Capítulo 10.
N.Campbell: Estábamos en clase de educación física calentando para la práctica de fútbol, el entrenador nos dividió en parejas para completar la rutina más rápido, yo estaba con Alex. Ha pasado unos días y la tensión entre nosotros disminuyó, eso me alivia mucho, no quería que me dejara de hablar por no corresponderle. Es algo injusto de su parte pero no puedo hacer nada.
Mientras realizaba abdominales él me sostenía los pies con las rodillas. Cada uno debía realizar 35 repeticiones de cada ejercicio, es agotador pero mi figura no se va a formar sola.
Estaba acostumbrado hacer ejercicio en casa pero tengo un tiempo que lo he dejado, tantas cosas que tengo en mi cabeza casi no tengo tiempo para nada.
Luego Jeff se acerca a nosotros sentándose a lado de mi.
—Que flojera, Dios.
—¿Y tú por qué no estás haciendo nada? —Alex le pregunta.
—No tengo pareja, Jhonny no vino hoy. Y Chloe tampoco vino, no la vi en la clase de álgebra —El castaño voltea a verme.
—Uh, es algo sospechoso, ¿No crées? —Alex me mira repentinamente.
—¿Qué estás asumiendo? Ella pudo faltar por cualquier otra razón —Dije terminando el ejercicio.
—¿No dijiste que ella tiene días sin escribirte? Además, desde que se empezó a juntar con Jhonny no lo hace.
—¿Quieres callarte? Eso no es verdad —Yo tratando de contradecirlo.
—Ah, es cierto... Los he visto muy apegados últimamente.
—Ustedes dos están tratando de ponerme celoso pero no va a ser así, yo confío en ella —Justificándome coloco para atrás mi mechón blanco de cabello.
—Yo no he dicho nada, ni siquiera sabía que a Jhonny le gustase Chloe —Jeff mira nuevamente a Alex.
—Chloe no es de las que engañan... Más bien ella sufrió mucho cuando rompimos.
—Ujum, ¿por qué será? —Pregunté sarcásticamente.
—Ay, no empieces, Cam. Supéralo.
Después el entrenador tocó el silbato para empezar la práctica, es fastidioso porque puede que con las tareas y los libros soy muy bueno pero para los deportes, soy pésimo. Alex es el mejor del equipo, algunas veces el me enseña trucos y nos ponemos a jugar en el patio pero para mi punto de vista no soy como él.
Al terminar la práctica fuimos a ducharnos y a cambiarnos de uniformes, 2 horas de entrenamiento me deja muy cansado. En mi casa hay máquinas de ejercicios donde uno puede entrenar cuando quiera, pero en la escuela si no haces nada reducen puntos y yo odio sacar bajas notas.
A la hora del receso me acerqué a dónde estaba Sophía y otras compañeras de la sección.
—Hey Sophie, ¿Qué tal todo? —La saludé con cortesía, las otras chicas empezaron a murmurar entre ellas cuando me vieron pero de verdad no me importa lo que piensen.
—¡Hola! Bien, ¿y tú? ¿Necesitas algo?
—Am, no, en realidad quería preguntarte sobre Chloe, llevo días tratando de comunicarme con ella pero no responde y hoy faltó a clases.
—Ah, a ella se le dañó su teléfono, ayer fui a visitarla y me lo mostró. Y hoy faltó porque está en sus días y se siente muy mal.
—¿Enserio? Con razón no me respondía. Vaya, espero que se mejore pronto.
—Creo que si vas a verla se sentirá mucho mejor, y le llevas unas cositas.
—Hey, sí. Iré después de clases —De pronto sentí una mano golpeando fuertemente mi trasero que hizo que diera un pequeño brinco muy avergonzado.
—¡Hola! ¿Me perdí de algo? —Alex saluda colocándose a mi lado. Volteé a verlo y pudo notar en su expresión su picardía, claramente fue él quien lo hizo, me molestaba que hiciera ese tipo de juegos conmigo pero ahora como ya me contó que yo le gusto... Entiendo por qué lo hace.
—Sólo charlábamos, ¿Y tú? —Le contesta la albina.
—Quería ver qué hacía mi chica favorita —Se sienta a lado de ella dándole un corto beso.
—Por éstas cosas te adoro —Lo abraza con fuerza.
Tanto empalago que me alejé de ellos, era muy irritante verlos así. Y Alex, me está confundiendo todo, dice que ama a Sophía pero sigue yendo tras de mí, o soy yo malentendiendo las cosas.
Ya en la hora de la salida fuimos a casa, esta vez no tuve que esperar a nadie, es un milagro. Dejando a los chicos en la entrada llamé a Allyson un momento para explicarle que vendría más tarde, pude ver cómo Alex nos miraba muy sospechoso pero de verdad ya no me importa, él tiene a su pareja y yo a la mía.
Antes de ir a la casa de Chloe fui a la farmacia a comprarle algunas cosas que sé que la harán sentir mejor y que le haga mucha falta. Me pregunto por qué las mujeres son tan dramáticas con la menstruación.
Estacioné mi auto en el garage de su casa y caminé hacia la entrada a tocar el timbre, esperé un buen rato hasta que abrió la puerta. No podía creer lo feliz que estaba de verme.
—¡Cam! —Se mueve rápidamente a abrazarme —Lamento no haberte escrito todos estos días, se estrelló mi teléfono y siento que se me acabó el mundo —Dijo con rapidez y desesperación.
Correspondí al abrazo.
—Tranquila, para eso vine. Tenía tantas ganas de verte.
—Yo también, y mucho —Se coloca de puntillas para darme un pequeño beso, es tan tierna cuando lo hace —Vamos adentro.
Narradora: La pareja estuvo un buen rato en el sofá conversando, riendo y comiendo del chocolate que le trajo Campbell a Chloe, ambos tienen mucha confianza entre ellos y comparten desde pequeños, se conocen bastante bien uno del otro.
—Por Dios, no puedo creer que dejaras que se te cayera por las escaleras —Dice el peliazúl observando cómo quedó el teléfono de su novia.
—Estaba muy apurada y se me resbaló, no creí que quedaría tan destrozado —Sintiéndose tan devastada, la rubia terminaba de comer su parte del chocolate.
—Ojalá pudiera ayudarte para que te compres uno nuevo, te hace mucha falta. ¿Como te vas a comunicar con tu mamá?
—No te molestes, jamás te pediría algo así. Yo veré cómo resuelvo esto.
—Creo que mi mamá tiene uno guardado de repuesto, tal vez le pregunte si aún lo tiene para dártelo mientras esperas el nuevo.
—Aw, eres tan lindo. Te agradezco —La chica se sube en el regazo del contrario para abrazarlo seguido de un intenso beso.
El chico completamente en shock por el movimiento aceptó continuar con el beso abrazándola de la cintura y pegándola más a su cuerpo, el jamás había estado así con ella y trataba de controlar sus hormonas para que no llegue a sentir su entrepierna.
Ella tomándolo del cuello de la camisa seguía pidiendo más mordiendo y chupando su labio inferior, pero al darse cuenta de lo que hizo de la vergüenza se separa de inmediato —De verdad lo siento —Ruborizada cubre su boca con la mano.
—No pasa nada, está bien —Cam aún procesando lo sucedido voltea la mirada sonrojado.
—Ya vuelvo, ¿Si? Voy al baño —Se levanta y toma las toallas y el papel higiénico que le trajo él —Te agradezco mucho por esto —Y entró enseguida al baño.
Campbell no podía estar más feliz, tiene muchas esperanzas de que su relación sea estable y dure por bastante tiempo, eso se le cumplirá si ambos ponen de su parte.
—¿Chloe, me das un poco de agua? —Alza un poco la voz para que la escuche.
—¡Claro! Puedes tomar lo que quieras —Le contesta desde el baño.
Con el permiso dado él va a la cocina y toma un vaso de la estantería y agarra agua del grifo para después beber de el. Mientras miraba a su alrededor se acercó a la pequeña isla de la cocina donde vió una libreta de notas, le dió curiosidad saber que tenía escrito y la abrió.
Ahí Chloe tenía anotado los números de teléfono de su mamá y de Sophía, pero jamás imaginó que tendría a otra persona, Jhonny. No podía creer que tendría el de Jhonny y no el suyo que era con quien hablaba más.
El ataque de celos apareció.
Al salir del baño, la rubia fue a dónde estaba su novio y notó su mala cara.
—¿Sucede algo?
—¿Por qué tienes el número de Jhonatan aquí? —Le muestra la libreta.
—Ah, él me lo había dado en una hoja y para no perderlo lo anoté ahí, los otros dos son los que ya tenía.
—¿Y no tienes el mío? —La mira con sospecha.
—Cam, el tuyo me lo se de memoria. ¿Por qué actúas tan raro?
—¡No! No estoy actuando de ninguna forma. Sólo me pareció extraño que tengas el número de ese chico y no el de tu novio.
La chica tan decepcionada de el se le acerca.
—¿Ese chico? Es nuestro amigo y lo sabes.
—Si pero tú no sabes sus intenciones. Ustedes jamás habían estado tan unidos como ahora.
—No me estás hablando en serio... Yo jamás sería capaz de engañarte.
Cam con la mirada baja no respondió al respecto, pues ella tenía razón. Él la conoce perfectamente y debería de confiar en sus palabras.
Chloe lo toma de las manos mirándolo a los ojos.
—Oye, se que tuviste una mala experiencia, pero no significa que todas seamos así.
—Lo sé, perdón...
—Ven aquí —Lo atrae a su cuerpo para darle un abrazo —Te amo, nunca lo olvides.
—Aw... Siempre logras sacarme una sonrisa.
—Es un don —Suelta una sonrisa pícara.
—Am, ya debo irme. Mamá se estará preguntando por qué me tardo tanto.
—Oh, bueno me alegra que hayas venido.
—¿Irás mañana a la escuela?
—Si me siento mejor, iré.
—Je, está bien. Nos vemos luego, preciosa —Se despide dándole un beso en la frente.
—Adiós —Sonríe con un ligero sonrojo en su rostro.
...
Al llegar a su casa fue directamente a la cocina a buscar su almuerzo. Estaba sentado comiendo con tranquilidad pero escuchó unas risas que provenían del patio trasero, sintió mucha curiosidad saber que era tan gracioso así que comió lo más rápido que pudo, lavó los trastes y salió al patio.
Su hermana estaba sentada en la orilla de la piscina con su traje de baño puesto y húmedo.
—Hola, hermanito. ¿Cómo te fue con Chloe?
—Estuvo bastante bien, ¿Qué da tanta gracia?
—Ja, ¿Sólo viniste a averiguar lo que estamos haciendo?
—No... ¿Y estamos? ¿Quiénes?
De imprevisto Alex saltó del techo hacia la piscina con una voltereta antes de caer al agua salpicando a los dos hermanos por completo.
El peliazúl no reaccionó de la mejor manera.
—¡¿Pero qué demonios?! ¿Estás loco?
—Hola para ti también, ¿eh? —Mira devuelta a la menor —Te dije que sí podía.
—¿Sábes lo riesgoso que es saltar desde esa altura? ¿Qué hubiera pasado si no llegabas al agua? ¡Quedarías muy mal de la columna!
—Vamos, Cam. No seas aguafiestas —Le contesta Allyson.
—Yo lo que esté dispuesto a hacer, lo hago. Tú solo eres un cobarde —Alex saliendo de la piscina toma su toalla poniéndosela alrededor de su cuello.
—No cambies el tema. Además me mojaste el uniforme, ahora debo lavarlo para mañana.
—Pues hazlo. Yo no lo haré —Se ríe junto con Ally.
—Ag, maldito idiota —Campbell vuelve a entrar a la casa con el peor ánimo que ha tenido.
—Am... ¿No crées que fuiste un poco estúpido? —Pregunta la ojiverde.
—Me importa un culo lo que piense, estoy harto que siempre reproche todo lo que haga.
—Si pero tampoco tenías que desquitarte de esa manera. Es tu amigo y se preocupa mucho por ti, te ayuda con las tareas y muchos favores de los que tú deberías de pagarle haciendo lo mismo —Ella tenía razón, Cam ha hecho muchas cosas por mí y yo solo he sido un egoísta.
—...Después hablaré con él.
N.Alex: Una tarde en la piscina era lo que necesitaba, era muy relajante y satisfactorio estar dentro del agua un buen rato, Ally se había ido así que la piscina era sólo para mí.
Cuando noté que ya era suficiente me sequé y entré a la casa, Mamá Clara se molestaría mucho si mojara el piso, y mucho más que hoy justamente limpió.
Antes de ir a las escaleras vi al dramático en la lavandería, se que no fui muy amable con el pero tampoco tiene que comportarse como si fuera mi padre.
Me le acerqué a la puerta del cuarto a observarlo y estaba de espaldas mirando la secadora, tenía puesto una camiseta gris y unos shorts rojos que, por muy inapropiado que suene, le quedaban muy sexys, y esas nalgas tan redondas... Dios, necesito ayuda.
—Hey.
Voltea a verme
—¿Qué quieres?
—Sólo vine a disculparme.
—Ya es tarde para eso.
—Pues aunque tú no lo aceptes aún así lo haré.
—Lo que quiero que hagas es que cambies esa actitud, uno se preocupa por ti y tu vienes y actúas como un completo malcriado suicida.
—No soy suicida... Eso no es lo mío.
—Como sea —Se sienta encima de la segunda secadora que está en desuso —Sólo no lo vuelvas hacer.
—No lo haré, lo prometo —Me coloqué frente a él muy dudoso —Ally me dijo que fuiste a ver a Chloe.
—Sí, no podía escribirme porque su teléfono falleció —Solté una carcajada.
—¿Qué le pasó?
—Lo dejó caer por las escaleras, y no quedó tan bien que digamos.
—Ah que lastima, voy a extrañar sus llamadas cursis.
—Tú no hables, también te pones de cursi con Sophía.
—Yo llevo más tiempo con ella que ustedes dos, llevan un mes y no se aguantan estar sin el otro.
—Eso no te importa, sólo estás celoso —Ag ya había durado mucho sin molestarme con eso.
—No voy a negarlo, pero quisiera poder probarte que por ti haría y dejaría de hacer muchas cosas.
—¿Cómo ser un completo engreído? —Dijo con sarcasmo.
—Ya supéralo, por favor.
—Ujum.
—Aunque... —Me acerqué más a él —¿Si te pido algo lo harías?
—...Depende, ¿Cómo qué?
Coloqué mis manos alrededor de sus piernas mirándolo a los ojos.
—Que me regales un beso —Él no me supo decir nada, solo pude ver cómo sus mejillas se enrojecieron y levantó una ceja al escuchar el comentario.
—¿Qué?
—Ya me oíste —Mordí mi labio inferior mirando los suyos con deseo.
—Ah... No lo sé... —Se queda mirando mi torso desnudo. Admito que yo estoy muy bueno físicamente pero él nunca me había visto con esos ojos.
—Te prometo que si no te gusta, no volveré a pedírtelo.
Sabia que estaba dudoso, pero en verdad necesitaba ver si era capaz de hacerlo. Empecé a rozar mis labios en su mejilla bajando a su cuello, podía sentir lo muy acelerada que estaba su respiración, lo cual aproveché para lamer justo donde estaba.
—Alex... —Deja salir un gemido ahogado. Ah, este chico sabe cómo derretirme.
—¿Entonces? —Volví a subir la mirada.
—...Ok — Aceptó subiendo la mirada a mis ojos.
Tan pronto como pude lo tomé de su mejilla y estampé mis labios contra los suyos, extrañaba tanto su sabor que pareciera que la primera vez que lo besé fuese sido hace mil años.
Continué intensificándo el beso y atrayéndolo más a mí, en ningún momento me pidió que me detuviera o que me alejara de él, más bien parece que lo disfruta tanto como yo.
Quisiera estar así con él más tiempo pero por miedo a que alguien nos encuentre decidí que ya era suficiente. Nos quedamos mirando unos segundos en completo silencio, apenados y ambos con el rostro rojo.
—Ah... Eso fue... Wow —Entrecortaba las palabras por los nervios.
—¿Wow? Fue mucho más que eso —Reí.
—No creí... Que fueras a besar tan bien —Lo dijo de una forma que ni él mismo imaginó.
—¿Te gustó?
—No voy a mentirte... —Volteó ligeramente la mirada avergonzado.
No pude evitar sonreír, me sentí victorioso.
—Eso significa...
—¿Qué significa? —Me interrumpe —Sólo fue un beso —Ahí fue cuando supe que lo que tanto esperaba no iba a suceder.
—Lo sé... Pero...
—Alex, tú y yo no podemos estar justos, y lo sabes —Se baja de la secadora —Tenemos a las chicas, mi familia y nuestros amigos nos podrían juzgar y sobre todo... Tú no me gustas —Auch, golpe bajo.
—...Ok, entiendo perfectamente —De nuevo sentí ese nudo en la garganta que tanto odio.
—Lo siento —Sonó la alarma de la lavadora que estaba programada para cuando la ropa ya estaba lista y Cam se volteó a sacarla.
Mientras estaba ocupado me fui de ahí, ya era bastante doloroso todo lo que estoy pasando y cada que intento conquistarlo me ilusiona. Estoy harto de qué me rechace y no me de ni una oportunidad de demostrarle que nosotros podríamos pasarla bien juntos, pero nunca lo hará.
No tengo más alternativa que seguir adelante y tratar de superarlo.
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✅Capítulo Concluido.
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