pero ella estaba en casa.
¿El fin?
Hola a todas, creo que hoy es un día tanto triste como alegre, finalmente después de casi 4 años con esta historia (03/07/2015), ha llegado a su final de temporada, varias estarán decepcionadas, otras no tanto, pero sin duda me odiarán o querrán saber el porqué de este final tan triste.
Bueno empiezo por decir que la historia fue pensada así desde el principio y por primera vez en lo que llevo escribiendo, no me deje llevar por opiniones y plasme la idea tal y como la quería.
A pesar de lo mal que se sentirán algunas, estoy satisfecha con lo que hice, pero antes de que se alarmen, recuerden que abra una segunda parte o temporada como gusten llamarla, hasta el momento solo sé que será más corto que este.
Pero mientras tanto, las invito a que continúen leyendo mis demás fic.
No olvides dejarme un comentario, desahóguense, mándenme al diablo, ¿dejadme teorías locas sobre lo que creen que paso (?
Indiquen fallas de ortografía, ya saben que se lo agradecere
Y voten :v
Yo siempre estoy leyendo cada cosa que me escriben, y cuando encuentro un tiempito les contesto, pero no me pregunten sobre la segunda temporada, porque eso si no voy a responder...
Sin más que decir les dejo un poco de información:
–Soratheya, es un personaje creado por mí, por lo tanto, no tiene ninguna relación con el manga o el anime de Inuyasha, ni de su creadora Rumiko Takahashi.
Este personaje aparece por primera vez en el fic La Miko Guerrera - capitulo 12, ella es una mujer élfica, una experta en el arte de la medicina, vive en un bosque muy lejano, el lugar esta tan aislado que incluso el mismo Sesshōmaru, aunque fuera volando le tomaría de dos a tres días llegar.
Es una mujer alta, esbelta y debido a su origen élfica, no envejece, se la ve con ojos azules y cabellera negra y ondulada, suele vestir un elegante vestido verde esmeralda y sobre este una capa de color negro y a veces roja.
Tiene la capacidad de ver el futuro, o anticiparse a los resultados, sin embargo, no puede hacer nada contra ello, ni difundir información al respecto, o de lo contrario las consecuencias serían catastróficas.
Posee una gran sabiduría y capacidad para conjurar hechizos aún más poderosos que la misma Kikyo, pero a pesar de su gran poder ella se mantiene al margen de los conflictos por los que pasa el reino del Oeste y sus reyes.
Los asuntos entre humanos y demonios no son de su interés, a pesar de que su naturaleza es en gran parte bondadosa, ella suele ser distante, interviniendo únicamente cuando lo considera necesario.
Es quizás, la única y mejor amiga de Irasue, tanto así que la lady ha puesto su total y absoluta confianza en ella, nombrándola su sanadora oficial.
Otro dato importante es que, Soratheya al ser una elfa, es normal verla hablar Quenya. El cual es un idioma artificial creado por el filólogo inglés y autor de "El Señor de los Anillos", "El Hobbit", etc., J.R.R. Tolkien (1892-1973)–Mi best autor favorito, lo amo–En los escritos de Tolkien, el quenya es la lengua nativa de los Altos Elfos. Se inspiró en el finés y el latín. Posee nueve casos gramaticales (nominativo, genitivo, posesivo, dativo, alativo, ablativo, locativo, instrumental y respectivo) y cinco tiempos verbales; uno de ellos es el aoristo, llamado igual que el tiempo pasado griego.
En fin podría pasar toda la vida hablando de este autor y de las runas élfica, porque me encanta absolutamente todo lo que tenga que ver con el universo Tolkiano, pero esa no es la idea. Xd
Términos Quenya usados:
Rauko: Demonio
Alassie oloori: Sueños felices.
Namarië: Adiós.
Olvar: Cosas que crecen en la tierra
Nóm: Saviduria
Nuevamente les agradezco por acompañarme a lo largo de esta historia que me ha sacado, tanto risas, como lágrimas.
Me siento como una madre orgullosa de su hijo.
Sin más que decir, me despido y nos vemos en la siguiente aventura de esta historia
Pd: deje pequeñas señas en este capitulo, cosas que se refieren a la segunda temporada.
😶 Dejanme a que sus teorías locas.
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