Capitulo 27
El ambiente en el castillo se dividía en dos, por un lado estaban un grupo de humanos, que conversaban muy felices, comentando los acontecimientos de los últimos días y por otro, tres demonios machos que se dedicaban miradas de muerte a cada segundo.
-"Son nuestros invitados de honor, es tu deber como señor del castillo tratarlos con amabilidad, ¿o es que acaso piensas echarlos?"- indago con el rostro divertido.
-"Si"- sentencio con dureza y sin titubear.
Ella alzo un poco la voz sonando indignada-"¡Sesshōmaru son los amigos de tu futura esposa, por lo menos concédele el favor de quedarse un tiempo!"- aconsejo posando una mano por el hombro de su descendencia.
-"No los quiero cerca"- murmuro sin quitar sus dorados ojos de las figuras de Inuyasha y aquel lobo.
-"Solo serán unos días, además ¿ya la has visto? Ella se ve muy feliz"- y estaba en lo cierto jamás había visto a la sacerdotisa hablar tanto y estar todo el tiempo sonriendo, se veía muy a gusto con los de su raza.
Se percató de las palabras de su madre, la mujer se veía feliz, mucho más que antes-"Solo unos días"-gruño las palabras aun sin estar del todo de acuerdo, no le agradaba la idea de tener a esos dos sujetos cerca de la miko. Tendría que vigilarla más tiempo.
Irazue, sonrió complacida se acercó con tranquilidad hacia sus invitados-"Atención, Sesshōmaru aceptado que se queden aquí, pueden sentirse como en casa"-finalizo mostrando una pequeña sonrisa.
Era obvio de admitir que todos, se vieron sorprendidos.
-"¡Fhe!"- Inuyasha resoplo por lo bajo, conocía muy bien su hermano y estaba seguro de que no se quedaría tan tranquilo-"A la menor oportunidad nos mandara a la calle"- murmuro mostrando los dientes.
Koga rio por lo bajo, para el eso era lo de menos, lo importante era Aome, estando ambos bajo el mismo techo tenía más posibilidades de cuidarla y convencerla de que el matrimonio era una locura.
-"Oye lobo no hagas nada estúpido"- le advirtió, él ya tenía claro sus sentimientos hacia Aome, pero Koga no.
El susodicho cruzo los brazos sobre su pecho, mostrando una altanera sonrisa-"¡Acaso me crees idiota, yo no soy igual que tú!"
-"¡Que has dicho imbécil!"- gruño el Hanyou, anunciando una pelea.
-"¡Abajo!"- fue detenido por el grito de Aome.
Se desplomo de boca contra el duro suelo, maldijo un par de veces antes de poder hablar correctamente-"Aome ¿Por qué me haces esto? ¡No fui yo quien comenzó!"
Shippo salto hasta quedar frente al adolorido mitad bestia-"Porque serás el primero en armar una pelea"
-"¡Fhe, cállate enano!"- le hace un desprecio.
Las risas de todos llenaron la habitación, al mismo tiempo en que las mejillas del joven Hanyou se encendían.
-"¡Tontos!"- chillo mientras se ponía en pie.
-"Inuyasha compórtate"- por primera vez en todo ese tiempo la voz de Kikyo se hizo notar, el hanyou observo sonriendo a quien era ahora su mujer.
Fue como si un puñal le atravesara una vez más el corazón, fue en ese momento, en ese preciso instante, que Aome entendió definitivamente que jamás, podría ocupar el lugar de Kikyo, porque aunque lo intentara, aquel mitad bestia... siempre vería en ella a esta mujer.
La forma en aquellos ojos dorados brillaba, le dolía, que la viera con total devoción.
Como si fuera la única.
Quería salir corriendo.-"Que les parece si nos arreglamos y luego cenamos todos juntos"- aquellas palabras salieron muy bien disfrazadas, nadie se percató de la tristeza que había detrás.
Excepto un demonio de mirada fría, que se mantenía en silencio.
-"Si, es una gran idea"- apoyo la dama del Oeste, seguida de los demás.
De a uno fueron dejando el gran salón, retomando a sus respectivas habitaciones, las cuales fueron asignadas por Jaken, este por su parte se encontraba dirigiendo el banquete que se estaba preparando en la cocina.
-"Miko"
-"Sesshōmaru"- ella lo interrumpió poniéndose de pie, temiendo que el pudiera darse cuenta, acto que fue muy bien percibido por el Youkai, aun así la dejo continuar-"Gracias por dejar que se quedaran, la verdad es que los extrañaba"-una sonrisa le fue dedicada.
Evito que aquel dorado la siguiera analizando, ¿porque sentía que podía ver más allá de su interior?, ¿Por qué sentía que no podía ocultarle nada?
El dio un par de pasos hasta quedar frente a ella, Aome por alguna razón, se mantenía estática y en silencio viendo un punto en el suelo.
Levanto el mentón de la joven con su mano derecha, él se veía tranquilo, ella nerviosa y avergonzada, aquel rose de pieles mandaba pequeñas descargas eléctricas-"No hagas eso"- susurro con un notable tono de molestia y reproche.
-"¿Hacer que?"- murmuro quedito, trataba de mantener su atención en cualquier otra cosa a su alrededor, y el que Sesshōmaru fuera más alto facilitaba las cosas.
Lo sintió acercarse, su respiración chocando contra sus calientes y rojas mejillas.
Se veía vulnerable, incitaba a hacer algo que tenía en mente desde ya hace varias horas, estaban solos no había nadie a su alrededor, además se había hecho una promesa, le demostraría que Inuyasha no podía ser el mejor-"Volverte una sumisa"- roso sus labios contra los de la joven, fue apenas un toque, pero lo suficiente para que ella cerrara los ojos.
Aome jadeo sonrojado, viendo sorprendida aquellos ojos que parecían leer su mente-"Este Sesshōmaru no quiere una esposa débil"-.
El sonaba como si estuviera diciendo más de la cuenta, pero para ella, solo eran frases que confundían más su alocada existencia-"¿Creí que eso es lo que deseabas? Que sintiera miedo de ti"- ¿Por qué resultaba tan complicado de entender?
No podía pensar coherentemente con el así de cerca. ¿Qué le pasaba?
Se deshizo del agarre antes de continuar-"No es divertido"
Estaba segura de que había un doble sentido en todo lo que él decía.
-"¿Te estás burlando de mí?"- sonaba dolida, pero su rostro enfadado logro confundirlo.
-"No"
¿Qué pretendía actuando así? ¿Lo hacía a propósito? O ¿para confundirla?-"¿Entonces quieres decir, que para ti es divertido el que discutamos?"- ella dijo recibiendo un leve y casi invisible cabeceo por parte del Youkai.
Frunció la ceja disgustada, para ella no era divertido.
-"Miko"- aquel tono despectivo por su parte, le hacía hervir la sangre a un volumen incalculable.
-"Soy Aome"- lo corrigió poniendo las manos sobre sus caderas, tenía la nariz arrugada y las cejas sumamente fruncidas.
-"Miko"- volvió a repetir, ella sintió el deseo de golpearlo, de purificarle, de hacerle daño.
¿Cuándo aprendería a decir su nombre? ¿O es que acaso era tan complicado?
-"Este Sesshōmaru quiere otro agradecimiento"- lo escucho decir sin entender a que se refería.
Los ojos de la sacerdotisa trataban de comprender, el actuar de su interlocutor.
-"¿Qué es?"- pregunto seca.
-"Piensa"- escueto con tranquilidad.
-"No sé"- ¿Por qué tenía que ser tan complicado? ¿A qué se refería?
-"Piensa".
¿Por qué sentía que se estaba burlando de ella, otra vez?, lo observo con ojos asesinos.
¿Acaso quería un regalo, un favor? ¿Qué?
No hallaba respuesta.
Aome no estaba de humor para sus juegos mentales.
¡Por todos los cielos!
-"¡Dime!"
-"Piensa"- ¿es que caso no tenía otra respuesta?
-"No sé, que es lo que tu retorcida mente quiere de mi"- respondió cruzándose de brazos.
Trato de controlarse para no golpearlo.
Inhala-exhala.
Inhala-exhala
Una tenue sonrisa adorno la palidez de su rostro-"Humana estúpida"- la insulto.
Al diablo con el autocontrol.
-"¡Oye estúpido!"- su voz chillo molesta e indignada, le dio un golpe en el pecho, sabiendo que no sufriría daño alguno, lo vio de mala cara.
Hacerla enojar se estaba convirtiendo poco a poco en un pasatiempo, y debía admitir que no le desagradaba del todo, por eso Iba a aceptar la sugerencia que su madre, muy ¨amablemente¨ le hizo.
-"¡Deja de molestarme!"- estaba furiosa, odiaba la facilidad que Sesshomaru tenía para ponerla de mal humor.
Se giró, no sin antes darle otro golpe.
-"¿A dónde crees que vas?"- el continuaba sonriendo, y la joven aumentaba, su mal genio a cada segundo.
-"¡A me voy a mi habitación!"- grito ya frente a las escaleras.
-"Dirás nuestra habitación"-lo escucho decir con burla, mientras se acercaba a ella como un depredador viendo a una presa indefensa –"Porque a partir de hoy dormiremos juntos"
-"¡¿Qué?!"- se escuchó aquel grito en cada rincón del castillo.
...............
""Se encontraban en el salón, charlando en vos baja, mientras venían como los humanos conversaban de temas tribales, su madre había estado insistiendo sobre ¨aquel asunto¨ desde ya hace algún tiempo, pero él siempre se las arreglaba para salir librado.
-"¿Cuál es el motivo de no querer dormir juntos?"
-"Aun no estamos casados"
-"¿Y que acaso crees que soy una madre anticuada?"- bufo haciendo un gesto exagerado -"Si ya le has cedido tu habitación, ¿qué tiene de malo que la compartan?, muy pronto se casaran y dormirán juntos"
-"Madre"- rogo externa e internamente el Youkai, no queriendo hablar del tema.
-"Pero que muchacho, hasta parece que no quieres darme nietos"-dijo esto con tristeza escandalosa-"pero está bien, no duermas con ella"- la escucho decir resignada. Sesshomaru agradeció mentalmente a todo lo divinamente posible.
Escucho sollozo -"Oh, la humana joven y bella durmiendo sala, con ese lobo al asecho"-se alejaba mientras decía esto con dramatismo -"¡Pobre Caperucita!"-el llanto salió a flote de una forma escandalosa y poco creíble.
¡Bingo!
Segundos después se escuchó el-"Abajo"- por parte de la joven futurista""
....................
Sabía perfectamente que solo era una manipulación por parte de su madre, pero que más daba, después de todo era su casa, su habitación, su cama, y la humana pronto seria su esposa.
La decisión ya estaba tomada.
Aunque la joven pusiera el grito en el cielo.
-"¡Debes estar de broma, de ninguna manera!"- grito otra vez, roja de vergüenza.
¿Dormir juntos después de... de Eso?
¡Que la tierra la tragase!
Sonrió con malicia, tendría un matrimonio para nada aburrido-"Es mi última palabra"- continuo su caminata hasta su vieja recamara.
Mientras la miko, lo perseguía enojada-"¡Sesshōmaru!"
Continuara....
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