Capitulo 1
Naraku quedo suspendido en el aire, tenía el rostro desencajado, mirando con los ojos saltones a la pequeña azabache, aquellas simples palabras "Lo amo" lo pusieron de piedra, con un tentáculo por el camino, dispuesto a atravesar al pequeño Shippo quien en vez de aprovechar para esconderse se quedó de la misma forma que él, sorprendido.
Sango y Kikyo estaban también sorprendidos, por la repentina confesión y sonrojas hasta las orejas, de la pena.
Inuyasha también estaba rojo, pero de la rabia, mirando a la joven miko como si de un momento a otro la fulminase con los ojos.
Los únicos que aparentaban estar felices por la situación eran Miroku y la pequeña Lin. Por qué Yanken estaba que se desmayaba en cualquier momento.
Y en cuanto al Daiyoukai, bueno este parecía no importarle, pero sus ojos mostraron cierto asombro cuando la escucho gritar.
-"¿Qué que dijiste"- repitió estúpidamente el Hanyou, como si el feroz grito de la joven no fue escuchado por sus sensibles oídos.
-"lo que escuchaste- que -que yo lo amo"-repitió con un fallido intento de no verse aterrado.
-"¡no te creo, Aome deja de decir mentiras!"- grito desesperado Inuyasha acercándose peligrosamente a ella
Aome retrocedió un poco por seguridad-"no estoy mintiendo Inuyasha"- aseguro, y luego su vista se clavó en el suelo,-"Yo amo a Sesshomaru"-repentinamente sintió la urgencia de hacer un hueco y jamás salir.
¿Podría vivir como ermitaño? Claro que podía, preferiría eso antes que a morir en manos de su supuesto amor.
-"Fhe, sabes que No. te. Creo"-soltó haciendo énfasis en sus palabras y luego agrego-"Tu solo lo dices porque estas enojada, al saber que a quien amo es a Kikyo no a ti"- Aome cerró los ojos nuevamente, tras escuchar aquella vieja afirmación, y una vez más el enojo regreso.
-"Me vale un cuerno que no me creas Inuyasha"-susurro con vos filosa y la mirada clavado en los dorados del Hanyou-"¡Tu. Ya. no. me. Importas!"-termino gritándole en la cara, cosa que sorprendió a todos-"¡puedes hacer lo que se te plazca con Kikyo!"-a y esto último sentencio definitivamente el tipo de relación que la unía con el peli plata, no viviría con un hombre que no la amaba.
-"¡pero eres solo una niña tonta, mira que enamorarte de Sesshomaru!"-de alguna manera la vos del Hanyou sonaba angustiada pero su rostro seguía enfadado-"El jamás te amara Aome"- clavo el colmillo en el suelo y se cruzó de brazos.
Aome pensó en sus palabras, ella no amaba a Demonio, solo fue una mentira que pensó en el momento-"Tu tampoco me amaste"- murmuro dolida-"y sin embrago yo jamás te abandone..."- sentía aquel molesto nudo formándose en la garganta, si lloraba ahora todo se echaría a perder.
Vio de reojo al demonio, que ya estaba en el suelo pronto se dio cuenta de que Naraku había perdido el interés por matarlos y ahora escuchaba atentamente a lo que ella decía.
-"¿pero que le ves?"- Inuyasha pregunto mirando de mala cara a su hermano, como si para él fuera el peor bicho rastrero de la tierra-"ni si quiera es lindo..."- murmuro fastidiado.
Aome rio, y el frunció el ceño. Inuyasha estaba celoso y no podía ocultarlo, no desaprovecharía la oportunidad que se le presentaba, le aria pagar cada lagrima derramada.
Ya había observado a sus amigas en estos caso, si aquellas muchachas ruidosas fueron unas grandes maestras-"No claro que no es lindo"- Inuyasha sonrió satisfecho y Sesshomaru frunció el ceño-"él es increíblemente sexi y hermoso, casi como un dios"- mordió el labio inferior nerviosa, y observo su reacción.
-"Pero tú estás loca niña, y ciega"- exploto en furia.
Pero Aome ni se inmuto, le aria pagar por todo-"ciega estaría, si no pudiera ver lo bueno que esta, créeme Inuyasha que si tu hermano me acepta, no perdería el tiempo con él"- las palabras salieron con un toque coqueto, una sonrisa melosa se formó, dándole un toque de credibilidad-"Además es muy poderoso, mucho más que Tu y Naraku juntos"- escupió, hiriendo su orgullo.
-"¡le he vencido varias veces!"- se excusó, sin poder creer que Aome le estuviera diciendo debilucho-"yo soy más poderoso"
Por otro lado Miroku se sentó bajo la sombra de un árbol con Kikyo y Sango mientras que no muy lejos de ahí estaban Yaken y la pequeña Lin sobre el dragón.
Todos observando aquella extraña situación.
Aome miro de reojo al villano, Naraku estaba a con una mano sobre su boca, como si ella hubiera dicho la peor de las groserías, sino fuera por su ceño fruncido pensaría que no era el verdadero. Luego sus ojos fueron al Inu, y él estaba ¿estaba sonriendo?, parpadeo varias veces.
Aome casi se atraganto con el mismo aire, la sonrisa del demonio era hermosa ¿pero que estaba pensando? De un momento a otro ella, se estaba creyendo sus palabras. Sesshomaru es hermoso, ella no era ciega lo estaba viendo ahora mismo.
Un gruñido de Inuyasha la hizo regresar a la realidad-"supéralo Inuyasha, jamás serás como tu hermano de aguapo y poderoso"
-"¡ya cállate niña tonta, deja de decir tonterías Aome!"
-"no son tonterías, es la realidad, tu solo no quieres verla"
-"hay, hermanito acepta que eres inferior a mi"-las palabras salieron con una risa ronca, los oídos de Aome lo captaron como algo seductor, se puso roja con este pensamiento.
Inuyasha tomo otra vez su espada, dispuesto a atacarlo-"Tu cállate infeliz, estoy seguro que le has hecho algo por que Aome jamás diría estas cosas"
-"Abajo"- y antes de que pudiera si quiera mover un pie en contra de su hermano, cayo enterrado-"no te atrevas Inuyasha"- no era por proteger a Sesshomaru, este no necesitaba ayuda, si nomas bien al Hanyou que estando enojado no lograba razonar.
-"¡Aome deja ya de protegerlo!"
-"Sesshomaru no necesita mi ayuda, te estaba protegiendo a ti de tu estupidez"-y el Daiyoukai sin querer sonrió, la miko tenía valor para enfrentar a su hermano y a él le divertía sacarlo de quicio-"te pateara el trasero, si no piensas con claridad"- rio, un poco al terminar.
Inuyasha se puso de pie, y fue hasta ella, la sujeto por los hombros de esta forma podía verlo a los ojos -"Aome, quiero que me digas que no me amas, y que prefieres a mi hermano..."- el Hanyou era listo, sabía que de esa forma ella sería incapaz de mentir, los ojos de Aome siempre decían la verdad.
El público se levantó expectantes por la respuesta, nadie hablaba, nadie hacia ruido, tenían miedo asta de respirar con fuerzas.
Aquello era muy extraño, peligroso, increíble.
Aquello era un error.
La azabache se encontró mareada, no podía mentirle a Inuyasha, ya no.
No podía engañar a esa mirada, pero si decía la verdad, ¿el seguiría lastimándola?, era tan obvio que jamás dejaría a Kikyo, era tan doloroso saber la verdad sin siquiera pensarla.
¿Y si decía que no? ¿Qué pasaría con ella?, ¿se tendría que ir o la echaría? Kami sama ¿Qué le aria Sesshomaru si seguía diciendo eso? La idea de morir no le gustaba, pero seguir sufriendo así era peor, mucho pero que morir.
-"Responde Aome"- pidió en vos baja.
Cerró los ojos un momento y acepto mentalmente todo lo que venía-"No, Inuyasha no te amo. Yo amo a Sesshomaru"- aquellas palabras salieron cruelmente creíbles, lastimándolo por dentro, que cuando ella vio su rostro quiso negar todo y abrazarlo decirle que solo lo amaba a él y a nadie más que había sido una mentira.
Pero se contuvo, después de lo dulce siempre viene lo amargo, así era siempre con Inuyasha.
Una mirada tierna, una caricia y al momento él se iba tras Kikyo.
No seguiría viviendo eso, ya no.
El no volvió a decir más nada, guardo su espada y se fue de aquel lugar olvidándose, de la pelea. Queriendo olvidarse de todo.
Aome cayó de rodillas al suelo y sonrió sin fuerzas, había terminado todo lo que una vez la unía al Hanyou se había roto.
Pero era lo mejor ¿no?, y tenía tantas ganas de llorar pero no lo haría, ni aquí, ni en ningún otro lado. Aome no volvería a llorar por ningún hombre.
-"parece que la pelea aquí a terminado"- pronuncio Naraku desapareciendo tras un campo de energía, siendo ignorados olímpicamente por todos.
Sesshomaru también se había ido, llevándose a sus acompañantes consigo, ya había escuchado demasiada estupidez por un día.
Sango fue la primera en ir con ella, seguida del pequeño Shippo y Miroku-"¿Aome?"
-"no te preocupes Sango estoy bien"- respondió notando la mirada de su amiga, sonrió al terminar.
Se puso de pie, y respiro profundamente, vio a sus compañeros pidiéndoles que no dijeran nada, no tenía ánimos de explicar.
-"Señoritas es mejor ir con Kaede, ya está anocheciendo"- propuso Miroku, la Higurashi le agradeció en sus pensamiento. Puso su mejor sonrisa.
Kikyo observo desde entre los árboles, aun sin poder procesar correctamente lo que había pasado ¿desde cuándo su encarnación estaba enamorada del demonio?, no le encontraba sentido, ni lógica; Higurashi desvivía por el Hanyou, y ahora resulta que ya no lo ama.
¿Se había dado por vencida así de pronto?, por más que intentaba entender, no lograba hallar una respuesta. Sus poderes de Miko fueron obsoletos, cuando intento saber en qué pensaba cuando había dicho aquello, la mente de Aome estaba siendo bloqueada, ¿estaría mintiendo, solo para alejar a Inuyasha? y cuando más pensaba en esa posibilidad, más se convencía.
Miro por última vez el camino por donde se habían marchado, y giro sobre sus talones, adentrándose más al espeso bosque, acompañadas solo por las cazadoras de almas.
Aquello debió ser una broma, o lo más seguro es que estaba soñando, tal vez se había golpeado tan fuerte la cabeza que ahora estaba alucinando.
Incluso el mismo Naraku, pudo haberla manipulado. Claro eso era, Aome no estaba consciente de lo que decía, ella jamás hubiera dicho aquellas cosas tan feas.
Porque no podía ser posible que Aome, SU Aome estuviera cambiándolo por su odioso y feo hermano.
Si, seguramente era una horrible pesadilla, ya mañana cuando despierte todo regresaría la normalidad.
Subió a la rama de un árbol, con ese pensamiento -"todo fue un sueño, ella no lo ama a él"- se repetía al borde de los sueños-"porque Aome me quiere a mí, no a él"- pero para la mente de Inuyasha aquellas palabras no tenían mucho significado, no estaba seguro si era amor o simplemente tenía miedo de ser cambiado.
Él amaba a Kikyo, con todas sus fuerzas, pero cuando escucho a la pequeña miko decir eso. Algo en su interior se rompió, tan dolido y celoso se puso en ese momento.
"¿Qué siento por Aome?"-murmuro, dormido sin dar una respuesta.
Kaede lo noto en cuanto vio llegar a la muchacha junto a los demás, parecía apenas tener ánimos para caminar, y aunque intentaba disimular su dolor con una sonrisa. "¿Qué habrá pasado? ¿Dónde está Inuyasha?"- se preguntó, la curiosidad la estaba matando pero su instinto de mujer y la mirada de Miroku, le hicieron saber que no era el mejor momento.
Y ahí está sirviendo la cena, comiendo en un silencio incómodo. Vio como la morena revolvía la sopa, pero no probaba bocado alguno, tenía la mirada herida, bacía. ¿Tan grave había sido?
Dio un pequeño suspiro y luego dejo el tazón-"lo siento, Kaede la sopa se ve deliciosa... pero no tengo apetito"- le dedico una sonrisa y la anciana respondió.-"no te preocupes, mejor ve a descansar te ves muy cansada"- tomo una manta que estaba a su lado y se la entrego, Aome lo acepto y se acomodó en un rincón para dormir, dándoles la espalda.
Miroku, hizo un gesto a la anciana y esta lo entendió de inmediato, salieron en silencio, sin ser notados.-"¿Qué sucedió porque Aome esta así? ¿Dónde está Inuyasha?"- dio rienda suelta a la curiosidad y preocupación que estaba sufriendo-"¿su excelencia?"- llamo porque el hombre frente a ella, parecía estar divagando, desconectado de la realidad.
-"Anciana durante la pelea con Naruku, nuestro buen amigo Inuyasha había confesado haber estado con la señorita Kikyo ¿me entiende?"- hizo una breve introducción, pero las mejillas de Miroku estaban algo rojas.
Kaede, analizo aquellas palabras, y luego cayó en cuenta-"¿Inuyasha y mi hermana...?"- ahora ella era quien estaba sonrojada, el monje frente a ella asintió-"¡Ho dios, pobre Aome!"- exclamo viendo a la cabaña-"¡¿Cómo pu-!"- el grito fue ahogado por la mano del monje.-"Shhh, es mejor que no nos oiga"-susurro mientras la alejaba aún mas-"y ahí no es donde termina, eso no fue lo peor"
-"¿no me digas que Kikyo intento algo?"- la preocupación se denotaba en la vos, pero la mirada del monje le hizo entender que esta vez, la miko mayor no había tenido nada que ver.
-"fue Aome, ella- ella dijo estar ena- enamorada de Sesshomaru, yo creo que solo lo hizo por molestarlo"- concluyo, y de un momento a otro la anciana pareció quedarse muda.
-"¡¿Qué Aome qué?!"- grito en su mente, llevo la mano a su pecho tratando de controlar su aloca respiración-"¿Estás seguro Miroku?"
-"lo escuche yo mismo, incluso El mismo Sesshomaru estuvo presente al igual que Naraku"
-" ¿e Inuyasha donde esta?"
-"luego de la discusión, se marchó y no tengo idea a donde, mire anciana lo mejor que podemos hacer es tratar de actuar como siempre de lo contrario la señorita Aome puedo irse de aquí y en cuanto a Inuyasha bueno yo solo espero y se dé cuenta a tiempo de lo que hizo y le pida unas disculpas"
-"su excelencia esto no se arreglara con una disculpa, Inuyasha debe darse cuenta de a ala que ama es a Aome y no a Kikyo"- las palabras de la anciana eran y ciertas, los ojos del Hanyou estaban ciegos por su viejo amor.
Tanto Inuyasha como Aome se habían equivocado, ahora estaban pagando su error. Las cosas no podían estar mejor ¿o sí?
Continuara...
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