El ambiente estaba cubierto por veneno, que podría matar a quien quiera que se atreviese a cruzar, la barrera invisible por la cual estaban protegidos.

En su interior, se alzaba un enorme castillo, cuyos inquilinos eran enemigos de toda la región.

-"Oh, mira que tenemos aquí"- espeto Naraku con un sobre entre sus garras-"Parece que estas invitada a una fiesta, mi querida Kagura"- era evidente su sarcasmo.

La nombrada le arrebato dicha invitación de las manos, abrió los ojos sorprendida, sintió el deseo de hacerla pedazos.

-"No pierdas la cordura, y escucha con atención"- formulo el medio demonio con una sonrisa que hacia entender que estaba dispuesto a lo peor.

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Muy lejos del castillo donde Naraku se hospedaba.

La situación era tal vez, un poco diferente.

-"No sé qué estará tramando con esto, pero te repito es una mala idea"- se quejó Inuyasha por no se sabe, cuanta ves, en lo que quedaba del día.

Koga rodo los ojos exasperado-"Debes estar agradecido Sarnoso, por lo menos tendrás la oportunidad de volver a ver a mi mujer"

-"Ella es nada de ti"- chillo enojado el de traje rojo.

-"No porque, será la esposa de Sesshomaru"- agrego el monje Miroku, con una sonrisa triunfal en el rostro, tanto el Hanyou como el lobo le dieron una fulminante mirada, que asustaría a cualquiera, pero ese no era el caso.

Los ignoro a ambos y se dedicó a terminar de asearse, porque los tres juntos estaban en unas termas tomando un baño.

-"Pues yo estoy muy feliz, por fin poder ver a Aome"- esta vez fue el zorrito quien hablo desde la orilla de esa gran bañera, él ya se había limpiado minutos antes.

-"No es que no esté feliz, solo me preocupa como lo tome Sesshomaru"

Koga bufo ya dejando ver su molestia-"¡Recibiste una invitación como todos nosotros!"

Inuyasha suspiro no muy convencido-"Espero y pase nada malo"- murmuro para sí mismo.

Tenía el presentimiento de que las cosas se pondrían de cabeza.

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Quizás a su alrededor el ambientes estaba tranquilo, pero en su interior se llevaba a cabo una lucha de sensaciones, llena de intriga, también miedo y lo más increíble de todo es que había felicidad.

¿Cómo era posible? O tal vez se estaba volviendo loca y comenzaba a imaginar cosas.

Ese hombre frente a ella, llevaba puesto un elegante traje azul oscuro, los últimos botones de su camisa desabrochados, dejando ver parte de su piel.

Se parecía al demonio, la observaba a unos pasos más alejados, la veía fijamente como lo solía hacer Sesshomaru, ella encontró en el mutismo un aliado, solo se miraban.

Era más que un deleité para los ojos, avergonzada las mejillas de Aome se encendieron.

¿Qué tonterías estaba pensando?

El Dai Youkai notando esto, sonrió.

Y de repente Aome olvido como respirar, inconscientemente se llevó una mano hacia el pecho, sobre su corazón, quien estaba latiendo de una manera que le causaba terror.

-"¿Sesshomaru?"- Susurro. No creía estar equivocada esa era su sonrisa.

¿Por qué le agradaba verlo?

¿Y porque una vez mas no podía quitar sus ojos de aquel demonio?

-"¿Q- Q- Que?"- Lo que faltaba tampoco recordaba cómo hablar.

Sonaba demasiado estúpida.

Houjo, noto la actitud extraña de su acompañante, fijo sus ojos sobre aquel extraño hombre que acababa de llegar, y podían estar seguro, que jamás lo había visto, en todos sus años viviendo en Tokio, no se lo había cruzado.

-"¿Aome?"- y era una de las pocas veces que el muchacho la llamaba por su nombre, trataba de obtener su atención, pero la joven parecía perdida, ajena ante su presencia.

Entonces puso una mano sobre su hombro,-cuyo gesto disgusto al Youkai- Aome finalmente regreso a la realidad, observo los ojos del joven, con desconcierto y a su vez este la veía preocupado.-"¿Te acurre algo?"

-"¿He? No, no"- se apresuró a decir y sonreír atontada, vio a Sesshomaru quien se acercaba, se puso de pie.

-"¿Lo conoces?"- pregunto intrigado el joven, noto que estaba demasiado nerviosa.

-"S- si"- para entonces ya estaba frente a la pareja.

-"Sesshomaru"-el nombrado la vio a ella, luego su vista se posó sobre el muchacho que la acompañaba. Aome despabilo-"H-Houjo, él es Sesshomaru Taisho"- logro decir.

El susodicho observo con frialdad al joven, quien a pesar de sentirse intimidado le dio la mano cordialmente-"Un gusto mi nombre es Houjo Akitoki"- respondió este tranquilo.

Aquella situación se volvió un tanto peculiar para la joven miko, quien tenía los ojos puestos sobre el demonio.

¿Cómo es que estaba ahí?

-"Es la primera vez que conozco a un amigo de Aome"- comento, tratando de alejar la intranquilidad, que sentía bajo la mirada del sujeto.-"Por lo que supongo que no debe ser de aquí"- se sentía como un pobre animalito bajo las garras de un depredador.

Los ojos del Youkai se estrecharon-"Acabo de llegar al país"- respondió para sorpresa de la joven, quien pensó que solo lo ignoraría.-"Y no soy su amigo, soy su prometido"- las piernas de Aome fallaron, pero no se dejó caer.

La expresión de Houjo era todo un poema, y el demonio se regocijo con el sufrimiento del joven.

-"Oh"-fue lo único que logro articular el joven, se sentía abatido por la repentina noticia ¿Cómo es que Higurashi no lo había mencionado?-"Felicitaciones"- formulo fingiendo una sonrisa- "Disculpe, no lo sabía"- a cada palabra sentía un gran nudo apoderándose de su garganta.

Aome simplemente no sabía cómo reaccionar, pensaba decirle pero no así

¿Qué ganaba Sesshomaru con esto?

¿Si, su mundo no era este y a nadie le impostaba si se casaba o no, nadie conocía su trono, su poder o sus tierras?

Pero... ¿Entonces porque noto molestia en sus ojos?

Sería posible que estuviera...

Era absurdo pensar en eso. Más que absurdo, era imposible.

Lo más probable es que lo haya hecho solo para molestarla. ¿Cómo podía ser tan despreciable?

Percibo la molestia de la muchacha en el aire, mas no le dio importancia, ella le pertenecía.

Tendría que aprender a vivir con eso.

Continuara....