∆Capítulo 12∆
-Ya te estamos diciendo algo.
Me cruzo de brazos con la frente arrugada. Puede que sea porque yo tengo memoria fotográfica, pero estas tías tienen la inteligencia donde yo tengo el pelo rubio.
-Para vuestra información -digo en voz alta-, decir que no me podéis decir dónde estabais, no es decir algo.
-¿Cómo que no? -protesta Cece-. Hemos abierto la boca y hemos pronunciados frases coherentes y cohesionadas. ¿Qué más quieres?
Todas la miramos, pero la que habla es Abby:
-No sabía que supieras lo que eso significa.
Cece ignora eso. Yo también, porque estoy enfadada. Se han pasado toda la tarde en alguna parte y no me dicen nada. Sospecho que tiene que ver con mi cumpleaños, pero no se me ocurre nada.
Me gustaba cuando tenía esas amigas estúpidas que no sabían ni que era mi cumpleaños y me dejaban en paz, pero al menos quedaban conmigo. Entre la "sorpresa" que Jake me está preparando y sobre la que "no sé nada" y esto, me aburro mucho cuando no tengo entrenamiento. Solo espero que lo que me preparen sea bueno.
Tras un buen rato de discusión, las dejo entrar en mi casa. Ya sacaré en algún momento lo que estaban haciendo.
-¡Fiesta de pijamas!
Gracias, Emily. Tú sola, en tres segundos, has conseguido que me arrepienta de haberos dejado entrar. Por supuesto, eso me lo guardo para mí. Las sigo hasta mi habitación, y Lola me espera en la puerta.
-¿Dónde guarda tu padre el alcohol?
Para eso, hubiera sido mejor ir a casa de Abby, que tiene todo un arsenal. En cambio, mi padre no tendrá más de dos botellas y se daría cuenta enseguida.
-Ninguna de nosotras tiene la edad permitida para beber, así que nada de alcohol.
-Entiendo que tú no quieras beber, pero nosotras... -Hace un puchero.
Ya debería conocerte, Bel. Eres totalmente implacable.
Estoy de acuerdo contigo, por una vez.
Eso es nuevo en ti. ¿Eres tú, o te han cambiado?
Cállate.
-La última vez os dejé porque no era mi casa ni mi responsabilidad. No voy a dejar que os emborrachéis en mi casa para que luego la culpa acabe siendo de mi padre.
Hace una pedorreta con la boca y se mete en la habitación. Yo entro detrás de ella y cierro la puerta. Las otras tres están sentadas en la cama, como indias.
-¿De qué habláis? -Lola trata de ocultar su desilusión por el alcohol.
-De chicos.
-¿Sabéis hablar de otra cosa?
-Esta vez... -suspira Emily- del chico que me gusta.
-¡Te gusta alguien! -Pegamos todas un gritito.
-¿Quién es? -pregunto yo.
-Ed -dice muy bajito, aunque lo bastante para que la escuchemos-. Aunque claro, con todo lo que se está diciendo, lo mismo ya le gusta alguien.
-¿Quién?
-Tú. -Me mira directamente a la cara.
-¿Y eso?
Las demás chicas asisten en silencio a nuestra conversación, como si fuera una telenovela.
-Pues porque todos estábamos muy preocupados porque no aparecías por ningún lado. Y de repente, resulta que estabas de charla con Ed.
-Tienes que admitir que es sospechoso -añade Cece.
-Entre él y yo no hay nada, te lo aseguro. Tienes todo mi apoyo con él, pero ya te digo que lo que se dice no es cierto.
Emily asiente, tratando de autoconvencerse. Me duele que no confíe en mí. Suspiro, acariciándome el brazo y lo decido. Son mis amigas, tengo que contarles esto.
Les explico con todo detalle mis últimas semanas con Jake y por qué fui a buscar a Ed y de todo lo que hablamos. Cuando acabo, me miran como si no pudieran creerlo.
-¿Creías que mi hermano te estaba poniendo los cuernos? -Cece parece la más estupefacta.
-Tienes que admitir que su comportamiento a veces es bastante sospechoso. Desaparece durante horas a la discoteca o a quien sabe donde y cuando llega a mi casa, me pega un morreo que me deja sin respiración.
-Si lo que dice Ed es verdad, te está preparando algo muy especial. -Sonríe Abby
-Eso espero. No soportaría que también un amigo me mintiera. Y menos para cubrirle.
-¿Tienes miedo?
-¿De perderlo? Muchísimo. Sé perfectamente que no soy la chica más guapa del instituto ni la más popular y cualquiera, en concreto Sophie, podría ser mejor para él.
-Nadie es mejor para él que tú. La manera en la que os complementais... es única.
-Gracias chicas. Me alegro de haber hablado esto con vosotras. ¿Podemos seguir hablando de chicos ahora?
Todas se ríen y escucho a Abby decir que no se esperaba que yo propusiera ese tema, pero yo dejo de escuchar. Emily vuelve a tener esa cara. Sí, esa cara de culpabilidad que tenía una de las últimas veces que quedamos a dormir en casa de una de nosotras.
-Abby... -La cara de pervertida de Cece no es normal en estos momentos.
-¿Sí, cielo?
-Todas estamos igual. Primero hemos pasado por la fase de aceptación, y después acabamos saliendo con el chico que nos gusta. Estoy segura de que a Emily le irá muy bien con Ed... ¿y tú qué?
-¿Cómo que yo qué?
-Intenta preguntarte quién te gusta, pedazo burra. -Lola sube la voz.
-No me gusta nadie.
-A todas nos gusta alguien. En algún momento...
-Sí, en algún momento, pero no ahora. -Al darse cuenta de que ha subido el tono, lo baja enseguida-. Me han gustado chicos, pero ahora mismo no siento nada por ninguno.
Yo creo que puede tener razón. A mí no me gustó un chico hasta los dieciséis. Empezamos a salir a los diecisiete y acabó fatal. ¿Os acordais? Me puso los cuernos con alguien que yo consideraba mi amiga.
-Chicas... -Trato de calmar los ánimos-. Nadie está obligada a que le guste un chico. Si no le gusta nadie, no os preocupéis, que ya le gustará. De momento hay que centrarnos en Emily.
Abby me aprieta la mano, agradecida. Las quiero muchísimo a todas, pero Abby fue la primera en acogerme. Hay cosas que no se olvidan.
Me llega un mensaje de móvil, pero resulta que solo es un aviso del calendario:
En una semana:
Cumpleaños Bel
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top