Capítulo 18: Cuestiones

09 de Abril, 06:45 AM.
Casa Miyamoto.

Había pasado una semana, desde que los Dragneel se mudaron, dándole un poco más de ''vida'' al hogar. Eran ruidosos, excéntricos y divertidos. Muy diferentes a la personalidad apagada de Yume, la extremadamente calmada y maternal de Jerall o la falsa bondad y cara de niña buena de Ume. Eran personas auténticas. Que no tenían miedo a mostrarse tal cual como son en realidad.

En especial Natsu.

Él nunca conoció la vergüenza, el primer día en la casa, bajó en calzones a desayunar y comió directamente del refrigerador a la media noche; sambutiendo una rodaja de jamón en el tarro de la mayonesa, dándole una mordida al queso de barra y bebiendo del cartón de la leche. Claro, cuando Igneel lo halló haciendo eso, le metió el coscorrón de su vida y lo regañó por ser un puerco. Y, secretamente, aunque lo vio cinco minutos antes de regañarlo, no dijo nada; porque cuando Natsu comía, se le olvidaba todo el asunto de su madre y no preguntaba nada incómodo de responder. No le sacaría el nombre de esa mujer. Sus labios estaban más sellados que las piernas de una monja.

Natsu se sentía a gusto en ese lugar. No sólo por el espacio, o porque su cuarto midiera casi el doble que la habitación de su casa, sino que... Bueno, ¿cómo explicarlo? Le gustaba dormir en la misma cama que Ume, Lucy y Virgo. De vez en cuando, Dimaria se escapaba a hurtadillas y se metía en la cama con ellos. No, no había sexo, pero igual se disfrutaba la compañía. Si Yume cediera al fin y se uniera, le daría todavía más gusto. Sabía que eso no pasaría. Se vale soñar, ¿no? Natsu soñaba despierto muchas veces.

<< Maldita Yume >> pensaba, sonriendo de manera hipócrita. Cada vez que la volteaba a ver, ella se estaba riendo con su hermano e incluso con Acnologia, conversando como si fueran amigos de toda la vida; como si hubiera mucha confianza entre ellos. ¿Qué le veía a su hermano? ¿No era demasiado adulto para hablar con él? ¿De qué hablaban? En cambio, Natsu, era mucho más joven y sólo un año menor que Yume. Tendrían más temas en común para conversar, ¿cierto?

Él se levantó temprano, porque sabía que Yume lo hacía y salía al patio, a recibir el aire fresco de la mañana. La vio sentada sobre el pasto, en posición de loto, con los ojos cerrados y la cabeza hacia arriba. No hizo ningún ruido, sólo se sentó al lado de ella, esperando que terminara con su meditación matutina; en lo que pensaba sobre qué hablar con Yume. Un tema interesante, que de una forma u otra, dirigiera la conversación hacia sus sentimientos; llegó a la conclusión de que si insistía, lo terminaría aceptando.

— ¿Qué se te ofrece, Natsu? —Preguntó Yume.
— ¿Cómo sabías que era yo?
— Yo sé muchas cosas...
— ¿De qué color es mi ropa interior?
— Negra con manchas de...
— ¡Suficiente! —Le tapó la boca, no necesitaba escuchar la otra palabra.— ¡Eres una adivina muy buena, sí!

Yume soltó una risita ahogada.

— Al menos sé que te hago reír —dijo Natsu, sonriendo levemente.

<< Más que eso, Natsu >> pensó ella, dando un suspiro de resignación. Anna se lo advirtió desde el primer día que Natsu y su familia se mudaron: ''Nada de hacerte ilusiones, recuerda que su vida está en riesgo, en el momento que correspondas a lo que siente; ya no le quedará más tiempo de vida''. No era una persona egoísta y no quería ver a Natsu tieso, blanco y convertido en cenizas. De hecho, Yume estaba convencida, de que era la que más lo quería en el mundo. No cualquiera sacrifica su propia felicidad, con tal de que otra persona, pueda tener una vida plena y feliz.

— Yume, crees que algún día, tú y yo...
— Natsu, ¿crees que es posible que se dé amor entre un ave y un caballito de mar?
— Ni siquiera son de la misma especie. Uno no puede meterse debajo del agua, el otro no puede salir de ella. Es imposible.
— Exacto. Oye, ya debe estar el desayuno, vamos a comer.

Yume se levantó y jaló a Natsu del brazo. Un poco de comida, lo haría olvidar esa conversación, al menos hasta que tuvieran que irse a la escuela.

***

09 de Abril, 07:19 AM.
Complejo de departamentos ''Tama''.

<< Ésta niña me preocupa...>>

Sorano, la hermana mayor de Yukino, conocida como ''Angel'' en su trabajo dentro del club de anfitrionas; miraba a través de la puerta de la cocina. Yukino se había levantado más temprano de lo normal, a preparar una caja de almuerzos gigante; dando a entender que invitaría a alguien a comer. Tamagoyaki (rollo de huevo), karaage (pollo frito al estilo japonés), onigiris rellenos de atún (bolas de arroz), sándwiches de jamón y queso, rollitos primavera, camarones fritos y albóndigas de pollo.

— ¿Intentas conquistar a Natsu, Yukino? —Cuestionó Sorano.
— ¡Para nada! —Respondió la hermanita, nerviosa.
— ¿Entonces?
— El día que olvidé mi almuerzo, Natsu-san me compartió del suyo, así que...
— Devolviendo favores no es como se conquista a los chicos, Yukino. Tienes que ser directa, pararte frente a él y decirle: Me gustas, perra.
— ¡Onee-sama! ¡No hay forma en que le diga ''perra'' a Natsu-san! —Refunfuñó Yukino, enrojeciendo.— ¡Eso es grosero e hiriente!
— Hay hombres que disfrutan de ese trato. Sí lo sabré yo.

Yukino sintió curiosidad. Curiosidad y miedo. Su hermana era una experta en hombres, le quedaba claro; pero no deseaba saber detalles de su trabajo, que cada tanto tiempo, la misma Sorano le contaba; cuando había clientes especialmente molestos, si pasaban cosas extrañas o grotescas. Por ejemplo, un mes atrás, le narró la ''divertida historia'' de un cliente, que entre otras cosas, le gustaba recibir azotes en las nalgas y disfrazarse de mujer. Sorano comentó que no le salía muy bien eso último. ''Parecía un gorila disfrazado de Kim Kardashian'' había dicho, haciendo gestos extraños.

<< ¿Qué clase de fetiches tendría Natsu-san? >> Era la pregunta que se hacía Yukino.

***

Fresca como una lechuga, Mavis daba vueltas de bailarina por la sala, ignorando las instrucciones del maestro de yoga matutino en la televisión; el escuálido y poco atractivo sujeto, dijo las palabras de despedida y el programa dedicado a las mujeres, comenzó a pasar un reportaje sobre las cosas que cautivan a un hombre. La profesora cambió el canal y se puso a ''mover el bote'' con los éxitos de los ochenta en Estados Unidos.

— ¡La vida es bella! —Gritó Mavis.

Y más cuando tienes de vuelta a tu amante. El delantal blanco, que compró para provocar a Zeref dos años atrás, finalmente sirvió de algo. Zeref nunca lo vio, el día que Mavis se lo puso, él estaba tan cansado del trabajo que ni siquiera le echó un vistazo. Zeref siempre llegaba cansado, se dormía y se despertaba cuando sonaba el despertador; yéndose de nuevo a trabajar, tras una ducha rápida y un cambio de ropa. Sí, la rubia entendía que lo hacía por el bien de ella, para darle todos lo que pudiera necesitar; pero no le daba lo que ella quería y eso provocó lentamente la ruptura. Natsu nunca destruyó su matrimonio. La gente no destruye los matrimonios, sólo entra a través de las grietas que ya existen, porque sí estás completamente feliz y enamorado de esa persona, no importa quien se ponga enfrente lo vas a rechazar.

Ella no estuvo conforme ni feliz con Zeref.

***

09 de Abril, 07:50 AM.

Desde la casa de las chicas, la escuela quedaba más cerca y los cuatro (Natsu, Lucy, Yume y Ume), caminaban juntos hacia sus destinos. A medio camino, Ume se despedía y doblaba en la esquina, andando hacia la secundaria de la zona. El trayecto a la preparatoria, los hacía subir por una colina llena con cerezos en flor, que continuaban cayendo sobre el suelo y que danzaban graciosamente por el viento. El aroma era exquisito para Lucy, un poco desesperante para Yume, porque el aroma era demasiado sutil y no sabía si lo estaba oliendo o no. Natsu, en cambio, no le prestaba atención al ambiente. Quería llegar a tiempo para copiarle la tarea a Gray.

Algo lo detuvo, un extraño sentimiento, de haber estado en ese lugar antes. Miró hacia arriba y un pequeño pétalo se posó sobre nariz.

Fue un destello rápido: Vio a Happy en brazos de Yume, en un jardín grande; no, más correctamente, en un prado. Un prado con flores de cerezo. ¿Cuándo habían estado en un lugar como ese? ¿Y ellos tres juntos? Ahora que lo recordaba, Happy se apegó mucho a Yume, a pesar de que era la primera vez que se veían; el gatito azul se echaba sobre su regazo, entraba a su habitación y en general, andaba tras ella. A Yume no le parecía raro y parecía estar a gusto en compañía del hijo peludo de Natsu. Existía una cercanía y confianza evidente. Al primer momento. ¿Por qué?

Una flor le cayó sobre la frente y le mostró otro destello: Anna y Yume hablando. La segunda estaba a punto de llorar, pero se limpió los ojos y sonrió, diciendo unas palabras que Natsu no pudo escuchar. Sólo la vio moviendo la boca.

— ¿Natsu? —Lucy se aproximó a él, poniendo la mano sobre su espalda. — ¿Te encuentras bien? Te ves algo pálido.
— ¡Tú! —Natsu se giró rápido, tomó a Yume del brazo. — ¡¿De dónde se conocen Happy y tú?! ¡¿Por qué estaban en un prado?!
— ¡¿Eh?! —Yume dio un paso atrás, pero no logró soltarse. — ¡¿De qué hablas?!
— ¡Tú lo sabes! ¡Dímelo! ¡¿De qué hablabas con Anna?!

Yume trató de liberarse, Natsu estaba muy alterado. Lucy, queriendo ayudar, jaloneó a Natsu y los tres empezaron un escándalo. Uno que llamó la atención, de un hombre que pasaba por un lado y paró a darle un pequeño golpe en la frente al chico, sólo con su dedo índice. Eso fue suficiente para tranquilizarlo.

— Ustedes tres —dijo el hombre—, ¿qué les pasa? ¿Acaso descubrieron que este chico es infiel a las dos?

<< Esa voz... >> Yume no prestó atención a la pregunta, sólo se fijó en el tono un tanto burlón y cínico. Lo conocía perfectamente. Estaba segura.

— ¿Y bien? ¿No van a responder?

Ella movió su cabeza en dirección al hombre que hablaba. Lo vio. Cabello oscuro, traje formal, unos ojos azules...

— ¿Ren? —Pronunció con dificultad.

El adulto puso una expresión de miedo y sorpresa.

— ¿Yume?... 

***

¿Quién es este nuevo personaje? ¿Por qué conoce a Yume? ¿Será que Natsu recordará lo que sucedió casi al final de la primera temporada? ¿Conocerá la verdad del trato entre Yume y Anna? ¡No lo sé! Bueno, sí sé, pero no les voy a decir todavía :v 

¡Esto ha sido todo por ahora! No se olviden de dejar estrellas, comentar y eso, porque me divierto mucho leyendo lo que comentan. 

¡Nos vemos en el próximo capítulo! ¡Gracias por leer! 

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