Aquella habitación denominada biblioteca estaba apenas iluminada por un candelabro, con cientos de libros y pergaminos colocados de forma ordenada en cada mueble, el aroma a cera y madera se percibía en el ambiente.

Mientras que la dama de melena plateada, se hallaba sentada de una forma relajada, pero no por eso dejaba ser elegante, sobre el más fino de los sillones, con su mirada tranquila sobre la figura de un hombre que se encontraba en frente.

-"¿Señora Irazue, está segura de querer llevar a cabo, la boda de su hijo en la próxima luna?"- la aludida, le dirigió una mirada gélida, el hombre regordete carraspeo preocupado y con una ligera sensación de peligro-"¿El príncipe está de acuerdo?"

-"Por su puesto"- afirmo, pero no era del todo cierto, ya que no habían cruzado palabra.

Sesshomaru tendría que obedecerla, lo guste o no.

-"En ese caso are los preparativos"- dijo ya más tranquilo, mientras que anotaba algo en una vieja libreta-"El consejo de Youkais estarán dichosos de tal unión"- alego con evidente entusiasmo.

-"¿A qué se refiere?"

-"Como usted sabrá mi señora, las relaciones entre los humanos y nosotros, no es la mejor, quizás con el matrimonio del joven Sesshomaru y la sacerdotisa, puedan arreglar los lazos"- declaro con vos calma, al cabo que guardaba sus pertenencias.

-"Tengo entendido que mi hijo no es el único, que se casara con una humana"

A lo que el hombre regordete sonrió antes de responder-"Es verdad, pero ningún otro demonio tiene su influencia y poder"

-"Tiene usted toda la razón"- murmuro orgullosa de su heredero.

-"Con su permiso, mi reina"- anuncio dando una modesta reverencia, para segundos más tarde dejar sola a la Youkai.

""Oh, Sesshomaru ¿Dónde te has metido?""- cavilo para sus adentros, viendo a través del ventanal de la biblioteca.

La oscuridad de la noche era corrompida por la luz de astro lunar.

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Se encontraba sola y sumida en sus pensamientos, después de que ocurrió aquello.

""¡¿Qué has hecho?!""- el sonaba demasiado furioso y ella estaba muy confundida.

Se defendió casi suplicando aquello-""No hice nada, lo juro""- era muy extraño.

-""Mientes""- Sentencio, por un momento ella creyó que si la lastimaría, estaba fuera de si

Aome retrocedió asuntada, cuando él se aproximó-""No utilices tus sucios poderes en mí""

-""No entiendo de que hablas, no hice nada""-no había más que sinceridad en sus palabras, pero el Youkai no podía verlo, estaba muy enojado.

-""Primera y última vez, porque no vivirás en la segunda ¿entendiste?""- ella solo asintió sin saber que más hacer o decir, el demonio no le creía.

Tras decir eso dio la media vuelta y desapareció en la obscuridad del bosque

Ya habían pasado una par de horas, y ella seguía en lo misma, daba vueltas sobre el cojín, sin lograr conciliar el sueño, suspiro viendo el resplandor de miles de estrellas, que cubrían de una forma maravillosa la negrura del cielo, en su época no se podía apreciar eso, y para serles sinceras, ahora no estaba interesada, su mente se encontraba buscando alguna respuesta, alguna pista para entender, lo ocurrido.

Había perdido la cuenta, de las veces que su rostro se había pintado de un rosa intenso, se estremeció al recordar como el cálido aliento del Youkai tocaba su oreja, instintivamente su mano toco el punto.

Otro suspiro se escucho

¿Qué paso?

¿Por qué se comportó de esa manera tan... ah, blanda?

¡Se atrevió a olfatearla! Como si fuera un -bueno era- un perro.

Demonio perro al decir verdad.

El muy descarado también se atrevió a echarle la culpa, cundo ella era la que menos entendía todo esto. Las cosas se estaban complicando demasiado, el sueño de tregua estaba más que ajeno a la realidad, era impensable.

No después de lo ocurrido esta noche, el odio del Sesshomaru por ella aumento. Más cuando la creía responsable...

Sus finas cejas se curvaron molestas-""¿no que no sentía interés por mí? ¡Es igual que todos, no desaprovecho la ocasión y después se lavó las manos!... Que tonterías estoy pensando probablemente él tenga razón y haya sido todo un truco""

Tras esto último finalmente el sueño la abrumo.

Un par de horas después Sesshomaru apareció, trayendo consigo dos manzanas, sin cruzar palabra con la azabache, espero a que desayunara y retomaron el viaje, ella no había dicho nada, no sabía cómo hacerlo.

¿Qué decir? Si ni ella misma sabía.

Y prefirió no tentar a su suerte era más que evidente de que estaba de un pésimo humor, con una gran aura asesina rodeándolo.

Un escalofrió recorrió su cuerpo entero.

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Sin duda era castillo era igual de hermoso que el de Sesshomaru, aunque más pequeño en territorio, la familia Taisho eran quienes mandaban en ese rubro, los más ricos y poderosos de todo el Sengoku.

Las puertas se abrieron sin siquiera pedir paso, la reputación de su prometido era notable o tal vez el demonio pasaba seguido en este lugar.

Una joven estaba recostada sobre un sillón mientras era consentida con uvas por una de sus siervas, pero en cuanto vio al recién llegado fue directo a recibirlo-"Oh, Sesshomaru, pero que grata sorpresa, ya decía algo dentro de mí que tendría noticias tuyas muy pronto"- se acercó al susodicho y dejo un beso en su mejilla, para seguidamente alejarse caminando con gracia.

-"Azumi"- saludo este con la misma cordialidad, pero sin ningún entusiasmo, viendo de arriba abajo a la joven demonio, quien volvía a su posición inicial.

Aome estaba sorprendida, era la mujer más hermosa que había visto en su vida, alta de cabellera rojiza, ojos tan azules como mar, con facciones perfectas y muy delicadas, sin mencionar que tenía puesto un elegante y provocativo vestido color rojo, que moldeaba perfectamente su figura, y dejaba ver gran parte de sus senos.

-"¿Así que esta es la Insípida con la que te vas a unir?"- esta de repente dijo con el tono asido, causando el enfado de la joven miko.

Aome frunció el ceño y apretó los puños.

Era hermosa pero atrevida.

-"Solo por un tiempo"- mencionó el demonio dejando sorprendida a la joven miko.

¿Por qué esta mujer podía saber la verdad? ¿Qué la hacía tan diferente o especial para no mentirle como a los demás?

No se sentía cómoda con esta mujer, en este lugar, con el mirándola de esa forma.

-""¿Sesshomaru?""- ella insistió en sus pensamientos, viendo al demonio a su lado, pero este solo estaba pendiente de la joven peli roja.

-"Ya, veo, es una pena que desperdicies el tiempo así"- volvió hablar mostrando una sonrisa de lado, analizando la actitud de la joven humana.

-"Hmn"

-"Oye, niña ¿Cuál es tu nombre?"

Se voltio a mirarla con molestia-"Soy Aome, y deje de decirme niña"- pidió

Se burló con notoriedad-"Pero si eres solo una niña, aparentas unos 14 o tal vez 16 años humanos"

-"Tengo 15"

-"Peor aún"- se rio a carcajadas.

-"El motivo de mi visita"-Sesshomaru dijo enfadado-"No es este"- refiriéndose a la pequeña discusión.

-"Eso ya lo sé"

-"No me hagas perder el tiempo"

-"Sigues siendo un malhumorado"- la anfitriona menciono frunciendo el ceño, a lo que segundos después volvió a ponerse de pie, y rebusco de entre la comisura de sus senos una pequeña bolsa de tela y se la arrojo a Sesshomaru, quien la atrapo sin problema alguno.- "Creo que con eso te será suficiente..."- respondió sonriendo coqueta.

"¿Aquella bolsa? ¿Acaso tendría lo mismo que ese tal le entrego a Sesshomaru días antes?"- la mente de la joven azabache era todo un remolino, porque tanto misterio en esas bolsas, pero no se quedaría así, buscaría la forma de averiguarlo.

-"¿Sesshomaru, te quedaras esta noche?"- cuestiono con vos melosa, mientras acariciaba el brazo izquierdo del demoño.

Oh, dios como la estaba cabreando la actitud de esa mujer. Comenzaba a molestarle, tanto que apretó los puños con rabia.

Sesshomaru no se atrevería a aceptar eso.

-"Si"-respondió tajante.

¿Que? Aome debió haber escuchado mal.

-"¿y que aras con la humana la enviaras de regreso?"- ahora sí, le dejaría en claro que nadie podía dejarla abandonada así como así.

-"Ella se queda conmigo"- Aome lo miro sorprendida.

La demonio de cabellara rojiza rodo los ojos, y se alejó de el- "Ya conoces el camino"- murmuro sin más, adentrándose al castillo.

-"¿Cuánto tiempo nos quedaremos, Sesshomaru?"

-"Todo el tiempo que lo desee, tengo varios asuntos que arreglar con esa mujer"-

Ella frunció el ceño-"¿Qué asuntos?"- desde cuanto tenia tanto interés.

-"Asuntos que no te conciernen"- fue la fría respuesta que recibió.

-"Pero"

-"Es suficiente, no hagas perder mi paciencia"

Aome suspiro resignada.

Continuara...