Capítulo 46: Estrellas en el cielo

01 de Junio, 08:30 PM.
Hospital ''Saint Grace'', Londres.

En la habitación 201, una mujer de cabello azul, escribía en una hoja de papel. La mano con la que sostenía el bolígrafo, temblaba mucho, debido al esfuerzo que implicaba escribir en su condición. Era gracioso e irónico, al menos para ella, que habiendo gozado de una salud de hierro durante toda su vida; estuviera a punto de morir. El doctor fue muy claro. Sin querer sonar duro, e incluso su voz sonaba afligida, le indicó que lo lamentaba mucho y que hicieron todo lo humanamente posible. Su mejoría momentánea, había sido, lo que muchos creen un ''milagro''.

No duraría mucho.

Layla, quien permanecía al lado de Acuario en todo momento, le hizo una pregunta muy importante para cualquiera en su situación: ¿Hay algo que quieras tener o que quieras hacer?

Acuario asintió levemente, respondiendo: ''Quiero un bolígrafo, una hoja de papel y un sobre...''

La señora Heartfilia, salió de la habitación, dándole un poco de privacidad a la mujer; diciendo que volvería en un momento.

''Gracias, Layla'' dijo Acuario.
''Gracias a ti, Acuario'' respondió la mujer, apretando sus ojos fuertemente. No quiso darle la cara, no quiso que se sintiera peor, no necesitaba eso ahora.

No tuvo que pensar mucho en lo que escribiría, sabía exactamente qué palabras usar y a quien iban dirigidas. << No hay nadie más a quien quiera decirle algo >> pensó, escribiendo lentamente.

Su vista comenzaba a ponerse borrosa.

— Lucy, por favor, quiero verte por una última vez —habló en voz baja, con algo de dificultad; la garganta le jugaba en contra ahora—. Una vez más...

Usó sus últimas fuerzas, para terminar aquella carta, meterla en el sobre y colocarla encima de su pecho. Un lugar visible. Layla aparecería, sabría a quién entregarla y todo estaría hecho. Ya no quedaba nada más que Acuario pudiese hacer.

— ¿Layla? —La llamó, al sentir un apretón en su mano. Algo cálido.
— Adivina de nuevo —dijo una voz masculina.

Acuario abrió los ojos, encontrando a un sujeto de aspecto rudo, con cabello rosa oscuro y largo; vestía ropas negras y de su cabello parecían salir cuernos.

— ¿En verdad quieres ir a verla? —Preguntó el sujeto desconocido.
— Daría lo que fuera por hacerlo...
— No tienes que dar nada, te llevaré. Pero sólo puedo hacerlo cuando mueras. Una vez que estés allá, busca a Natsu, aunque sólo tendrás unos minutos. Mi poder no da para más. Lo siento. Haré lo que pueda por ustedes. Por ahora, descansa y déjame el resto a mí...

Una sensación de paz, inundó el cuerpo de Acuario, por alguna razón supo que podía confiar en las palabras de ese chico.

Sus ojos se cerraron y no volvieron a abrirse.

*** 

Tenía que escribir esto... De verdad que sí, bueno, ha sido todo por ahora. Muchas gracias por leer, nos vemos en el próximo capítulo.  

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top