Capítulo 39
Capítulo 39
No sabía cuánto tiempo, seguiría estando en la misma posición...
Solo observándola, verla dormir con el rostro tranquilo, esto comenzaba a convertirse en su rutina favorita, no tenía ánimos de alejarse y mucho menos de soltarla, así que con ayuda de su brazo derecho la trajo así si, aún más, con posesividad la mujer se removió entre suspiros hasta quedar cómodamente con el rostro sobre su pecho, dejando su cuello al descubierto.
Sesshōmaru inclino el rostro con delicadez, su nariz rozo con pereza la marca fresca de su linaje, para aquella cicatriz en forma de luna, era un claro signo de su posesión, inhalo y lo que encontró lo hizo gruñir extasiado, su interior se llenó de orgullo.
Ella olía a él, Solo a él, porque era suya.
Su bestia interior rugió maravillado, su esencia corriendo a través del cuerpo de su mujer, lo llamaba, como una invitación a probar una vez más el delicioso sabor de su sangre, no podía negarse.
El movimiento fue rápido y gentil, solo hizo un pequeño corte con ayuda de sus colmillos y no tardó mucho en notar la sangre, corriendo lentamente, manchando la nívea piel de la joven, la cual limpio con ayuda de su lengua.
Aome soltó un quejido, sumamente bajo, pero fue capaz de oírlo con claridad gracias a la agudeza de su oído, la libero con pereza, insatisfecho porque estaba seguro de que jamás podría saciar su sed por ella.
Los parpados de Aome se abrieron soñolientos, el rostro del youkai se mostraba tranquilo, ella lo observo con una ligera sonrisa y la mirada llena de ternura.
-"Buenos días..."
Instintivamente toco su cuello, la sangre ya había cesado, sin embargo todavía está cubierta por pequeñas manchas.
El ceño de Aome se frunció.
-"Sesshōmaru... ¿Acaso también eres vampiro?"-ella se esperaba una respuesta y su ya conocido Hn, sin embargo se vio a si misma reflejada en el dorado de sus orbes-"¿Qué ocurre porque te me quedas viendo?"- inquiero con un tenue rubor en las mejillas, recordando que ambos se encontraban aun desnudos, únicamente cubiertos por una fina tela de seda.
-"Eres hermosa"
Aome jadeo, su respiración dejo de funcionar por segundos, el corazón le martillaba sobre el pecho de una forma escandalosa, su rostro ardió apenado.
-"Pero también algo tonta"
La mujer arrugó el gesto, Sesshōmaru sonrió.
-"Tu demonio, tienes suerte de que me gustes"- respondió esta con cierto tono divertido en su voz, sin embargo su semblante se mostraba enfadado.
-"Yo no te gusto, te fascino"- aseguro con una engreída sonrisa surcando la perfección de su rostro.
-"Y esa arrogancia"- la joven lo recrimino, ocultando el rubor de su rostro con las sabanas.
El volvió a sonreír de esa forma que perturbaba el corazón de Aome, que la hacía saltar sin control, se movió sobre ella, acorralándola con un brazo a cada lado del rostro -"Veo que tu altanería al hablarme está bien conservada"-los ojos del youkai brillaron, la observa fijamente pero como siempre no son capaces de intimidar a la azabache, quien permanece quieta, sumamente expectante a cada movimiento que el realiza-"Quizás deba darte una lección"- ronronea la palabras de una forma coqueta, Aome se estremece de manera deliciosa, mientras un conocido calor la absorbe por completo, el cosquilleo en su vientre y principalmente en su entrepierna, la hacer sentir avergonzada.
Sesshōmaru sonríe orgulloso, al ver el efecto que causan unas simples palabras sobre ella.
Inclina su rostro hacia ella, atrapa los finos labios de la miko con su boca, un beso es demandante y brusco, mueve su lengua como un experto a través de toda la cavidad.
Aome se aferra contra su cuerpo, recorriendo con ambas manos la amplia espalda de su esposo.
-"Mia"-logra gruñir con éxtasis.
Aome sonríe contra sus labios.
-"Te amo Sesshōmaru"
El responde a través de besos y caricias, no conocía mejor forma de hacerle saber que quizás el también sentía, algo mucho más que un simple aprecio, algo más que su deseo de protegerla, que la necesitaba a su lado, que la quería con él, solo para él... por el resto de su vida.
...
Por otro lado el grupo de invitados, se encontraban desayunando, con tranquilidad mientras compartían una amena charla sobre los acontecimientos del día de ayer.
-"Finalmente se han casado"- dijo Inuyasha-"Espero que Sesshōmaru sepa tratarla bien"-agrego con cierta aire de preocupación-"Por cierto, ya es momento de regresar muchachos"
-"Sera una pena dejar este lugar, es muy acogedor"- murmuro Miroku con desanimo-"Los demonios de estas tierras resultaron ser muy amigables"- aseguro.
Sango asintió-"Si, y no me gustaría dejar sola a Aome"
Jaken degustaba un trozo de pescado asado, en un rincón de la mesa, lo bastante alejado, de la Desagradables visitas, una de las ciervas atrajo su atención-"¿A dónde vas con eso?"-inquirió con curiosidad.
Esta al oírlo se detuvo-"Es el desayuno para los amos"- respondió con amabilidad la joven, enseñando la charola con dos platillos, especialmente hechos para los nuevos reyes.
-"No te molestes Aru, algo me dice que mi hijo despertara tarde el día de hoy"- apareció la dama del Oeste con una ligera sonrisa en los labios.
Sango se atraganto con un trozo de pan.
Inuyasha y Miroku, sorbieron la bebida por otro lado.
Y en cuanto a Kikyo, se vio envuelta por un pálido rubor.
Irazue, tomo su lugar en la mesa e hizo un ademan para que le entregase en desayuno a ella-"No los molestes"- le advirtió una vez que la tuvo cerca.
La joven asintió con aire temeroso.
Jaken oculto un rubor con la manga de su traje-"Ah como puede insinuar esas cosas"- se dijo a sí mismo, en un murmullo.
Los demás ni si quiera opinaron.
...
Tiempo después, Sesshōmaru había sido el primero en salir de la habitación, seguido luego de algunos minutos por Aome, ambos desayunaron en silencio, hundidos en una profunda tranquilidad, que resultaba para ninguno de los dos incomoda.
Aome, se fue al jardín en compañía de Shippo y Rin, la exterminadora se les unió momentos después.
-"Oh estas aquí"-la voz de la dama del Oeste, resonó en la habitación.
-"Hn"- fue el simple monosílabo que recibió como respuesta.
-"Sesshōmaru abra una pequeña ceremonia, para hacerte entrega del trono"-este le envió una mirada recriminatoria, la dama sonrió-"Tranquilo solo personas importantes estarán presentes"-aclaro.
-"¿Cuándo será?"-inquirió este mirando a través del ventanal, que daba directamente al jardín.
Se movió con tranquilidad, hasta llegar a su costado-"Mn. Si deseas mañana mismo"-sugirió serena.
-"Terminemos con este asunto cuanto antes"- decidió al fin, los sentidos del demonio fueron atraídos por risas femeninas, correteando a través del patio.
Irazue observo con interés a su hijo, quien no quitaba ni un segundo la vista de su esposa, ahora podría respirar con seguridad, que había mucho más que interés en que peligroso dorado.
En un momento la miko se vio rodeada por el kitsune y Rin, cayendo de espaldas al suelo, mientras hacia el esfuerzo de retomar la postura, pero los niños no la dejaban, se abalanzaron sobre ella para abrazarla, la morena los recibió gustosa mientras reía alegremente.
La demonio aspiro el aire exterior-"Veo que su aroma aún no ha cambiado por completo. ¿No has completado el ritual?" - Sesshōmaru le dedico una mirada de soslayo, el rostro de su madre seguía relajado.
-"Lo haré"-aseguró-"No pienses en ello"-la mujer respondió con un casto movimiento de cabeza.
Carraspeo-"Le has dicho también sobre aquel asunto"- pregunto haciendo especial énfasis en la dos últimas palabras, su hijo fue lo suficientemente astuto para entender en mensaje, ya que esta vez su atención total, estaba sobre ella.
-"No y aun no es tiempo"-su voz era seria y con un claro mensaje de que no tenía que interferir, conocía demasiado bien a su madre y sabía que podría hacer de las suyas.
La dama rio -"Acaso vas a esperar a que ella misma lo note"- soltó con cierto tono burlesco.
Esta vez fue el Youkai quien ladeo una tenue sonrisa de lado-"No, te adelantes a los acontecimientos madre, llevamos solamente un día de casados"
-"¡Ah este muchacho!"- exclamo arrugando en entrecejo-"Tu eres quien debería tener cuidado. ¿Acaso eres tonto Sesshōmaru?"-solo su madre podría insultarlo así y no salir herida, aunque el nombrado le debido la más obscura de sus miradas-"Eres un demonio completo y ella una humana, una miko ¿comprendes la magnitud de la situación? Tiene la capacidad de darte hijos de sangre pura"-la dama hizo una pausa analizando las siguientes palabras-"Estoy muy segura de que ambos son fértiles y debido a tu metabolismo en desarrollo del feto es aún más rápido"- Sesshōmaru suspiro con pesadez, como era posible que esta mujer sacara temas tan a la ligera-"En este momento en su interior puede a ver vida".
El demonio se removió inquieto, alejo la vista de su madre para posarla sobre la azabache.
-"No digas tonterías"
Le hace un desprecio y se retira, porque aun necesitaba llegar a un acuerdo consigo mismo, sobre aquel asunto.
...
-"Pequeño demonio"
-"Jaken señora"- recalco con un toque de regaño mezclado con desanimo.
¿Qué tenía esta mujer con su nombre?
Como de costumbre Irazue lo ignoro-"Deberás invitar a los demás lores de esta región para mañana en la tarde, Sesshōmaru será proclamado como Rey de Oeste"- esta le entrego un pergamino, en el cual se encontraba detallado el nombre de los invitados.
-"¡¿Qué tan pronto?!"- exclamo estupefacto el demonio verde.
Irazue arrugo el gesto ante tal grito, sin embargo prefirió pasarlo por alto-"Asegúrate de que todos asistan, ahora puedes retirarte"
Jaken se retiró dando un suspiro.
Irazue se fue al salón para dejar indicaciones con respecto al futuro acontecimiento.
Noto que el grupo de humanos se encontraban, aun en el jardín trasero, se quedó observando desde su lugar.
-"Así que el Señor Sesshōmaru al fin será rey".
Aome asintió dándole una sonrisa a Miroku.
-"¿Se quedaran?"- inquiero esperanzada la azabache.
Las miradas cayeron sobre le mestizo, este suspiro negando lentamente-"No creo que sea buena idea"- murmuro pensativo-"Abra muchos demonios y no creo que se sientan felices con nuestra presencia, Aome. Especialmente con la mía"
-"Pero... me gustaría que me acompañaran... será algo nuevo para mí"
-"No lo sé. Además nadie nos ha invitado"
-"No necesitas una invitación"-la interrupción de Irazue atrajo la atención sorprendida de todos- "Eres el segundo hijo de mi esposo y aunque en cierta parte me desagrada, no pienso quitarte ese derecho"-esta hizo una breve pausa, mirándolo directamente a los ojos-"Todos son bienvenidos"- finalizo.
-"Irazue... gracias"- Aome susurro.
Esta asintió, para luego retirarse, la decisión que tomara el hanyou a partir de ahora no le concernía.
-"Ya viste Inuyasha si podemos quedarnos"- comento un animado Shippo.
Este se cruzó de brazos, observo con duda los rostros de sus amigos.
-"No lo sé"
-"Por favor Inuyasha"-rogo la castaña con las manos unidas-"Después de esto prometo no volver a golpearte"
Miroku sonrió.
El mestizo la miro perplejo.
-"Agh"-Gruño-"De acuerdo ustedes ganan"
-"¡Si!"
-"¡Gracias Inuyasha!"
Miroku se acercó a su amigo para susurrarle-"¿No creerás que en verdad no volverá a golpearte o sí?"- sonó divertido.
Inuyasha le dedico una oscura mirada-"Ya lo sé, no tienes por qué decírmelo"- respondió este entre dientes.
La forma en que Aome y Kikyo lo miraron le hizo saber, que había tomado la decisión correcta.
Ellas estaban felices.
...
-"¿Un hijo? ¿Un hibrido?"- se preguntó a sí mismo el youkai, y algo en su interior de lleno de inquietud y desagrado.
Quizás Sesshōmaru no estaba preparado para eso.
Tal vez no quería.
Continuara...
#Próximo en actualizarse "Momentos"
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