Estuve toda la noche con Adam en el sofá viendo una película.
Ahora estoy viendo como Adam duerme.
Es tan tierno cuando duerme estoy mirándole desde que desperté porque no me pude levantar ya que el señorito me tiene abrazada tan fuerte que no puedo salir así que tengo que esperar a que despierte porque yo no quiero despertarlo.

Tiene los labios entreabiertos y me dan ganas de besarlo y lo hago de paso.

Últimamente estas muy atrevida.

Eres molesta sabes.

Soy tu idiota así que te estás llamando molesta.

Pues tú ahora te estás llamando idiota.

Tengo que dejar de hablar conmigo misma.

— Buenos días princesa en que tanto piensas.— Dice Adam sonriendo.

— Nada que tengo que dejar de discutir con mi conciencia. Es pesada.

Deja de decir todo lo que piensas idiota.me da igual si me estoy llamando a mi también idiota.

Que te calles pepita.

Hasta para poner nombre eres mala.

— ¿Quieres desayunar?— Dice Adam.

— Si me estoy muriendo de hambre porque un señorito no me dejo salir de sus brazos ni para ir al baño. — Digo y él empieza a reír. Tiene una risa muy bonita.

Te estás volviendo muy cursi.

Y tú te estás volviendo pesada.¿puedo hacerte una pregunta eres chico o chica?

Todo este tiempo me has tratado como una chica y soy chico tontita.

Porque eres chico si yo soy chica.

Porque así quiero yo.

— ¡PRINCESA!— Dice Adam.— Estas muy distraída hoy.

— Lo se no sé qué me pasa.— Digo.

— Se que la muerte de tu madre te sigue poniendo triste y nunca vas a poder olvidar cuando se fue la persona que más quisiste en este mundo.— Dice con los ojos cristalizados Adam.

— Hablas como si tú lo hubieses vivido.

— Lo he vivido Abby, mi madre murió hace dos años.— Dice y yo lo abrazo.— Y se como se siente que la persona que te dio la vida se te haya ido.  Y se que ellas siguen estando con nosotros.

— Adam. ¿Podemos ir a nuestro sitio donde nos besamos por primera vez.— Dice y asiente con una sonrisa.

— Aunque tú me besaste por primera vez.

— No es cierto yo te bese pero tú también seguiste el beso así que lo convierte en que nos besamos.

— Touche princesa.— Dice con una sonrisa. Desayunamos y nos fuimos a mi auto.

— Oye Adam por que no tienes auto.

— Porque mi padres se lo llevan siempre.

— ¿Padres? — el vio mi cara de confusión.

— Mi padre siempre me obliga a llamar a mi madrastra madre y cuando hablo de ellos decirles "padres"— dice Adam.— ¿Vamos? Después te presentaré a mis "padres".— Yo solo asiento.

— Me pido conducir. — Digo yo levantando la mano.

— Yo quería conducir.—dice habiendo un puchero.

— No yo conduzco tu condujiste demasiado y es mi coche.

— Vaaaaleeee. — Dice dando un beso casto en los labios. Y yo sonrío.

Subo al auto y pongo música antes de arrancar.

— Si quieres puedes poner tú la música— digo.

— Vale esta canción me encanta.

Ha puesto la canción de " Traicionera" de "Sebastián Yatra"

— Traicionera no me importa lo que tú me quieras.— canta muy bien.

— Oye deberíamos hacer un dúo yo toco el piano y tú cantas.

—¿Sabes tocar el piano?— yo asiento. — No lo sabia.

—Hay muchas cosas que no sabes de mi cariño.

—¿Cariño? Eso te lo digo yo a ti.

— oh lo siento no quería cariño. — Digo y me rio.

Tonta sabes que no estáis en una relación  ¿no?

Lo sé Julio.

¿Julio?

Si así te llamaras porque es el mes de mi cumple y el de Adam.

— Princesa casi se terminan las clases y nos graduamos.

— Si ¡bienme alegro! A sido un año fantástico.— digo sarcástica porque ha sido un año lleno dé exámenes.

— Ay que sarcástica está hoy.

Cuando llegamos nuestro sitio.

— Me encanta esta cascada. — digo.

— Abby sígueme a la cueva esa donde nos besamos.

Lo seguí hasta allí. Y había pétalos en el suelo.

—Abby gracias a ti ya no soy el Playboy que era antes, estoy cambiando solo por ti porque sé que no te mereces a alguien como yo pero soy muy egoísta para dejarte ir con otro tipo que no sea yo quiero que sepas que te quiero mucho y que me estoy enamorando de la persona más hermosa, más terca, más torpe pero sobre todo la mujer de mi vida quiero hacerte una pregunta.¿Quieres ser mi novia?— Dice con una sonrisa en la cara yo tengo lágrimas en mis ojos por su discurso.

—Si, si quiero ser tu novia Adam Johnson.— Digo y él se acerca a mi y me besa levantándome por los aires.

— Te amo princesa.

— Yo se yo también me amo.— digo y río.

— Has quitado el momento romántico.

— Yo también te amo.

Lo beso. Lo beso con intensidad. Le doy acceso para que su lengua entra en mi boca y rozar la mía con la suya.

Después de unos minutos besándome con Adam nos vamos a la casa de sus "padres"

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Llegamos a su casa.

Cuando entramos fuimos al salón allí estaban los padres de Adam.

— Hola madre hola padre. — madre mía que educado ahora me siento mal por nunca decir a mi mamá madre yo le decía siempre mami.
— Quiero presentaros a mi novia Abby Smith.

— Hay la novia de mi hijo un gusto me llamo Agustín Johnson. — dice estrechándome la mano.— Mi hijo ha hablado mucho de ti hasta antes de ser su novia. — Dice y yo me sonrojo mirando a Adam.

— Ohh hola yo soy Rosa Johnson la esposa de Agustin.

— Mucho gusto señora Johnson. Digo estrechándole la mano.

— Hay chica llámame Rosa y ven dame un abrazo yo no soy tan formal.— me abraza.

— ¿ Te quedas a cenar Abby?— me pregunta Agustín.

— Si no es mucha molestia.

Ahora mismo estamos en la mesa yo al lado de Adam.

—Bueno Abby ¿a que Ali vas en el instituto?

— Es mi último año señor.

— Llámame Agustín.

— Bien.

—¿ que vas a estudiar?

— Quiero estudiar medicina. Quiero ser doctora. — digo y Adam me mira con cara de " Nunca me has dicho eso"

— ¿ Cuantos años tienes?— Este señor hace muchas preguntas.—¿ y cuando los cumples?

— Tengo 18 años y los cumplo el 29 de julio.

— Igual que Adam solo que él es un año menor que tú.— dice y yo asiento.

—¿ y tus padres a que se dedican?— dice y Adam me vine la mano.

Mis ojos se cristalizaron. Adam me había ayudado a no llorar y deprimirme en mi casa pero hablar de ello me dolía.
Solo ayer murió no puedo aceptarlo todavía.

—Mi padre me abandonó cuando tenía pocos meses de vida. Y mi madre........ murió...... ayer.— Digo sintiendo una lagrima en mi mejilla que Adam limpia con su pulgar y me abraza.

— Lo siento mucho no lo sabia.— Dice Agustín con lastima.

—No se preocupe señor no me tenga lastima es lo último que quiero que la gente me tenga lastima.

Y salí corriendo a mi casa ósea al lado de la casa de Adam.