Día 2: Denver

Me restriego los ojos, recién despierta. Me acosté tarde, es verdad, pero tampoco es como para que sienta como si el mundo fuera a caerse de un momento a otro. Decido arriesgarme a levantar la cabeza. Al principio se siente como se me fuera a estallar, pero finalmente, y tras bastantes pestañeos, descubro algo.

Frente a mí, hay una nota. Y no os preocupeis, no estoy loca. Ni las notas vuelan de repente. Solo está colgando del muelle de la litera de arriba. Había hasta olvidado que dormía en una litera.

Hago el esfuerzo de levantarme y arranco la nota. Solo espero no haber roto nada.

Camino hasta la pequeña ventana que hay en la también enana habitación y la abro, consiguiendo de este modo despertarme del todo. El verano y el sol hacen estragos en mí, ya os lo digo.

Suspiro al observar la letra de Jake. ¿Siempre ha sido tan desordenado, o solo para esta nota?

Siempre, Bel, pero estás tan loca por él que ni te das cuenta.

¡Eh! ¿Podrías no recordarme eso?

La leo, tratando de concentrarme:

¡Buenos días, linda! Espero que hayas dormido bien, te espero en el salón. Hoy tengo que contarte algo muy importante.

P.D. Bienvenida a Denver

Me visto lo más rápido que puedo y salgo de la habitación. Lo primero que veo es mi desayuno sobre la mesa de café, pero al que no veo por ninguna parte es a Jake. Reviso en la cocina para asegurarme antes de decidir ponerme a desayunar sin él. ¿Eso se considerará traición? Nah...

—Siento haber tardado tanto. —Pego un saltito del susto, estaba demasiado concentrada en mi comida.

Lo miro, va cargado de cosas.

—Estoy desayunando, sola... ¡Anda que ya te vale! —digo de broma.

—Perdona, tenía que ir a comprar comida. No sale del frigorífico, ¿lo sabes?

No le respondo un "Claro que lo sé", porque saldría muy borde. Ahora me da un poco de lástima...

Con todo lo que está haciendo por mí, montando todo este viaje para poder volver a conquistarme y yo aquí quejándome de todo. Soy una mala persona.

Hay una cosa en la que no tienes razón...

¿En qué? —pienso con extrañeza. Mi conciencia siempre guarda un as bajo la manga.

En que ya estás colada por él... Otra cosa es que estés enfadada, pero nunca has dejado de quererle.

Odio cuando tienes un mínimo de razón.

—¿Bel? —Jake pasa una mano por delante de mis ojos, haciéndome volver. A veces no me doy cuenta del tiempo que paso discutiendo con la pelirroja borde que tengo dentro de la cabeza.

—¿Sí? —Me levanto con la boca llena.

—No sé... ¿Nos vamos?

—¿Y cómo me contarás tu historia de hoy?

—De camino a lo que quiero enseñarte hoy. ¿Has estado alguna hez en Denver? —pregunta mientras abre la puerta de la autocaravana.

—Te mentiría si te dijera que sí. ¿Tú?

—Una vez con mi padre, hace unos años, pero me acuerdo de un par de cosas. —Me guiña el ojo y salimos.

—Entonces... ¿de qué va la historia de hoy?

Se pone un poco serio antes de decirlo:

—Del día en el que Sophie volvió.

Me sorprendo, pero dejo que empiece a hablar.

El día que volvió, estuve esperando el momento exacto para hablar con ella, pero no podía hacerlo en clase o delante de ti porque no quería que pensaras mal, así que decidí esperar al recreo. Esperándola, aproveché para estar un poco contigo, hasta que me mandaste a la cafetería, pero no lo hice. Me quedé allí y vi cómo te amenazó.

La seguí hasta el baño, donde se quedó largo rato. Como soy muy impaciente, acabé por abrir la puerta para buscarla. Estaba frente al espejo, echándose unos polvos en la cara. Me vio al instante y se giró.

—No sabía que eras de esos a los que les gusta acosar a las chicas en el baño.

No seguí su juego y pregunté aquello por lo que había venido:

—¿Para qué has vuelto? —Me metí dentro del baño y me apoyé en la puerta para que nadie entrara. Esto era entre ella y yo.

—Ya lo sabes. Quería volver.

—No me hagas reír. odias este sitio.

—Veo que te llegaron los rumores de ese chico y yo... De verdad que lo siento. —Pone un puchero, pero yo ya no creo nada de ella—. Pero, en cambio, a no me llegaron los rumores de que te estás enrollando con una pelirroja empollona.

—Tú no pintas nada aquí, ni en todo esto. He rehecho mi vida y por fin me he dado cuenta de la clase de persona en la que te has convertido.

—¿Y eso qué significa?

—No eres la misma chica de la que me enamoré una vez.

Sophie siempre se ha caracterizado por sus sonrisas. Tiene muchas, desde la más dulce y falsa hasta la más maléfica. Hasta aquel momento, había estado en esta última, pero al decir yo eso, se puso seria. Eso era raro en ella.

—Te he echado de menos todo este tiempo, ¿lo sabías?

—No te creo. Parecías muy ocupada metiéndole la lengua a otros tíos.

Se encogió de hombros, sin atreverse a mirarme a los ojos. Eso es porque sabía que yo tenía razón.

—¿Has venido para algo más, o solo para decirme todo esto?

—Bueno, no estaba en mis planes, peor después de lo que he visto : Quiero que dejes en paz a Bel, ¿lo pillas? Estuvimos más de dos años juntos y no conseguiste ni por asomo que sintiera la mitad de lo que siento por ella, y solo llevamos tres meses. Ella no merece que nadie la trata así. No quiero verte cerca de ella.

Oído cocina. —Pasó a mi lado, haciendo chocar nuestros hombros y se fue.

No sé qué decir... ¡Me defendió! Podría haberse callado, o algo por el estilo, pero no lo hizo... Le importo más de lo que parece.

¿Estás de coña? Con todo lo que está haciendo para recuperarte, si yo no fuera una conciencia y fuera tú, ya estaría besándole como una loca.

Una lástima que no puedas hacer eso. Tendrás que conformarte con este abrazo.

¿Cuál?

Este:

Lo paro en plena callo y lo rodeo con ambos brazos. Debe estar pensándose que estoy loca, pero me da igual. Ahora mismo, estoy en las nubes. Y al ritmo al que late mi corazón, esto no debería ser bueno. Me estoy dejando llevar demasiado por lo que siento. Temo que lo esté aprovechando.

Admitámoslo, Bel, tú también estás aprovechándote.

Me separo sin saber cómo vamos a reaccionar. Pero solo me sonríe, como si entendiera todo lo que estoy discutiendo en mi interior, como si me entendiera. Seguimos andando hasta que nos detenemos y me permito mirar delante de mí. Casi sin pretenderlo, mi cabeza va subiendo para seguir la escultura. Jake me mira con una sonrisa.

—Se llama "El Cierre de una Era". Impresiona, ¿verdad?

—Es increíble. ¿Y el edificio?

—Es el capitolio de Denver. Sé que el de Washington es mucho más grande, pero reconozcamos que este tampoco se queda muy atrás.

—Tienes razón —asiento y me cruzo de brazos.

Nos quedamos en un agradable silencio. Jake me deja espacio para admirar la edificación que tengo enfrente. La verdad, si voy a ver muchas cosas como esta durante esta quincena, merecerá la pena, aunque sea por eso.

No mientas, te vuelve loca lo que Jake hizo por ti.

Por favor, vuelve a la cueva de la que saliste.

¿Te refieres a tu cerebro?

No te soporto.

Tanteo en el interior de mi bolso hasta encontrar la cámara. Se la muestro para que entienda lo que quiero hacer en estos momentos.

Me acerco a un señor mayor que mira con mucha atención el capitolio. Le toco el hombro hasta que se gira para mirarme.

—¿Podría echarnos una foto? —Señalo a Jake, que me observa desde la distancia.

—Claro, señorita.

Le agradezco que nos haga el favor y le doy la cámara. Me coloco al lado de Jake. Este me coge de la cintura, pero yo cojo su brazo y solo le doy la mano. Aún no es el momento. Aún.

Me mira con algo de extrañeza, pero ese abrazo no tiene por qué significar nada.

—¡Digan  queso!

Escuchamos el flash antes de que nos haya dado tiempo a girarnos. La foto habrá salido muy rara, pero sin duda reflejará lo extraño del momento.

Recibo la cámara cuando la foto sale de ella. Bueno, además de la cara de confusión que llevamos los dos, no está tan mal. Y no solo refleja lo raro que es este momento, sino mi propia confusión interna. Jake está haciendo cosas increíbles por mí, pero... Tenemos que ser realistas, Sophie es mucho más guapa que yo y ya se han besado. ¿Cuántas posibilidades tengo contra ella? Y quedan trece días.

**

Este capítulo iba a ser subido ayer, pero cuando llevaba unas 700 palabras, se seleccionó todo y yo seguí escribiendo dos letras más, se me borró y no hubo forma de recuperarlo.

De todos modos, aquí está, espero que lo disfrutéis.

Subiré lo antes posible, pero debéis recordar que tengo clases y exámenes finales. 

Gracias, María

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