Narra Abby

¿Sabéis cual es el peor momento del día desde mi punto de vista? Es despertarse temprano, odio despertarme temprano pero me tengo que levantar temprano para llegar al instituto.
Me levante de mi cama y me dirigí al baño a hacer mis necesidades y lavarme la cara y los dientes y por último ducharme.

Cuando salí de la ducha y me puse unos pantalones cortos blancos y una blusa de mangas largas rosa.

Me dirigí a mi coche. Si tengo coche me lo regalo mi madre por mi cumpleaños.

Es precioso.
Mi cumple fue este verano así que nadie sabe que lo tengo.

Me subí al coche y empecé a conducir directo al instituto. Pero no sin antes poner la canción nueva de Shawn Mendes y Camila Cabello "señorita"

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La puse a todo volumen.

Cuando llegue al aparcamiento de mi instituto mi música seguí a todo volumen así que todas las miradas estaban en mi, bueno no en mi en mi coche. Baje el volumen del coche y aparqué.

Al bajarme del auto cogí mi mochila y me dirigí a entrar al instituto pero alguien me lo impidió.

— Hola Abby.- Dijo sonriente.

— ¿Que quieres Ethan? - Ethan es uno de los playboys de mi instituto y nunca había cruzado palabra conmigo.

Antes de las vacaciones de navidad yo no era como ahora era como más cerrada y no me gustaba que la gente me mirara. Pero no se que me paso en las vacaciones de navidad que cambie no sé algo raro paso en mí.

— Yo nada solo quería pedirte una cita.- Dijo rascándose la nuca.

— Lo siento pero no.- Dije fría. Yo literalmente soy un poco fría cuando no conozco a las personas pero con mis amigos no soy fría.

— Vale muñeca otra vez será.

— Ni en tus mejores sueños eso pasará. - Dije riendo. Lo dejé allí y me fui a clases.

Al llegar ya todos estaban en clase menos la profe y todas las miradas cayeron en mi. Visualice a mi mejor amiga Fernanda y me senté a su lado.

— Y a ti ¿que te paso?- digo mirabdime de pies a cabeza.

— No se. - Dije encogiéndome de hombros.

— Estas muy linda chiqui.

— Gracias Fer.- Dije regalándole una sonrisa a mi amiga.

Llego la profe y dimos clase.

En el receso fuimos a la cafetería. Y allí estaban todos mis amigos Fernanda y Alexy.

Estábamos hablando hasta que entran a la cafetería dos chicos uno era Ethan y el otro Adam el más playboy del instituto.
Lo miro por unos segundos hasta que él también me mira y se sorprende. Pero porque se sorprenden tanto dios es solo un cambio de look. Yo aparto la mirada y sigo comiendo y mirando el móvil.hasta que siento una mirada sobre mi y levanto la cabeza y me encuentro con mi más ni menos que Adam.

—¿Que miras?- le pregunté fría.

— Lo hermosa que estás.- Dice con una sonrisa pícara.

—¿ Estas intentando coquetear conmigo?- Dije levantándome de la mesa furiosa.

— Puede ser. - Dice cogiendo mi patata frita. Nadie coge mis patatas fritas bueno ya da igual.

Cojo mis cosas y me largo de allí. Hasta que una mano me detiene a la salida del instituto y por supuesto sabemos quien es.

Adam Johnson.

— Suéltame.- le digo.

— ¿Y si no quiero?- Dice retándome.

— Te daré un puñetazo del cual tendrás que llamar a tu cirujano plástico para que te la arregle.

— Uy que agresiva me gusta.- Dice. Este tipo es idiota.

— Uy que idiota no me gusta.- le digo.

Por fin conseguí soltarme de su agarre y me dirigí a mi siguiente clase.

Entre y antes de que la profe empiece a dar clase se oye una voz por los altavoces.

Señorita Abby Smith el director quiere verla ahora en su oficina repito Abby Smith preséntate a la oficina del director.

Me levanto y me dirijo a la oficina del director no sé yo no hice nada.

Toco la puerta y cuando la abro por completo me encuentro con el director y con Adam.

— Buenos días señorita Abby. — me saluda el director.

— Buenos días.

— Le he pedido que se presente aquí para hablarle de un asunto.- Dice con las manos posadas en su escritorio.— Necesito que seas la tutora de Adam para que le des clases después de clase a Adam.— miro al director después a Adam que tiene una sonrisa en la cara.

— No creo que sea buena idea.

— Es solo si usted quiere Abby. Tu piénsatelo y ya usted me dirá si lo va a hacer o no.pueden retirarse.

Cuando salgo por fin de clase me dirijo al porche. Empiezo a mirar el móvil hasta que alguien me lo quita de las manos.

— Devuélveme mi móvil Adam.— le digo tranquila.

— No.— empieza a fisgar pero es que no tengo nada que ocultar hasta que veo que entra a mis contactos.— Toma.

Cojo mi móvil y veo que a puesto en mi contactos. Y a puesto su numero y ponía de nombre "Adam el sexy".

—¿ Enserio? — le digo cruzándome de hombros.

— Mira necesito que me ayudes en los estudios si no mis padres me castigarán y no me dejarán salir a fiestas. Y si no salgo a fiestas no hay diversión con las chicas.

— Y a mi que me importa.— digo guardando el móvil.

— Mira si me ayudas no te volveré a molestar nunca más. - Que dices ¿aceptas?

Pensándolo bien no me molestará más así que..

— Aceptó.

Dije estrechándole la mano.
Después de eso lo dejé allí en el porche y me dirigí a mi coche.

—Bonito auto ¿es tuyo?— dice Adam

— No es del vecino que me lo presto.- Dije sarcástica.

— Tampoco hay que ser sarcástica. Es bonito.

— Gracias.- Dije y me fui a mi casa.

Llegue a casa salude a mi mamá y me dirigí al cuarto cuando de repente vi por la ventana que alguien se estaba mudando al la casa de al lado.

Esa casa era muy bonita aunque todas las casas de este vecindario son casi idénticas.

De repente apareció un coche creo que son los nuevos vecinos.

No puede ser. Porque la vida me odia tanto porque mi nuevo vecino será ni más ni menos que...

Adam Johnson.

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